Partida Rol por web

Las crónicas de Hogwarts: No me olvides

LOCALIZACIÓN - AULA DE TRANSFORMACIONES

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20/03/2022, 10:00
Directora

A las nueve menos diez minutos, todos los alumnos de primer curso de Slytherin y de Hufflepuff os dirigisteis hacia el aula de transformaciones, que estaba situada en la primera planta del castillo. Menos mal que en el horario venía en dónde estaba, porque de haber tenido que buscarla, no habríais llegado.

Sin embargo, llegar no iba a ser tan sencillo como pensabais, porque Hogwarts parecía tener vida propia.

Alguien os dijo que en el castillo había 142 escaleras y que a pesar de lo que parecía, no todas hacían lo que debían. Muchas de ellas parecían conducir arriba, pero de repente, cuando pisabais fuera de ellas, os dabais cuenta de que en realidad habíais descendido una planta. Otras os llevaban a muros que no os dejaban continuar, lo que os obligaba a volver sobre vuestros pasos y probar suerte con unas diferentes; era como si fuesen de broma.

Mientras los alumnos de Ravenclaw y Gryffindor continuaban subiendo, pues tenían clase en la tercera planta, vosotros solo teníais que llegar hasta la primera, sin embargo, fuisteis testigos de como vuestros compañeros de las otras casas se veían con dificultades para conseguir llegar.

La planta dos resultaba especialmente complicada, porque en una de las alas, había un tramo de escaleras cortado que debía ser saltado. Cuando un alumno no cogía el suficiente impulso, caía sobre una especie de colchón invisible, rebotaba y aparecía en otro lugar del castillo, con lo que tenía que volver a buscar como llegar.

También había escalones "tramposos"; Michael se encontró con un escalón que parecía existir pero que cuando elevaba el pie para pisar sobre él, desaparecía, lo que le entretuvo durante un buen rato, como si estuviese efectuando un extraño baile; Colton pisó uno que chillaba; Úrsula, uno que en realidad no existía y se quedó atascada en él hasta que tiraron de ella para sacarla; Nolan saltó uno que parecía roto y el siguiente era como de pegamento; tardó cinco minutos en conseguir despegar el pie para poder seguir subiendo.

Pero a vosotros tampoco os resultó nada fácil. El tramo que debíais coger empezó a girar y de repente os encontrasteis siendo empujados hacia un ala completamente diferente del castillo, justo en el lado opuesto, por lo que una vez llegasteis a ella, tuvisteis que cruzar corriendo de un extremo a otro para llegar al aula escogida.

La consecuencia fue que muchos alumnos llegaron tarde a esa primera clase, y también a las siguientes. La memoria iba a ser una de vuestras mejores aliadas en Hogwarts, pero no como vosotros pensabais. Era importante recordar qué escaleras eran las adecuadas para no llegar tarde.

Las clases de Transformaciones era un aula de considerable espacio, rodeada por altos ventanales y con los pupitres dispuestos en tres filas. Presidiendo la sala, hay una mesa para el profesor y dos pizarras con indicaciones. Por todas partes podíais ver también jaulas con criaturas en su interior.

El profesor os estaba ya esperando de pie, delante de las mesas.

-Está bien, id sentandoos, pero no os acostumbréis a llegar tan tarde. No me gusta la gente impuntual -dijo de manera seca. Cuando por fin todos estuvisteis en vuestros lugares, empezó a caminar entre las mesas.

-Muchos me recordaréis de vuestra llegada al castillo. Soy el profesor Cletus Partwulf, subdirector de esta escuela, y encargado de enseñaros los secretos de las transformaciones. Si alguien se está preguntando qué es lo que se aprende aquí, es que no está prestando atención. Transformar es cambiar, objetos, seres, o cualquier cosa que tengamos al alcance de nuestra magia.

El profesor empezó entonces a correr y cuando llegó casi al final de la clase, se transformó en un enorme lobo negro que se giró hacia vosotros, haciendo que muchos de los alumnos y las alumnas pegasen un chillido, se levantase y apartasen de su camino.

El lobo se movió pacíficamente hasta llegar al comienzo de la clase y en ese momento, volvió a transformarse en el profesor, haciendo que todos comenzaran a aplaudir.

-¡SILENCIO! -cortó abruptamente el profesor -. Esto no es un juego ni tampoco lo he hecho para vuestro divertimento, sino para que os deis cuenta de hasta qué punto podéis llegar a cambiar las cosas. Yo soy lo que se llama un animago, un mago que puede transformarse en animal. Si alguien está pensando en hacer algo similar más vale que lo olvide por el momento. Hace falta mucha paciencia, estudio y poder para conseguirlo. Quizás alguno lo logre, con el tiempo, pero ahora no es para vosotros. Lo que debéis hacer es aprender los fundamentos de transformaciones sencillas y con el tiempo, quizás seáis capaces de manejar transformaciones más complicadas.

El profesor se arregló ligeramente la ropa que llevaba y de nuevo os miró a todos. A continuación, empezó a hablar sobre los diferentes tipos de transformaciones que existían, clasificándolas en base a su origen y la magia que estaba implicada en ella. Todos copiabais sin perder de vista a aquel profesor que parecía ir tan deprisa que ojalá hubieseis tenido tres manos para poder anotarlo todo.

Cuando por fin se detuvo, se encontraba al final de la clase, después de haberse movido casi sin ser visto a través de las mesas y los pasillos.

-Si tenéis alguna pregunta, ahora es el momento de hacerla. En caso contrario, pasaremos a las cuestiones más prácticas -dijo, deteniéndose para oír vuestras dudas y cuestiones varias.

Notas de juego

CLASE

Comprender explicaciones (Transformaciones + Inteligencia)

El número de éxitos será el bonificador para la siguiente tirada. Indicará lo bien que lo habéis comprendido. 

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20/03/2022, 19:47
Kyle Goldfinch

Cuando ya creía que quizás había entendido el concepto de ir de un piso a otro en Hogwarts, llegó la Odisea de las escaleras. Un porrón de alumnos de primero confusos y dando tumbos, tropezando, y experimentando con escalones extraños, a tan sólo 10 minutos de empezar la clase. 

La única suerte parecía ser que íbamos en grupo. Por suerte nosotros tuvimos que alcanzar sólo la primera planta. Los demás aún tenían que seguir luchando contra aquellas escaleras móviles. *Y lo fácil que sería poner un simple ascensor?? - pensé, algo confuso con todo aquello. Cuando vimos a Michael bailando a una sola pierna, temí que además de moverse te embrujasen. Pero en realidad estaba intentando acertar como pasar un tramposo escalón.

- Cualquiera diría que alguien se han equivocado al hacerles el hechizo para que se muevan! - no pude evitar decir cuando estuvimos en nuestra planta y "a salvo". De repente, un alumno aterrizó frente de nosotros de pie, con cara de pánico - "Creía que iba a caer !!!" - al parecer tuvo que saltar un tramo cortado para llegar a la segunda planta. Y al mismo tiempo nos dimos cuenta de que estábamos en el ala contraria del castillo. 

Al fin, corrimos hasta lo que parecía ser el aula. Y con el poco aliento que nos quedaba, entramos. 

Algunos alumnos de Hufflepuff y de Slytherin ya estaban ahí, y el profesor estaba esperándonos. *Menuda forma de causar una primera impresión... - Entonces vi las jaulas. Con animales dentro. Animales y criaturas que no reconocía. - Por qué hay tantos animales? - le susurré a Ivy con cara de sospecha, mientras nos sentábamos en unos de los pupitres libres.

El profesor habló y se presentó. Y efectivamente era aquél que nos dio la bienvenida, tan severamente, con porte militar y de cara seria y dura. *Si no quieren que seamos impuntuales porque nos complican tanto la vida para llegar a las clases?? - me pregunté callado hacia mi mismo, un poco frustrado. No me gustaba ser impuntual, no era la primera imagen que quería dar. 

Fue entonces cuando sólo dijo una rápida frase en referencia a su clase *..espera, qué?... - y tras una breve carrera, se transformó en un enorme lobo negro!! algunos chillaron, yo me puse blanco y me agarré fuerte a la mesa con la boca apretada y la mirada fija. *OH DIOS, UN HOMBRE LOBO!! SÍ EXISTEN SÍ. - pero luego caminó plácidamente hasta la mesa del profesor volviendo a su forma normal. 

Jadeando y con el corazón a 100, acompañé a mis compañeros que aplaudían, pero mis aplausos eran lentos, espaciados, aún un poco en shock. No podía quitarle los ojos de encima a ese hombre. De la poca magia que había visto, ésa había sido la más impactante hasta hoy.  *Cletus Partwulf, subdirector, y animago hombre lobo. - memorizaría ese momento para siempre. -Alguna vez habías visto algo así?... - salió de mi boca sin pensarlo, hacia Ivy. 

El profesor nos cortó con un fuerte "SILENCIO!!"- y dejó claro que tipo de enseñante era. Estricto, rígido y diligente. Menos mal que ha dicho que empezaría por lo "sencillo"... y sin más, empezó a dar la clase. 

Sacado de mi ensimismamiento saqué mi libro y pergamino pluma y tinta, esperando poder apuntar todo lo posible y tratando de memorizarlo todo. Increíble, simplemente increíble. Es como una ciencia de la magia?...  no daba a basto, era tanta información que apenas parecíamos rasgar la superficie... pero de un cierto modo tenía tanto sentido! ani-mago, magia animal. Por eso tantos animales alrededor en jaulas - aunque dudo que ellos fuesen otras personas... o alumnos que se han portado mal? no no no, imposible... - era fascinante, simplemente fascinante, no podía dejar de estar atento a su voz mientras mis manos escribían a toda velocidad manchando con gotitas de tinta el pergamino de vez en cuando. De tanto en tanto ojeaba a Ivy, para ver si ella también lo estaba escribiendo todo como yo.

El profesor Partwulf no daba apenas un descanso para hacer un solo comentario entre nosotros, hasta que al final, sin que me diese cuenta, se había callado. Alcé la vista de mi pergamino y ... no estaba!  Habló desde la parte de atrás, lo cual me hizo dar un pequeño respingo, pidiendo si teníamos alguna pregunta. -*sólo alguna?? estoy LLENO DE PREGUNTAS- pero como solía ser costumbre en mí, me esperé a que otros hubieran empezado a preguntar. Muchas veces se aprendía más dejando que otros hicieran preguntas. Después de que hubiera respondido todas las preguntas de los demás, si al final nadie lo preguntaba lo haría yo, alzando antes la mano:  "Profesor Partwulf, entonces puede ser que el Celador Norris... sea también un animago, como usted?"

