Partida Rol por web

-No te disculpes Seth, esto lo causamos los dos no solo tú. – Me acosté a su lado, cerré los ojos al sentir sus caricias en mi cabello para disfrutarlas mejor, tal vez esta no era ni de lejos la mejor de las situaciones que compartíamos juntos, pero ese era el poder que Seth que tenía sobre mí, aunque quisiera no podría sentirme enojada ni incomoda, lo quería demasiado y jamás rechazaría estar cerca de él.

Lentamente vuelvo a abrir mis ojos cuando escucho que pronuncia mi nombre, y oigo atentamente lo que tiene que decir. Aunque no me mirara directamente, lo cual llega a preocuparme un poco.

Cuando escucho salir esas temidas palabras de sus labios. “Creo que te quiero como algo más”, lo miro con los ojos abiertos como platos, sin creer todavía lo que acababa de escuchar. No quiero esto, no quiero esto. Dudo unos instantes antes de responder.

-Seth, yo…yo no quiero una relación seria… no ahora, tú me conoces… yo… yo no soy así…y mucho menos quiero que seas uno más de los chicos con los que tengo sexo y a la mañana siguiente ya me estoy escapando. –suspire- Tu eres mucho más que eso, lo sabes ¿no?

Me quede en silencio uno instantes sintiéndome como una completa idiota, como la peor persona del mundo, me odiaba por las palabras que salían de mi boca, jamás haría algo que pudiera herirlo, lo quería demasiado.

Lamentablemente esta relación que tenía con Seth iba mucho más allá, no solo lo quería para mí, quería estar junto a él, apoyarlo, igual como él me ha apoyado a mí. Lo apreciaba demasiado para hacer cualquier cosa que podría llegar a arruinar lo nuestro, o llegar a lastimarlo.

Me equivoque, me equivoque nuevamente. Había prometido que jamás volvería a pasar, que jamás permitiría a alguien nuevamente se acercase lo suficiente para volverme a sentir así, como me sentía en ese momento vulnerable.

Tal vez podría engañarlo a él, hasta podría intentar engañarme a mí misma, pero muy en el fondo yo sabía que el hecho de que él quisiera algo más conmigo me hacía feliz.

-Y para nada me voy a ir… jamás te dejaría solo- le doy un tierno beso en la mejilla demostrando que ahí estaba apara él y que todo lo que había pasado no afectaba en nada nuestra relación.

Cada vez que él hablaba mi mirada instintivamente daba a sus labios, quería besarlo, y aunque estaba segura de que podía hacerlo y que ninguno de los dos daría objeción alguna, muy en el fondo sabía que, si comenzaba, esta vez no pararía.

Aunque luego él es quien me besa, y aunque al inicio parecía que el gesto no era mutuo, después de uno instantes correspondí, y le bese como nunca antes había besado a alguien. De vez en cuando pasaba por mi cabeza un toque de remordimiento, haciéndome pensar que hubiera pasado si no hubiera detenido tolo que estábamos haciendo antes. Aunque en el fondo sabía que esto era lo mejor… o ¿no?

Así que me resigne a recostarme, colocando mis brazos alrededor de él, y apoyando mi cabeza en su pecho. –Te quiero. –deje salir esa frase, aun sin yo misma saber realmente que significaba. ¿Te quiero como un amigo o como algo más?.

Emily siempre sabe decir lo justo y necesario para poder sentirme mejor ante la peor de las situaciones. Aunque en este caso es ella misma la que debe calmarse más que yo.

- Sé que no lo quieres y sabes que yo tampoco... - digo mientras juego con mi mano sobre la palma de la suya. Entrelazo los dedos y luego con la punta de los míos sigo las líneas de su palma sin darme cuenta. - Tampoco quiero que seas una de esas chicas para mí, Emily. Alguna vez me he atrevido a hablar con Eleanor de esto. Sabes lo importante que es para mí y que con confiaría nada de esto a cualquiera y... - paso mi otra mano por su costado, dibujando sus curvas, siguiéndolas, perdido en su cuerpo, entre las costillas y marcando con la uña por donde paso. Rozando levemente su pecho izquierdo pero no deteniéndome en él. No era nada obsceno, solo disfrutaba de su piel, imaginando su aroma a través de mis movimientos, como sería poder no retenernos y disfrutar de verdad el uno del otro. No solo sexo, poder ir tomados de la mano, mirarnos y sonreír como idiotas. Porque en el fondo eso soy, un idiota. Puede que reniegue del amor solo porque lo tengo delante y soy ciego. Joder Seth... Cuando quiero darme cuenta llevo unos segundos si acabar mi frase. - Y... No diría a nadie que eres más que eso para mí si de verdad no lo sintiese. 

Unos segundos se hacen minutos incluso horas para mí. No se si es algo bueno o lo peor del mundo lo que me ronda por la cabeza en esos instantes. Miedo, frustración, deseo, amor... Todo en un mismo cóctel que se escapa de mis manos, que se vierte por encima de una mesa donde esta noche había puesto todo lo que tengo. El día ya había empezado raro, diferente, pero tras este rato con Emily... Aprieto su cuerpo más contra el mío, como si sus palabras de que no se fuese a ir solo son una mentira. Se que no es así, ella jamás me haría eso si me dice que se queda pero, algo en mí me dice que necesito su calor, su cuerpo bien pegado al mío. Quiero amor, quiero poder hacerlo sintiendo algo más que un momento de sexo. Su cuerpo aun semi desnudo está caliente y noto su pecho contra mi parte baja del estómago. Suaves y preciosos, ligeramente deformado al estar contra mí, y eso me hace sentir un escalofrío que ella sin duda nota. Ceso las caricias y me incorporo levemente para poder mirar a sus ojos, llenos de color y vida en los que si ella quisiese me perdería por siempre.

