Partida Rol por web

Había sido un desastre. Al principio guay, parecía ser un cañonero del quidditch y cogía la pelota esa con nombre raro y la metía por los agujeros, todo muy guay. El problema es que en ese deporte ponían portero, guardián les llamaban ellos, y sus tiros que iban con efecto y teledirigidos para entrar por toda la escuadra, al menos en su cabeza, resultaban tan fáciles de parar como si los hubiera tirado un bebé. Así que con el pique de conseguir marcar se emocionó, acabó empotrado en un poste y bajando como un bombero.

Colton estaba pálido cuando llegó abajo y lo primero que hizo al llegar abajo es dejarse caer, hasta tocar con sus posaderas en el suelo, y luego miró hacia arriba. Se podía haber matado.... molaba!!! otra vez!!! otra vez!!! Pero, primero había que hacer informe de daños. Se tocó discretamente las joyas de la corona y suspiró aliviado, no se había dejado los huevetes en el poste. En cuanto llegó Úrsula a preguntarle si estaba bien Colton rió y le dijo

- Por eso? Eso no es nada, ha sido divertido, lo que pasa es que soy muy malo.... Creo que voy a ver si tienen fútbol en Hogwarts porque esto no parece ser lo mío - Le sonrió tranquilizador - Y tú vas a probar? Seguro que lo haces bien, o al menos no tan mal como yo.

Luna también intentó animarle, pero no era algo que hiciera falta, porque Colton tenía más moral que el Alcoyano, que perdían por 20 a 0 y todavía pedían la prórroga. Sonrió y le dijo

- Bueno, la primera vez he tenido mucha suerte, pero es normal que no se me dé bien, porque es la segunda vez que vuelo. Tampoco metía goles de tijereta la segunda vez que jugaba al fútbol, así que no pasa nada, lo volveré a intentar en otra posición. Soy un Derrick, y los Derricks no tiramos la toalla ni saliendo de la ducha. - sonrió - pero mejor me inspiro viéndote a ti, que ya el otro día volaste muy bien.

Y vaya si volaba bien, era buena portera, y chutadora también, mucho mejor de lo que sería él nunca. Se quedó aplaudiendo hacia Luna y gritó

- Esa Luna como mola, se merece una ola, OOOOOOOOOOOOOOOOOEEEEEEEEEEEEEEE. Gryffindor Rules!!!!

Y luego Ivy también lo petó, y lo hizo mejor que Cagondra, y Colton no se pudo alegrar más. Y Michael, y Percy, incluso el lagartijo de Kyle. Todos lo hacían, mejor o peor, así que era hora de volver a intentarlo, y lo iba a hacer como golpeador y buscador, que de porte estaba Luna y no había nada más humillante que ponerse de portero. Cogió la escoba y le dijo a Úrsula

- Sujétame el cubata - Que no sabía lo que significaba, pero su madre siempre lo decía cuando alguien decía que no se atrevería. Iba a probar primero como golpeador. Sopesó el bate, y jo, pesaba un quintal, pero era un chico, no se iba a quejar de eso, además, si conseguía el puesto se iba a poner tope mazas, y con eso seguro que le gustaría a Angeline. En su cabeza todo era fácil, pero fue soltar las bludgers y no era capaz de atinar a uno, parecía que estuviera matando mosquitos con el bate mientras las bolas duras pasaban y pasaban a su alrededor. Aterrizó y dejó el bate cabreado, aquello era ridículo, era el mejor deportista de su clase, y allí era..... un noob. No le fue mucho mejor como buscador, porque buscar buscaba, pero encontrar...eso era otra cosa. Veía menos que un gato de escayola, así que tras quedarse un buen rato en la escoba y no ver la snitch descendió y dio la escoba a la capitana antes de decirle con una sonrisa

- Creo que esto no es lo mío y yo quiero que ganemos, así que, a no ser que haya una epidemia de gripe mejor que fichéis a gente como Luna, que quiero ganarles a los Slytherin la copa del quidditch. - Se encogió de hombros - Pero no os preocupéis, vais a tener la mejor animación del mundo, yo era miembro de las peñas del Chelsea y estoy especializado en animar a equipos.... Cada uno tiene que contribuir donde puede, y yo en el cielo soy un pardillo.

Y con eso acabó la carrera en el quidditch de Colton, al menos por el momento, pero practicaría, sería bueno, algún día, algún día les iba a demostrar que Colton Derrick era el Messi del quidditch.

La prefecta de Ravenclaw estaba bastante buenorra, pero las otras dos chicas tampoco se quedaban muy atrás. Lo mismo lo hacían para distraernos y que nos resultara más complicado concentrarnos en las prácticas, pero si era eso lo que querían, iban listos, porque yo era un hacha volando, lo había demostrado y volvería a hacerlo.

A mi lado, Michael se mostraba inseguro y con miedo, pero yo le pasé un brazo por el hombro.

-Ánimo, tío. ¡¡Verás como lo petamos!!

Y... bueno, no lo hizo muy mal, pero tampoco demasiado bien. Se notaba que todavía estaba lejos de su mejor forma, pero estaba seguro de que conmigo en el equipo aprendería deprisa. Además, no todo era volar. También había que saber compenetrarse en el campo, algo que no iba solo con la habilidad en escoba, sino con el carácter.

Cuando logró descender, porque le costó un poco al final, me fui corriendo a su lado.

-Bueno, Roma no se conquistó en un día, tío. Yo creo que no lo has hecho tan mal. Además, necesitan a varios de nosotros, ¿no? Pues seguro que otros lo hacen peor que tú y mientras tanto, fijo que puedes entrenar para mejorar.

Después de aquello, era mi turno, así que corrí a coger mi escoba y miré a Winona, que Michael miraba casi sin pestañear, todo el tiempo.

-Está bien. Es mi turno -anuncié, dando una patada y elevándome en el aire. 

En primer lugar probé suerte como cazador. Cogí una de las pelotas esas y me moví por toooodo el campo, subiendo y bajando, yendo de un lado a otro, y cuando estuve lo suficientemente cerca, lancé... fallando estrepitosamente.

