Partida Rol por web

Valoro unos segundos la opción tal y como me dice mi instinto y acabo decidiendo que no resulta rentable, aunque demos un rodeo, continuaremos en lo que el azul considera su territorio y acabaría impacientándose al ver que seguimos en él por lo que será mejor atravesarlo rapidamente. Además está el detalle de poder averiguar si dos criaturas tan opuestas como lo són esas dos podrían acabar soportándose.

- Y ellos tampoco - sonrío - Los dos saben que de enfrentarse a nosotros podrían salir muy perjudicados... aunque me extrañaría que se soportaran lo suficiente el uno al otro como para enfrentarnos sufriendo el mínimo riesgo posible.

Intento mostrarme tranquilizador cuando me desborda la curiosidad igual que un río en primavera.

- Avisa a tus hombres de lo que nos espera, pero que estén tranquilos, no se arriesgarán a un combate directo ninguno de ellos.

Confiaré en tus palabras-Digo, mientras llevo el puño al corazón.

Dirigiéndome a mis hombres digo:

Hermanos, despertad, Aan hace ya que ha plantado la semilla de Nura en el horizonte. Debemos partir, en dirección al oeste. Esos engendros que nos hemos encontrado temen a Phynoleidon y a nuestros arcos, así que huirán como un zorro cuando oye el paso del guerrero. Eso no quita que sea peligroso, pero debemos conocer al que conoce esta tierra, para no mancillarla, y además asegurarnos de que nuestros hermanos antes enviados están bien. Partiremos de inmediato.

Miro a Phynoleidon, y asiento con un gesto.

Me dispongo a recoger mis cosas y a seguir los pasos del dragón, siguiendo el curso del río.

Excesivo. Esa era la palabra adecuada para explicar la manera con la que Jaina había levantado a sus hombres, porque los dragones no nos tenían miedo, de eso no había duda. Aún así no había necesidad de corregirla, porque en caso de haber problemas siempre sería mejor tener unos guerreros confiados en que pueden vencer que en no disponer de ninguna oportunidad.

- Manten a tus hombres a raya Jaina Owlsinger. Que no se les ocurra retarles.

Me limito a advertirla para luego empezar a caminar para animar a los guerreros a mover rápido.