- Te quiero, lo siento pero te quiero Emily. - mis ojos estaban a punto de estallar, no se si de rabia, de dolor, de lo que fuese pero contenía todo en ellos. Joder quiero eso y más. - No quiero perder esto que tenemos pero tampoco quiero perder el estar contigo, joder me había prometido no sentir, no querer y... No amar... Pero me rompes los esquemas. - mis ojos bailan de sus ojos a sus labios unas cuantas veces. Quiero fundirme, besarla de nuevo, de verdad que lo quiero pero no quiero herirla, no quiero herir lo nuestro. ¿Era justo sentir miedo ahora? Pese a sus palabras algo me dice que seríamos felices. Su puta madre, en esta cama siempre he sido un cobarde que solo pensaba en follar y ahora que tengo la oportunidad de intentar ser más que eso, ser feliz ¿voy a dejarlo pasar? - Prometo que pase lo que pase esto no se va a romper, no vas a ser una chica que solo sea sexo y luego adiós. Ni mi amistad se va a quebrar pero... Lo siento... - y sin poder evitarlo vuelvo a besarla, sin contenerme, dando lo mejor de mí y llevando mi mano a sus caderas, apretando su cuerpo contra el mío, quiero tenerla cerca y si funciona, sonreír como un idiota.

No entendía que estaba pasando, y en parte no quería hacerlo, en ocasiones me sentía como si estuviera en un dulce sueño, y en otras como si estuviera en mi peor pesadilla.

-Seth, no entiendo… ¿qué es lo que quieres de mí? ¿Eh?, ¿qué quieres que yo haga? -dije realmente consternada por toda la información que había sido expulsada hacia mí en tan poco tiempo.

Siento como me acerca a él con fuerza, como si yo fuera a escapar de sus brazos, cosa que jamás haría. Y me permito volver a sentir su piel, su tacto, volver a sentirlo cerca de mí. Aunque todo este tema no me dejaba disfrutarlo como era debido.

-Seth, de verdad te quiero… pero no quiero esto… por favor. - Todo este tema ya comenzaba a causarme dolor de cabeza, ¿porque ahora? Llevábamos mucho tiempo siendo eso, solo amigos, y éramos felices así, al menos yo lo era… ¿porque todo esto tenía que pasar justo ahora?

Vi sus ojos y realmente me partió el corazón verlo así, pero todo esto era algo innegociable.

-No me vas a perder, escúchame no vas a perder nada de esto… no vas a perder nada de nosotros –Digo tomando su rostro entre mis manos- Pero no puedo Seth, no puedo darte lo que estás buscando.

Recibo su beso, y nuevamente le correspondo, dejando bailar mis labios sobre los suyos, Al terminar me alejo de él y salgo de la cama arrastrando la sabana que Seth me había apuesto para cubrirme, y doy unos pasos alejándome un poco antes de volver a dirigirme a él.

-Bueno, ya se está haciendo tarde, así que creo que mejor me voy a mi “habitación”. - Digo con tono burlesco refiriéndome al sofá que me esperaba en la planta baja. -A menos, que el Señor, me conceda el gran honor de poder dormir con él. - esbozo una mueca burlesca intentando quitarle peso a todo lo que había ocurrido, e intentando cambiar nuevamente de tema, además que no quería dormir sola en el sofá. – ¿por favor? – Hago cara de cordero degollado mientras pongo amabas manos juntas enfrente de mi fingiendo suplicarle.

Dios había sido un idiota y me odio por eso. Quiero culpar a esta noche, a un día de mierda pero en parte tenía todo eso dentro de mí. A lo mejor no tan intenso y debo disculparme por eso.

- Perdóname, Emily. -digo bajando la mirada mientras ella se aleja con la sábana. Me acerco a el armario y tomo un pantalón y una camiseta nueva. Saco otra para ella y se la ofrezco con una sonrisa apagada. - No quería... Bueno sí. Pero no de este modo. - poco a poco recupero mi compostura habitual. Visto el error de ambos, pero más el mío, joder había sido un completo idiota. Dejar que un día pueda joder algo como esto no es propio de mí.

- Ha sido un día complicado, para ambos y bueno, no han estado mal los besos la verdad. - digo con una mejor sonrisa. La verdad es que el haber hecho un poco el ridículo poco a poco me empezaba a parecer algo tan típico mío que podría reírme de ello. - Ya van dos de dos, a la tercera no te escapas Emily. - guiño un ojo y me acerco para besar esta vez su mejilla, como solemos hacer siempre.

- Nada de habitaciones separadas, pareceremos un viejo matrimonio, pero aún está por llegar la pizza. No se tú, pero yo tras hacer un poco el ridículo siempre tengo hambre. - y así es como me siento pero a la vez puedo asegurar con certeza que Emily sabrá separar lo malo de todo esto, como yo y poder estar bien ambos. Es una cualidad tan suya que la he adoptado.

Y justo suena el timbre. Dejo que Emily se vista con calma y voy a abrir la puerta. Pago la pizza además de una generosa propina y cierro la puerta. - Peperoni y extra de queso, vamos que se enfría. - digo levantando la voz y me escuche. - Cenamos y vamos a la cama a ver algo mientras cogemos el sueño ¿te parece? Te dejo elegir.

Tras la cena vamos a la cama y ofrezco mi lado habitual de la cama para que ella duerma ahí. La verdad es que ahora me costaría explicar porqué mi colchón tiene la forma de una mujer marcada en el otro lado. Eleanor duerme tanto aquí que el colchón ya ha adoptado su forma. 

Ofrezco mis brazos para que se acerque y ponemos lo que quiera ver en la televisión. Todo vuelve a la calma y no puedo pensar más que eso me hace feliz.