Después Winona me dijo que probara como guardián, y esta vez no lo hice nada mal. El chico del equipo me lanzó unas cuantas bolas y las paré todas. La verdad es que nunca me había gustado ser portero sino delantero, pero por lo que fuese, se me daba mejor pararlas. Al menos ya servía para algo.

Y finalmente, probé suerte con la pelota esa de las alas, como se llamase. Mientras estaba en vueloo, Winona la soltó y en cuanto la vi, me dirigí a toda velocidad hacia ella, agarrándola de un plumazo y aterrizando con ella aún en la mano.

-Bueno, creo que soy un as. Conmigo en el equipo ganamos seguro. Y con Mickey también, porque yo me encargaré de entrenarle. Capitana, tiene que cogernos a los dos. Los dos o ninguno, ea -le dije, agarrando a mi amigo del hombro para que viese que estábamos decididos.

Las pruebas de selección para los equipos de Quidditch eran súperemocionantes, no solo porque con ellas se abría la temporada, sino porque por fin podríamos hacer algo que no fuese estudiar, realizar las tareas o soñar con la profesora Tauris. 

Ravenclaw tenía una buena base como equipo. Conocía a algunas de las chicas que lo componían y sabía que eran buenas. Pero claro, el resto tendría que salir de los nuevos, porque si habían recurrido a los alumnos de primer curso era porque los demás, o no tenían tiempo o no les interesaba.

Allá ellos, desde luego.

El primero en probar suerte fue Michael, que parecía dudar un poco. Siempre había dicho que el quidditch no era lo suyo pero me sorprendió al presentarse, así que sería porque de verdad le interesaba. 

Claro que al verle volar, me di cuenta de por qué su primera intención había sido no venir. Es que se le notaba que aún le faltaba algo de práctica. Sin embargo, hizo algunos buenos movimientos, lo que prometía, con algo más de entrenamiento. James corrió a su encuentro para animarle y yo me acerqué también.

-No te preocupes, Michael. Nadie nace sabiendo ni todos los jugadores de quidditch son estrellas desde el primer momento. Entrenaremos y seguro que todos mejoramos.

Hablaba en plural porque estaba segura de entrar, pero la competencia era dura y tenía mucho que demostrar.

El siguiente en probar suerte fue James. A J. sí le había visto volar en las clases y lo hacía estupendamente. Como cazador parecía tener el punto de mira completamente desviado pero como guardián y buscador no estaba nada mal. Era rápido y tenía mucha intuición.

-Bien hecho, J. Ahora me toca a mí. ¡Dejadme sitio!

Y me elevé en el aire, probando suerte también en varias posiciones. Sabía que no tenía fuerza para actuar como bateadora, pero esperaba que se me diese mejor meter goles que J. Estaba equivocada. Al final, mi rapidez me permitió detener algunas quaffles pero sobre todo, atrapar la snitch en tres ocasiones diferentes, a los pocos segundos de haberla soltado. Definitivamente, me veía como la buscadora de Ravenclaw.

Cuando bajé a tierra, miré a J. y los demás, orgullosa.

-Creo que ya tenéis buscadora. Lo siento, James, pero tendrás que conformarte con ser nuestro guardián -le dije, con una gran sonrisa.

Con todo el cuidado de que fue capaz, Michael fue descendiendo hasta que sus pies pudieron tocar la hierba del suelo, y exhaló un suspiro de alivio. La próxima vez, tenía que poner más cuidado o podía terminar en la Luna... Se giró hacia Percy, James y Elektra, que se habían acercado a animarle tras su actuación. 

—Gracias —dijo sonriendo—. Temía hacerlo bastante peor, pero... bueno, supongo que he tenido suerte al encontrar una gran entrenadora para echarme un cable.

Sonrió al recordar las prácticas con Ivy. No había color entre la forma de volar de Michael antes de aquello, y lo que podía hacer ahora. Aunque claro, estar a la altura del equipo de quidditch de Ravenclaw, era harina de otro costal... Percy se alejó para hacer sus pruebas, y Michael se pasó un buen rato con el cuello girado hacia el cielo, contemplando a sus compañeros y compañeras de casa mientras trataban de hacer un buen papel. A Percy no le fue muy bien como buscador, pero el manejo que tenía con la quaffle no era nada malo. Quizá lo escogieran como cazador y todo.

—¡Ey, eso no ha estado nada mal! —se acercó a felicitar a su nuevo compañero—. A ver si hay suerte y te cogen como cazador...

Quiso girarse para ver cómo le iba al resto de su pandilla en Gryffindor y Slytherin, pero en ese momento les tocó a James y Elektra. Winona fue dirigiéndoles, y Michael se quedó atónito al ser testigo de la exhibición de ambos. Ya se había esperado que lo harían mejor que él, sobre todo James al que la clase de Vuelo se le había dado genial. Pero es que los dos lo bordaron, especialmente como buscadores. Cualquier esperanza que pudiera quedarle a Michael se esfumó en el viento de la mañana.

—Qué pasada, chicos... —dijo con una media sonrisa cuando aterrizaron—. Os van a escoger, seguro. Me alegro un montón por vosotr...

Pero no pudo acabar la frase, porque en mitad de su entusiasmo James le cogió del hombro y se encaró a Winona, insistiendo en que debía seleccionarlos a ambos. Michael se puso pálido.

—¡No, James! ¡Esp... mff... espera! —se zafó del fuerte abrazo de su compañero como buenamente pudo—. No puedes... quiero decir que... No sería justo. Vosotros habéis hecho méritos para entrar, pero yo no. No puedes pedirle eso a la capitana. Si me escoge, tiene que ser por habérmelo ganado.

Respiró hondo y sus hombros cayeron un poco, pero de ningún modo iba a aceptar formar parte del equipo sin merecerlo. Sonrió resignado.

—No os preocupéis —dijo—. Lo he hecho lo mejor que he podido. ¡Y me lo he pasado muy bien! Mucho mejor de lo que esperaba. Animaré al equipo desde la grada en todos los partidos y seguiré practicando tanto como pueda. Quizá el año que viene lo consiga. ¡Gracias por la oportunidad, capitana!

