Partida Rol por web

- Basta con las babas, que asco. - me quejo mientras siento como me llena el abdomen de ellas, que tío más asqueroso y no sé de dónde ha pillado esa costumbre pero después me siento toda pegoteada por él. - Quitaaaa bichooooo. - digo al empujarlo, para que me deje un espacio entre él y su saliva. - Tengo el culo oloroso, no te conviene. - respondo entre risas y cuando me atrapa estando encima de mi, intento hacer fuerza, pero al ser bastante más pequeña que él ya es imposible. - No me compares con la rubia que te dejo esteril. Idiota. - me quejo y le muerdo la muñeca. 

Luego suelto una carcajada cuando me habla de carencias sexuales, es verdad que no follo hace mucho y se echa de menos, pero el maldito sabe meterse conmigo. - Ni tanto, me masturbo y soy feliz. - replico y lo miro a los ojos. - Tranquilo, que quizás en poco tiempo he aprendido mucho y deja a Mark... ¡No me lo espantes! - digo intento hacer fuerza para quitármelo de encima y ante la mordida de la nariz, arrugo la misma entre risas. Después cuando se pone a mirar mi trasero, pongo los ojos en blanco cuando dice que mi hermana tiene mejor trasero que yo. - ¿Ah si? Pues, me importa poco. - respondo y le saco la lengua. 

- Señor Summers tiene un hijo pervertido, debería enviarlo al Servicio Militar así se adoctrina. - comento divertida y cuando veo que se acerca, entrecierro los ojos. - Guarda con lo que haces, no seas idiota. - digo en un tono que significa, te mato a patadas como te atrevas a más. Hasta que siento como se mete con mi muslo, lo empujo y tras subirme el pantalón rápido me le tiro encima para sentarme a horcajadas sobre su cuerpo. - Eres un idiota, de esos que merecen el peor de los castigos. - respondo mientras coloco las manos debajo de la camiseta para arañar sus costados, que le duele por maldito. 

- Oh vamos, de pequeña te encantaba babearme, creo que era porque no las contenías pero esta es mi venganza. - mi voz ya apenas puede sonar seria, es que lo estoy pasando en grande con ella, lo necesitaba. - ¿Culo oloroso? ¿Y te metes en mi cama? Al menos las braguitas estarán limpias. - me acerco y levanto un poco un pantalón para meter la nariz. - Parece que sí... pero... - aprovechando del tamaño del culo, precioso tamaño, lo muerdo con ganas de la cacha izquierda. - Blando, blando como un flan. - apenas puedo decir las palabras de la risa y de la hostia que espero que me pegue me cubro la cara y el vientre. - Es cierto, Madison está más buena que tú. - ahora me cubro los huevos ante su amenaza y dejo la cara al descubierto, hay que proteger lo más importante siempre.

- Sé que te masturbas idiota, ¿piensas que soy sordo? - la miro con cara de "lo sé todo". - Que dormimos al lado, podrías disimular un poco o si no, pedirme ayuda. Que eso no es sexo. - pongo mi cara cerca de la suya y muevo las cejas plan seductor. - Se usarlos bien, ninguna se queja. - y no contengo más la risa de nuevo, menos mal que tengo esto para estar tranquilo y feliz por un rato. - Solo lo espantaré un poco, si te quiere se quedará. - digo a la broma aunque ella sabe que lo digo muy en serio. 

Paso mi mano por su espalda rozando con mis dedos por donde paso y termino por quedarme justo donde termina para volver hacia arriba. Se que le gustan las caricias, me encanta dárselas pero ahora lo hago por mí, necesito paz y no hay persona que me la de más que ella, me pasaría el día recorriendo su cuerpo con mis dedos. Nunca se lo diría, porque aunque somos lo que somos, puede resultar demasiado extraño hasta para nosotros. - No, Ele, tu hermana no tiene nada mejor que tú. - sentencio mirando al techo algo perdido en esa frase.

Se dirige de nuevo a las cámaras y de nuevo me recorre un escalofrío aunque, si a ella no le importan ¿por qué a mí sí? Ya me ha visto hacer de todo y aunque me joda, es que no puedo hacer nada. Intentaré solucionarlos pero ahora mejor estar a las bromas. 