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20/03/2022, 23:25
Ivy Jade Connor

Jade caminaba con Kyle por las escaleras para llegar a clase de transformaciones. Lo difícil en el castillo no era atender las explicaciones del docente, sino poder llegar al aula tras luchar con el movimiento de los escalones, los cuáles parecían tener vida propia y un particular sentido del humor, pues bajaban cuando debían subir y viceversa.

- Recuérdame que para las clases de los pisos superiores hay que ir casi treinta minutos antes o no llegamos... - Comentó la pelirroja a su compañero Goldfinch, mientras observaba cómo Michael tenía un problema con uno de los peldaños que parecía desaparecer a voluntad - Un traslador, eso es lo que deberían poner para llegar a las diferentes plantas.... - Sugirió mientras resoplaba y veía problemas similares en Colton y Úrsula. Casi debían agradecer que su destino estuviera en la primera planta y, aún así, no les había resultado sencillo alcanzar el extremo correcto hacia donde debían dirigirse.

- Por fin estamos aquí - Comentó Jade, suspirando tras haber corrido el último tramo de escalera.

Cuando entraron pudieron observar un aula grande, con tres hileras de filas donde se disponían los pupitres de cara a la mesa del profesor y dos pizarras que tenían indicaciones. El sitio tenía, además, jaulas con animales en su interior.

- Maldita sea el profesor nos está esperando... - Susurró Jade completamente agobiada - No sé porqué hay tantos animales, supongo que nos lo explicará ahora... - Y es que la joven, no sabía los pormenores de cada clase.

- Buenos días, profesor Partwulf... - Dijo Ivy con educación, disculpándose por no llegar antes - Lamento mucho no haber llegado antes, las escaleras se movían demasiado, ya viendo cómo funcionan, no volverá a pasar nada similar... - Sonrió la jovencita con su encanto característico, al fin y al cabo era su primer día y el fallo cometido, no iba a repetirse.

Llamaría la atención de que la joven no tenía miedo al profesor. A pesar de lo serio que era, a ella parecía encantarle. Y es que, cuando llegó al castillo, le pareció el hombre más atractivo de cuantos hubiera visto con anterioridad. Era su primer amor platónico, y posiblemente, suspirase en más de una ocasión mientras le observaba.

La primera explicación era la definición de transformar y, tras la teoría, el docente corrió de una esquina a otra del aula, cambiando su magnífico cuerpo humano en el de un enorme lobo negro.

- ¡¡¡Ohhhhh!!!!... - Se llevó las manos a la boca, asombrada por el cambio del docente. Si ya le gustaba antes, ahora estaba completamente admirada, animándose a aplaudir como los demás compañeros - Sé que existen los animagos, pero nunca vi una transformación como esta tan espectacular... - Dijo la pelirroja, aún maravillada, y es que una cosa era saber que existían y otra muy distinta observarlo.

El docente exigió silencio. Ivy obedeció de inmediato anotando mentalmente el motivo por el que Partwulf había hecho aquel cambio físico delante de ellos. La pelirroja asintió, comprendiendo que usar la magia era algo muy importante y con lo que debía tener cuidado.

Y llegaba el momento real de la clase, el instante en el que se debían sentar y tomar apuntes, clasificando las transformaciones en cuanto a su origen y magia. Las explicaciones estaban siendo muy rápidas e Ivy comenzó a agobiarse para tomar todos los apuntes. Su madre le había pedido un excelente en todas las asignaturas y ahora que estaba allí, comenzaba a dudar de que pudiera lograrlo.

Kyle levantó la mano e hizo una pregunta que esperaría respuesta. Jade también tenía unas pocas que formularía cuando le diera permiso el docente, siempre realizadas con educación y máximo interés.

- Profesor, ¿es dolorosa la transformación para el sujeto que la sufre? - Tomó aire y formularía otra cuestión cuando se lo permitiera - Usted ha comentado que los cambios depende del objeto y del tipo de magia, pero, ¿es más difícil cambiar a unas personas que a otras?... Por ejemplo, si usted quisiera transformar a mi amiga Alondra en un ratón, ¿es más fácil hacerlo sobre ella que con Anemone? ¿O es igual de fácil en ambos casos?.... - Y aquí estaba el verdadero ramalazo de Ivy y el motivo por el que estaba en Slytherin. Alondra y Anemone no eran sus amigas y si esa pregunta implicaba una práctica por medio del docente, no quería que Kyle o cualquiera de los demás fuese cambiado a roedor.

Ivy esperaba respuestas pero se temía no haberlo copiado todo, sintiendo que parte de la explicación se la había perdido por ser lenta copiando. Esperaba que de alguna manera, la práctica no le fuese mal.

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22/03/2022, 10:11
(1S) Alondra Sparks

El castillo era toda una locura. No comprendía porque las escaleras hacían lo que les daba la gana en lugar de servir para lo que debían, que era quedarse quietas y no gastar bromas pesadas, porque eso era lo que estaban haciendo.

De reojo veía como otros alumnos y alumnas tenían problemas para saltar peldaños, no caer al vacío o conseguir dar el siguiente paso, y cuando a mí me sucedió algo parecido y me encontré con un escalón que desapareció nada más poner el pie sobre él, me agarré a Anemone para no caer.

-¡Maldita sea! ¡Eres solo un maldito escalón, quédate ahí! -le grité, enfadadísima y también muy indignada -. Estas cosas no habrían pasado con otra directora. ¡Veréis cuando se lo cuente a mi padre y tengan la siguiente junta del colegio!

Cuando llegamos a la clase, el profesor ya nos estaba esperando, así que eché una última carrera para sentarme en la primera fila, apartando de un empujón a Ivy, que marchaba delante de ella.

La Ivy se disculpó con su cara de no haber roto un plato, intentando acaparar todo el protagonismo, algo que por supuesto, no iba a permitirle.

-Buenos días, profesor. Sí, alguien debería hablar muy en serio con esas escaleras para que hiciesen más caso y reconociesen a sus superiores, es decir, nosotros -añadí con la mejor de mis sonrisas.

Una vez todos estuvimos en nuestros sitios, el profesor empezó a hablar y a explicar lo que eran esas clases, transformándose él mismo en un horrible lobo negro. Eso me hizo agarrarme con fuerza a la mesa, dando un chillido nervioso.

No me gustaba absolutamente nada eso, aunque a los demás pareció que sí, porque comenzaron a aplaudir como si fuesen unos críos y acabase de hacer un truco de recreo. Después empezó a explicar y ya no hubo tiempo para nada, porque lo único que hacíamos era tomar notas y notas sin parar.

Aquel profesor parecía ser muy exigente y aunque estaba segura de que podría seguirle el ritmo, también lo estaba de que no iba a ser nada sencillo.

Cuando terminamos de copiar, agité la mano para relajarla, mientras los demás empezaban a hacer sus preguntas tontas. Kyle hizo una sobre el celador y eso me hizo reír.

-Oh, por favor. El celador no es más que un squib. Seguro que intentó hacer magia que no debía y que fue castigado por ello -comenté en voz alta.

Y por supuesto, su “amiguita” Ivy no tardó mucho en hacer la suya. ¿Qué si era doloroso? Pues desde luego no lo parecía. Pero eso careció de importancia en cuanto me nombró a mí y a Anemone, algo que no podía permitir, porque meterse con ella era como hacerlo conmigo?

-¿Y por qué no transformarte a ti en una chica guapa en lugar de una pelirroja despeinada? -le dije, mirándola con ira. Pero no quería que el profesor me regañara, así que me volví de nuevo hacia él, agitando mi larga cabellera y recuperando mi sonrisa -. Eh… profesor, tengo entendido que los animagos deben estar registrados. ¿Es eso correcto? Y… también que solo pueden transformarse en un animal. ¿Es verdad?

A mi familia, todos aquellos magos que se transformaban en criaturas inferiores les parecían detestables, pero claro, en aquella escuela aceptaban casi a cualquiera.

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22/03/2022, 10:13
Cletus Partwulf

Al profesor no parecieron gustarle las muestras de felicitación de los alumnos. Sabía bien lo que ocasionaba sus transformaciones y las consideraba importantes para poder transmitir lo que necesitaba, pero al mismo tiempo, resultaban frustrantes, porque la mayoría de ellos se quedaban únicamente con eso y no con lo que estaba intentando transmitir.

Cuando empezó el turno de preguntas, escuchó la de Kyle con atención y también el comentario de Alondra, volviéndose hacia ella para mirarla con severidad.

-Estáis en lo cierto... los dos. El señor Norris no es muy ducho en las artes mágicas e intentó transformarse a sí mismo en gato... con las consecuencias que todos hemos visto. Por desgracia, a veces cuando los hechizos salen mal, es imposible revertir sus efectos. Él es la demostración de que nadie que no haya estudiado y practicado antes debe intentar hacer hechizos, por muy fascinantes que parezcan. La rama de las transformaciones es de las más complicadas que existen, puesto que implica ser capaz de reordenar la materia hasta sus componentes más elementales y eso es algo que requiere de mucha concentración y habilidad. No todos los magos y las brujas tienen la destreza suficiente.

Después de explicar aquello, Ivy lanzó sus preguntas, incluyendo en la misma a Anemone y Alondra. Anemone agachó la cabeza y enrojeció de vergüenza, mientras Alondra contraatacaba. Eso hizo que el profesor diese un fuerte golpe sobre la superficie de la mesa, con la palma abierta y hacia abajo.

-¡YA ESTÁ BIEN! No toleraré esas actitudes en mis clases. Parece mentira que no estuvieseis ayer en la ceremonia de selección y no escuchaseis al sombrero. Todos somos diferentes pero no podemos trabajar separados y lo que estáis haciendo es atacaros unos a otros. Esos comportamientos son inaceptables.

Aquella reacción del profesor hizo que se hiciese un silencio sepulcral en el aula, roto unos segundos más tarde por él mismo.

-De acuerdo. En cuanto a su primera pregunta, jovencita -dijo, refiriéndose a Ivy -, no duele en absoluto, pero es un proceso que requiere de años de práctica y durante los mismos, si hay situaciones en las cuales no todo el mundo continuaría intentándolo. Respecto a su segunda pregunta, depende del tamaño del objeto y la concentración y habilidad del mago, y por supuesto, del tamaño en lo que se quiera transformar. Si quisiéramos cambiar uno de sus libros por un objeto de similar tamaño, sería más sencillo que de hacerlo en algo más pequeño, o a la inversa, si nos interesara que fuese algo más grande. No depende de que sea una u otra persona. Pero eso que está sugiriendo está completamente prohibido así que le sugiero que se olvide de ello.

Después, se volvió hacia Alondra.

-Efectivamente, todos los animagos estamos registrados y sí, únicamente nos transformamos en un animal. Eso no quita que no podamos transformarnos en otro, pero resultaría más complicado porque tendríamos menos práctica... y sería ilegal si el Ministerio de Magia no tuviese conocimiento de ello. 