Y volviéndose, salió corriendo para alejarse de los Ravenclaw. Todo lo que había dicho lo había dicho de verdad, pero notaba un nudo en la garganta y no tenía ganas de quedarse allí. Sólo se volvió un instante, preguntándose si Percy le seguiría. Pero por algún motivo, quería estar junto a sus amigos y amigas del resto de casas. Ya había contado con que las pruebas no irían bien, pero después de haber practicado tanto con Ivy y de haberse ilusionado con sorprender a Keira... dolía un poco comprobar que aún no era lo suficientemente hábil. Ojalá al resto les hubiera ido mejor y consiguieran una plaza. Si alguno de ellos formaba parte del equipo de su casa, Michael pensaba animarles tanto o más que a Ravenclaw, eso seguro.

Había ido comprobando como le iba a los compañeros de deberes. Sin duda Luna e Ivy eran quienes mejor lo habían hecho. Kyle, el chico tímido y que hablaba poco lo había hecho poco bien, aunque claro las comparaciones estaban realizadas con profesionales a los que había visto jugar. Pensándolo bien, para ser un alumno de primero había salido bastante bien. ivy por su parte había demostrado tener un gran talento para lo de volar. Si volaba así siendo de primero, seguro que podría llegar a ser hasta profesional, igual que Luna. Decididamente este no sería un buen año para su casa, pensamiento que cambió drásticamente cuando vio como volaban sus compañeros. Incluso algunos de primero. 

Aún no los conocía, pero Kelpis y Leveret habían volado estupendamente, sorprendiéndose que fueran de primero y dándose cuenta que sus posibilidades de entrar en el equipo se habían reducido radicalmente. Aplaudió desde algo de distancia a sus compañeros de casa que parecían muy simpáticos y estaban celebrando con Michael. Sin duda había juzgado prematuramente a sus compañeros y resultaba que tendrían posibilidades después de todo. Kelpis había demostrado que ser un amigo leal al afirmar rotundamente que si entraba en el equipo sería si Cramson también entraba. Realmente no parecía una mala idea, ya que llevándose tan bien seguro que sacaban tiempo para practicar juntos y eso ayudaría mucho a que mejoraran. Así las posibilidades del equipo seguirían siendo altas, sonrió satisfecho por las posibilidades del equipo de su casa. 

Colton, un chico de Gryffindor con el que tampoco había hablado mucho hasta ahora, ya que estaba un poco apartado el día que conoció a los alumnos de primero en la biblioteca parecía haber salido algo decepcionado de sus pruebas. 

- Gracias - respondió a Michael con una sonrisa colorada por la timidez, pues no esperaba que nadie se hubiera percatado de su actuación. La sonrisa se mantenía en su rostro debido a la emoción por el vuelo. Aquello había sido fantástico, no podía esperar a tener clases de vuelo y poder mejorar. Nunca lo había probado, aunque estaba claro que volar era algo genial. Cuando Cramson afirmó que animaría al equipo desde la grada Percy fue a interrumpirle pero no pudo ya que su compañero salió corriendo - Eh, es... espera - Alcanzó a decir para a continuación salir corriendo a buscar a Michael. Aún no habían dado resultados y hasta era posible que hubiera más pruebas. En cuanto corrió tres o cuatro pasos se paró en seco y se dio la vuelta ante la capitana y el resto de compañeros que habían hecho las pruebas - per... perdón, voy con él - dijo para volver a correr tras su compañero, aunque si no se detenía no le alcanzaría pues el físico nunca había sido su fuerte - ¡Michael espera! - acertó a gritar casi sin aliento. Nunca había podido aguantar mucho el esfuerzo físico, sin embargo en esta ocasión la adrenalina conjunta de querer alcanzar a su amigo y de la reciente emoción de volar parecía insuflarle energías que nunca había creído tener. 

No podía quejarme, desde luego. En ningún caso había tenido como objetivo formar parte del equipo de quidditch, entre otras cosas porque no había practicado mucho el vuelo, no se me daba demasiado bien, y como después de lo que me había sucedido me sentía algo débil, tampoco tenía mucha confianza en que pudiera ser competenciae a alguien el puesto. Me costaba pensar que no hubiese más alumnos que volasen y jugasen mejor que yo.

Pero después de probar, me di cuenta de que no se me daba tan mal. Lo de la clase de vuelo quizás no había sido una casualidad, después de todo. De hecho, había comenzado bien y solo había tenido problemas al final, porque lo que como guardiana, que debía permanecer estática y reaccionar con rapidez, parecía dárseme bien.

Quizás alguien lohicies mejor que yo y seguramente si me quedaba fuera, me llevase una decepción, pero me iría con la cabeza bien alta por haber hecho un buen papel.

Aunque estaba básicamente concentrada en lo que hacíamos los de Gryffindor, también miraba de vez en cuando a los demás; a Ivy, que lo había hecho genial, a Colton, al cual no le había salido tan bien; y ahora le quedaba probar suerte, por ejemplo, a Michael. Desde el principio se había mostrado reacio a participar, pero la llegada de su hermana a la biblioteca…

Keira…

Recordé su rostro cuando hablaba con Michael y de nuevo me quedé embobada pensando en ella, mientras miraba al vacío… bueno, al campo de quidditch, en donde estaban volando los que se presentaban a los diferentes puestos. Sabía lo que me estaba sucediendo… aunque era nuevo para mí y me costaba ponerle un nombre, o no me atrevía a hacerlo. En lugar de eso, prefería simplemente dejarlo en que me distraía como una tonta y que era mejor no darle más vueltas, porque además, ni siquiera sabía si ella se iba a fijar en mí, si era como yo, y en definitiva, si tendría alguna oportunidad.

Seguramente, no.

Michael parecía ir a probar primero como bateador, luego como cazador, lo que no hizo muy mal del todo, y después como guardián… y parecía que no se le daba muy bien, y finalmente, como buscador.  Parecía que por ahí sí que pasaba y tendría posibilidades de entrar. Quizás tuviese problemas para pasar el corte pero… confiaba en que lo consiguiese.