- Nada de servicio militar papá, que arrastro a la enana y sin pelo debe estar horrorosa. - y saco mi dedo corazón a donde quiera que estén las cámaras. Cuando se sube encima mío tras el mordisco no puedo parar de reír y noto como ella aprieta un poco el bulto. - Menos mal que te has subido el pantalón idiota, porque te has subido encima de lo que tanto asco te da, que eres más boba que hecha aposta. - muevo la cadera un poco para que lo note y me vuelvo a perder en una carcajada. - ¿Entonces va a ocurrir? No esperaba esto... Pero sí tiene que ser... que sea así... Ten cuidado, soy virgen... - finjo una mirada de colegiala pura y buena.

- Estaba cambiando los dientes de leche, imbécil. - bromeo con cierta ironía, es normal que nos tratemos como idiotas de normal, así que es una dinámica que perdura por años. - ¡Eh! Mis bragas. - me quejo cuando las huele, que atrevido está, se nota que le faltan más hostias de las que le doy. - Te voy a dejar todo jodido, sólo porque te metes conmigo casi todo el tiempo y no se puede así, Summers. Hazte ver. -digo haciéndome la indignada adrede. Muchas personas jamás entenderán la relación que tengo con él, incluso a sabiendas de que estoy de novia, sé perfectamente que Mark podría odiar a Seth por ese trato que tenemos. No será fácil, pero tampoco estoy dispuesta a cambiar las cosas por amor. - ¿Blando? Me da igual, seré una gorda feliz. Madison es muy delgada, no tiene culooooo. - respondo entre risas. 

Luego cuando habla de mis momentos íntimos, me dan ganas de matarlo pero prefiero replicar. - No quiero esos dedos que se meten en cualquier lado, no seas asqueroso.- digo poniendo cara de asco. Después le doy otro golpe en el estómago cuando se descuida. - No metas a Mark en medio, que te cuelgo. - defiendo a mi chico, ahí modo enamorada durante unos segundos porque ya estoy a las risas de nuevo. Después toca ese momento donde se queda en silencio y yo a horcajadas encima de él, me suelta lo de mi hermana y lo miro con detenimiento, eso ha sido muy raro. Definitivamente muy raro. 

- Eh eh, que te mueves. No intentes hacer algo con ese maní, que me da impresión. - digo en broma y al escuchar aquello, comienzo a reír a carcajadas. - ¿Virgen? Ni el culo, que tarado. - no aguanto la risa, voy a morir así creo y para hacerlo rabiar muevo mis caderas. - No se siente, no se siente... Tiene un maní mi mejor amigo. - bromeo aunque sí lo siento y me estoy haciendo la idiota para variar, luego me dejo caer al costado para abrochar el pantalón mientras lo miro a los ojos riendo. 

- Culpa a los dientes, pero bebeabas que daba gusto, esto mío es una cosa insignificante a tu lado. - pongo las manos con las palmas hacia arriba y cara de circunstancias. Tantos años y aun recuerdo casi cada momento con ella, de esos que se te quedan en la cabeza por siempre y cuando los recuerdas te hacen mirar a esa persona como alguien único. - Tus braguitas limpias, tú limpia... Y aun así aquí estás, metida en mi casa porque nadie te soporta - no pienso eso en absoluto, pero picarla es tan divertido que a veces puedo decirle de todo. Fijo mis ojos en los suyos, que son son duda los más preciosos que conozco, y respondo muy serio. - Me meto contigo porque no puedo soportar que seas tan perfecta, quiero bajarte de esa nube para poder sentirme a tu nivel. - mi pecho empieza a moverse como con espasmos, mis labios se abren dejando ver mis dientes y cuando me doy cuenta he perdido todo gesto serio y me río de nuevo. - No se si tiene culo, pero seguro que no está tan blando como ese. - digo mientras simulo una mordida para recordarle lo que acababa de hacer en su nalga. 

- Pueden ser exclusivos tuyos si quieres, enana. Al menos hasta que alguien se digne a entrar en esa cuevita tuya. Lo que nos va a llevar tiempo... - muevo los dedos simulando el movimiento y los pongo cerca de su pubis. - ¿Cabrán bien? - digo medio intrigado con la risa en la boca. - Puede ser que justos, siempre que la he mirado me da la impresión de que es muy pequeña... - la pico, sí, pero es que es cierto. Tampoco me detengo cada día a verla pero dado el tamaño de ella y lo que tiene abajo, no puede ser muy grande. Me río solo de estar pensando esto y ella lo ve. Y está bien, no más Mark, pienso para mí.