El profesor continuó respondiendo algunas preguntas más hasta que finalmente, a nadie se le ocurrió nada más que decir.

-Creo que ya hemos hablado suficiente. Pasemos a la parte práctica -dijo, volviéndose hacia la mesa que estaba al final de la clase, en donde había una caja cerrada. La cogió y llevó hasta la mesa principal, y después l abrió, mostrando el interior -. Vamos a empezar con cosas sencillas. Aquí tenemos unas cuantas esferas de cristal. Hay una para cada alumno.

El profesor se echó a un lado para que lo vieseis y acercó la caja a los primeros de las filas, quedándose él con una y ofreciéndole después el resto a los alumnos para que fuesen cogiendo una y pasando la caja hacia atrás. 

-Esto es solo una esfera, pero puede ser cualquier cosa que nosotros queramos -dijo, mientras sostenía en su malo la esfera -. Sin embargo, hoy empezaremos con hechizos sencillos pero que estoy seguro os interesará enormemente.

El profesor agitó la varita en el aire mientras pronunciaba el hechizo.

-¡PASTEDULCIS!

Al instante, la bola de cristal se transformó en un pastelillo de chocolate, ante el asombro de todos, que él mismo se llevó a la boca para darle un bocado.

-Me encanta el chocolate -dijo, dándole un pequeño mordisco y dejándolo después encima de su mesa, mostrando por primera vez una ligera sonrisa, antes de volver a adoptar un gesto serio.

-Ejem. Bien, esto es un ejemplo de que lo que puede conseguirse, un objeto del mismo tamaño, pero completamente diferente. Si lo hacéis bien, la esfera se transformará en el pastelillo que más os guste. Si no... será mejor que no lo probéis. Ahora,  intentemos efectuar el hechizo, con convicción. El movimiento que hay que hacer con la varita consiste en describir una especie de elipse y golpear con fuerza en el aire, así.

El profesor hizo la demostración y después esperó a que todos lo intentaseis.

-Bueno, se puede mejorar, pero para eso estamos aquí. Ahora, intentad transformar cada uno su esfera. Yo iré pasándome por las mesas para tomar nota y ayudaros. Así que... ¡adelante! 

Notas de juego

Realizar hechizo (Transformaciones + Destreza + Nº ÉXITOS).

DIFICULTAD DE LA TIRADA:5

Recuerdo los resultados:

ÉXITOS GRADO
1 Marginal
2 Moderado
3 Completo
4 Excepcional
5 Fenomenal

 

Un éxito moderado o marginal implica que el pastel no consigue la forma o el sabor esperado.

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24/03/2022, 19:28
Kyle Goldfinch

Cagondra tuvo que intervenir como era de esperarse, pero el profesor Cletus Partwulf respondió perfectamente a todas las preguntas, incluidas la de ella, que debía admitir que era interesante -sobre los animados registrados-. Marcando claro los efectos secundarios y los riesgos de hacer magia de este tipo sin estar preparados, nos quedó claro a todos que había ciertas cosas que debíamos hacer con experiencia y cuidado. Si la rama de transformaciones es de las más complicadas que existen, me pregunto hasta que punto seré yo capaz de lograrlo... 

En esos momentos en los que me transportaba a mis dudas sobre hacer magia, el profesor mandó a callar a la clase -en concreto a Ivy y Alondra-. Pero sus palabras me transportaron de nuevo a mi realidad. Todos somos iguales. Todos vamos a una. La que no quería verlo era Alondra. Y él era el subdirector, por lo que todavía me daba más seguridad -no solo por su confianza en sí mismo, su seriedad, y su cargo, puesto que era obviamente un gran mago si podía realizar una transformación en hombre lobo con tanta facilidad. *Este hombre se está ganando mi admiración y respeto... Tengo que estar muy atento a lo que diga.

Anoté todo lo que dijo sobre las transformaciones, tamaños, parecidos, y otras respuestas que iba dando a los alumnos, y todo iba bien hasta que dijo... " Pasemos a la parte práctica "... - tragué saliva. *espera, cómo, ya? en la primera clase?- el sr.Partwulf empezó a explicar el procedimiento mientras traía las bolas de cristal y nos las repartíamos. Yo miraba de reojo incrédulo a los demás compañeros, que parecían animados y con ganas de empezar a usar sus varitas. Yo miré mi bola de cristal, viéndome reflejado en mi deformada imagen esférica, y apretando fuertemente la varita.

Ese iba a ser el primer hechizo usando mi varita, en realidad. Era un momento... difícil, emocionalmente. Tenso. Emocionado. Y de repente la bola del profesor se convirtió en un coulant de chocolate, selo comió, y yo pensé que se rompería los dientes, en vez de eso sonrió por un instante mostrando una faceta suya completamente distinta - por un segundo -. Miré atónitamente mi bola de cristal otra vez, y luego vi como los demás hacían lo mismo y se preparaban para hacerlo. Sabrían ya como se hacía eso? tendrían ventaja sobre mi?.

No importa, no lo pienses ni repiense más de lo necesario. - ha dicho pastelduce...no, pastedulcis, verdad Ivy? - todos lo practicábamos como él nos dijo, y yo hice lo mismo, meneando la varita nerviosamente. - *Elipse y golpeo, elipse y golpeo... - repetí varias veces el movimiento, mirando a todos los demás e intentando hacerlo bien. 

Cuando el profesor llegó a mi mesa para controlar, respiré hondo y solté aire. Tengo que hacerlo. Me concentré bien en que quería hacer lo mismo que había hecho él. De un objeto a un pastelito. - ok. Veamos. - pensé 1..2....3...hice el gesto y...- -¡PASTEDULCIS!.

Al instante, algo transparente surgió de la varita, lo sentí. Y en un momento, la bola de cristal se encogió, reblandeció y reformó con un aspecto similar a aquél que había hecho el profesor. aunque aún era ligeramente más esférico, lo cual le daba más aspecto de magdalena. Mi cara fue de sorpresa total. Sorpresa AGRADABLE. Y un torrente de emoción salió de mis entrañas liberándose por toda mi columna hasta mi cabeza y mis manos. - Lo hice!! - miré al profesor, miré a Ivy, mi sonrisa natural y radiante. - Lo hice!!! es impresionante!! - repetí. Miraba al pastel como si fuese un objeto extraño, alucinado, sonriendo, contento, y luego a mi varita. *OH DIOS! LA MAGIA ES GENIAL!!. Pero no me acababa de fiar del todo así que esperé a por el visto bueno del profesor. - Es... lo he hecho comestible? o es de cristal por dentro?? - No cabía en mi dela alegría.

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25/03/2022, 08:26
Ivy Jade Connor

Alondra se estaba convirtiendo en un verdadero problema. La muchacha ya no sólo tenía aires de grandeza, también se quejaba por todo y trataba a la gente con la punta del pie. Hasta por pelear, discutió con las escaleras del colegio, a tal punto de idiotez llegaba. Ivy no había visto nunca nada igual, ella jamás le habría contado a sus padres que llegaba tarde por un problema con los peldaños pues, seguramente, su madre le reñiría por no haber sido previsora. Pero allí estaba Sparks, gritando a los cuatro vientos de que su padre se pondría en contacto con la junta del colegio, como si tuviera posibilidad de cambiar las cosas.

Era insufrible escucharla a cada momento, una y otra vez. Pero al menos y hasta el momento antes de la clase, no se había propasado con Jade más que verbalmente. El hecho de empujarla para quitarla de en medio había supuesto un punto de inflexión en la joven pelirroja. No estaba dispuesta a permitir que la agrediese y si quería buscar guerra, posiblemente la encontrara. O al menos eso pensó inicialmente, otra cosa es que luego se relajase y su dulce carácter natural volviera a imponerse.

Y allí estaba su compañera Slytherin, despotricando contra el celador y, posteriormente de ella, haciendo referencia a que la veía fea, despeinada, provocando que la pelirroja se tocara los cabellos insegura, hasta que escuchó un golpe fuerte en la mesa, que hizo dar un respingo a la muchacha al ser amonestada por el profesor. Era la primera vez en su vida que alguien la reñía así y en público, así que Jade se hizo cada vez más pequeña en su pupitre, muriéndose de la vergüenza y con mala conciencia en su interior. Se había propasado y no debía haber cruzado esa línea. No tenía derecho a echarle las culpas a Alondra por ello, aunque en el fondo, hubiera sido provocada.

- Disculpe profesor, no volverá a pasar... - Dijo Ivy con bajo tono de voz, haciendo también lo propio con sus compañeras - Lamento que mi ejemplo os haya podido ofender... - Y se calló, la violencia del golpe en la mesa había sido un gesto excesivamente muggle y a Jade le desconcertaba.

Ivy decidió escuchar la clase y seguir tomando apuntes. Le resultaba interesante que el señor Norris se hubiera intentado transformar a sí mismo en gato, pero estaba claro de que el resultado distaba mucho de ser satisfactorio. Una enseñanza que hizo reflexionar a la pelirroja.

No usar la magia si no se está seguro de lo que se puede obtener...

- Profesor, ¿ningún otro mago o bruja con más conocimiento en transformaciones puede revertir su hechizo? ¿Va a quedarse así para siempre?... - Le parecía algo terrible que nadie pudiera ayudar al celador.

Quedaba claro que no dolía la transformación, pero se necesitaban años de práctica para llegar a un digno resultado. Además, cada objeto era distinto y la habilidad del mago variable según su grado de concentración, eso hacía que la opción de hacer un cambio preciso dependiese de varios factores. Hacer cambios físicos sin que lo supiera el Ministerio de Magia era algo ilegal, así que la idea de que Ivy intentara algo de ese estilo, sería impensable.

Fue así cómo, tras toda una introducción teórica y resolución de dudas, comenzarían la parte práctica de la magia. Partwulf abrió una caja y sacó unas esferas de cristal. Cada uno de los alumnos tendría una propia. Ivy cogió la suya con mucho cuidado cuando le tocó el turno, poniéndola con suavidad sobre la mesa, acunándola entre sus manos para evitar que rodase y se cayese.

El profesor hizo unas florituras con su varita y dijo las palabras mágicas, de manera que la bola de cristal se transformó en un pastelillo de chocolate delante de todos los alumnos. La cara de sorpresa de todos fue unánime, sobre todo cuando el docente decidió degustar el objeto cambiado.

Cletus les enseñó cómo hacer la elipse, indicando que tenían que golpear con fuerza en el aire y efectuar el hechizo con convicción. Jade memorizó el movimiento y suspiró nerviosa, no era momento para tener dudas.

- Creo que sí, pastedulcis... Es lo que he apuntado... - Le dijo a su compañero, mientras miraba sus notas nerviosa, emulando a Kyle, el cual practicaba antes de realizar su propio pastel.