- Te quiero Emily. Y si es amistad lo que somos, me parece más que suficiente. - sonrío como siempre y beso su cabeza con cariño.

Y a toda pastilla, Seth con su potentoso coche, llegó a su hogar junto con Eleanor, a la cual la policía le había impedido estar con su hermana ¡que desagradables aquellos tipos queriendo interrogar a alguien en privado!

Durante el viaje Eleanor puede ver que mi rostro siempre sonriente y divertido con ella no lo era tanto. La verdad es que todo el tema de mis padres, de Mary, de Emily y ahora lo del asesinato está haciendo algo de mella en mí. Miro de reojo su figura, sentada a mi lado y apoyo mi mano sobre su muslo con cariño. - Perdona por no ser el Seth de siempre, enana. - y hago una sonrisa sincera pero no tan brillante como siempre.

Ya en el apartamento intento relajarme un poco. Como siempre dejo las llaves de casa y el coche colocadas meticulosamente, no dejando nada al azar e invito a Eleanor, sin necesidad de ello, a que se acomode. - ¿Quieres tomar algo Ele? Si la asistenta ha ido a la compra debo de tener zumo en la nevera y puede que algunas cervezas. - no suelo comprarlas pero hoy necesitaba un respiro. - Siento que no haya mucho más, sabes que soy un desastre con eso. - digo con ya una recuperada sonrisa y mi cara de bobo. - Además, después del fiestón con Emily ayer... - me río y voy hacia mi armario, para cambiarme de ropa. Odio estar sucio. Saco lo primero que pillo y me lo pongo. - Elenana, ya sabes si quieres ponerte algo, cógelo. Ponte cómoda.

Envío un par de mensajes por el móvil antes de tumbarme en la cama e invitar a Ele a que haga lo mismo. Pongo la televisión y me recuesto. - Un tema de día ¿ah? Espero que Mary está bien ¿cómo que no te dejaron quedarte? No sé, al final es tu hermana y seguro pueden sacar más datos contigo ahí dentro. - digo con un tono neutro. - Igual, ¿qué quieren saber? No creo que piensen que ella puede haber hecho algo así... Lo raro es que habiendo estado ambos con ella... No nos hagan quedarnos también, es todo muy raro en esto...

Las ideas se agolpaban en mi cabeza y la verdad no sabía como ordenarlas. Pese a todo no soy más que un chico normal y estas cosas no sabe tratarlas como debe. - ¿Qué tal estás tú? Perdona no haber preguntado antes pero, en el coche, tenía que aclararme un poco.

Comienza a sonar el móvil de Seth, tal aparece que su madre lo está llamando. 

Un poco frustrada, revoleo el móvil hacia la cama mientras escucho a Seth. - Ya, no te preocupes. No puedes ser un payaso todo el día. - respondo mientras voy hacia la nevera para servirme un poco de zumo y comprobar que sí, debemos ir al super a hacer las compras porque no tiene absolutamente nada. Que cabrón. - Si, zumo y cervezas. Igual haremos la compra nosotros, no puede ser que estés viviendo a nada. - digo haciendo carita de preocupación, pero a su vez dando un bonito sermón. 

Una vez lleno dos vasos, me doy cuenta de que se ha cambiado y lo miro al detalle. - Oye. ¿Tienes la camiseta de ferrari aún? - pregunto y me dirijo hacia su armario, obviamente buscándola. - ¿Qué fiestón? ¡Cuéntame! - comento mientras me quito la camiseta de tirantes negra, quedando en sostén mientras se revela aquello que Seth conoce más que bien y pillo una roja para ponérmela mientras veo que llega a mitad de muslo. - Puff, larga. - me quejo entre risas y la anudo para que quede medio top. 

- Hm no sé... Espero no esté metida en algo turbio. Ya nos vamos a enterar... Pues, ahí nos estamos enterando. - digo al escuchar el móvil en la cama, ese sonido peculiar es el de mi hermana. Me acuesto trasero para arriba y con los codos apoyados, leo el mensaje mientras le respondo. - Me pregunta dónde estoy, le dije que aquí contigo. - comento a Seth mientras también hablo con Tessa. - Pufff, encima parece que pierdo una amiga... Me dice que solo tengo ojos para ti. ¿Entonces qué puedo decir yo de ella? Va detrás de Madison como una chihuahua obediente. -protesto y lanzo el móvil de nuevo, lo quiero lejos mío. Luego giro sobre mi misma mientras quedo boca arriba mirando el techo. 

Suena el tel de Seth, le hago un gesto que a su bola. 

La madre de Seth se apresura a hablar tan pronto nota que han contestado en móvil.

-Hola cariño ¿cómo estás?... Solo te llamo porque – se aclara la voz- Seamos sinceros Seth, no eres el tipo de hijo que llama a sus padres solo para preguntarles como están. ¿Qué paso ayer?... ¿porque me estabas llamando con tanta insistencia? ¿Está todo bien?.

Me escondo un poco en mí mismo avergonzado porque es cierto que soy un auténtico desastre para las tareas de casa y solo mando a la asistenta a comprar cosas que pueda comer para mi dieta además de zumos y cervezas. Tomo el vaso que me prepara Eleanor y lo bebo de un trago.

- ¿Qué haría sin ti? Pero no compres mucho que luego siempre me toca tirarlo porque no te lo comes. - soy un desastre para organizarme con estas cosas pero pulcro como nadie y muy ordenado. Odio que dejen todo por ahí. - La última pizza que pedimos rondó dos semanas por ahí porque eres un desastre. - le digo con la lengua fuera tras un guiño.

Miro atento cuando me pregunta sobre la camiseta. Dudo por unos instantes donde puede estar pero enseguida caigo.