Después de Ivy y Michael, vi como Alondra se elevaba en el aire. Verla volando me provocó una contracción en el estómago porque estaba disputándole el sitio a Ivy y además, competía con ella en casi todo. No entendía como podrían estar en el mismo equipo y seguramente, era como una bomba a punto de explotar. El caso es que lo hizo mejor como cazadora que como buscadora, lo que significaba que estaba por detrás de Ivy, que era genial, y que a pesar de que al final entrase en el equipo, lo haría en un puesto diferente. Eso eliminaba la competencia entre las dos. Al menos por ahí podría estar más tranquila.

Corrí entonces a reunirme con Ivy.

-Enhorabuena, Ivy. ¿Serás la nueva buscadora de Slytherin? –le pregunté, mirando de reojo a Alondra, que le preguntó a Donovan si al final sería cazadora. Miré a Ivy, preguntándome lo mismo. Fijo que así sería, porque hacían falta tres cazadores y por lo tanto, habría sitio para ella, que no lo había hecho mal.

Mientras tanto, seguían produciéndose un montón de intentos por parte de nuestros compañeros. Aquel chico recién llegado, Percy, pareció ser un cazador bastante bueno, y Kyle actuó como un muy buen bateador.

Sin embargo, cuando descendió a tierra el compañero de casa de Ivy,  dijo algo que no alcancé a entender pero que me pareció un insulto. Sorprendida, miré a Ivy sin parpadear.

-Eeeh… Ivy, ¿has… oído lo que ha dicho? Es que… me parece que se ha metido con los demás. ¿P-puede ser?

Ivy también parecía sorprendida y se volvió hacia él para decirle algo. Kyle parecía enfadado. ¿Por qué, si no había sucedido nada malo?

Decidí dejar que Ivy intentase hablar con Kyle y aclarar las cosas, porque no entendía bien lo que había sucedido, y me retiré con el resto de mi equipo. Colton parecía estar decidido y a probar de nuevo. Me había felicitado y comentó algo como que quizás yo le sirviese para inspirarse. Él no necesitaba eso, pero me agradó que pensara así, y cuando volvió a intentarlo, le aplaudí con fuerzas.

-Venga, Colt. ¡Tú puedes hacerlo! ¡Dale fuerte! –le grité, mientras probaba suerte como bateador. Consiguó darle a una, o casi, pero no mucho más. Parecía como que aquello  no era lo suyo, y cuando regresó, así lo reconoció.

-A lo mejor sí que hay una epidemia de gripe –le dije, pensando en que no sabía cuándo serían los partidos pero que yo tendría que quedarme fuera del equipo cuando… me diese lo mío. Íbamos a necesitar a alguien que me sustituyese o incluso quizás lo más sensato sería no ser yo guardiana.

No tenía que haberme presentado siquiera. ¿En qué estaba pensando? ¿Qué ocurrirá cuando tenga que quedarme apartada del equipo una semana? ¿Y si coincide con los partidos? No sé cómo no pensé en ello.

En realidad, sí que lo sabía. Era muy sencillo olvidarse de los problemas cuando estaba con mis amigos, muy fácil creerme que era “normal” y no una especie de “monstruo”.  Pero tarde o temprano, cada mes, mi propia naturaleza me lo recordaría; me haría ver que no era como los demás.

-Eh… Evelina, yo… creo que no tenía que haberme presentado a las pruebas. S-sería mejor que buscaseis a otra guardiana. Yo… es que a veces me pongo enferma y… no me gustaría dejaros tirados. No pensé en ello, l-lo siento. Yo… -estaba a punto de llorar, no porque el quidditch fuese importante o porque pensara que no era capaz de jugar, sino porque de nuevo me daba cuenta de que no era como cualquier otra niña y que tenía mis propias limitaciones.

Mientras en el campo seguía produciéndose vuelos y más vuelos, yo le volvía la espalda al campo para salir de allí, porque lo que menos me apetecía era quedarme en aquel lugar viendo como todos los demás podían hacer lo que más le gustaba, mientras que yo debía aceptar que era lo que era.

Miraba con expresión taciturna y serio cómo volaban los demás, con un pitido leve en mis oídos. No me sentía cómodo, algo andaba mal. Estaba claro que lo mío no era el deporte, no me apasionaba demasiado la idea de llevar a mi cuerpo hasta ese extremo, y estaba claro que había otros que habían vivido toda su infancia practicando o con familias que les enseñasen a volar. 

Los que fuimos criados por Muggles como yo no podían ni intentar igualar las capacidades de los que habían sido criados por magos y brujas. La rabia empezó a dar paso a un profundo malestar. Yo no era competitivo, nunca lo fui... y nunca fui uno interesado en el deporte.

De lejos pude ver como Colton volvió a intentar nuevamente las pruebas. El rubio de Colton. Sus gritos se oían incluso desde aquí, aunque no siempre entendiera lo que decía. Ese tipo de chicos eran los que siempre triunfaban en los deportes. Activo, movido, impertinente... tenía pinta de alcanzar siempre lo que querían y de acabar saliéndose con la suya en todo momento. Pero a veces si eran demasiado tontos acababan siendo la burla de todos. Así había sido hasta ahora en mi antigua escuela. Por eso casi nadie se comportaba tan estúpidamente, además de que en una escuela privada como a la que fui yo tampoco se permitían cierto tipo de comportamientos.

Pero sorprendentemente no parecía darle a nada con el bate. Eso hizo que alzara mis cejas de sorpresa, mientras le miraba desde lejos, fijándome en como soltaba cabreado el bate- *Vaya, eso no lo esperaba... - me lo imaginaba en plan bruto dando ostias por doquier con ese bate y rompiendo todas las ventanas de la escuela. Pero no, se ve que no tenía tan buenos reflejos. Y desde luego tampoco valía como buscador, por lo que vi. 

Aquello me hizo sacar una sonrisa mientras le veía terminar las pruebas, haciéndome sentir mucho mejor conmigo mismo, e inmediatamente dejé de prestarle atención para ver como volaban los demás. Úrsula aún no parecía interesada en intentar nada, pero los de Ravenclaw ya se habían puesto manos a la obra después de Michael. 