Ante los ojos de la pelirroja el pastelito de Goldfinch se transformó de una esfera de cristal a un pastelito de chocolate, con un aspecto muy similar al del profesor. Jade sonrió a su compañero, alegre por su éxito - ¡Sí que lo hiciste! ¡Te ha quedado genial! - Miró con detenimiento el dulce de Kyle, buscando el cristal por algún lado - Tiene pinta de ser comestible. Te sugiero que lo abras con las manos y si es bizcocho lo comas, si es otra cosa o parece raro... Mejor no... - Aconsejó.

Y ahora le tocaba el turno a ella. Estaba nerviosa pero decidió concentrarse en la magia, al fin y al cabo, ya había repasado más de cinco veces el movimiento. Si no le salía en ese preciso instante, no lo conseguiría nunca.

-¡PASTEDULCIS! - Dijo con convicción tras haber hecho una elipse muy perfecta y dar el golpe de rigor con la varita. Aquel sería su primer hechizo y quería que saliera fenomenal, pero el resultado dependería de su propia magia y de que la esfera colaborase para ser cambiada.

Y delante de ella apareció el pastel de chocolate, con una presencia y olor increíble. Ivy lo abrió por la mitad y, posteriormente, partió la mitad en dos trozos, teniendo un total de cuatro porciones. La joven olió con cuidado el dulce y luego lo probó, dudando de si aquello se podría o no comer.

- ¡Está delicioso!... - Sonrió con amplitud, ofreciéndole un trozo a Kyle para que lo probara, y aún habrían dos porciones más, por si el docente deseaba hacer una cata de dulces - Esto es genial, magnífico... - Su sonrisa era de manifiesto orgullo, pero luego recordó algo, que los compañeros de Slytherin estaban allí en fase de aprendizaje y quizás alguien necesitara su ayuda. Miró alrededor, primero a los de su casa y luego a los de Hufflepuff. Si podía ayudar a alguien, no tendría problemas en hacerlo.

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25/03/2022, 11:28
(1S) Alondra Sparks

El golpe que dio el profesor encima de la mesa me hizo saltar en el asiento. Aquel profesor era duro y convenía no llevarle la contraria, sobre todo si quería sacar buenas notas en su materia, así que agaché la cabeza, mientras oía como la Ivy se disculpaba, y la miré de reojo con una pequeña sonrisa.

A ella también le había regañado lo cual al menos era una pequeña victoria. Esa sabiondilla no volvería a pasarse de lista en mitad de una clase, aunque aquella me la apuntaba. Sin duda se merecía un buen escarmiento, por no decir que ella y sus queridos "amiguitos" me tenían ya bastante harta. Ni siquiera después de todo aquello, podía cerrar la boquita.

Sí, ya pensaría en algo para que no se olvidaran de que no era muy inteligente meterse conmigo ni pasarse de lista.

Y mientras tanto, procuré tomar notas de todo lo que estaba diciendo el profesor. No es como si fuese muy importante, pero bueno, convenía aprendérselo para después decírselo. Parecía un mago al cual no le gustaba arriesgarse; no comprendía que solo aquellos que se acomodaban en la seguridad de sus casas y los inútiles como el celador, fracasaban estrepitosamente, y él mismo también, que era un simple profesor de escuela. ¡Como si hubiese muchas cosas más patéticas que eso!

Pero bueno, pasé a concentrarme en las clases, anotándolo todo.

Cuando vi las esferas de cristal, pensé que íbamos a aprender a transformarlas en algo importante, pero no en lo que hizo a continuación. ¿Pasteles? ¿En serio?

-Si llego a saber que iba a estar en una clase de cocina me habría traído un delantal -le susurré a Breezy y a Anemone -. ¡Menuda estupidez!

Pero bueno, como era lo que ese maldito lobito parecía querer, pues tendría que hacerlo. Lancé un suspiro y empecé a probar el hechizo en serio.

-Bueno, supongo que no se me da muy mal. ¡Pastedulcis! -exclamé, lanzando el hechizo sobre la esfera que había cogido. Al instante se transformó en un pastel de frambuesa, lo que ya de por sí parecía indicar que me había salido bien, porque era mi favorito.

De forma cansina, lo cogí y le di un bocado pequeño.

-Está bueno. Era de esperar, porque a mí los hechizos siempre me salen perfectos. Pero no puedo comer demasiado. Si no me pondría tan gorda como esa Ivy y su amiguita, la oscura -les dije en voz baja a Breezy y Anemone, aunque solo para que el profesor no me oyese, porque a ella no le costaría demasiado escucharme -. Mi madre dice que no hay nada más penoso que una mujer llena de grasa. Supongo que las de otras no pensarán igual y lo tendrán asumido. 

Me sacudí ligeramente el cabello y esperé mientras los demás intentaban transformar sus esferas en pasteles, aunque algunos de ellos eran bastante lamentables.

- Tiradas (2)
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27/03/2022, 11:56
Cletus Partwulf

El profesor recorrió la clase mientras observaba las diferentes transformaciones que hacíais. Algunos lograban convertir su esfera en un pastel de buen ver, aunque no todos lograban una transformación completa, a juzgar por los gestos de asco al probar el resultado. Otros, en cambio, conseguían cambiar la esfera pero no del todo, por lo que el resultado era un poco extraño, a medio camino entre una cosa y otra.

Cuando oyó la pregunta de Ivy, se volvió hacia ella.

-Me temo que hay algunos hechizos que no pueden revertirse. Por eso, insisto, la magia es todo menos un juego. Ahora mismo podemos disfrutar de cosas como estas, pero no os confiéis. Hay que estar siempre alerta y siempre pendiente de lo que estemos haciendo -le explicó, reanudando su camino mientras observaba los resultados.

Desde luego, transformar algo no era tan sencillo como parecía, aunque en general, la mayoría parecía estar haciéndolo bien. Eso hizo que el profesor adoptara un cierto aire de satisfacción.

-Estoy viendo que no se os da mal. Bien, bien. Esto me gusta. Significa que podremos intentar cosas más difíciles porque si las clases fuesen a ser así de sencillas, no aprenderíamos nada ni tampoco llegaríamos demasiado lejos, ¿no creéis?

El profesor volvió otra vez al comienzo del aula y entonces se volvió.

Algunos estaban protestando y volviendo a intentar transformar su esfera en un pastel. Otros todavía estaban quitándose los restos de chocolate y nata de la cara.

-Los más habilidosos ya habréis desayunado. Los demás, me temo que tendréis que seguir practicando. Esto es solo un ejemplo de todo lo que se puede conseguir con las transformaciones. La mayoría no son tan fáciles como estas y requieren de un importante trabajo previo para poder acumular la concentración suficiente que permita deslizar la energía que necesitamos hacia nuestra varita, y de ahí hacia lo que queramos transformar. Recordad que la varita es solo lo que vosotros queráis que sea, ni más... ni menos. Hemos trabajado con un objeto inanimado. Veremos si ahora podemos hacer lo mismo... con un ser vivo.

El profesor alzó la varita y una caja baja pero de gran superficie, voló desde uno de los muebles estantería que había en la pared hasta su mesa. El profesor guardó su varita y abrió la caja.

Escarabajos. Montones de ellos.

-Esta especie de escarabajo es bastante pequeña y dócil. El hechizo que habéis aprendido está bien, pero puesto que estos son pequeños, será mejor intentar transformarlos en algo también de un tamaño similar, como por ejemplo, una pequeña cuenta -dijo, volviendo a sacar la varita -. Les advierto que este hechizo será algo más difícil que el anterior.

El profesor apuntó con la varita a uno de los escarabajos.

-¡Sphera mutatio!

Al instante, el escarabajo se transformó en una pequeña perla, que el profesor cogió entre dos dedos y os mostró a todos.

-El movimiento es similar al anterior. Fijaros. Solo hay que dibujar una S y una M encima. Pero si no se solapan correctamente... la transformación no se podrá realizar bien, porque al contrario de lo que sucede con los objetos, los seres vivos tienden de manera instintiva a oponerse a cualquier transformación. Después, para regresarlos a su estado natural, simplemente se dice... ¡Finite mutatio!... y listo.

El profesor pronunció el contrahechizo y entre sus dedos volvió a aparecer de nuevo el escarabajo, moviendo sus pequeñas patitas.

-Así que adelante, coged uno... e intentadlo vosotros. Venga, quiero ver cómo lo hacéis y si sois tan buenos como parecéis -os dijo, llevando la caja por todas las mesas para que cogieseis un escarabajo.

 

Notas de juego

CLASE

Percibir los movimientos (Transformaciones + Percepción)

El número de éxitos será el bonificador para la siguiente tirada. Indicará lo bien que lo habéis comprendido. 

HECHIZO

Sphera mutatio (Transformaciones + Destreza + Nº ÉXITOS).

Finite mutatio (Transformaciones + Destreza + Nº ÉXITOS).

DIFICULTAD DE LA TIRADA:6

Recuerdo los resultados:

ÉXITOS GRADO
1 Marginal
2 Moderado
3 Completo
4 Excepcional
5 Fenomenal

 

Un éxito moderado o marginal implica que el pastel no consigue la transformación completa o volver de nuevo a la forma original de manera completa.

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27/03/2022, 22:28
Ivy Jade Connor

El resultado del pastel de Alondra era mejorable desde todas las perspectivas posibles. Estaba claro de que no había realizado la transformación como el profesor lo había indicado. Sin embargo, ella se jactaba de lo bien que hacía magia, denotando en realidad de que estaban siendo bastante infructuosos sus resultados en la primera sesión de clase.

- ¿Cómo puede decir que le ha salido bien el hechizo? ¿No se da cuenta de que su pastel es rosa?... - Comentó con baja voz a Kyle - Si fuera más humilde la ayudaría, pero es que de verdad que no se lo merece... - Y fue entonces cuando escuchó el vil comentario hacia su cuerpo. ¡La había llamado gorda!

Pero yo no estoy gorda... ¿O sí?.... Debería encontrar un espejo de cuerpo entero... Si me viera mal, mamá seguro que me decía algo... O Nolan, él siempre dice muchas cosas y ninguna bonita....

El rostro de Ivy enrojeció, sintiendo una mezcla de vergüenza y enfado - Es la túnica, que no la llevo ceñida porque me gusta respirar... - Se vio en la necesidad de justificar su físico, una suerte que el profesor comenzara a dar nuevas explicaciones para poder cambiar de tema y dejar de centrarse en cuestiones estéticas.

Fue así como Connor supo que debía tener cuidado con la magia, pues había hechizos que no podían volver a revertirse y quienes sufrían sus efectos, debían aprender a convivir con ello. Eso se podía evitar con concentración y esfuerzo, fijándose bien a la hora de ejecutar la magia.

