En algún lugar dentro de las paredes de Hogwarts, se puede ubicar un extravagante y gigante habitación que corresponde al club de estudio, lleno de libros, documentos y todo material académico para que los integrantes puedan disfrutar de los placeres del conocimiento y asientos y escritorios dignos para hijos de aristócratas. Además, dentro de la instalación, hay café, jugos, dulces y un sin números de aperitivos para estimular la lectura que, extrañamente, tienen un pequeño escudo familiar que corresponde al tutor de dicho lugar. Una notable remodelación que contrasta totalmente a la antigua y pobre infraestructura del antiguo club de estudio.
En el fondo del lugar, se puede apreciar un apuesto hombre sentado en un cómodo y caro berller compuesto de cuero y pequeñas incrustaciones de oro, leyendo atentamente un enorme y tenebroso grimorio en alguna lengua desconocida. Esto, mientras bebe con tranquilidad un fino café que impregna el lugar con un agradable aroma a tostado. A su lado, además, se puede contemplar la presencia de una bella, pero fría apariencia de una mujer de rasgo asiáticos que viste un terno masculino. Su postura es marcial y su vista inmediatamente se enfoca en los invitados como si estos fuesen las nuevas presas de su magia. Un contraste perfecto y equilibrado entre la hospitalidad y cordialidad que irradia Albert y el aura inquisitiva de su guardaespaldas.
-. Bienvenidos-. Declara con una agradable sonrisa mientras se para de su asiento para acercarse a los estudiantes miembros del club con movimientos exactos-. Mi nombre es Albert von Vianden y seré su tutor y guía en este club-. Pronuncia, ya estando a una distancia prudente según la etiqueta aristocrática del mundo mágico mientras hace una leve reverencia-. Cualquier duda sobre magia, procesos mágicos, historia, idiomas, etc. Me pueden consultar a mi o a mi asistente, aquí presente Emiko-. Una coqueta y natural sonrisa se dibuja en su rostro-. Ahora bien, para comenzar siéntanse cómodos-. Con un educado gesto invita a los estudiantes a tomar asiento en un sector del club en donde hay enormes y cómodos sillones para los miembros mientras que, en ese momento, dos hermosas mujeres, vestidas igual que Emiko, salen de la nada, quizas utilizando algún sortilegio de camuflaje, para preparar diferentes tipos de manjares y aperitivos para los muchachos, ofreciéndoles pocos minutos después-. Las reglas simples-. Mira a cada uno con tranquilidad-. Compórtense de forma civilizada, estudien y, con ello, podrán optar a no solo a buenas calificaciones, sino que también a puestos en mi villa como ayudantes de investigación en diferentes ámbitos ¿alguna duda?-. Una taza de café es ofrecida a Albert y es aceptada al mismo tiempo que su mirada da las gracias a una de sus ayudantes al momento de pronunciar aquellas precisas palabras-. Ahora bien, por favor, preséntense y díganme que esperan para el futuro y que área del saber les interesa-. Finaliza, invocando nuevamente aquella coqueta, pero sincera sonrisa.
Algunos pueden reconocer el apellido de Albert si están al tanto de los nombres de las más antiguas y reconocidas familias nobles del mundo mágico europeo o por haber comprado algún producto de sus decenas de empresas que van desde artículos de belleza hasta ingredientes y artículos para fines mágicos o por rumores oscuros que se relaciona a la antigua familia relacionados por negocios ilegales y una busqueda constante de poder y dominio, o, por ultimo, por ser una familia que gasta millones en caridad y filantropia.
Me había apuntado al club de estudio porque esperaba que me ayudara bastante a las nociones que me faltaban en clases como historia, pociones, cuidados de criaturas... entre otras, ya que aunque tenía la suerte de retener fácilmente la información que tenía, mis estudios comenzaron... algo tarde.
No reconocí el nombre del hombre quien iba a hacer el tutor de ese club, no era profesor del colegio por lo que me apunté y al poco tiempo hice memoria y su apellido supe que me sonaba... aunque aquella parte no tenía porqué influirme, solo tenía una meta en ese club y era mejorar en mis estudios con los mejores, y si ese hombre estaba cualificado para ese puesto pues que así fuera.
Llegué al club algo pronto y mientras esperaba al resto de mis compañeros, me quedé mirando varios volúmenes que había en una estantería cercana. Podía leer diferentes libros de diferentes tema y autores. ¿Pero cuantas bibliotecas tenía aquel colegio? Aquí había libros que no había visto en la biblioteca principal del colegio y si tenía la oportunidad de echarles un ojo podría ayudarme bastante en mis estudios.
Cuando llegaron el resto de mis compañeros, nos ofrecieron sentarnos en algunos sillones retirados del resto del mobiliario de la sala, me senté y escuché lo que nos comentó nuestro tutor. Por lo que decidí ser la primera en levantarme de mi asiento y dirigirme al hombre.- Mi nombre es Anastasia Bennet, es un placer conocerle.- dije por educación haciendo una leve inclinación.- Pertenezco a la casa de Ravenclaw en el sexto curso. Me interesan varias áreas, aunque me falta mucho conocimiento general ya que comencé mis estudios algo tarde, pero me interesaría mejorar mis estudios en leyes, pociones y en hechizos maléficos junto con los hechizos de protección contra ellos.
Ningún profesor hasta ahora nos había preguntado que era lo que deseábamos hacer con nuestro futuro y aunque no tenía claro exactamente que deseaba hacer, decidí responder honestamente.- No deseo ser una bruja que se mantiene ignorante a lo que sucede en el mundo en el que vivo y aunque aún no tenga claro que es lo que exactamente deseo hacer en mi futuro quiero adquirir mi propio poder para que cuando haya tomado esa decisión nadie lo cuestione o me lo impida.- decidí no dar más detalles respecto a este último tema, por lo que realicé otra inclinación conforme ya había acabo mi presentación y volví a sentarme en mi asiento a la espera de que el resto de mis compañeros hicieran sus presentaciones.