- Está en el segundo estante, la quinta empezando por la derecha. ¿La ves? - digo desde la cama.  - Y no te preocupes, solo intentaba hacerte enfadar. - digo con media sonrisa y poniendo una mirada sexy, la que solo pongo para ella, una donde ni la más necesitada querría acercarse. - Las sábanas están limpias, solo nos besamos y luego dormimos. Aunque fue todo muy extraño, casi follamos y luego fui algo idiota cuando se detuvo. Pero todo bien o eso creo...

Afirmo con la cabeza mientras veo como se tumba a mi lado boca abajo con el teléfono. Mary puede estar en un buen lío o no ser nada, pero me preocupa.

- Tu hermana no ha sabido llevar bien su vida nunca, pero no creo que sea tan atrevida como para hacer algo así o tener que ver. ¿Puede ser que sepa algo que nosotros no? - digo mirando a la tele pero sin prestar atención a lo que están echando. -¿Viene entonces? Joder...

Se que Tessa es importante para ella y cuando veo como lanza el móvil y se tumba de mala gana tras ese comentario me acerco y la abrazo. Tomo sus manos y las llevo hasta mi pecho para observar sus marcas pero sin que se de cuenta, así que acaricio sus palmas con delicadeza. Nunca hago esto más que cuando veo que de verdad necesita apoyo, es como mi método de relajarla.

- No te preocupes, hablarás con Tessa, no creo que la idiota de Madison la retenga por siempre. Se dará cuenta de quien es su verdadera amiga. - intento ser lo más animado posible mientras con disimulo miro sus marcas. Desde el descubrimiento no puedo evitar pensar que soy mal amigo con ella, que pese a todo no he sabido evitar eso. - Igual, si quieres podemos vernos menos... Puedes venir a dormir cuando quieras pero, si crees que puedo afectar a tus amistades... - me parte el corazón hacer algo así pero Ele es mucho más que yo así que no puedo hacer otra cosa. - Intentaré acostarme con más tías para estar más ocupado... - digo con una carcajada y así restar importancia a esto.

Cuando suena el teléfono miro unos segundos la pantalla dudoso de contestar pero finalmente lo hago.

- Hola mamá, estoy bien, bueno estamos, está aquí Eleanor. - cuando prosigue después del saludo un nudo en la garganta se me forma al instante y por inercia pongo el altavoz. - Bueno mamá... Ayer fue un mal día, lo del coche ya sabes... Papá enfadado y aunque no es novedad, no puedo verte mal a ti. Siento haberte disgustado mamá, lo siento mucho... - miro a Eleanor buscando un apoyo, no me atrevo a decirle lo que se por teléfono. - Si quieres podemos vernos mañana, podemos ir a cenar o comer fuera, Ele, tú y yo ¿te apetece? - miro a la vez a Eleanor pidiendo a la vez disculpas por si jodo alguno de sus planes. 

- Ehm... No entendiste, vamos juntos a la compra y aprendes a hacerla tu. - digo en un tono serio, que al mirar su cara, poco me dura porque me hace reír. - Lo justo y necesario, aunque me apetece helado por la noche. Estar los dos en la cama, un bote cada uno y disfrutar de una película. Después hablamos mal con la lengua helada. - comento a modo de recordatorio, es que hacemos esa tontería desde que somos unos críos. - Buenooo es que me queda todo en el culo, no puedo abusar. Bobo... Después dices que soy una abeja, contigo no necesito enemigos eh. - bromeo mientras me acurruco entre sus brazos. 

El móvil suena pero que se ha caído y está debajo de la cama, me da igual. Ya me caerá el sermón de mi hermana cuando toque, es que quiero disfrutar de mi amigo. Cuando me habla de Emily, alzo una ceja y niego con la cabeza, es que me causa gracia la situación del casi y finalmente nada. 

- Hm, mucha tensión sexual ahí. No cualquiera folla y mantiene la amistad, es jodido. Yo no podría, perooo soy más antigua en eso, no sé. - hablo al respecto mientras lo miro a los ojos. - Con Mark solo nos besamos, es un gran paso pero no corremos. Y creo que eso es lo importante, no te resulta vacío follar y luego... ¿Nada?- pregunto a modo de reflexión. - ¿Que le dijiste? Es que tú no sirves para eso, es un se folla o nada. - agrego pensativa. 

Cuando habla de mi hermana, niego con la cabeza. - No le respondí aún, no me apetece que venga ahora.- confieso y bueno, suspiro, me siento una mala persona. Después comienza a acariciar mis brazos, allí se ven dos marcas extendidas de la muñeca hacia el codo, están remarcadas, como si la herida siempre se ejecuta en el mismo lugar y no termina de cicatrizar por no darle tiempo. No está abierta, solo la cáscara por el mismo proceso de la piel. También hay viejas, blanquecinas que están de forma transversales, son más primeras que me hice. 

- ¿Que dices? No haré eso. No tenemos que cambiar nada nosotros. - respondo un poco molesta, hay tiempo para todo, así que da igual. - Pufff que tío idiota, sueñas con coños y la clamidia te saluda. - bromeo entre risas. Luego toca la llamada de Mami, así que me siento en la cama y cuando me llama lo abrazo desde la espalda, rodeando con mis piernas las suyas igual que un koala. Mi rostro está apoyado sobre la espalda y mis manos sujetan la suya, sabe que estoy allí, enfrentando tormentas a su lado. 

Después cuando planea lo del almuerzo, alzo el pulgar en señal de aprobación. 

La había entendido perfectamente, pero he intentado huir de algo así. Odiaba hacer la compra. Pero termino por ceder.