Noto su mirada extraña, seguro no esperaba que dijese eso de su hermana y ella y sin quererlo me sonrojo. No se como arreglarlo así que solo sonrío.

- Esto... Bueno... Ya sabes, siempre has sido mi enana... No... No pienses en eso. Solo ha sido una tontería. - no puedo mirar a sus ojos y puede que mi tontería sea mayor por tenerla encima, sintiendo como aun siendo Ele me está gustando y me siento algo mal por ello. Desvío mi cabeza a otro lado. Cuando comienza a mover las caderas tiene que notarlo, no puedo controlar todo en esto, al final somos dos adolescentes y ella es preciosa, aunque sea Eleanor no soy ciego, nunca pienso en ella como mujer pero tenerla tan cerca me acalora, es natural. Aun así no quiero que lo note así que sigo con la broma.

- ¿Yo? Solo era un movimiento inocente. - digo mientras acompaño su movimiento. De locos, para Seth. Cuando dice que no lo siente puedo ver como miente, osea es imposible que no, y cuando se baja siento alivio por un momento, pero en seguida caigo en que debo estar realmente duro y me tapo por instinto, demasiado rápido y Ele ha tenido que verlo. 

- Joder Ele, que idiota eres, ni ponerme duro sabes, por muy pequeña que sea deberías saber. - digo rápido a la broma, intentando disimular, un arte en el que no me muevo nada bien. - ¿Pedimos algo para comer en la cena? - digo cambiando de tema, rojo y algo asustado, la verdad, aunque intento aparentar normalidad.

- Estoy en tu casa porque quiero, peroooo... Recuerda que ahora tengo novio. - digo orgullosa de ello, aunque me parezca muy extraño, tanto que incluso al decirlo me quedo allí medio que no sé qué decir. Parece mentira que esté saliendo con Mark así de repente, que locura todo. - Ohhh Ele en la cima. ¡Si! - comento entre risas mientras lo miro con cierto aire de suficiencia, como quién está por debajo de mi. - Culo blando, pero le tiras mordiscones. Mira, mejor lo cubro porque te pones intenso y no es plan. No voy a fastidiarte con mi belleza. - bromeo divertida. 

- Pufff quita esa mano, cochino. Dedos con olor a Emily, que asquito... - me quejo y lo empujo, es que me da repelús. Además a qué estamos jugando, que locura hemos montado aquí los dos solitos. Ante lo otro que dijo, me quedo un poco extrañada, se ha puesto incluso rojo, así que cojo sus mofletes y se los pellizco. - Perooo que bonitooooo el tonto se pone rojoooo. - digo en un tono muy gracioso, como quien le habla a un niño.

Después sucede algo que quizás no me espero y él tampoco, jamás pensé que podía excitar a mi mejor amigo, momento en el que me cubro la cara con la almohada de la vergüenza. Él también hace algo, pero no soy capaz de mirarlo, así que al escuchar cómo intenta lidiar con la situación, le sigo la corriente. - Mira, no quiero ver ese maní flácido, en serio. - respondo mientras me incorporo de la cama y pillo el móvil, es que escuché la melodía que le puse a Mark. 

- Vamos a hacer la compra, helado y luego... Me toca ver a Mark. Me ha invitado a su casa, pero nos encontramos en nuestro lugar y de ahí me lleva. - comento mientras me pongo a buscar por internet unas cositas, básicamente dos túnicas negras y esas máscaras. Las compro de inmediato*, como llegan en paquete cerrado nadie puede sospechar que es. - He comprado unas cositas, así que seguro pasaré por el correo cuando lleguen. - digo a modo de comentario, no puse dirección, sino retirar directamente. 

- ¿De verdad has creído eso de estar por encima? Eres más tonta que cuando tenías seis años me temo... - mi cara refleja decepción fingida, pero decepción al fin y al cabo. - Sí, tápate que al final me creas un trauma Ele. Por favor, apúntate al gimnasio ¿te doy mi pase? - no borro la sonrisa de mis labios y me vuelvo a reír.  - Puedes ir con Mark, que se le ve algo desentrenado también. - estoy molesto porque tenga pareja, sí, lo estoy, pero no quiero que tome mis palabras a mal, solo es una broma. Sonrío para que quede claro y no puedo evitar darle un beso en la mejilla. Se hace mayor, pienso como si fuese un padre protector.

