Partida Rol por web

ACCIDENTES Y CATÁSTROFES MÁGICAS

Si deseas informar de un accidente o catástrofe mágica, no dudes en rellenar y entregar éste formulario:

1- Accidente o Catástrofe

2- Bajo, Medio, Alto

Ralph no tenía muy segura su decisión: las dudas agolpaban su mente. Los desmemorizadores eran unos tipos no demasiado queridos -algo a lo que estaba acostumbrado- y un tanto solitarios -esa parte le resultaba realmente interesante- pero había escuchado que había que valer para ello, que no cualquiera podía hacerlo. Estaba un poco temeroso antes de presentarse en el despacho y pedir permiso. Ser el único que quería ir a aquel departamento sólo destacaba lo raro que era el muchacho pero no evitaba que se sintiera culpable por molestar.

Usar la red Flu, por el contrario, siempre era emocionante. Se dejó llevar por aquellas chimeneas hasta su destino. No era la primera vez que iba allí -a su padre le encantaba que su hijo supiera quién tiene el poder, y que éstos conocieran a su hijo- pero sí era la primera vez que entraba en aquella sección.

Sin dudarlo se echó hacia un lado esperando a su guía.

La directora de Hogwarts apareció tras su estudiante, saliendo de la chimenea sin una pizca de rastro de ceniza y con una elegancia bailarina. Nadie sabía cual era su secreto. Mira al joven frente a ella y hace un movimiento de varita que te deja completamente limpio y sin churretes en la cara.- Vamos señor Ward, si terminamos pronto aquí, quizas pueda encontrarse con los otros estudiantes, estoy segura de que no regresaran a Hogwarts y aprovecharan para pasear por Londres. - Dice tratando de ocultar una sonrisilla de sabionda.

Te guía hasta la puerta del depacho de Catastrofes y Accidentes. Toca dos veces a la puerta, de forma resuelta y firme. Unos instantes depués, aparece un hombre con pintas de fastidio, pero cambia completamente al ver a McGonagall. La saluda con efusividad, parece que casi tiene que contener las ganas de darle un abrazo. Ella le sonríe comprensiva. - Señor Beckett, vengo a traerle a este alumno, esta interesado en el programa de becarios, concretamente en su departamento. Si, no pongas esa cara de sorprendido, la verdad es que este joven me recuerda bastante a tí.

La directora te empuja suavemente hasta entrar con ambos al despacho y sentaros en las sillas frente al escritorio. - Señor Ward, este es Connor Beckett, jefe del departamento de Accidentes y Catástrofes y un desmemorizador ejemplar.

Beckett te estrecha la mano y abre el cajón de su escritorio, sacando un pergamino que pone delante de ti. - Estoy seguro de que serás de gran ayuda para el departamento, no somos muchos, así que se agradecen las aportaciones. Pero antes de poder darte una auténtica bienvenida hay que pasar por los trámites burocráticos. Ese formulario es el que debes rellenar y, después de la evaluación del Ministerio, recibiras una carta vía lechuza con los resultados. Estoy seguro de que lo conseguirás.

Solicitud de puesto de Becario

Nombre del solicitante:

Departamento del Ministerio:

Curso Escolar:

Notas de los TIMOS:

Motivación (La razón por la que está interesado en el puesto):

La aparición de la directora, a pesar de tratarse de la red Flu, era tan asombrosa como siempre. Impoluta mientras él aún se encontraba quitándose hollín de los pantalones. Y con un grácil movimiento lo dejó limpio. Parpadeó sorprendido, había capturado su atención mientras hablaba, de modo que decidió que era mucha mejor opción no interrumpir. De hecho gracias a ello no le pasó desapercibida la muy sutil invitación de McGonagall a perderse un poco por la ciudad, de hecho él mismo sonrió al pensar que incluso sonaba a una excusa para los profesores que querían tomar un helado muggle.

Entró en el despacho y sus ojos se clavaron en los de aquel hombre. Parecía alto y serio, pero también de los que sabe disfrutar de una buena cerveza de mantequilla. Algo en él se le antojaba contradictorio a Ralph hasta que la directora digo que le recordaba a él y rápidamente se puso tieso como una espiga e infló los pulmones. Hasta que el desmemorizador no dejó de hablar el joven no dejó escapar el aire de su pecho. Sacó una pluma y comenzó a rellenar el formulario.

¿Debía hablar? Se preguntaba. Decidió hacer un leve intento de ello.

En la Magia la precisión y la sutileza muchas veces son más importantes que el número o el poder. Nuestra directora acaba de darnos un ejemplo de esa gracia de la que hablo. Quiero decir... está bien no ser muchos, no es un problema para mí.

Se corrigió enseguida y, algo azorado, terminó de rellenar el papel y se lo entregó. Mirándolo en espera de alguna otra instrucción a seguir. Las respuestas no serían las mejores, pero eran sinceras.