- Está bien, iremos de compras. Tampones, desmquillante, crema para pezones irritados, condones... ¿tamaño mini por si ligas? Porque ahí no te cabrá nada muy grande... - digo riéndome bien a gusto. - Y más condones para mí. - me doy un golpe en la frente haciéndome el despistado. - ¡Comida! comida es lo que vamos a buscar, perdona Eli, debe de pegarse la tontería al estar contigo... - y le doy un pequeño golpe en el hombro. - Vale helados, como siempre. Aunque luego cuando me digas "te quiero" antes de dormir, no digas que en realidad es "te odio" y es culpa del helado, que te duerme la lengua. - es cierto que el frío nos afectaba a la lengua de tanto que comemos pero ella más de una vez bromea con eso. - La verdad es que tienes el culo algo fofo Ele, ¿qué ocurre ahí ah? - digo mirando su culo como si me diese asco, para luego dejar que se hunda conmigo y la doy un pequeño beso lleno de babas en la mejilla.

´- La verdad es que no entiendo bien que narices me pasa con Emily, la verdad. - hablo mientras hago círculos con mi dedo sobre su hombro. - Siento que es algo como tú, no tan profundo, pero que es así. Una amiga de verdad, que puedo contar con ella si de verdad lo necesito. - me rasco la barbilla y luego la mejilla, síntoma de que estoy nervioso y Ele lo sabe. - Pero por otra parte, hay algo en ella que me despierta un lado que desconozco de mí, o que lo conozco y no quiero tener. - muevo los labios en una mueca de disgusto. - Pero bueno, será debido a estar tan cerca ya dos veces de haber hecho algo con ella y luego nada, aunque no noto que sea como con el resto de chicas ¿entiendes? -claro que me entiende. - Pero tampoco se decir que sienta por ella algo fuerte, es extraño. Prefiero su amistad a su amor o incluso, aunque no me creas, a su coño. - y es que no es habitual en mí tener estos pensamientos, no lo llamaría amor pero es algo más que follar por follar. - Y bueno, sabes como soy enana, no me apego a nadie en cuanto a relaciones ¿por qué no pasar un buen rato aun así? ¿Quieres probar esta cama, como aguanta? - la digo con una sonrisa y una carcajada mientras mi mano busca hacerle cosquillas. 

Sentenciado el tema de Mary asiento, estoy de acuerdo. Ya llegará el momento de que hablemos los tres y sepamos que pasa. Sigo pasando mis ojos por sus heridas, aunque ahora tengo miedo real de tocarlas y poder dañarla. Me parecen algo tan frágil que temo hacerle daño ahora que las veo con más detenimiento. Esto me hace querer aun más a la que es mi amiga de tantos años y una ligera lágrima escapa de mis ojos, aunque la escondo rápido limpiándome con la otra mano. Seguro que ya se ha dado cuenta de que es lo que miro y busco sus ojos para sonreír cuando los encuentro. "Estoy aquí, ahora estaré".

Se que no iba a aceptar que nadie separe lo que tenemos pero si he de hacerlo lo haría por ella. Siempre estamos juntos, es cierto, pero es que pese a mi popularidad nunca estuve bien del todo con nadie y Ele por ratos solo me tenía a mí, era injusto que Tessa culpase a Ele de no estar juntas, ella debería entender lo que somos y a mí no me importa que la amiga de la enana pueda venir a casa y estén si quieren en ella, esté yo o no.

- Podrías venir con Tessa a casa, esté yo o no. Podéis estar aquí si en otro sitio estás más incómoda. No quiero que pierdas su amistad pese a que ha sido una idiota hoy. - luego le doy yo esta vez el codazo. Muy suave eso sí. - Oye, mi polla está bien sana ¿te la enseño de verdad eh? Además, Tessa parece interesante... ¿ella tampoco tiene nada no? - digo para picarla.

El apoyo de Ele lo recibo con cariño, tomando su pierna una vez me rodea con ella y la acaricio como si acariciase a la mejor amante del mundo. No por nada sexual, porque son las mejores caricias que nadie puede dar y Eleanor en este momento se las merece. Giro un poco mi cabeza buscando que pueda oírme sin que mi madre lo hiciese. - Gracias... te quiero, enana.

-Mmmm si, ya seguro solo fue eso- dijo Angélica con un tono que daba a entender que no se creía ni una sola palabra. - acepto tu oferta de ir a cenar, siempre es un gusto verte hijo. - se quedo en silencio unos instantes y prosiguió--​​A ti y a Eleanor. ella conocía a su hijo y sabía que algo no estaba bien, por algo la estaba invitando a cenar y simplemente no pasaba del tema. - Oye, cariño me entere de que... - corto su frase de manera repentina -vale olvidalo, entonces así quedamos, estoy algo ocupada ahora cariño, pero mañana nos vemos. Un beso a ti... y a Eleanor. - Termino de colgar la llamada aun con un sabor extraño, todo esto no le causaba buena impresión. 

- Uff, no olvides la vaselina para ti. Se te irrita el culo y después hay que ponerte la cremita. - digo siguiendo la línea de su broma, como se mete conmigo, yo con él. Eso está más que claro. - Talle mini de condones para ti, que la tienes chiquita. - le pico entre risas. Pongo los ojos en blanco un rato cuando habla de mi tontería y se come un codazo. - Lo del "Te quiero" es un clásico. - comento al recordar esos momentos tan de niños bobos, pero que lindos eran. Daría lo que fuera por volver el tiempp atrás y tener la mitad de problemas de los que tengo ahora. 

- Mi culo está muy bueno, parado, redondo. Soy la envidia, más quisiera tener lo que tengo yo. - respondo mientras me doy un cachete a mi misma y al sentir que me llena de babas la mejilla, lo empujo porque me da asco. - Joderrr que asco... ¿Cuando te sacarás la costumbre de babear? - digo al limpiar mi rostro con su camiseta, es su baba, que se arregle. 