James y la otra chica, Elektra creo que se llamaba. Empezaron flojos pero cada vez lo hacían mejor, hasta el punto de que eran tan excelentes que lo habían hecho incluso mejor que Ivy y Alondra! o igual de bien? no sabría decirlo, volaron muy rápidos tanto el uno como la otra. Los demás alumnos de primero de Slytherin también se fijaron, y les miraban con esa mirada recelosa. *Qué pasa? no soportáis una buena competencia? - mi mueca de suficiencia se hizo aún más grande al ver como fruncían el entrecejo preocupados por ver a gente muy buena en los demás equipos - *seguro que igualmente buscarán cualquier cosa para insultarles. No saben hacer nada mejor que eso - no soportaba el rollo competitivo de mis compañeros de casa, la única diferente era Ivy. Me preguntaba si su hermano sería igual que ella, Donovan, o sería igual que el prefecto.

Pero en parte compartía una sensación con ellos, los de mi clase. Una cierta envidia, o celos. Qué bien volaban aquellos últimos... y hablando de últimos, ahora Percy el chico nuevo se puso a volar. Muy poco a poco, detrás de Michael. Bueno, no todos eran buenos. Le seguía con la mirada... casi esperando que pasase algo, una caída tonta o una escoba escapándose.

*Que molesto es todo esto... Que aburrimiento. Que ganas tengo de volver al castillo - mi rostro mostraba el cansancio y mis pocas ganas de estar ahí, y mi mente no paró de ir a otra parte, al castillo. Ya había tenido bastante y había hecho suficiente, había hecho todas las pruebas, y no había sido ningún desastre. ¿No podía irme ya?... tenía que aguantar con el resto, no podía mostrar falta de interés en aquél deporte que todos en la escuela amaban. 

Aún con mi mirada fija en los demás, con la mente perdida, me costó darme cuenta de que Ivy me estaba hablando. Como cuando te hablan muy bajito y casi no te enteras.

-Eh? que? ah, Ivy - ver su cara me devolvió a su realidad. - Aah.. no... nada... es que el deporte no es precisamente lo mío y... ya sabes... - miro hacia un grupito de nuestra clase - ..a veces no puedo con ellos, y sus comentarios... todos los días igual, van a peor... - susurré sólo para ella.

-No, por el momento nadie me ha dicho nada - respondí sobre el comentario que me hizo de Alondra - supongo que haber bateado "algo bien" me ha salvado de las burlas. Por cierto, vuelas fenomenal! y Alondra no lo ha hecho nada mal tampoco. ¿Estás preparada para compartir equipo con ella? - saqué el tema que iba a evidenciarse en breve. Seguro que iban a cogerlas a ambas - por lo menos no tendréis que preocuparos de luchar la una contra la otra en el mismo equipo! - le sonreí honestamente.

En ese momento oí a Luna decir que no formaría parte del equipo, porque de vez en cuando dejaría tirado al equipo. - Ivy, has oído a Luna? tú sabías que tenía la salud así de delicada? - acababa de decir que a menudo se ponía enferma y que podría dejar tirado al equipo algunas veces - Con lo buena que es como portera! eh.. digo, guardiana - miré en su dirección con gesto extrañado. Estaba seguro que Ivy iría a hablar con ella esta vez, eran mejores amigas al fin y al cabo. 

El rostro sonriente de Ivy se puso serio al ver la exhibición de Colton sobre la escoba. Se había presentado como buscador y como bateador, demostrando que era un completo desastre en Quidditch.

Pobre. Ojalá lo intente de nuevo y tenga otra oportunidad.

La pelirroja tenía un sabor agridulce en los labios. Por un lado, era maravilloso haber hecho sus pruebas bastante bien, pero ahora sufría por el resultado de sus amigos, y es que no a todo el mundo se le daba bien volar y menos, sin un buen entrenamiento previo.

En ese momento llegó Luna para abrazarle, y la pelirroja le devolvió el gesto con alegría y cariño - Lo has hecho genial, Luna. Eres increíble sobre la escoba - Sobre si sería la buscadora o no del equipo, eso aún estaba por ver - No lo sé. Supongo que cuando acabe todo nos dirán las posiciones - Entonces Luna hizo un comentario a Connor sobre Goldfinch y Jade suspiró - He oído lo que ha dicho, pero no sé porqué lo ha dicho o está así. Mejor será que hable con él para ver qué le pasa... - Comentó en baja voz, dejando que Luna regresara con los Gryffindor.

Jade se tomó su tiempo, momento para fijarse en James, el amigo Ravenclaw de Michael, el cual había demostrado ser un buscador muy hábil y un excelente guardián. Sin duda, la casa de la inteligencia iba a destacar ese año también en Quidditch, algo que quedaba claro al ver volar a Leveret, que había superado con creces la prueba de la pelirroja. Era una lástima aquel resultado porque posiblemente, Michael quedase fuera del equipo con tanto crack en el aire.

- Donovan. Los buscadores en Ravenclaw son tremendos - Le costaba decirlo, pero debía ser sincera con sus resultados - Coge al mejor para Slytherin, como si me tengo que quedar fuera... - Y eso era un verdadero dolor para Jade, pero alguien tan diestra como Elektra o buscaba a un rival que le hiciera cara, o tendría el partido ganado desde el inicio.

Cramson se alejaba de los Ravenclaw hacia las gradas, por un momento tuvo ganas de ir tras él, para darle ánimo y decirle que si no le cogían no era porque fuese malo, sino porque los demás eran desorbitadamente buenos, tanto que hasta ella estaba insegura. Pero el joven fue perseguido por Percy, y ver cómo ambos se alejaban de allí, provocó que quedase anclada en el sitio, justo cuando Kyle le respondía.