- No he metido estos dedos en Emily, así que tranquila. Mira huele. - acerco mis dedos a su nariz y me río a carcajadas. - Huele tonta, solo huele a tu culo por haberlo tocado. - Viene el momento incómodo de ponerme rojo y ella se da cuenta, claro que se da cuenta e intento ocultarlo tapándome simulando que me rasco. - Son solo rojeces, algo de acá debe darme alergia... - me incorporo un poco y dejo que el momento pase.

Iba a replicar cuando veo que se va a por el móvil que suena. Pufff menos mal. Dos cagadas seguidas no Seth y menos esta que no podrías perdonarte. Simulo interés por lo que hace con el móvil pero más bien solo quiero que podamos olvidar lo que acaba de ocurrir. Cuando regresa Mark al tema mi sangre hierve, aun tengo que hablar con ese tipo, dejarle claro que sí, no soy más que su amigo pero como la dañe lo paso por encima las veces que hagan falta. Me acerco a ella y me acurruco mientras hace sus cosas en el teléfono sin mirar su pantalla, solo disfrutando de su aroma. 

- Está bien, compritas, helado y si quieres te llevo donde la otra vez. Pero quiero pedirte algo... - mi tono se vuelve algo más serio aunque no lo suficiente como para que parezca estarlo. - Quiero que me des el teléfono de Mark, enana. - no la miro, solo sigo ahí perdido un poco en la comodidad que me ofrece. - Por si te quedases sin batería o algo por el estilo, tener donde dirigirme. Por favor. - no se bien como lo tomará pero dejarla con Mark, pese a que ella confía en él y que vaya a su casa no me gusta nada. Al menos podría darme un modo de estar más seguro, así también podría hablar con él. No se iba a librar. - ¿No duermes aquí hoy? Vaya dos noches que me abandonas, voy a empezar que ya no te importo. - le doy con un cojín en la cara y me empiezo a reír. No puedo estar mucho tiempo serio con ella, es algo imposible de todo fin. 

De pronto me acuerdo de algo que ayer quería mostrarle y mi madre no me lo permitió con su visita. - ¡Un momento! - digo dando un salto de la cama. - Casi olvido una cosa. - salgo corriendo hasta una de las mesitas del comedor y abro uno de los cajones. Saco dos papeles y corro de nuevo al lado de Ele de nuevo y salto sobre la cama como un niño emocionado. 

- ¡Mira! - le muestro dos papeles de forma alargada y que están metidos a medias en un sobre. Los saco y puede verse el logotipo de Ferrari en ambos panfletos. - ¡He conseguido dos entradas para ver una de las fábricas de Ferrari! Bueno mi padre, ya sabes. Cuando me ha comprado el coche se las dieron. Podemos ir cuando quieras.

- Hey. - protesto cuando me dice sobre lo de ir al gimnasio con Mark. - Idiotaaaa puro musculito y no tienes nada en la cabecita. Prefiero que esté así, además... No está nada mal. - digo un poco avergonzada, es que no lo conozco sin ropa pero por lo que pude haber tanteado es que se lo ve muy bien. Así que al margen de las babas por recordarlo y hacer cara de tonta enamorada, regreso al tema con mi mejor amigo. Luego cuando quiere que huela sus dedos, hago cara de asco y lo empujo de vuelta, no puedo con ello. - Joderrrrr hazte a un lado. - me quejo entre risas. - Alergia si. - repito entre risas. 

Y ya estoy haciendo la compra que fue exitosa, así que una sonrisa se refleja en mi rostro mientras respondo los mensajes que tengo. Aún sorprendida por el mensaje de Mark y la invitación a su casa, es que bueno no me imaginaba algo así tan rápido y me agrada muchísimo. No quiero que los nervios me ganen, así que intento despejarme y la tontería de Seth me viene de perlas. - Vale, compras... Dime. - respondo ante la petición mientras lo miro a los ojos. 

Me quedo en silencio, alzando una ceja cuando me pide aquello y pienso en mark, lo que le ha costado incluso darme el número de Móvil y lo diferente que es a los demás chicos. No quiero incomodarlo o joderlo. - Hm, no puedo dártelo. A ver que no quiero joder nada, y por más que te parezca raro, es un chico especial muy reservado. Deja que lo hable con él, y lo vemos. Además tengo 70% de batería, no seas exagerado. - digo mientras me encojo de hombros. - Te envió la dire de la casa en cuanto llegue, así sabes donde estoy y listo. - termino por decir con respecto a ese tema. 