Después me habla de Emily, lo escucho con atención y miro sus ojos analizando la situación. Siento que se está enamorando y no se entera, posiblemente porque ella también debe estar en una situación similar. Aunque claro, no la conozco tanto como para saber que le pasa. - Mira, el asunto es que... Te puede pasar que si follan descubras que solo era eso o realmente te das cuenta de que te estás enamorando de ella, pero eres medio tonto y no caes... Así que toca dejar el juego y sentarse a hablar, quizás de esa forma con menos cachondeo y más palabras, puedan saber que les pasa. Si es el coño y la pollita, o son sentimientos.- respondo a modo de consejo, analizando la situación muy natural, es que estoy acostumbrada a hablar de todo con él. 

- A ver, tras escuchar tus gases nocturnos, me la seca bastante. No me hagas propuestas indecentes tan temprano... Me dará pesadilla. - bromeo al meterme con él, obviamente es adrede. Esos gestos que hace los conozco demasiado bien y sé que se pone nervioso, así que aprovecho para quitar hierro a la situación y ofrecer algo más que seriedad a algo que simplemente ya se verá. Después saltamos al tema de Tessa y soy consciente de que está atento a mis cicatrices, pero no digo nada, hablar de ello es delicado aún para mí. No obstante el asunto de mi tetona amiga es más hablable. 

- Que salga de ella también, ya le dije que debemos hablar, así que en algún momento me dirá. Pero no pasa nada, nos entendemos y de alguna manera, todo estará bien con ella. - respondo tranquila, es que la conozco y pese a que me frustra que no esté, la comprendo porque padece los agravios de los mismos compañeros y si la rubia idiota la protege de ello más que yo, bienvenido sea. Aunque claro, me jode muchísimo. - Con esas tetas que tiene, te ahoga la polla. - bromeo y al notar su mano sobre mi muslo, acerco mis labios a su oído. - Yo te quiero más, idiota. Y no agradezcas, que para eso estoy. 

- Si te gusta por detrás no quieras ocultarlo bajo la premisa de que es para mí. - digo metiendo mi dedo entre mis otros dedos de la mano contraria simulando una penetración. - Que asco eso de que me cuentes tus gustos, joder... Ya decía yo que a veces andas raro... - le saco el dedo corazón y me agarro el bulto para que vea de que tamaño hablamos tras los condones mini. Otro codazo, de nuevo levanto la camiseta para ver los daños. - Hoy acabamos en el hospital, idiota. Y luego te jodes pero me cuidas. - digo mientras bajo de nuevo la camiseta, no tengo nada claro.

- Tu culo es deforme, caído y parece que ahora se lo follan por lo que me dices. - se lo palpo un poco y luego me palpo el mío. - Vamos, ni comparación. El mío es firme, ese parece ya desgastado por los años. - y vuelvo a babearle la cara. 

Puede que tenga razón pero creo que ni Emily ni yo estamos en el punto de poder atrevernos a decir así las cosas. Igual puede que esto sea solo mi impresión y que por parte de ella sea solo lo que tenemos, amistad y un deseo tonto de follar porque en su día no pudimos. Mis ojos solo miran a un punto fijo en el techo, pensativo y sin saber bien que decir.

- No creo que podamos llegar a follar, Ele. No por ahora. - me giro para mirar sus ojos, me relajan como nada en el mundo. - Ayer apunto, ella semidesnuda, yo desnudo por completo y aun así nada, los dos perdidos en los besos y nada. Joder no se que será pero al final no puede, no podemos. Aunque ayer fui algo capullo y quise seguir aun así... - ve en mis ojos verdadero arrepentimiento. - Casi la cago con eso, frené y todo bien, Emily es una tía increíble y no vio nada más en eso, pero fui un capullo. - me hundo en su cuello buscando seguridad. - No sé que me pasa enana, no lo sé. 

Aprovechando que estoy hundido en ella cuando menciona mis gases la muerdo el cuello. - Idiota, yo no me tiro ningún gas. Eso será tu culo que ya pierde. - luego la miro con cara de galán de telenovela. - Vaya te has puesto nerviosa señorita Cole... ¿Pesadilla dices? NO será que estés enamorada de tu hermano adoptivo Eleonora Rigby Cole- digo con acento colombiano, simulando a esos tipos de las novelas. - Lo nuestro es imposible, asúmelo idiota, y no mojes mi cama con tu coño pensando en otra cosa. - sonrío mientras recupero mi vitalidad habitual. Bromear estas cosas es raro de cojones, pero es que entre nosotros es posible tenernos delante desnudos y aun cachondos por ver la mejor película porno del día solo decirnos: "Eres idiota Seth, tu polla parece de juguete, guarda eso". Me encanta.

No voy a opinar más sobre Tessa, Eleanor sabe manejarse con eso y muchos más y si me necesita ahí estaré.

- Bueno mamá, pues mañana cenamos juntos. Será divertido, yo elijo el sitio o me llevarás a un sitio de esos que vas con papá y nos quedaremos con hambre. - digo mirando a Ele. Noto como mi madre corta una frase pero se lo concedo, yo tampoco quería indagar mucho en temas que ahora no quiero que salgan a la luz. - Quedamos así entonces mamá. Te quiero.

Al colgar sigo sin darme cuenta con la mano en el muslo de Ele y la aparto rápidamente al caer en cuenta de ello mientras aun la tengo colgada como los koalas. - Ahora es cuando vendría el beso en las películas.... - digo mirándo de reojo a mi amiga. - Pero no quiero manchar de tu coño deseoso las sábanas ni de mi vómito, así que mejor... ¿que ponemos en la tele? - digo aun cómodo con ella tras de mí.