- Si no te gusta el deporte. ¿Para qué te presentas? - Fue la llana respuesta de la niña pelirroja cuando Kyle le confesó aquello - No deberías apuntarte a algo que no te gusta. Al fin y al cabo es ocio - Jade asintió cuando comprendió que el problema no era tanto el Quidditch sino sus compañeros - En todas las casas hay gente con la que encajarás más y otros con los que encajarás menos. Si te consuela, yo no tengo ninguna amiga en Slytherin... - en su voz había un deje de nostalgia - De noche siempre hay momentos para que mis compañeras de habitación se sienten en las camas unas con otras y hablen de sus cosas. En esos instantes en los que van a apagar las luces, siempre estoy sola y hecho de menos estar con Luna - Le dijo haciéndole una señal, separándose más del resto para poder hablar más tranquilos y sin oídos cerca - Pero supongo que es el precio que hay que pagar para tener amigos de verdad, aunque sea en otras casas...

Ivy asintió a Goldfinch cuando le aseguró que nadie le había dicho nada malo - Si alguien se mete contigo, sólo debes decírmelo y pondremos remedio. Aunque no bateas nada mal, si practicas serás genial en un año y lo que te dije antes, si no te gusta, siempre te quedará el ajedrez mágico - Sonrió con buen fondo - Muchas gracias, aunque no vuelo tan bien como Elektra, esa chica es brutal - Reconoció - O sale alguien mejor para Slytherin o tendremos muchos problemas para conseguir la copa de la casa - Hablar de Alondra marcó una negación con su cabeza - Es imposible acostumbrarse a ella. Simplemente no nos llevamos bien. Me alegro de que tú al menos la entiendas - Y es que Kyle siempre mencionaba a Sparks, en la mente de Jade estaba claro que algo le unía a Alondra pues era capaz de valorar los logros de la compañera, mientras que Ivy, simplemente no la soportaba.

¿No se está alejando Luna del resto de su equipo? Será que quiere ir al baño...

Que Michael se retirase tenía lógica tras ver su competencia en Quidditch, pero la marcha de Ferlet era extraña, pues sus resultados habían sido brillantes. De ahí, que Ivy pensara que tenía un problema de sobre contención de vejiga. Una suerte que Kyle dijera algo que puso a la pelirroja en alerta.

- Lo de Luna... Sí... Pero... No... Yo... - No sabía qué responder hasta que tomó una determinación - Si preguntan por mí di que fui al aseo... - Y marchó corriendo en dirección hacia Ferlet. Ella sabía todo lo que había que saber sobre Luna, y su preocupación iba en aumento. Cuando le dio alcance casi no podía ni respirar, y es que los deportes muggles, como correr, era algo agotador - Lu....na... Me... Pffffuuuuuuu... - Tomó aire - ¿Estás bien? - Al menos respiraba mejor que ella - ¿Por qué te vas? Aún no han dicho las posiciones...

Para mí decir todo aquello había sido muy duro, muy difícil, no solo porque me lo estaba pasando bien, sino porque había recibido los abrazos y las felicitaciones de mis amigos y en cierta manera sentía como si los estuviese traicionando.

Pero tenía que ser honesta y la verdad era que sentía miedo de defraudar a todos al no poder jugar, o al sentirme mal y no poder hacerlo al máximo. ¿De verdad iba a poner en riesgo a todo el equipo? Por un instante, cuando lo pensé, cuando me di cuenta de ello, decidí que sí, que quizás no me afectase y que merecía estar en él, pero no pasó mucho tiempo antes de que cambiase de opinión.

Todo había sido como un enorme espejismo y ahora veía la cruda realidad. Una cosa era ir a las clases y estudiar, recuperar el tiempo que pudiera perder trabajando más durante los fines de semana y por la noche, y también pedirle ayuda a mis amigos para que me dejasen copiar los apuntes y las tareas.

Pero que otros dependiesen de mí era algo que no me parecía justo.

Estaba a punto de salir del campo de quidditch cuando oí a Ivy llamarme desde atrás, asfixiada por la carrera que parecía haberse dado para lograr alcanzarme, y entonces, al mirarla, me di cuenta de que parecía preocupada.

Había visto que me iba y no lo entendía, y me estaba preguntando sin caer en ello.

Miré entonces a mi alrededor para asegurarme de que no había nadie cerca y de que no podían escucharnos.

-Yo… no puedo jugar. No debí presentarme a las pruebas. Tú sabes por qué, sabes lo que me pasa, y cuando eso ocurra… ¿qué ocurrirá con el equipo? No puedo entrar como guardiana y dejarlos tirados el día del partido, ni en los entrenamientos. Me equivoqué al venir y pensar que podía ser como los demás. Nunca lo seré.

Miré a Ivy a los ojos, sabiendo que ella me entendía. Era la única que podía comprender bien cómo me sentía, porque solo a ella se lo había contado. Los demás a lo mejor no sabían a qué se debía lo que estaba haciendo, pero ya me inventaría algo, como que me sentía débil y enferma, solo eso, y que era suficiente para negarme al final a participar. Seguramente acabarían por entenderlo y no darle más vueltas.

Animaría como la que más, al igual que Úrsula, por ejemplo, pero era mejor que dejase el equipo, por el bien de todos.

Por fin había llegado hasta donde estaba Luna. Ivy denotaba en su rostro la preocupación que su amiga le ocasionaba. Inicialmente, había pensado en que su retirada era por algo tan mundano como ir al baño, pero tras hablar con Kyle quizás el problema fuera otro y allí debía estar ella para ayudar.

Como alguien se haya reído de ella lo reviento...

Y no es que Jade fuera una niña de barrio bajo buscando camorra, pero era cierto que los sentimientos que Ferlet despertaba en ella hacía complicado que pudiera transigir que alguien se propasara con su mejor amiga. Ivy no era joven de puños, ¡eso estropeaba las uñas!, pero podía tener ideas muy malas como quisiera pagar con la misma moneda a quien se metiera con Luna.

- ¿Cómo que no puedes jugar? Si lo haces divinamente... - Fue su primera respuesta, pestañeando un par de veces sin entender hasta que Ferlet fue más concreta - Luna, si no pudieses jugar, la profesora Mistle te habría sacado del campo, así como tu jefe de casa. Quizás lo que te pasa no influya en esto, hasta ahora no ha habido nada anormal en ti... - Quiso quitar hierro al asunto - Bueno en realidad sí. Dudo mucho que haya otro jugador en Gryffindor que te iguale - Sonrisa amplia - Vamos, eres mi competencia directa. ¿Vas a dejar que destroce a la casa del león sin atreverte a luchar? Eres la única que puedes hacerme frente - Le guiñó el ojo con simpatía, no iba a mencionar que Gryffindor y Slytherin estaban bien jodidas mientras Elektra fuese buscadora.