- Yaaaa no sé, quizás duermo aquí. Me ha invitado a su casa pero no sé si ha dormir... - comento un poco tímida, aunque es probable que si. Y mientras lo tengo acurrucado sobre mi espalda, escucho que tiene algo para mi. - wowowowow me muerooooooo. - digo como loca, y lo abrazo fuerte mientras lo lleno de besos en las mejillas. - Te... - beso en la frente. - Adoro. - otro beso en la mejilla derecha. - Te... - en la izquierda. -adoro. 

Le señalo un par de diplomas que muestran que soy de los mejores del instituto. Necesito serlo si quiero una buena beca para dedicarme al baloncesto, no es lo más importante pero si puedo forjarme una carrera en eso, lo haría.

- Esos diplomas dicen que soy un ser perfecto idiota, guapo e inteligente. - la miro y tampoco le doy una gran importancia. Me importa más las consecuencias de eso y al recordarlo lo comento. - Ahora que lo pienso, pronto acabo el instituto y varias universidades están pujando por mí, poder ir a la suya y dedicarme al equipo de baloncesto de esa universidad. - es un tema que me tiene preocupado porque me alejaría de Ele. - Pero no sé, quiero quedarme en esta aunque sea menos futuro... No quiero echar de menos tus almohadas estando lejos. - le digo intentando estar lo más sonriente posible. - Te propondría que cuando acabases vinieses conmigo pero claro, ahora está el dichoso Mark. - o pierdo la sonrisa pero es algo que de verdad me jode.

No quiero parecer demasiado posesivo aunque ella sabe que lo soy. No lo hago aposta ni a mal, es que siempre he pensado que necesita mi protección y ella lo ha aceptado sin rechistar, algo que me hace quererla aun más, pero el pensar en alejarnos después de no hacerlo desde niños me tiene la cabeza algo jodida.

- Perdona por eso último, Ele. - le digo dándole un beso en la espalda mientras ella sigue con el teléfono para que hagamos la compra y envíe mensajes. - Confiaré en ti, con la ubicación me valdrá. Pero sabes como me pongo enana y ahora que he descubierto lo de tus brazos... - no puedo evitar mirarlos. - Eres más fuerte de lo que crees, me has hecho serlo a mí, más que cualquier gimnasio idiota, aunque con ese culo no se si podría levantarte como a una pesa. - poco a poco recupero mi alegría habitual. - Solo ten cuidado, como siempre. - esta vez me apoyo sobre ella aposta, reptando hasta sus mejillas y aplastando por donde paso. La beso de nuevo. - A ver, la compra ha sido idea tuya así que pide tú. Pero pide algo de alcohol para mis citas eh. - y me comienzo a reír. - Después de no haberte conquistado hoy creo que he perdido un poco mi toque. 

Al tema de las entradas y el estallido de besos no le quiero dar mucha importancia, se que le haría ilusión y por eso se las pedí a mi padre. La abrazo tras los besos y me dejo dar los que quiera hasta que me quejo fingiendo molestia.

- Para idiota, a saber por donde has pasado esa boca. Me tumbo de nuevo y me dejo caer para estar sobre ella, como siempre bien pesado.

- Como mienten esos diplomas. ¿Cuánto ha pagado tu Padre?- pregunto sonriendo y cuando habla de la Universidad, me quedo allí un tanto ausente porque se me hace tan lejano todo. Es que tengo que pensar en mi futuro, hacer algo al respecto y tomar una decisión importante. Muchas veces me centro en mis frustraciones y olvido los caminos opcionales que tengo delante mío. Soy muy ciega. - Pues, pensé en ello. Pienso meterme en el Conservatorio, lo que más me gusta es el violín y quizás pueda avanzar en ello. Cómo idiota me he negado a seguir participando en concursos, pero no sé me da para nada mal. - digo al encoger mis hombros, un tanto pensativa mientras recapacito, es que me queda un año aún de Colegio. 

- Pues, está el dichoso Mark. Aunque no sé qué va a pasar de aquí a dos meses, así que no puedo asegurar nada. - respondo, es que odio hablar de un futuro cuando intento boicotearlo a diario con mis cuestiones. Luego me pide perdón por lo que dijo y no me molesta, lo miro a los ojos un tanto pensativa, detectando celos en sus palabras pero quizás son suposiciones mías. - Celosin, no pasa nada. Ven para acá. - digo con la intención de darle un fuerte abrazo. Después me separo de él mientras seguimos hablando, solo para quitarme su camiseta y colocarme la mía sin tirantes. Es que después vería a Mark, quería verme bien. 