Partwulf estaba satisfecho con los resultados de la clase, motivo por el que determinó subir un poco más el nivel, y comprobar si sus alumnos podían seguirle en una nueva transformación. Esta vez la prueba sería con un ser vivo. Así que el docente hizo volar una caja ancha que contenía en su interior escarabajos pequeñitos. La tarea consistía en transformarlos en cuentas, procurando que el tamaño del insecto y de la joya fuera similar.

Las palabras mágicas fueron pronunciadas y el resultado de la transformación se evidenció delante de la clase, provocando la sorpresa de la pelirroja, la cual se estaba fijando en los detalles del movimiento de la muñeca de Cletus, así como apuntaba las palabras para poder desarrollar la actividad.

-Sphera mutatio. Hay que dibujar una S y una M encima que deben solaparse... - Iba diciendo mientras escribía, poniendo el máximo interés posible - Para finalizar y regresar el animal a su estado original hay que decir Finite mutatio. Tiene pinta de ser sencillo. ¿No crees Kyle?... - Susurró a su compañero, poniendo sus apuntes en medio por si necesitaban consultarlo cualquiera de los dos. Estaba claro que Jade no era competitiva.

Cuando el profesor llegó hasta el pupitre de Ivy, la joven cogió el escarabajo con mucho cuidado, temiendo que la criatura pudiera herirse. La joven estaba muy segura de sus apuntes y de haber comprendido perfectamente lo que tenía que hacer, pero cuando fue a ejecutar el hechizo, el escarabajo tuvo la desgracia de moverse, así que la S y la M jamás llegaron a solaparse creando una cuenta con patas que caminaba por la mesa, chocando contra su tintero y derramando parte de la tinta en el pupitre.

Al menos sus apuntes estaban a salvo porque los había colocado en medio para compartirlo con Goldfinch.

- ¡Kyle qué desastre!... ¡Por favor, que no se caiga el bicho!... - Mientras tanto ella incorporó el tintero con rapidez, manchándose las manos en el proceso. No era su día - Voy a intentar revertirlo y así intentarlo de nuevo, a ver si me sale. Esto me ha salido fatal... - E hizo el contra hechizo, pero tampoco el resultado fue correcto, pues consiguió que el escarabajo, que hasta el momento tenía 6 patas, intentase arrastrarse con tres - Pobrecito, parece que sufre... - Dijo la pelirroja tomando una determinación, rogar al profesor para que el animal dejase de sufrir y le diera otra oportunidad para repetir el ejercicio. Ivy levantó la mano y esperó a que Cletus se dirigiese hasta ella.

- Por favor profesor Partwulf, me ha salido muy mal la práctica y creo que el escarabajo está herido... - La cuenta de movía dificultosamente, girando patéticamente sobre sí misma - He intentado revertir el hechizo y me ha salido mal. ¿Podría ayudar al pobre insecto y darme otra oportunidad para intentarlo? - Señaló con las manos llenas de tinta sus apuntes, donde estaba escrito todo el proceso, al menos demostraba haber estado atenta - En realidad lo he comprendido, pero he sido muy torpe y estoy segura de que puedo mejorarlo... - Jade era sufrimiento en estado puro. - ¿Me da otra oportunidad?.... Por favor... - Le faltaba pestañear, pero al menos tenía interés en aprender y mejorar, no dándose por vencida

 

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27/03/2022, 23:24
Kyle Goldfinch

-Pues tienes razón, su pastel es completamente diferente al del profesor... - Ivy seguía "intentando" pensar en que podría ayudarla si Alondra fuese menos... "Alondra". Pero en cuanto dijo el comentario refiriéndose a estar gorda, Ivy pareció dolida o molesta, pues no pudo evitar contestar enrojecida como si acaso se hubiera dado por aludida.

-Ivy, ignórala... tanto con su pastel como por su fijación con la comida. Ese tipo de chica son capaces de nutrirse a base de bastillas diminutas con vitaminas y acaban todas medio enfermas. - le respondí también en voz baja. - ...no le sigas el juego. Es mejor que no alimentes su ego... que eso sí que lo tiene bien gordo. - le sonreí totalmente relajado, como si me sintiera en mi salsa, después de haber logrado quitarme el miedo al transformar aquella bola de cristal en un pastel. Pues sí que era divertida la magia. -además, has conseguido hacer un pastelito perfecto!! deberías pensar en eso. 

Eso hasta que el profesor Partwulf se animó más de la cuenta y de repente nos dijo que subiríamos el nivel *Más difícil, tipo de un plato a una tarta entera?... -  pensé inocentemente, tranquilo y seguro. Hasta que dijo la palabra "ser vivo". Miré a Ivy con los ojos bien abiertos, boca cerrada y tiesa. *Ser vivos? a quien?? a uno de nosotros???- empalidecí. Pero tampoco mejoré mucho al ver que sacaba una caja con escarabajos. *ESCARABAJOS??? en cuentas???? - el profesor hizo y deshizo la transformación casi sin dificultades. Pero esto ya era otra cosa. Tenían que usarse letras superpuestas en el aire.

Ivy repitió las instrucciones y yo no dejaba de pensar en el escarabajo. Tendría la cuenta el cerebro del insecto?. Porqué usamos letras ahora?? - "Tiene pinta de ser sencillo. ¿No crees Kyle?... "- me susurró ella. 

-Eh.. pues.... - la miré mientras cogía su escarabajo como si fuese a romperse, y yo actué igual, intentaría imitarla, agarrando el bicho y dejandolo dentro de mi puño, sin abrir mucho la mano ni apretarla, con un gesto de desagrado al sentirlo moverse entre dentro de mi mano - pero...¿ porqué ahora usamos las iniciales del hechizo... S - M... si antes no hizo falta?... - estaba bastante perdido, viendo como ella hacía la prueba.

Pero su escarabajo se movió y el hechizo no resultó como el del profesor, provocando un pequeño incidente con la tinta de Ivy. Aparté rápidamente sus apuntes para que no se mancharan, por suerte los había puesto entre ambos. El bicho se movía erráticamente. Era MUY EXTRAÑO VERLO. No era un escarabajo ni una cuenta, estaba vivo, era un objeto que se movía con vida propia.

Intentó arreglarlo y no volvió a su forma original. Esto no me gustaba nada... era desagradable. Y Ivy decía que sufría. Lo mío no eran los animales, no me gustaban, pero de ahí a hacerles sufrir de esa manera... Sin aguantar más el cosquilleo de mi escarabajo en la mano, lo dejé con un poco de cara de asco sobre la mesa, me "limpié" la mano en la túnica (no había nada que limpiar, pero quise quitarme la sensación que tenía), y sin ningún tipo de puntería, y con una inseguridad total, dije "S - M, ay,.. digo, Scarabajo Mutatio!.. - al darme cuenta que en vez de decir "Sphera" dije "Scarabajo" mi coordinación con la mano fue totalmente anulada. Pero mi varita seguía apuntando al pobre bicho, y el hechizo salió igualmente, y la sensación de no tener el control fue totalmente nefasta.

Tan nefasta como el resultado, casi sin cambiar de aspecto, parecía que al escarabajo se le había deformado el culo de su cuerpo y dos patas se le habían fusionado volviéndolo una criatura torpe y deformada. Pero apenas se movía. Mi cara ahora era de estar asustado, y un poco de sudor corría por mi frente, mientras el profesor parecía venir a atender a Ivy que la tenía al lado. La angustia de la chica era contagiosa y yo había perdido totalmente la confianza que había logrado con aquél pastelito. Rápidamente, intenté deshacer esa cosa, apunté y ... mi mente me cortó en seco *Espera. ¿finite mutatio? pero sin S ni M? con F y M? solo señalando al bicho?- me quedé con la boca entre-abierta intentando pensar en "qué y cómo". No me había quedado nada claro.

-Finite... Mutatio?. - señalé a la "probable" agonizante criatura, aunque nunca lo sabría porque no emitía sonidos, y apenas s movía. Entonces pareció que las patas que tenía fusionadas se "re-establecieron", pero seguía sin estar como antes.

Tragué saliva. El subidón de antes me había dejado MI ego demasiado subido. Tanto hablar mal del de Cagondra me había hecho pagarlo con mi propio Karma. No era tan fácil como parecía, y desde luego si tenía que hacer algo así con cada animal que había en las jaulas del aula - las cuales miraba nervioso, ahora sabiendo que podrían ser todos conejillos de indias para nuestras prácticas- me parecía a mí que me iba a quedar sólo con la capacidad de convertir una cristalería en una pastelería. 

Mi cuello se giró rápidamente al ver como Ivy pidió "otra oportunidad" - Otra?? quiere volver a hacer... ESO?? - miré nuestros bichos, en la mesa. Mantenía la boca apretada y callaba como un muerto en su tumba. Ese ejercicio no me había gustado nada, esperaba no tener que repetirlo, o seguir pasando a la versión de "repostería". 

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30/03/2022, 10:57
(1S) Alondra Sparks

Satisfecha con la magia que había hecho, dejé el pastelillo encima de la mesa, tras darle un pequeño bocado, aunque tenía que reconocer que estaba tan bueno que no podía dejar de mirarlo. Menos mal que de reojo vi como la Ivy se ponía colorada y miraba la cintura en cuanto comenté lo de estar gorda. Eso fue lo que me dio las fuerzas necesarias para definitivamente, tirar el pastelillo a la basura.

-Bah, lo más sano es no comerlo. Tanto azúcar no me sienta bien – comenté, lanzándolo a la papelera más cercana.

Mi satisfacción aumentó cuando vi las caras de aquellos que no habían hecho bien el hechizo. Desde luego, si tenían problemas con las cosas sencillas, más les valía no esperar demasiado. Yo iba a ser la mejor de la clase y haría lo que fuese para conseguirlo. Los demás eran unos perdedores, pero desde que nacieron.

Por supuesto, el nivel de dificultad de la clase tenía que subir porque de otra manera, aquello hubiera sido como regresar a la guardería y no estábamos allí para perder el tiempo. Así que cuando oí que decía que íbamos a intentar cosas más difíciles, sonreí y miré a mi alrededor, como si esperase ver los mismos gestos en el resto de la gente.

-Estupendo. Ya era hora de que hiciésemos cosas más serias y no tonterías culinarias -le comenté en voz baja a Anemone.

Lo siguiente iba a consistir en transformar seres vivos y durante unos momentos, soñé con la posibilidad de que alguien pudiera ser el conejillo de indias, como por ejemplo ese Kevin, o Kyle, o como se llamase. Pero no, iban a ser esos bichos tan asquerosos y estúpidos.

-Arggg. ¡Qué asco! Bueno, por lo menos servirán para algo. Los escarabajos son unos de los bichos más idiotas que he visto nunca -comenté, al verlos.

Transformarlos en una cuenta no debía resultar tan complicado, pensé, agitando la varita en el aire distraídamente.