- Hay una posible solución. Habla con el capitán de tu equipo y dile que elija dos guardianes. Tú serás la oficial, pero si te pones mala tienen que tener previsión para suplirte. Así no tendrás la conciencia intranquila - Sugirió antes de decir unas muy sentidas palabras - No te equivocaste al venir y hacer las pruebas. Acabas de dar esperanzas a tu equipo de ganar sólo con ver tu prueba, no puedes echarte atrás ahora. Confían en ti. Y sobre que no eres como los demás, ahí tienes razón. Eres mucho mejor que el resto y por eso te quiero mucho, Luna - Le abrazó con una dulzura infinita y más, porque sabía que en el fondo, necesitaba ese afecto. Quizás una buena Slytherin habría aprovechado la oportunidad para quitar una fuerte adversaria, pero Jade no era así, su padre le había educado para mirar siempre primero por su familia y amigos. Lo demás no era tan importante. Otra cosa era lo que su abuela decía.

- Regresa allí y propón lo de dos guardianes. No tires la toalla, Luna - Y le cogió de la mano para llevarla hacia donde estaban los miembros de su casa, desviándose posteriormente hacia la agrupación de Slytherin. No sin buscar a Michael con la mirada, si Percy no hubiera ido tras él, habría ido a buscarle, pero no deseaba crear más tensión de la necesaria. Aunque no podía sacárselo de la cabeza.

Con cierta timidez había dicho aquellas palabras a modo de rápida despedida cuando decidió correr tras Michael. Finalmente lo alcanzó embargado posiblemente por la emoción que aún recorría su pequeño cuerpo que le aportaba una dosis de energía que nunca había sentido anteriormente. Se había perdido el resto de lo que pasaba en el campo, aunque esperaba poder enterarse no tardando mucho - ¿Qué te pasa Michael? - Dijo cuando le alcanzó, sujetándole el brazo aunque no sin mucha fuerza. 

- ¿Es por el Quidditch? - Quiso saber Percy. Después de lo que habían hablado en la sala común se sentía más unido a él y confiaba en su compañero - Es pronto para tomar conclusiones. Además, los Ravenclaw se nos supone racionales y lógicos, seguro que podemos convencer a la capitana de que haga una selección amplia y que las definitivas sean cuando los de primero hayamos podido practicar algo más. Además es más justo para aquellos que no han practicado antes con una escoba - Le comentó con una sonrisa algo triste - Además, se nota que tienes talento y posibilidades, seguro que en los entrenamientos sería útil que hubiera más gente. Puede que nos dejen unirnos al menos a los entrenamientos y así practicamos ¿Te parece? - dijo al tiempo que de manera bastante formal le extendía la mano como ofreciendo un acuerdo, poniendo un rostro serio y formal. 

Según Michael se alejaba de la zona del campo en la que Ravenclaw hacía sus pruebas, fue reduciendo el ritmo. Por instinto, giró la cabeza hacia los alumnos y alumnas de Slytherin. Temía un poco el momento de volver a ver a Ivy, porque de algún modo sentía que había fallado a su amiga. Ella le había ayudado con su mejor intención, y el Ravenclaw no tenía la menor duda de que si había conseguido volar de aquél modo, era gracias al entrenamiento compartido con la chica pelirroja.

Sin embargo, respiró hondo y se esforzó por controlar su decepción. Después de todo, si le hubieran dicho en la Biblioteca cómo iban a ir las pruebas, no se lo hubiera creído. Si seguía practicando, quizá tuviera posibilidades en el futuro. Además, tenía que felicitar a Ivy y a Luna, que lo habían hecho realmente bien y se alegraba de verdad por ellas. Michael estaba pensando en eso cuando notó que alguien le tiraba del brazo. Al volverse, se encontró con el rostro de Percy, que finalmente sí le había seguido.

—¿Qué? ¡Oh! Nada, nada... —respondió con rapidez cuando Percy le preguntó qué le pasaba. Pero al nuevo Ravenclaw no se la iba a dar con queso tan fácilmente. 

Michael escuchó lo que Percy le dijo a continuación con una expresión que hacía difícil leer sus emociones. Pero cuando comentó aquello de que tenía talento y posibilidades, sonrió. Era lo mismo que había dicho Ivy en el entrenamiento. Rió entre dientes cuando Percy terminó y le ofreció aquella mano.

—Siento haberme ido así —dijo—. Es que... bueno, la verdad es que no tenía previsto presentarme a las pruebas. Volar nunca me había interesado mucho, ¿sabes? Pero a mi hermana le encanta el quidditch, es... —buscó con la mirada entre el grupo de Hufflepuff y señaló a una chica de tercero que iba vestida con el uniforme amarillo del equipo— ... esa de allí. A ella le hacía ilusión que lo intentara, y la verdad es que ahora la entiendo mejor. Y luego Ivy me ayudó a que le perdiera el miedo a volar y... En fin, supongo que al final me había ilusionado con hacer un buen papel para poder sorprenderlas. Pero debí suponer que me falta mucha práctica...

Se encogió de hombros con una sonrisa.

—Lo que le he dicho a Winona iba en serio —siguió—. Ahora creo que me gustaría jugar, pero si algún día me escoge, quiero que sea porque realmente me lo merezca. Así que me parece una gran idea eso de pedir que nos dejen entrenar para que podamos seguir mejorando. Cuenta conmigo.

Y le estrechó la mano a su nuevo compañero con decisión. Aquél chico empezaba a caerle bien.

—Ahora me gustaría ir a felicitar a Ivy y a Luna, y también a preguntarles al resto qué tal se lo han pasado. ¿Quieres venir? Además... —se acercó un poco a Percy y bajó la voz—. Hay algo que quiero preguntarles a todos, y que tiene que ver contigo y con lo que ya sabemos...