- No te preocupes, sé cuidarme. - respondo sonriendo. - Vamos a la compra, estoy esperando que Mark me responda así nos encontramos. Toca hacerla, y creo que la boba de mi hermana va hacia allí. Me ha puesto que ando desaparecida y que como siga así, aparezco en un pozo. Ya le dije que me facilita la tarea el enmascarado.- comento poniendo los ojos en blanco, ya pillando una chaqueta negra que en la espalda tiene el símbolo de Nirvana. - ¿Vamos? Toca cumplir y mi boca solo besa una. Idiota. 

Seth y Emily llegaron al hogar de este, no sin antes avisar antes a los bomberos de la fuga de gas.

Llegamos al apartamento y abrí la puerta para que Emily se pudiese poner cómoda pero sin cerrar la puerta, aun debía ir a por Eleanor, maldito coche biplaza.

- Emily, ponte cómoda, come algo si quieres e intenta relajarte, prometo que vuelvo en seguida, debo ir a por Eleanor y regresamos ¿sí?. - viendo como había llorado antes me duele dejarla ahora sola unos minutos pero como no vaya me matarán por partida doble. - Como si estuvieses en casa ¿vale? Ya sabes que es como si lo fuese, no tardo. Te quiero. - y la beso en la mejilla para salir de nuevo a por Eleanor.

Me quedo esperando de pie a que Seth salga del apartamento, y cuando al fin lo hace. Y después de un pequeñito ataque de ansiedad, salgo corriendo en dirección a la habitación de Seth, donde estaba mi laptop, la cual era de las pocas cosas que me había traído de mi casa después de la "visita" del asesino. 

Me siento sobre la cama, con la laptop sobre mis piernas y comienzo a buscar cualquier tipo de información que pueda encontrar sobre Nathan Snider y Mack Floyd. 

Sabía que le había prometido a Seth dejar toda la investigación de lado, pero Joder no podia quedarme de brazos cruzados, y mucho menos después de que ese idiota casi destruye los últimos recuerdos que tengo de mi hermano. 

Emily rebusca y rebusca pero no encuentra nada sobre Nathan Snider, sin embargo si que hay un poco de información sobre Mack Floyd.

Problemático niño vuelve a abandonar orfanato

Mack Floyd, también conocido como "El niño inadoptable" vuelve a dejar la casa en la que estaba a punto de ser adoptado por abusar sexualmente de la que sería su hermanastra, además de robar dinero y objetos del hogar. Parece ser que tampoco lo desea ningún otro orfanato, pues siempre está haciendo un gran caos por allá donde pasa. ¿Qué demonios le habrá pasado a este niño? ¿Estará poseído?

Tras encontrar información sobre Mack Floyd y nada sobre  Nathan Snider. Miro con nerviosismo mi móvil, viendo la hora y como el tiempo se pasaba volando... Joder ¡que había un puto asesino suelto! Y yo aquí encerrada como una princesita en una torre.

Espero unos minutos más, con las esperanzas de que Seth llegue... Pero no. 

Así que en un arrebato me levanto de la cama, tomo mi laptop la guardo en mi mochila, escribo en un pequeño papel el cual dejó sobre una mesa al lado de la puerta.

Lo siento Seth, tengo algo urgente que hacer... nos vemos en la fiesta. 

 Y salgo del apartamento, dirección a la  cabaña de Madison. 

Seth y Eleanor llegan al apartamento. Eleanor tenía el paquete que había recogido aún entre sus manos, por otra parte Seth vio algo en una de las mesas, una nota dejada por Emily

Lo siento Seth, tengo algo urgente que hacer... nos vemos en la fiesta. 

Entro pesadamente pero dejo todo ordenado al entrar, como siempre. Las llaves de casa y las del coche en su sitio y algo llama mi atención pues no debería estar ahí y tras leer la nota solo miro a Eleanor y se la enseño. 

- Mira, que haga lo que quiera... - digo ya totalmente agotado de este día y aun queda toda la fiesta por delante. - Dúchate si quieres primero Ele, yo mientras preparo mi ropa para la fiesta. - mensajeo mientras hablo con ella. - Que asco de día... - y me dejo caer en el sofá con la vista fija en el techo.