El profesor movió su varita, pronunció el hechizo… y uno de los escarabajos se transformó en una pequeña perla que nos enseñó a todos.

Fácil.

Después explicó cómo debíamos hacerlo, lo anoté en el pergamino y también apunté tanto el nombre del hechizo como el del contrahechizo.

Lo peor de todo era coger uno de aquellos bichos asquerosos en la mano, pero no quedaba otra. Cuando llegó la caja, puse gesto de disgusto mientras lo cogía. En cuanto lo tuve en la mano, lo dejé sobre la mesa y me froté las manos para intentar limpiármelas.

-De verdad, esto es antihigiénico -comente, mientras elevaba la varita y pensaba en el movimiento que tenía que hacer -. Ah, sí. Era una S y una M. Ya lo tengo. ¡Sphera mutatio!

El estúpido escarabajo se transformó en algo más o menos redondo, pero con pequeñas patitas asomando de los laterales. Por lo visto, no había conseguido hacer una transformación completa. De pronto, la bola sin cabeza empezó a moverse, como si quiera irse a alguna parte.

-Ah, no, no. Tú no te vas de aquí. ¡Finite mutatio!

Por desgracia, el hechizo de terminación me salió todavía peor porque en lugar de devolverlo otra vez a su estado, le salió una cabeza a la perla y seis patas más, lo que le daba un aspecto de lo más extraño.

Al fondo, oí a la Ivy pedirle al profesor otra oportunidad.

-Eh… yo también profesor. No estaba lo suficientemente concentrada -le dije, mirando a Ivy. Por una vez me iba a venir bien que ella quisiera hacer algo. Si es que después de todo, no estaba tan mal tener una mascota.

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Notas de juego

Percibir los movimientos (Transformaciones + Percepción) 2

Sphera mutatio (Transformaciones + Destreza + Nº ÉXITOS). 2

Finite mutatio (Transformaciones + Destreza + Nº ÉXITOS). -1

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03/04/2022, 11:36
Cletus Partwulf

Uno detrás de otro fuisteis lanzando vuestro hechizo y contrahechizo, con diferentes grados de éxito, al igual que había sucedido antes, solo que en aquel caso, la dificultad era más que evidente y los resultados, por consiguiente, mucho más llamativos. Alondra no fue la única en conseguir una esfera con patas; otros alumnos apenas consiguieron que su objeto hiciese algo más que transparente mientras que algunos no fueron capaces de devolver la esfera a su forma de escarabajo original.

Como consecuencia de ello, el profesor tuvo que ir pasándose uno por uno revisando los intentos y arreglando los desaguisados que se estaban produciendo.

-Está claro que todavía estáis muy alejados del nivel que necesitáis para conseguir buenas calificaciones en mis clases. Vais a tener que estudiar muy en serio, jovencitos, si queréis terminar llegando lejos -comentó.

Cuando oyó la petición de Ivy, y después de Alondra, para repetir su prueba, las miró con severidad y después, asintió en silencio. Ambas dispondrían de una nueva oportunidad.

Finalmente, cuando hubieron terminado, el profesor comenzó a explicar y dictar una serie de aspectos básicos sobre las transformaciones, buena parte de los cuales venía en el libro, pero que por supuesto debían formar parte de las clases, pues según sus palabras, "no se puede construir sin tener herramientas, y vosotros aún debéis adquirir las vuestras". El profesor era paciente, pero exigente. Explicaba deprisa, pero repetía cuando era necesario. Claro que cada vez que miraba, parecía como si se estuviese pensando si lanzar un hechizo desintegrador.

Finalmente, la clase fue llegando a su fin. Las transformaciones prácticas habían dejado sitio a una parte más de teoría, haciendo que las dos horas fuesen completas. El profesor parecía tomarse muy en serio sus explicaciones y esperaba que todos vosotros hicieseis lo mismo.

-Está bien, alumnos y alumnas. Basta por hoy. Mañana continuaremos con todas estas cosas. Quiero que me hagáis las actividades que aparecen al final del primer capítulo en donde se indican ejemplos claros sobre hechizos y se hace hincapié sobre los fundamentos y las leyes de transformaciones de Kirch. No quiero errores en esos ejercicios o de lo contrario, tendremos que incrementar vuestro trabajo. Las transformaciones pueden ser desastrosas si nos e hacen bien desde un principio y me defraudaréis si no lográis todos a final de año unas calificaciones que estén muy por encima de la media.

Y tras decir aquello, dio por finalizada la clase.

Notas de juego

Escribid un último post aquí, incluyendo una tirada general de INTELIGENCIA+TRANSFORMACIONES

Descanso de 15 minutos. Volvemos al hilo principal de Hogwarts

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04/04/2022, 13:39
Ivy Jade Connor

Alondra era como un verdadero grano en el trasero. A todo le sacaba frase y tras ésta, una consecuente pega. Al final no era tan buena bruja como se creía, pues no hizo bien ninguno de los hechizos, pero se jactaba de que le salían a la perfección. ¿No se daba cuenta de que quedaba en evidencia?

Ivy parecía muy molesta con sus resultados. Ella se había esforzado en coger buenos apuntes, pero la magia no parecía dársele tan bien como inicialmente creyó, comenzando a preocuparse de que sus calificaciones no fuesen tan altas como su madre esperaba de ella. 

El profesor, tras revisar cada uno de los intentos de sus alumnos, percibió que los resultados no se aproximaban al nivel de sus clases para tener buenas calificaciones, una información que puso a Jade muy nerviosa - Kyle, si no llevo extraordinarios a casa mi madre me reñirá - Compartió con su compañero el estrés que sentía - Tengo que lograr hacer el hechizo, aprenderlo bien para el día del examen... 

Y así fue como la pelirroja pidió a Partwulf repetir la experiencia, aceptando el hombre ante la petición de las niñas, al fin y al cabo con aquel gesto determinaban interés, que era mucho más de lo que un docente podía esperar de muchos de sus alumnos. Y Jade no lo quería repetir por hacer la pelota, quería aprenderlo y que le saliese bien. No buscaba que su calificación fuera distinta a su grado de conocimiento.

Ivy cogió sus primeros apuntes y los revisó al detalle antes de coger un nuevo escarabajo. Cuando estuvo lista y segura de cómo debía proceder giró su muñeca y ejecutó el hechizo de manera precisa, a la par que decía las palabras mágicas - Sphera mutatio - Su grado de concentración era mucho mayor, y el resultado por fin muy satisfactorio, obteniendo un abalorio pequeñito y muy perfecto.

La niña tras observar su resultado estuvo satisfecha, sonriendo por ello - Mira Kyle, me ha salido muy bien esta vez. El problema fue el no haber hecho coincidir la M y la S, cuando eso sucede, parece que a las cuentas le salen patas... Bien, ahora vamos a ver si lo deshago... - Cogió su pergamino de apuntes y releyó de nuevo antes de aventurarse a realizar el hechizo, concentrándose en el momento de ejecutarlo, siendo muy precisa en sus movimientos - Finite mutatio...

Susurró comprobando que delante de sí, volvía a tener el escarabajito pequeño. Animal que, inteligente él, buscaba la manera de huir de las manos de Jade. La niña tomó a la criatura y la devolvió a la caja con cuidado, no quería que se dañara.

Tras la parte práctica vendría el momento de coger apuntes. La pelirroja cogió su pluma y pergamino, seguiría apuntando los datos que el docente impartía, aunque algunos de ellos fueran muy complicados de entender. Jade hizo un par de preguntas cuando notaba que se perdía en la explicación, a pesar de que las miradas de Cletus no eran muy amigables.

- Vaya, vamos a tener tarea... - Dijo la joven, señalando en su libro las actividades que había que hacer, pensando que sería buena cosa si pedía ayuda a Michael, al fin y al cabo, él seguro que no iba a encontrar tantas dudas en el proceso de aprendizaje como ella, pues los Ravenclaws eran conocidos por su inteligencia - No se preocupe, profesor Partwulf, no le defraudaremos, haremos los deberes a la perfección para el próximo día... - Le dijo con seguridad, de alguna manera quería hacer las cosas bien en sus clases, e incluso llegar a impresionarle. Le gustaba mucho la seriedad con la que se tomaba su trabajo, aunque temía que su escasa habilidad con la magia fuera un problema para poder seguir las sesiones con facilidad.

- Vamos, Kyle... Tenemos que coger los calderos de la sala común antes de descansar. En breve tenemos pociones con los de Gryffindor...¡Qué ganas de coincidir con ellos! - Indicó la muchacha con alegría

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06/04/2022, 16:33
Kyle Goldfinch

El profesor les dio otra oportunidad a las chicas. Lo cual fue bueno porque así Ivy pudo intentarlo de nuevo. Parecía muy nerviosa por hacer bien el hechizo, o su madre no estaría contenta. No pensé que fuese a tener ese tipo de presión, quizás su madre era estricta.  Una madre estricta...

No tenía a nadie que esperase nada sobre mis calificaciones en casa. Rob se hubiera quedado igual de contento e impresionado tanto si la perla hubiera tenido patas como si no... Si alguien esperaba algo de mí era yo mismo... y de momento había tenido la prueba evidente de que era capaz de hacer magia, pero que iba a ser más complicado que simplemente "convertir una esfera en pastelito". 

-Ivy, tranquila. Estoy seguro de que lo harás bien, al fin y al cabo es nuestra primera clase. Visto lo que podemos ser capaces a realizar si nos esforzamos lo suficiente... - hice un gesto con la cabeza hacia el profesor, ahora distraído con otro alumno - ...como transformarnos en un animal... Todo es cuestión de tiempo y paciencia - le sonreí queriendo mostrar calma. Aunque por dentro me sentía frustrado, pero sabía que era sólo por la confusión de la primera clase.

Entonces animé a Ivy mientras hacia su segundo intento, el cual resultó perfecto, perfectísimo!! La sonrisa que le salió no tuvo precio, pareció tranquilizarse de golpe. - ¿Ves? te ha salido perfecto! - Seguidamente se puso a explicarme animadamente el porqué no había funcionado al principio, y a deshacer la transformación para devolver al bichito a su lugar. 

Entonces llegó otra corta parte de teoría. No me había dado cuenta del tiempo que había pasado ya!. Continué anotando como los demás, esta vez no tan concentrado, o con la mente en la idea de que tenía que intentarlo quizás más que los demás? Aunque no por ser una maga pura sangre Alondra lo hizo mejor que yo... Ivy y ella eran ambas Sangre Limpias, pero también fallaban. Solo esperaba ser capaz de demostrar que estaba a la altura. Y en un futuro, superarlas. 

No hice preguntas, me limité a intentar entenderlo todo. Y cuando anoté la tarea que nos dejó para la siguiente clase, sentí que tenía ganas de leer y practicar ese capítulo - Sí, tendremos tarea - respondí contento a Ivy. Al menos tenía una amiga con quien compartir los deberes, y Ivy parecía realmente buena pues al final lo logró hacer todo excelentemente.