Michael había dicho aquello muy serio, así que seguramente se tratase de algo importante. Se volvió hacia los grupos de Slytherin y Gryffindor... pero entonces se dio cuenta de que no había ni rastro de Luna o Jade. ¿Dónde se habrían metido? Decidió ir a buscar a Kyle, Colton y Úrsula.

—¡Hola! —les saludó con un gesto al encontrarles por el campo—. ¿Qué tal os ha ido? Yo voy de cabeza a las gradas, pero me lo he pasado genial. Tanto que voy a pedir a Winona que me deje seguir entrenando, quizá en otra ocasión logre entrar en el equipo. ¿Sabéis dónde están Ivy y Luna? Las he visto hacer sus pruebas desde lejos y lo han hecho muy bien, puede que a ellas sí las escojan...

Me había resultado muy duro llegar a aquella conclusión, decidirme por lo que había dicho, porque la desilusión que me generaba era… muy dura. Ivy pareció tardar un poco en entender de qué iba todo aquello pero cuando lo hizo, insistió en que podía jugar, que podía hacerlo porque si no, me lo habrían dicho.

Cuando bromeó respecto a ser su competencia directa, sonreí.

-Bueno, en realidad no seríamos competencia directa porque tú serás buscadora, supongo, y yo guardiana. Así que a no ser que me lanzaras la snith a toda velocidad… -le dije, bromeando unos instantes y olvidándome momentáneamente del problema, al mismo tiempo que me limpiaba un poco los ojos, irritados a causa de las lágrimas.

Seguramente tendría los ojos del tamaño de una bludger.

-Yo… sé que puedo jugar, pero tengo miedo de dejarles tirados –le dije de nuevo, mirando a mi alrededor y viendo de fondo los vuelos que efectuaban aquellos que se presentaban a las pruebas.

Entonces Ivy me sugirió que hablase con el capitán y que escogiese dos guardianes, uno por si tenía que sustituirme a mí. Esa no era una mala idea, aunque obligaba a tener a un jugador más en espera.

-Tienes razón. Eso es lo que debería hacer…, pero también darle la oportunidad de que escoja a alguien más. No puedo obligar a que tengan a alguien más en reserva, así como así.

Por lo menos debía ofrecerme a colaborar en lo que fuese necesario, en todo lo que resultase bueno para el equipo y no pensar tanto en mí misma. En un principio así lo había hecho, optando por retirarme, pero quizás tuviese que dejar que fuese la capitana quien tomase la decisión.

Ivy me dio muchos ánimos, confiando en mí y sobre todo, diciéndome que me quería mucho. Así que ambas nos abrazamos, por mi parte sintiendo que la necesitaba más que a nadie.

-Está bien, vamos a hablar con ella, a ver qué nos dice –le dije, cogiendo la mano de Ivy para caminar de regreso al campo. No era cuestión de tirar la toalla… pero al menos que fuese Evelina quien escogiese lo que convenía al equipo y no al contrario. Lo mismo hasta podía estar en todos los partidos sin problemas.

Mientras volvíamos, vi como Ivy buscaba a alguien o algo con la mirada, y al acercarnos más, vimos al grupo reunido y hablando entre ellos.

-Mira, allí están los demás. Espero que al final entremos todos, aunque Colton, Kyle y Michael estaban bastante desilusionados. Pero veremos. Ah, ahí está Evelina. Voy a hablar con ella –le dije a Ivy, deteniéndome un momento para darle un nuevo abrazo -.Muchas gracias por todo, Ivy. No sé que haría sin ti. A veces… me dejo llevar, me hundo demasiado deprisa, pero tú me devuelves la confianza.

Tras dejar a Ivy, me acerqué a Evelina.

-Yo… no he … bueno, un poco sí, cambiado de opinión. Es que no quiero ser una carga para el equipo. Sé que a veces me pongo enferma y no me gustaría faltar a los partidos. Lo mismo prefieres buscar a otra persona para ser guardiana, bien como titular o para sustituirme en caso de que… falte. No sé, lo que decidas está bien para mí –le dije finalmente, mirando al resto de alumnos y alumnas que se habían presentado, algunos de los cuales sabía que se habían presentado como guardianes. Así que tendría para escoger… suponía.

En cierta manera entendía muy bien como podía sentirse Michael. Él casi siempre había estado solo. Saberse parte de algo, resultaba emocionante, sobre todo cuando había gente pendiente y animando como era el caso de su compañero. Cuando se disculpó por haberse ido así, sonrió e hizo un gesto con la mano restándole importancia. Estaba dispuesto a hacer algo que aunque había pensado muchas veces no solía decir en voz alta, estaba dispuesto a hacer una broma... - Bah, no creo que nadie nos culpe por comportarnos como niños de vez en cuando, a fin de cuentas lo somos - afirmó sonriendo divertido. Observó en dirección a donde le señalaba Michael, asintiendo comprendiendo un poco más la reacción de su amigo - Bueno, no creo que nadie espere que seas perfecto el quinto día de estar en el colegio, además que por lo que he podido comprobar apenas hay tiempo para respirar. Con algo de tiempo seguro que podremos aportar al equipo - declaró con convicción mientras le sonreía. Cuando estrecharon la mano, Percy se sintió aliviado y cómodo. Le caía bien su compañero de casa. A pesar de la gran cantidad de trabajo le estaba resultando más fácil de lo esperado hacerse al colegio y era en parte por aquel grupo de alumnos de primero que lo habían acogido prácticamente como a uno más. 

- Claro, vamos - afirmó ante la idea de ir a felicitar al resto del grupo de estudio que lo habían hecho bien y siguió a Cramson. Cuando le dijo aquello tan serio y en voz baja se quedó algo serio, pensaba de que se trataba, aunque la parte que había contado él aún era demasiado personal para contarla así como así y menos en el campo de Quidditch. Estaba prácticamente convencido que hacía referencia al hecho de que contarán con él, Percy, para curiosear. Cuando se acercaron al grupo formado por Kyle, Colton y Úrsula, el joven Wildsmith les saludó con la mano y un quedo - Hola -