Solicitud de puesto de Becario

Nombre del solicitante: Ralph Ward

Departamento del Ministerio: Accidentes y Catástrofes

Curso Escolar: Sexto

Notas de los TIMOS:

• Astronomía: Extraordinario (E)
• Aritmancia: Extraordinario (E)
• Cuidado de Criaturas Mágicas: Extraordinario (E)
• Defensa Contra las Artes Oscuras: Extraordinario (E)
• Encantamientos: Extraordinario (E)
• Herbología: Extraordinario (E)
• Historia de la Magia: Extraordinario (E)
• Pociones: Extraordinario (E)
• Runas Antiguas: Extraordinario (E)
• Transformaciones: Supera las expectativas (S)

Motivación (La razón por la que está interesado en el puesto): Una intuición me dice que es un camino que debo recorrer. Conocer de cerca el trabajo de Accidentes y Catástrofes me permitirá ayudar a reaccionar a tiempo. El camino del desmemorizador significa algo y NECESITO saber qué significa. A veces dejar nuestros recuerdos atrás nos permite labrar un nuevo camino. Eso busco.

Beckett leyó tu solicitud con total descaro, como si no estuvieras ahí, esperando. - Ahora se porque te recuerda a mi, Minerva, pondré de mi parte para que este chico termine en mi manos. - Dice con una sonrisa algo juguetona. Es obvio que intenta hacer una broma, algo raro, para aliviar tu nerviosismo. Quizás no se le de muy bien.

- Nos veremos pronto chico, enviaré tu solicitud ahora, con mi recomendación. Mira atento al cielo, la lechuza no tardará. Ahora, siento ser descortés, pero me espera mucho trabajo, espero poder charlar contigo pronto Minerva.

La directora le asiente y sonríe, levantándose de la silla y abriendo la puerta para dejarte salir, sin presionarte demasiado, por si deseas despedirte.

Al contrario de lo que sucedería con mucha gente, el hecho de que leyese su solicitud delante suya provocó que, tras el primer momento de tensión por lo inesperado, se relajara. Si lo leía ahora no tenía que esperar lechuzas voladoras mientras unos y otros iban siendo aceptados y él seguía aguardando.

El veredicto consiguió que Ralph ladeara la cabeza con curiosidad. No entendía la broma pero el resultado le resultaba interesante y bastante más que aceptable. Asintió con la cabeza ante las palabras del que, con cierta suerte, sería su mentor durante la beca.

Gracias por su tiempo. Haré lo que esté en mi mano, hasta caer en las suyas.

Dijo, como intentando seguir una broma que no entendía. Probablemente liándola más o haciendo que perdiera toda la gracia. Después se giró hacia la directora.

Muchas gracias a usted también.

Tras lo cual salgo del despacho encaminándome hacia otro lugar.

Aquella mañana acudió al despacho de Connor Becket con la firme intención de pasar el exámen del hechizo que había estado estudiando. En Hungría lo había intentado en algunas ocasiones pero con desiguales resultados, así que siguió estudiando e intentándolo en Londres. En ocasiones, otro punto de vista ayudaba a paliar las deficiencias y en ello puso su esfuerzo.

- Buenos días, señor Beckett. Creo que estoy listo para examinarme- dijo con firmeza.

- Buenos dias. Veamos si es cierto que ha asimilado toda la teoría. Para la demostración, debe usted lanzar el hechizo perfectamente.

Connor crea un espacio seguro donde podrás lanzar el hechizo.

- Recuerda que solo tienes 2 oportunidades como máximo, si no lo realizas correctamente, deberás volver otro día después de estudiar más.

Sacó la varita y se puso manos a la obra.

-¡Repello Muggletum!- exclamó, agitando la varita.

Pero no lo consiguió. 

-¡Repello Muggletum!

Nada.

La frustración se apoderó de Sándor, que apunto estuvo de lanzar su varita por la ventana.

Se marchó, confundido y cavilante. ¿Qué podía haber ocurrido? ¿Qué había salido mal? Los conceptos los tenía, llevaba mucho tiempo estudiándolo, su concentración era la adecuada, la adecuación del espíritu, pero la coordinación en el movimiento...

Distraído- reflexionaba- Estoy demasiado distraído con otras cosas, la ansiedad ¿y si me está afectando la bebida a la coordinación? ¿Y si debería dejar de beber?- la sola idea le espantó- llevo mucho tiempo con esto. Es posible que mi cuerpo, debido a mi empecinamiento, haya memorizado el movimiento erróneo y ahora sea por ello tan difícil de corregirlo- pensó, mientras llegaba a su despacho.

Decidió darse la tarde libre y se marchó al campo, cerca de Hogwarts. Despejarse un poco le vendría bien.

Sándor volvió otro día. No las tenía todas consigo pero pensó que merecería la pena intentarlo. 

- ¡repello Muggletum!

Volvió a fallar. Sus deberes le estaban robando mucho tiempo de práctica pero no se dió por vencido y,tras resoplar, volvió a su despacho para analizar su coordinación.

Sándor se acercó de nuevo al despacho de bennet pero, ésta vez, con la mirada rebosante de confianza. Días atrás, había estado en el campo ensayando, cerca de Hogwarts y, tras un ensayo aparentemente satisfactorio, volvió a probarlo en un entorno repleto de muggles para ver su efectividad. Así que se acercó a Fulham Broadway y hechizó la entrada principal de Stamford Bridge: El Chelsea FC tuvo que jugar aquella semana con sólo la mitad de su aforo lleno.

Hinchado de orgullo, fue a la oficina de Bennet y se dispuso a ejecutar el hechizo.

-¡Repello Muggletum!- y se hizo magia.

Bennet, que miraba casi por obligación el nuevo intento, aplaudió conforme se ejecutó. Por fin le iban a dejar en paz por un tiempo.