Partida Rol por web

Oscar, el padre de Samuel, estaba recogiendo los desastres que se habían formado a lo largo de la fiesta, cuando observó que Odette se había quedado a ayudar, junto con su hijo. - ¿Pero que ven mis ojos? ¿Un adolescente que no piensa solo en vandalizar y en emborracharse? ¡Samuel, quédate con esta, que es buena! - intentó decir con una sonrisa, pero su ceño seguía fruncido, seguramente porque su mujer se tuvo que ir corriendo. - ¿Os podéis crees que se ha tenido que ir mi pobre Dana porque le ha saltado la alarma antirrobos en la farmacia? ¡Malditos vándalos drogaadictos!

Eventualmente y entre los Nixon y la ayuda de Odette, lograron terminar de arreglar todo lo de la fiesta. - Pues esto ya estaría, solo faltaría meterlo en mi casa, pero de eso ya me encargo yo con Noé. Marchaos si queréis, buenos samaritanos.

Bastante gente se había presentado al rastrillo benéfico, familias de bastante renombre y sus respectivos hijos iban y venían durante la jornada, algunos de mism compañero y amigos también aparecieron por allí, aunque no era la predilección de muchos de ellos aquel tipo de eventos y poco a poco fueron marchándose a la fiesta de Madison.

La reunión había ido bastante bien, se notaba en la expresión de papá, expresión que cambió cuando mi madrastra salió corriendo hacia la farmacia, alguien había intentado robar, así que recogí lo más rápido que pude para ir con ella por si había algún problema allí - Voy a echar un vistazo que todo vaya bien en la farmacia, y creo que tampoco te apetece mucho ir a la fiesta de Madison, podríamos llevarnos alguna de las botellas de Dana y beber algo en otro sitio más tranquilo, ¿Me acompañas? - digo a Odette antes de salir.

Me echo a reír algo colorada cundo habla bien de mí, e iba a trivializar algo el buen lugar en el que me ha colocado porque soy horrible encajando cumplidos, cuando menciona lo del robo a la farmacia y termina por ir metiendo las cosas en casa.

- ¡Claro! ¡Vamos a ver si está allí ya la policía o necesita algo! ¡Gracias por todo señor Nixon! Espero que mis padres hayan contribuido algo. – Me despido del padre de Samuel y de camino a la farmacia comento - ¿no vas a la fiesta de Madi? Estará allí todo el mundo, amén del tipo ese de la máscara… a mí es que me aturulla tanta gente últimamente.

Ya no soy lo que fui cuando ocupaba yo el puesto de Madi, no sé por qué ser el centro de atención ya no me llena, al contrario, me hace sentir más vacía y más hipócrita.

Samuel llegó a casa, derrotado tras los acontecimientos que habían pasado el día de hoy.