- Que idiota eres, hablaba de ti, gay. - respondo mientras le saco la lengua y le aprieto donde tiene la marca del codazo con los dedos. - Te jodes, vas de tío duro y eres blandengue. - bromeo divertida. Luego me toca el culo con descaro y entrecierro los ojos, fingiendo bronca. - Oye, tienes el culo chiquito. Lo mío es Eleanor en estado puro, 100% carne adolescente de la buena. - me hago promoción y al caer por la tontería que estamos diciendo, río carcajadas. - El mío de estreno, el tuyo hiper follado. - digo para meterme con él un poco. 

- Un poco de calor, sexo y sentimientos, eso pasa. Has tenido un día difícil y es lógico que estés hecho un lío, además seguro ella tiene los suyos también. - respondo un tanto pensativa, haciéndole ver que no es para tanto, sólo es cuestión de corregir el foco para ver con más precisión. - Pufff estoy muy enamorada de ti, Seth Summers... No te das una idea. Imbécil. - digo haciendo gestos de amor y luego le doy un golpe de puño en el hombro, que sí, he estado enamorada de este tontín, pero ahora tengo las cosas más claras. - Y no me muerdas, que después tendré marcas. ¿Cómo lo explico? - me quejo entre risas. 

Ahí abrazados, salta con lo del beso y le muerdo la espalda con fuerza. - Ahí tienes el beso, cabrón. - respondo y asiento con respecto a mirar una película. Obviamente me acomodo en la cama y aguardo a que se una así compartimos juntos ese rato. - Ponte tu que yo me acuesto encima de ti. - le indico, me encanta estar recostada encima, jugar con los vellos de sus brazos y darle pellizcos o caricias, depende de cuánto me molesta. 

- ¿Yo gay? Pero si la única mujer que se para en esta cama y no acaba rellena eres tú, idiota. - mi tono es de pasota total, pero Ele sabe que yo no soy tampoco de alardear con esto, solo con ella y porque estamos a las bromas. - ¿Un blandengue? ¿Como tú culo? Lo tienes bajo de forma, digas lo que digas.  - me río de su broma sobre su carne adolescente y su culo a estrenar. - Normal que lo tengas a estrenar idiota, yo no meto ahí lo mío ni muerto, seguro que se te cae mientras estoy dentro y quedo atrapado por siempre. - sus dedos insistiendo en el lugar del codazo ya es demasiado y no pienso dejar eso así. - Ahora te vas a cagar enana - meto la mano por dentro de la camiseta de ella y empiezo a pellizcar y apretar sus costillas sin mucha fuerza. - Has despertado a la bestia idiota. - finjo la cara de malvado que tanto le gustaba cuando éramos más pequeños. Aprovecho que mi fuerza es superior y sujeto sus manos sacándolas de la camiseta intentando no dañarla y dejo al descubierto su abdomen. Bajo la cabeza y la lamo entera por la zona del ombligo. - Te jodes, babitas de Seth mezcladas con jugo de Emily, por dar tanto codazo.

Ya después del arrebato tomándome mi venganza vuelvo a tumbarme y suelto a Ele entre risas y carcajadas que deben de oirse en todo el edificio. 

- Imagino que ella tenga esas mismas dudas, pero seguro podremos atajar algo. Gracias, para no saber ni contentar a alguien tan fácil como yo en una cama, sabes un poco de las cosas. - digo entre la broma y un agradecimiento real. Sus palabras siempre son un pequeño santuario para mí y no puedo evitar darle mil veces gracias al día. - Sí, lo sé. Nadie repite tanto conmigo, sospecho que algo pasaba Ele, pero no te preocupes, puedo serte fiel si quieres, podemos retomar nuestro no romance sin problemas. - la broma continúa pero no quiero exceder mucho ya que se que hay verdad en sus palabras, no ahora pero sí las hubo y a veces me pregunto si yo también sentí eso mismo por ella. - No te preocupes por las marcas, todos saben que nos acostamos cada noche. Hasta Mark debe saberlo. - le guiño un ojo y me vuelvo a reír.

El mordisco provoca un escalofrío y dolor intenso y me llevo la mano donde lo ha hecho. Tengo ahí sus dientes. Me giro hacia ella y la muerdo el muslo. Bien marcados. 

- ¿No tienes bastante con babas que quieres dientes? Que idiota eres enana. - digo mientras me recuesto y dejo que ella se ponga sobre mí. Esots momentos son los que merecen la pena, los que quiero vivir cada día y por un momento se me olvida todo lo pasado ayer, solo me centro en ella y en mí, en nosotros porque pese a todo hay un nosotros. Los mejores amigos del mundo. Lo que quiero a Ele nadie va a superarlo jamás. Empiezo a revolar su pelo con unas caricias que pronto paso a sus hombros y brazos, necesito la paz que me da, su piel es un tacto tan suave que solo puedo pensar en que quien se atreva a dañarla lo va a pasar realmente mal. Y que ella misma jamás iba a volver a hacerse daño. Pongo en la TV Netflix y pulso en un capítulo de Lock & Key, por donde lo habíamos dejado. Beso su cabeza y me pierdo en ese instante.

El teléfono sigue vibrando y no le presto atención, es que creo ha quedado debajo de la cama y de allí a que lo coja para leer los mensajes, puede pasar un mundo. Además estoy entretenida con Seth y sus ganas de mortificar mi existencia con esos comentarios. - Justamente porque no soy un pavo, que feo Seth...  - replico en plan sermón pero me estoy descojonando de la risa en medio. - ¡¡¡¡¿¿¿Cómo vas a decir que mi culo está en bajo forma????!!! idiota. - grito poniendo los ojos en blanco, pero poco me da para reaccionar que ya se está metiendo con mis costillas y me llena de baba el abdomen plano que tengo. Será asqueroso como él solo. - ¡Qué asco! Que ya has cortados dientes, tío. No tienes porqué salivar tanto... arghhhh. - protesto, pero como me da cosquillas estoy a las carcajadas. 