La sala de estudio era una maravilla y mis ojos brillaron al recorrer el lugar. Era como una mezcla entre biblioteca privada y club de caballeros. Se me escapó una sonrisita. Al caminar hacia el interior vi que Anastasia ya estaba allí, así que me senté a su lado y escuche el discurso de bienvenida del señor Vianden.
El imperio familiar Vianden era impresionante y no resultaba nada fácil trabajar en sus negocios, tenían reputación de ser muy exigentes. Yo había escogido ese club por 2 razones: Quería ser Premio Anual, aunque no lo reconociera y además, abrirme las puertas a un futuro laboral propicio.
Esperé mi turno para presentarme. - Es un placer conocerle profesor Vianden, me llamo Lucy Blumer, igual que Anastasia soy de sexto año en Ravenclaw. Aún sigo meditando sobre lo que quiero hacer en el futuro, tengo una encrucijada entre dos profesiones y no consigo decirme, éstas serían Pocionista o Medimaga. - Respondí sonriente pero un poco sonrojada.
Es un placer ser guiados en este club por alguien de su renombre, señor von Vianden.
Se apresuró a decir, inclinándose con respeto. El número de las asistentes había sido una muy buena carta de presentación a judgar por el joven mago que no dudó en probar algunas de las viandas que les ofrecían. Dejó que sus compañeras, más raudas que él, se presentaran, mientras escuchaba lo que decían con atención. Las palabras de Lucy le hicieron sentirse bastante identificado, por lo cual cuando se presentó le lanzó una mirada antes.
Soy Ralph Ward, Ravenclaw de sexto año también. Mi proyección de futuro es ser una leyenda para la casa Ravenclaw y entre los desmemorizadores. Las áreas de estudio que más me interesan son las pociones y los hechizos... bueno, en realidad casi cualquier hechizo.
Me gusta investigar casi más que leer, siempre se puede aprender algo nuevo.
Tras aquella presentación fugaz regresó a su asiento. Estaba confiado con lo que acaba de decir y, aunque sus aspiraciones eran grandes, no le avergonzaba decirlas. Aún tenía mucho camino por delante, pero si no empezaba a caminar jamás podría volar.
El lugar era una auténtica delicia a los ojos de Yllka y pronto no pudo contener sus ganas de ir a ver que era todo aquello que adornaba los estantes ¿Qué libros habría allí? ¿Podría coger alguno prestado? Sus ojos solo danzaban sin poder concentrarse en un punto en concreto. Sus manos intentaban llevarla a unos sitios, los pies a otro y los ojos a un último pero no parecía decidirse. Templó sus nervios y miró al resto de los presentes pensando que quizás había hecho algo el ridículo al estar parada sin saber bien que hacer mientras los otros estaban tomando asientos.
- ¡Ho... Hola chicos y chicas! Hola señor von Vianden. Es un placer poder disfrutar de este club y más con su presencia como ya han dicho, seguro que podemos sacar provecho de todo el conocimiento que poseé. - Yllka tomó asiento cerca de Ralph y a pesar de que seguro se ruborizaría le acarició la mano a señal de saludo.
- MI nombre es Yllka Folks, soy de séptimo año de Ravenclaw y mi meta es clara, ser jugadora profesional de Quidditch aunque no quiero quedarme solo ahí, señor, quiero poder mejorar mi técnica de duelo todo lo posible y ser competente en ello. Además de sacar las mejores notas de mi curso y poder acceder a mejores puestos en un futuro para cuando mi carrera en el deporte finalice. Me apasiona la lctura sobre nuestro mundo, sobre como aprendemos la magia y en definitiva todo lo que pueda ayudarme a mejorar.
Una vez allí en el aula, saludo a los presentes con un ligero gesto y busco un lugar junto a Yllka para tomar asiento mientras escucho la presentación del Profesor y estoy admirada con la decoración del lugar. Si bien tengo bastantes expectativas con respecto al club de Estudio, toca ver cómo se desarrolla y la dinámica de la clase en sí. - Mi nombre es Annelie Grindelwald, curso el 7° curso y pertenezco a la Casa de Slytherin. - inicio la presentación. - Mi interés está puesto en las Artes Oscuras, hace ya un tiempo que estudio las maldiciones y sus efectos, para así crear bajo mi invención. No obstante a futuro, más allá de un viaje a Medio Oriente con el fin de impregnar mis conocimientos en las Artes Oscuras arcanas, me gustaría ser miembro del Wizengamot... Aspirando a liderar aquello. - termino por confesar, pues si la cuestión es exponer los sueños o proyectos, aquí estoy.
- Mi interés aquí es aprender sobre Artes Oscuras, más allá de que en Hogwarts no se encuentran en la currícula escolar, sino la defensa de estas. No obstante tengo una pequeña base ya que provengo de Durmstrang y quisiera continuarla. No perder esos conocimientos, que allí se imparten con total naturalidad. También me interesa lo que es la manipulación de ciertos venenos, como potenciar efectos, mermarlos y diseñar combinaciones que pueda ser difícil hallar su verdadero ingrediente. - termino por decir, un poco roja ya que bueno con todo lo expuesto cualquiera puede darse una idea de que el apellido no lo llevo de adorno. No obstante el tono de mi voz es muy dulce, amable, incluso correcto, más allá de que se refleja un brillo especial en la mirada cuando hablo de estas cosas.