Partida Rol por web

Odette camina sola y sin rumbo por las calles que a su lado derecho dan a un hermoso, frondoso y hasta podría decirse, misterioso bosque.

La rubia logro ver de reojo un coche que le pareció demasiado familiar, tanto así que hasta un pequeño escalofrío logró pasar por su espalda. Ya sea por felicidad, porque los recuerdos se amontonaban a gran velocidad o por cualquier otra cosa. 

Pero el simple hecho de ver el coche logró hacer que Odette se detuviera a observarlo al menos unos segundos. 

Que esa chica hubiera matado a su padre era algo que alejaba mi comprensión, Tess la había defendido y confiaba en el criterio de la pelirroja pero también la creía bastante inocente, tanto como yo... Creo. Madi había hablado de una lista que le había pasado a Seth ¿? Y luego de todo aquello de que su madre fuera una ¿Traidora?

Amedida que vago sin rumbo me doy cuenta de que estoy pisando hojas, vaya, he ido por el camino realmente más largo, rodeando el pueblo. Mis ganas de ir a casa son nulas y mis amistades más bien ninguna yo misma me he encargado de alejarme de todo el mundo hasta ser un mueble más en todas partes.

Ycomo si la providencia me mirara a los ojos, veo de refilón un coche que me lleva a hace ya unos cuantos meses. Algo me atraviesa. Freno en seco y miro en dirección al coche que tantas veces me recogió en la entrada del instituto.

Odette miró desde lo lejos el interior del coche, buscando alguna señal de que alguien estuvieran en el o al menos cerca de este, pero parecía que no había nadie, ni en el auto ni en bastantes metros a la redonda.

Acaso, ¿Alguien lo habría dejado solo a la mitad de la carretera?. 

Frunzo el ceño confundida, estoy tonta, no es su coche, será otro modelo igual, no puede ser él. Me obligo a mirar al frente y seguir caminando, pero irremediablemente ya, todos mis recuerdo, todos esos fantasmas que con tanto esfuerzo intentaba enterrar, todo eso que había hecho que dejara de pensar en él cada día de mi vida, cada por qué, empezó a acompañarme a cada paso. 

Odette, comenzó a caminar nuevamente. 

Pudo escuchar como el pacífico silencio del bosque fue interrumpido abruptamente  por lo que parecía, ¿el sonido del flash de una cámara?. para posteriormente escuchar unos pasos que se acercaban a ella, y con unos delicados toques en su hombro alguien intentaba llamar su atención. 

Cuando esta se volteo, se encontró con alguien familiar. 

-Hermoso ¿no?... Siempre me ha gustado este bosque, la paz que puede transmitir pero al mismo tiempo ese sentimiento de indehuridad y misterio. - se descuelga la cámara que tenía alrededor del cuello y se la ofrece a Odette, en ella se puede ver una foto, hecha hace apenas contados instantes. En la que se ve a Odette, en medio de la carretera mirando hacia al bosque mientras su cabello ondea con el viento. 

Toda la composición es hermosa y el como el color blanquecino de su cabello contrasta con todos los demas tonos  hacen que ella sea el centro de atención.  -Además una belleza como la tuya lo complementa perfectamente... ¿No lo crees?. 

Él se acerca un poco hacia ella, y con una de sus manos retira un mechón de cabello que retozaba sobre el rostro de Odette. 

-Hola Dett... - Le dedica una sonrisa cálida y familiar, de esas que te hacen sentir que todo estará bien, y te sientes a salvo. 

Cuando me doy a vuelta ya sé quién es, aunque no estoy preparada para lo que va a pasar sé lo que voy a ver.

 Escuchar tu voz, notarle cerca, mentiría si dijera que ya no lo recordaba. Observo la fotografía que me ha tomado, supongo que debe gustarle mi cambio de color de pelo. Tenía que hacer algo para intentar no ser la misma persona que  le quería y empezar por el pelo fue mi opción desesperada. Él me conoce morena.

Sonrío con la cámara entre las manos, me tiemblan pero no como esta mañana, no de miedo, tiemblo de emoción. Desparece de repente, sin decir nada, sin discusiones, sin nada, me bloquea de todos lados, y ahora ¿ahora quiere hacer como que no ha pasado nada?

Frunzo el ceño un instante, un momento en el que en mi cabeza funciona la idea de enfadarme, decirle todo el daño que he sentido estos meses y mandarlo al carajo. El momento se esfuma cuando la idea de sentirme a salvo pesa más en estos momentos, que la de sentirme dolida.

No reprocho ni una sola palabra, finjo que no ha pasado nada, suspiro y me abrazo a él como quien se abraza a un tronco en medio de una cascada.

- Hola Sam… siempre me ha gustado tu manera de fotografiar, hace mucho, mucho tiempo, que no me veía tan bonita.

Cae la noche...

Aunque parece que su abrazo le sorprende un poco, termina por abrazarla, apoyando su cabeza sobre la de Odette ya que la diferencia de altura se lo permite, haciendo que ella se funda sobre su pecho.

Cuando está le dice que hace mucho no se veía tan bonita este se aparta un poco de ella arqueando una ceja, y levantando el mentin de ella con los dedos, delicadamente le habla. - ¿Hace cuanto no te ves en un espejo Dett? - pronuncia con un tono dulce y una sonrisa en los labios. 

-¿Que haces por aquí, sola?... He escuchado algunos rumores, no es seguro.- toma una de sus manos y la acaricia suavemente - ¿necesitas que te lleve a algún lugar?. 

- Querían detener a Madi ¿Cómo va Madison a matar a alguien?

Me separo y lo miro, la noche cae y la verdad es que no hay ningún lugar en el que yo me sienta refugiada, no es que tenga mierda del asesino, qué no lo tengo, pero la gente me va pareciendo más inhóspita.

- La verdad es que no me siento bien en ninguna parte, el asesino mató a la madre de Madi, al señor Cole, e intentó matar a Emily en nuestra casa. Cuando me… - dejaste – yo… intenté salir un poco de todo y me mudé a una casa con dos compañeras… Es largo de contar – suspiro – solo quiero beber algo y reírme un rato… Necesito olvidarlo todo al menos unas horas.

-Creo que tengo exactamente lo que necesitas- le guiño - He alquilado un piso a unos pocos minutos de aquí, podemos ir si quieres, relajarnos, divertirnos y lo mas importante... Creo que tenemos cosas importantes de las que hablar ¿no?, además que creo que necesitas alguien con quien desahogarte sobre todo lo que ha pasado. 

-Se acercó al coche y abrio una de las puertas- Así que, ¿que dices? ¿vamos? - volvió a sonreírle. 

Me gustaría decir que he superado esto de mirarlo y decirle que no, sólo yo sé cuántas veces he ensayado en el espejo mi cara de enfado y he memorizado en mi mente toda ésta conversación, pero no ha servido para nada.

Abro los labios un momento mirándole dubitativa, y al final me rindo. Asiento sonriendo con cierta incertidumbre. Estoy hecha un lío.

- Vale… llévame contigo.