- De nada, sabes que sexualmente eres malo, así que debemos tirar de la parte psicológica y aparentar que tienes algo de cabeza. - digo con la intención de meterme vilmente con él y aprovechar a reírme de ello.- Ya sabes, buen cuerpo, cerebro chiquito y pene también. - aclaro haciendo gestos con la mano, más allá de que me había mostrado el tamaño de su cosita, yo sigo juzgando adrede. - Oh vaya, me estás proponiendo algo indecente... Espera que me enamoro ya mismo, que tarado eres Seth. Búscate una vida. - respondo desde el sarcasmo y lo miro a los ojos una vez estoy apoyada sobre él. - ¿Qué? No creo que se lo tome a bien, más con lo bruto que eres para explicar algo. - digo al poner los ojos en blanco. 

- Espera a ver... serás tan cruel que me has dejado una marca en el muslo y te pateo la cara. - comento al sentir el escozor, que me encanta pero eso no sabe mi amigo. Así que tras esos besos que me da en la cabeza, me incorporo y me bajo el pantalón para ver que me hizo. No me importa estar en braguitas delante suyo, nos conocemos desde niños y ya ninguno se asusta de nada. Así que con el pantalón medio bajo, recuerdo que hay cámaras. - Señor Summers, su hijo me ha mordido, descuide que no follaremos. - digo al revisar mi pierna y al encontrar la marca, se come una patada en el estómago Seth. - Idiotaaaa. No me dejes chupetones. - me quejo. A todo esto, mi culo fuera con la braguita pequeña de color negro, tampoco es que me importe en sí.  Vuelvo a subirme el pantalón y saludo a donde sea que esté la cámara. - El capítulo. ¿Que pasó? ¿Le pusiste Pause? 

No puedo ocultar una cara de descontento, fingido claro, cuando me dice lo del pavo. Está más idiota a cada rato y empieza a ser preocupante como Ele puede ser tan adorable como idiota a la vez.

- Ahora resulta que vas a querer ser un pavo... Pues lo siento pero ahí no me cabe. - digo señalando a su coñito, tan enano como ella en mi cabeza aunque no fuese así. - Y el trauma de pensar en algo así ya es grande, imagina tener que apretar para que entre... Tendría pesadillas hasta que me muera. Mejor lo dejamos solo en una cosa... - bajo mi cabeza hasta la altura de su vientre de nuevo, ese plano que tiene y que de seguro me volvería loco si no fuese el suyo. - Lo dejamos en babas y más babas. - vuelvo a levantar la camiseta y esta vez me esmero con la lengua, desde el ombligo hasta justo debajo de su pecho y saco la cabeza divertido y sin parar de reír. - Y no te muerdo el culo porque a saber como lo tienes de sudado... Si no te jodías entera. Por idiota, pero idiota mal, tipo Madison ah. - estallo en otra carcajada y me pongo encima suya, con mis brazos extendidos y ella en medio de ellos.

- ¿Malo sexualmente? Pero como eres tan idiota enana, eso te dices a ti misma para tapar que tienes carencias sexuales y que alguien como yo, experto en eso, no pueda darte. - la miro a los ojos medio descojonado de nuevo mientras sigo encima suya aunque de la risa casi caigo sobre su cuerpo. - Yo no propongo nada, mi "micro pene" y yo no vamos a tener la bajeza de caer en tus juegos de niña, porque eres una niña ¿lo sabes cierto? 16 años y sin poder catar una buena colita, pobre Ele. - Me medio encojo de hombros y dejo caer algo de peso sobre mis piernas para no caer encima suyo. - Mark, Mark... Tendrás que explicarle que me deseas y que me miras mi cosita cada día ¿lo aceptará? - digo mientras desvío los ojos hacia arriba pensativo. Luego devuelvo la vista a ella y la beso en la nariz, con un pequeño mordisco y me bajo de la postura para estar de nuevo a su lado, volviendo a reír por el camino.

Recibo la patada y mientras me quejo por el dolor medio a las risas miro su culo flácido cuando se baja el pantalón. Me acerco con descaro y se lo miro ahora mucho mejor. 

- Vamos Ele, ni esas braguitas disimulan el culo feo que gastas. ¿Por esto suspiran algunos tíos? Si hasta Tu hermana tiene mejor trasero... - la intento picar de verdad y es que cuando está en ese estado es todo ternura, golpes y risas y es lo que ahora necesito. Cuando se dirige a las cámaras no puedo evitar un ligero escalofrío, es verdad que están ahí pero total, no hacemos nada y ya debe haber visto de todo. - Bueno, no descartes nada papá, que Ele lleva sin probar bocado... ¿Cuánto decías? - y la miro medio de reojo y sin prestar atención. - Perdoooona - digo con cara de preocupación fingida. - Lo siento si me he pasado enana, déjame ver. - con naturalidad bajo un poco el pantalón de Ele, no pasa nada con ello y miro el bocado, la verdad es que había dejado mucha marca es cierto. - Joder... En serio queda mal sí, perdona. Pero puedo arreglarlo - sin más bajo de nuevo mi boca hasta su muslo y muerdo entre la mordida anterior y las braguitas para hacer una hilera de mordidas. - ¡Ahora mucho mejor! - digo intentando alejarme un poco para no llevarme una nueva patada y la dejo ahí, con el pantalón a medio bajar y yo huyendo.