-Ah! es verdad! los calderos!! - Ivy me sacó de mi ensimismamiento. Tocaba descanso y luego pociones con Gryffindor - tengo curiosidad sobre las clases de los demás... como les habrá ido?...

Ambos salimos con todo el resto de la clase en dirección al gran comedor, algunos más hambrientos que otros (según si se hubieran comido su pastel o no).

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07/04/2022, 11:13
(1S) Alondra Sparks

El hechizo de transformación no me había salido demasiado mal pero el contrahechizo… bueno, la verdad es que me dio hasta rabia.

-Es culpa de este maldito e idiota escarabajo que no quiere volver a cambiarse –dije, golpeando la mesa con mi varita.

Menos mal que al final nos dejó repetir el hechizo. Miré a Ivy con gesto de autosuficiente y me dirigí a coger otro bicho, lanzando el que había medio transformado al suelo, con desprecio.

Una vez lo tuve delante, procuré concentrarme al máximo y volví a repetir el hechizo.

-¡Sphera mutatio!

 Al igual que había sucedido antes, no se produjo una transformación completa. Bueno, al menos se parecía “algo” a una perla, pero era demasiado oscura. No había mejorado… pero tampoco estaba peor.

Sin embargo, ahora llegaba la hora de la verdad. Esta vez no podía fastidiarla.

Está bien, Alondra. Ahora esfuérzate. Esa Ivy no puede hacer las cosas mejor que tú, me dije a mí misma.

-¡Finite mutatio!

Lancé el contrahechizo…  y estuve a punto de conseguirlo. La esfera se quedó un poco más oscura de lo normal, pero yo le hubiese dado un notable alto.

-Bueno, no está mal. Después de todo, es un hechizo estúpido, que no sirve para nada  –comenté, encogiéndome de hombros.

Después de eso, tuvimos que copiar sin parar, Yo había cosas que cogía, otras que no, buena parte de lo que iba diciendo tenía sentido y otras parecía como si nos hablase en otro idioma..

Cuando acabó de hablar, me incliné hacia las chicas.

-Eh, chicas. Este profe me parece que se ha quedado con una parte del cerebro del lobo y que no piensa muy bien –comenté por lo bajo, riéndome por mi propio comentario.

Por desgracia para todos, mandó tareas para el día siguiente. Las anoté bien, para no cometer errores, porque aunque los hechizos me costasen, los ejercicios tenían que estar perfectos. Aquel profesor me parecía una nulidad, pero qué se podía esperar de alguien que era mitad animal, una especie de engendro al que no entendía como dejaban dar clases.

Por supuesto, la Ivy tuvo que dejar su particular detalle, demostrando así que era una pelota insufrible.

-No se preocupe, profesor Partwulf, no le defraudaremos, haremos los deberes a la perfección para el próximo día –dije, imitándola en un tonito de burla, haciendo gestos exagerados y pestañeando mucho, lo que que despertó las risas tanto en Anemone como en Breezy, y también en algunas chicas más.

Era una sabelotodo insufrible.

Recogimos las cosas y nos dirigimos hacia la salida para ir al salón.

-Bueno, espero que la siguiente clase sea un poco mejor porque esta ha dejado mucho que desear. Transformar bichos en perlas no es lo que yo diría magia de alto nivel. Veréis cuando se lo diga a mi madre. Seguro que le echan una buena bronca a este profesorcillo –comenté, mientras salíamos.

Vi que Ivy y Kyle decían eso de ir a buscar los calderos para las clases de pociones. Los demás también tendríamos que ir a buscar los calderos, por lo que no se trataba solo de ellos dos, como si el resto no fuese a ir a clase de Pociones. Lo peor iba a ser que allí estaba su queridísima amiguita, lo que la iba a volver todavía en más insoportable.

-Bueno, chicas, nosotras podemos ir directamente a la sala común a cambiar de material para las clases. Dejemos a los demás que pierdan el tiempo. Después que no lloren cuando lleguen tarde –comenté, mientras nos dirigíamos hacia los dormitorios.

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09/06/2022, 20:05
Directora

A las nueve menos diez minutos, todos los alumnos de primer curso de Gryffindor y de Ravenclaw os dirigisteis hacia el aula de transformaciones, que estaba situada en la primera planta del castillo. 

Como siempre, llegar hasta la clase no era nada sencillo. Al igual que había sucedido el día anterior, las escaleras del castillo parecían jugar con vosotros, solo que cada vez teníais la sensación más clara de que os conocía y tenía más cuidado, y que solo había algunos tramos más juguetones o traviesos. De hecho, algunos escalones hasta parecieron alargarse inesperadamente para facilitar vuestro avance, aunque de vez en cuando siempre desaparecía otro para fastidiaros.

Pero una planta no era gran cosa y no tardasteis en llegar a donde debíais, esa primera clase de transformaciones, que además tenía lugar después de los sucesos del día anterior.

James se unió a vosotros y se sentó junto a Michael, mientras en todas partes se murmuraba acerca de lo que se sabía respecto al cuerpo aparecido.

-Seguro que ese mago ya no está en el castillo. Sería una locura quedarse, con toda la seguridad que han puesto -dijo alguien, y es que efectivamente, habían incrementado los paseos de algunos de los profesores, que habíais visto dando vueltas con sus varitas preparadas. 

Sin duda alguna, moverse por el castillo iba a resultar ahora más complicado.

Las clases de Transformaciones era un aula de considerable espacio, rodeada por altos ventanales y con los pupitres dispuestos en tres filas. Presidiendo la sala, hay una mesa para el profesor y dos pizarras con indicaciones. Por todas partes podíais ver también jaulas con criaturas en su interior.

El profesor apareció de pronto, procedente de una puerta lateral que seguramente daba a su despacho.

-Está bien, guardad silencio -dijo de manera seca. Cuando por fin todos estuvisteis en vuestros lugares y callados, empezó a caminar entre las mesas.

-Muchos me recordaréis de vuestra llegada al castillo. Soy el profesor Cletus Partwulf, subdirector de esta escuela, y encargado de enseñaros los secretos de las transformaciones. Sé que ahora mismo estaréis preocupados por lo que sucedió ayer, pero eso es precisamente lo que no hay que hacer. El único modo en el cual un mago que use malas artes puede vencernos es si logra cambiar nuestra manera de ver las cosas. Mientras sigamos confiando en nosotros, todo irá bien.

Sus palabras dejaron todavía más silenciosa la clase, pues lo que había comentado se ajustaba perfectamente a lo que se esperaba de alguien que confiaba en solucionar las cosas y también que no tenía miedo alguno. 

-Y ahora, centrémonos. Si alguien se está preguntando qué es lo que se aprende aquí, es que no está prestando atención. Transformar es cambiar, objetos, seres, o cualquier cosa que tengamos al alcance de nuestra magia.

El profesor empezó entonces a correr y cuando llegó casi al final de la clase, se transformó en un enorme lobo negro que se giró hacia vosotros, haciendo que muchos de los alumnos y las alumnas pegasen un chillido, se levantase y apartasen de su camino.

El lobo se movió pacíficamente hasta llegar al comienzo de la clase y en ese momento, volvió a transformarse en el profesor, haciendo que todos comenzaran a aplaudir.

-¡SILENCIO! -cortó abruptamente el profesor -. Esto no es un juego ni tampoco lo he hecho para vuestro divertimento, sino para que os deis cuenta de hasta qué punto podéis llegar a cambiar las cosas. Yo soy lo que se llama un animago, un mago que puede transformarse en animal. Si alguien está pensando en hacer algo similar más vale que lo olvide por el momento. Hace falta mucha paciencia, estudio y poder para conseguirlo. Quizás alguno lo logre, con el tiempo, pero ahora no es para vosotros. Lo que debéis hacer es aprender los fundamentos de transformaciones sencillas y con el tiempo, quizás seáis capaces de manejar transformaciones más complicadas.

El profesor se arregló ligeramente la ropa que llevaba y de nuevo os miró a todos. A continuación, empezó a hablar sobre los diferentes tipos de transformaciones que existían, clasificándolas en base a su origen y la magia que estaba implicada en ella. Todos copiabais sin perder de vista a aquel profesor que parecía ir tan deprisa que ojalá hubieseis tenido tres manos para poder anotarlo todo.

Cuando por fin se detuvo, se encontraba al final de la clase, después de haberse movido casi sin ser visto a través de las mesas y los pasillos.

-Si tenéis alguna pregunta, ahora es el momento de hacerla. En caso contrario, pasaremos a las cuestiones más prácticas -dijo, deteniéndose para oír vuestras dudas y cuestiones varias.

Notas de juego

Comprender explicaciones (Transformaciones + Inteligencia)

El número de éxitos será el bonificador para la siguiente tirada. Indicará lo bien que lo habéis comprendido. 

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11/06/2022, 11:38
Colton Derrick

Estaba un poco nervioso, un poco más de lo habitual, y el camino a la clase de transformaciones más que caminando fue a un trote cochinero mientras andaba hacia delante y hacia atrás del grupo de estudiantes, exasperado por su lentitud y calma para ir a la clase. No los entendía, que hoy les iban a dar el título de X-men!!!!, que aquello era mejor de lo que esperaba, que además de tener esqueleto de adamantium, garras que te pasas, el profesor también tenía un toque de doctor Strange.

