Nathan llega a casa, ahí está su padre, su madre por otra parte, parece estar acostada ya. - ¿Qué pasa campeón? ¿Un día duro? - dio dos palmadas en el sofá. - Ando viendo una peli, por si te apetece.
Nathan encontró a su padre en el sofá. Nada le hubiera gustado más que compartir con el un rato agradable, olvidarse de lo que estaba ocurriendo, pero un mensaje en su móvil lo alerto, algo estaba ocurriendo en casa de Emily.
-Lo siento papa. Me surgió algo. Dijo apresurado mientras salia por la puerta.
Mientras se dirigía a casa e Emily no podía pensar en otra cosa que no fuera ponerla a salvo. Se sentía en deuda con ella y aún estaba lejos de saldarla.
Apretó las manos del volante de su destartalada camioneta.
A toda velocidad hacia la casa de Emily.
Cuando Nathan llega a casa, cae la noche.
El tiempo se le echo encima y tras cambiarse de ropa salio a toda prisa despidiéndose de sus padres y anunciándoles que llegaría tarde.
Ya en el coche miro el móvil solo para ver la respuesta de Madison. Vio que había alguna nueva publicación en Instagram, pero no tenia iba demasiado bien de tiempo. Salio hacia la cabaña.
A la fiesta de Madison.