Como saque el ojo de agamotto o las garras me hago pipí encima de la emoción - pensó Colton mientras volvía ir hacia la cabecera de la fila de alumnos para intentar que apretaran el paso en la maraña de escaleras bailarinas. Los escalones trataban de hacer las suyas, pero como Colton subía de 3 en 3 o de 4 en 4 pues la escalera no le pillaba, al final era pillarle el truco, como a los escalones de casa, cuando te cuelas en la noche para comer helado sin que tu madre se entere, o cuando le pones un garbanzo duro a un pastel para ver la cara de un cliente a la mañana siguiente. Era fácil no caer en las trampas de la escalera, así que salvo algún pequeño incidente digno de mencionarse llegaron a la clase. El ambiente era un poco tenso por lo de la muerte del chico. Cuando dijeron que el mago ya no estaba en el castillo miró a Úrsula y negó con la cabeza. Estaba, se lo había dicho su fundador, y su fundador sabía lo que se decía, si fuera un papanatas no habría fundado ni un parbulitos de magia. Se sentó junto a Úrsula, que parecía estar más dotada para la magia que él y sacó sus apuntes, su varita y una hoja y un papel, sobre el que empezó a dibujar una especie de lobezno mientras miraba al profesor con ojos brillantes. Se sentó en última fila, por supuesto, no fuera ser que le pillaran distraído. El profe era seco, como Logan, y le hubiera gustado que estuviera fumando un puro, pero no, solo les espetaba silencio y recitaba nombre y título. Era el subdire y les iba a enseñar transformaciones. Eso ya lo sabía él como buen futbolista. Cogías el pepino de rugby, lo metías por encima de los palos y aquello era una transformación, pero él prefería el fútbol, porque en las portes de rugby no había portero y era demasiado fácil. se quedó callado, y cuando dijo que confiaran entre ellos la mirada de Colton se posó en Luna, en Úrsula y en Michael y asintió. Confiaba, todo iría bien, sobre todo porque ellos iban a descubrir lo que pasaba e iban a hacer que todo fuera bien. Entonces explicó lo que era la transformación y se quedó flipando, era transformación de principe en rana, de papel de plata de bocadillo a oro. Abrió la boca mucho en plan sorpresa. Eso quería aprenderlo, quería coger los billetes de 5 libras y transformarlos en billetes de 100 libras, y con eso, se podría comprar el Chelsea y que ficharan a Mbappe. Ocultó el dibujo, aquello era serio, y más cuando se transformó en un lobo, algunas niñas gritaban, pero a Colton se le escapó

- YO QUIERO!!! - Cuando se destransformó aplaudió con ganas y solo paró por el grito del profe. Tenía sus cinco sentidos puestos en la lección. Se sonrió cuando dijo si alguno pensaba en ser animago....si es que, Lobezno, Doctor Strange y Profesor X, todo en uno, le había leído la mente. Tendría paciencia, 3 o 4 días o así, pero aquello tenía que ser suyo, su madre se moriría de miedo si se transformaba en lobo, sería súper divertido. Desgraciadamente empezó la clase formal, y eso significaba copiar más que un tonto y escribir cientos de cosas que no entendía, por no contar la velocidad. El profesor se había tragado al hombre micromachines o algo, porque le estaba metiendo con un doble tempo y flow que solo el Usain Bolt de la caligrafía podría seguirle el ritmo. Les dio una pausa para preguntas y Colton tenía tantas que no sabía por donde empezar. ¿Puedo transformarme en He-man? ¿Optimus Prime nació de un hechizo? ¿Se pueden convertir muertos en zombies? ¿Puede sacar las garras? Pero aquello le haría quedar como un tonto, y de verdad le gustaba ese profesor, así que, con cierta timidez, levantó la mano y dijo

- Profesor, ¿Hay algún limite en las transformaciones? En las clases de mi anterior colegio se decía que la energía y la masa, ni se crean ni se destruyen, se transforman, pero .... ¿Podría transformar una hormiga en un elefante? ¿O algo muerto en algo vivo?. Sé que la magia y la física son muy distintas, pero....había pensado...que debía haber algún tipo de, no sé, relación, algo así como no poder transformar un knutt en un galeón, sino cosas que en cierto modo sean equivalentes.... ¿Me entiende? ¿Es así? ¿O el único límite es nuestra imaginación?

No sabía si había quedado como un estúpido, pero intentar reducir la magia a cosas que si entendía, al menos un poquito, como la física o la energía le ayudaría a entender la lección.

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11/06/2022, 23:19
Michael Cramson

El camino hacia la clase aquella mañana fue bastante más sencillo que el día anterior. Las escaleras todavía les dieron algún que otro susto, pero al menos Michael no se encontró con su pie atrapado en ningún escalón y pudieron llegar a tiempo al aula. Lo cual era un alivio, porque el profesor Partwulf imponía bastante y Michael no quería tener el menor problema con él. Suspiró recordando las clases del día anterior, esperando que le fuera mejor aquél día.

Menos mal, parece que las escaleras nos van cogiendo cariño, ¿no?

Al llegar a la puerta del aula, y justo antes de entrar, pudo ver a James por allí. Seguramente Elektra andaría también cerca. Se volvió hacia Úrsula, Luna y Colton con una sonrisa.

Qué ganas tenía de que compartiésemos una clase —les dijo—. Espero que nos vaya bien a los cuatro.

Y sin más, entró en el aula para buscar un pupitre vacío en las primeras filas. Los comentarios sobre el mago tenebroso llegaban a sus oídos, era evidente que los rumores habían corrido ya por todo el colegio. Desgraciadamente, él no podía compartir el optimismo de aquellos que creían que Shadefian ya no estaba en Hogwarts. Pero sería mejor no pensar en eso ahora, debía concentrarse en la clase para que no le fuera tan mal como en las del día anterior.

James había corrido a sentarse junto a Michael, y este le miró sonriente, aparentando tanta normalidad como pudo mientras preparaba libro, pergaminos y cosas para escribir.

Hola, Jim. ¿Todo bien? Yo estoy un poco nervioso con esta clase. El profesor Partwulf parece...

Como si aquella frase hubiera sido una invocación, el subdirector entró de repente en el aula y Michael se calló de inmediato. Giró un poco en la silla tratando de no llamar mucho la atención para echar una mirada a Luna, Colton y Úrsula que parecía querer decir "Ya está aquí... ¡qué nervios!". Pero volvió a mirar al frente enseguida, porque el profesor Partwulf exigía la atención de todos.

El subdirector no perdió el tiempo e hizo referencia a lo que era la comidilla de todo el colegio para tratar de inspirarles valor. Y la verdad es que sonó convincente, al menos para Michael. El chico de Ravenclaw asintió con la cabeza casi sin darse cuenta, pero el profesor ya estaba metiéndose en harina con la teoría de la asignatura y todo el tema de Shadefian quedó en segundo plano. La transformación en lobo le pilló tan de sorpresa como al resto, y si no aplaudió como los demás compañeros y compañeras fue porque se había quedado boquiabierto ante aquella exhibición. Había oído hablar mucho de los animagos, pero era la primera vez que tenía a uno delante y que era testigo de cómo se transformaba. Una verdadera pasada.

Luego llegaron las explicaciones más teóricas, y Michael hizo aquello que solía hacer en esas situaciones, atender y escuchar todo tan bien como pudo mientras tomaba algunas notas esquemáticas para no olvidar los puntos tratados. Después ampliaría sus apuntes con ayuda de los libros que tanto apreciaba. Tenía comprobado que así se enteraba mejor de todo, y ya era su manera acostumbrada de estudiar. Además, le dio la impresión de que el profesor Partwulf explicaba muy bien la teoría, tanto que todo lo que decía parecía quedarse grabado en su mente. Ojalá aquello se reflejara en resultados a la hora de poner en práctica lo que estaban aprendiendo...

Cuando llegó el turno de preguntas, Colton fue el más rápido en exponer su duda. A Michael le pareció que su amigo de cabello rubio había hecho una pregunta bastante interesante, así que asintió con una sonrisa en dirección a Colt y se volvió hacia el profesor Partwulf para atender a la respuesta que este fuera a darle.

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12/06/2022, 16:43
Úrsula Galloway

-Uno... uno... dos... salto... uno... salto...

Ya se sabia la combinación para bajar las escaleras sin tropezar. Iba cantando la secuencia mientras se dio cuenta de una cosa, los escalones parecía que salían a su encuentro.

-Sois unos traviesos... ¿ya os caigo bien?

Y el siguiente escalón, que hacia la cuenta de dos, desapareció de su vista haciendo que tuviera que dar un salto más grande del esperado y trastabillara, estando a punto de caerse. Soltó un bufido dirigido al escalón, que este no escucharía por estar ya muy lejos y se volvió hacia Michael que, en ese momento se ponía a su lado en el descenso.

-Algunos si y otros no. Son muy caprichosos, pero espero que con el tiempo nos dejen bajar tranquilos.

Juntos, llegaron a la siguiente clase. Ya estaba todo lleno de niños, con el consecuente revuelo de expectación que generaba cada nueva clase.

-Seguro que sí-confirmó a Michael-Yo creo que esta puede ser una clase genial. Lo mismo aprendemos como convertir a Alondra en una gatita presumida, ¿no?-su mirada pícara traviesa apareció en aquel instante, levantó las cejas dos veces rápidamente y señaló varios asientos vacíos-¡Mira la última fila! esta entera vacía, guayyyyy, ¡tenemos sitio para todos!. ¡Vamos Colt!, ¡vamos Luna!, ¡corred!, ¡pillemos esos asientos todos juntos!

Tomó asiento en la última fila dejando a Michael a su derecha y a su izquierda no tardó en sentarse Colt. Rápidamente se les unió Luna y James justo a tiempo porque una puerta se abrió y apareció el profesor Cletus Partwulf.

Lo primero y evidente, era tranquilizar a la chiquillería. Y eso es lo que hizo Cletus. Pero Úrsula cruzó su mirada con la de Colt y asintió levemente. Le había molado lo que había dicho Cletus. Confianza. Miró después discretamente al resto de sus compañeros y, entre todos, las miradas cómplices fueron inequívocas. 

Transformar cualquier cosa. Aquello sonaba... ¡mágico!. Así que puso toda su atención en lo que les iba contando, aquella clase prometía. Cletus tenía un aura especial, atrayente, misteriosa y una mirada afilada y cortante, diferente a los demás profesores, parecía... ¿amenazante? ¿por qué siempre tenía el ceño fruncido como si estuviera enfadado?. Por ahora todos se habían portado bien, así que Úrsula dedujo que era porque él quería parecer serio e imponer a los niños desde el principio, ahorrándose travesuras e interrupciones.

El profesor comenzó a correr hacia ellos, Úrsula lo miró sorprendida, ¿a donde iba corriendo? ¡Si allí estaban ellos y después la pared! ¿Iba a atravesarla?. Abrió los ojos cuando pasó junto a ellos, que estaban en la última fila, siguiendo su carrera y esperando verlo desaparecer al chocar con la pared. Pero no chocó.

-¡Toma ya!-exclamó con la boca abierta mientras ahora seguía a un lobo negro que caminaba lentamente hacia la mesa del profesor y, al llegar allí, en un parpadeo fue de nuevo Cletus quien empezó a dictar apuntes como un loco. Úrsula copiaba y copiaba intentando a la vez entender todo lo que iba escuchando sin olvidarse del precioso lobo negro que había pasado junto a ella.

Dio un respingo cuando lo escuchó hablar a su lado en un momento dado. Parecía que en aquel colegio todos querían darle sustos. Al final conseguirían que algo se le cayese o que terminase dando un gritito ridículo algún día.

Levantó la mano cuando Colt terminó de plantear sus dudas-Yo tengo otra profesor. ¿Se puede ser un animago si se estudia mucho o solo algunos magos pueden serlo y otros no por mucho que estudien?-preguntó curiosa con los ojos brillantes por la emoción-¿Se convirtió en lobo porque es su... animal...-no sabía como explicar lo que tenía en la cabeza-... o se puede convertir en el animal que desee? Por ejemplo... ummm... un águila... ¿y volar como ellas?

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