Dijo ante el espectacular hechizo.
- Pero...dejemos las felicitaciones para luego. ¿verdad?
Les dijo, bastante alegre, como si acabasen de ganar su primera batalla en el nuevo mundo...aunque, tecnicamente, no era el nuevo mundo, sino el conocido barco herencia de Karla, que, cada vez, le recordaba más a una joven promesa de la piratería que a una capitana de barco como podía ser El Emperador. Aquello en gran parte, era bueno...pues Oropher sabía más de vicios y artes de astucia que de disciplina militar y la frialdad del caracter de gente que no ha nacido en el mar o almenos, no para dedicar toda su vida a ella.
El mar debía de cantarle nanas a aquella muchacha, aunque lo que era cierto, casi sin duda, es que ella le dedicaría mucho más, quizás su vida.
- ¡Rápido, que atiendan al capitán!
Dio un paso al frente. Señalando autoritario, con ceño de preocupación, al desafortunado capitán de La revivida. Se dirigía a los hombres de cubierta, aunque no se acercó para ayudarle personalmente, no lo haría a menos que fuese el único que se atreviese a dar un paso después de aquella horripilante experiencia.
De soslayo observó al explorador y a la druida y asintió sonriendo...trataba de sacar lo mejor de sí, aunque posiblemente aún tuviese el corazón en el puño debido al susto inicial. Le latía más deprisa ahora que miraba a algún punto no definido que se situaba en Karla o en Narina, o quizás en ambas.
Huelga decir que Oropher tenía varias metas por el momento, dado que Ardell no había muerto, aún podía hacerse con la simpatía de Karla a través de sus desgracias, no obstante, y publicamente, debía mostrarse preocupado por la salud del capitán, sino corría el riesgo de ser sospechoso de los acontecimientos que sin duda estaban por llegar.
Narina, por otra parte, aquella exótica diplomática...era...peligrosa. Un hechicero siempre viene bien y más en la situación en la que se encontraba Oropher, llamar su atención imperaba en aquel momento, quizás el único que pudiesen compartir por ahora...y si las sutilidades no resultaban quizás tuviese que ser algo más directo. Estaba convencido, como no, dada su experiencia, de que no le había resultado indiferente.
Ya no había peligro...bueno, excepto para los heridos claro. Si no se hubiera queda atontada...podría haber hecho más, evitado algunas heridas...No puede pasarle algo así más, aunque nunca se había encontrado con espectros...o fantasmas...si había leido de ellos.
-Debo estar más atenta...-
Narina se sentó en la borda del barco, aún "viendo" el ojo del fantasma, llameante y fijo en ella. No se acerca a los heridos pues poco puede hacer por ellos comparada con los sacerdotes.
He notado que Oropher se ha dirigido a tu PJ en varias ocasiones y no le has dicho nada. Es intencionado y tu pj le ignora o solo es despiste? XD
un par de ocasiones, si, en mitad de un combate ¿no?
Y el bocadillo del dibujo o foto del ultimo, que es una mera frase o algo, quiero decir, que es en plan ¡bien hecho! que no es que me pregunte que quiero de comer ni nada XD
No le he respondido por que no considero necesario una respuesta, dada la situacion y eso, no es que se me haya pasado^^
(si crees que me equivoco con lo que he entendido dimelo)
Bueno, que no le diga nada OK, no me meto en como sea el PJ, pero como ni mencionas su gesto en el post ni le hace un simple gesto (de apruebo o desapruebo) ni ná no sabía si se te habia pasado. Por aquello de que vayan interactuando cuantos más PJ mejor ^^
Esta Narina es asombrosa. No puedo recriminar a Herman de quedársela mirando con admiración ya que ella hace lo mismo.
– Una nueva gran actuación Narina.
Me acerco al clérigo gravemente herido examinándolo para asegurarme de que sigue vivo antes de lanzarle el conjuro “curar heridas graves.”
El explorador baja su arco después de haber lanzado, su actuación no había servido de mucho, por no decir que no sirvió en absoluto. Con un chasquido en la lengua, y con el arco aun en la mano, por si hay mas sorpresas, se derrumba en el suelo, sentándose y acomodando la espalda en la baranda.
Kikí ya puedes venir, no tengas miedo. Con un brazo extendido llama a su mascota para que acuda a el, una vez su mascota en el hombro le acaricia el lomo para apaciguar sus temores.
Después se queda mirando a todos los componentes del barco, uno por uno, analizándolos.
Después de que pasara aquello se hizo un silencio incómodo, roto en primer lugar por Oropher y Narina, junto con los gañidos de Llobeta, preguntándose aún si no podrían volver a aparecer. Kikí se encontraba en una situación muy parecida, pero subido al hombro de Namesis donde siempre se sentía más a salvo.
Isonia fue la primera en actuar, curando al maltrecho sacerdote, quien se lo agradeció enormemente y pidió para ella la bendición de Valkur. Entonces Ranlad pidió ayuda de otro sacerdote, y éstos se repartieron entre él y el capitán que estaba medio ido del dolor.
Bueno... movéos, todo el mundo a su sitio, la, el... circo se ha acabado, y no van a volver así que estad tranquilos.
Miró a Karla llamándola al timón para hablar con ella y ordenó que se encargaran de acompañar al capitán a su camarote.
Ranlad tras agradecer a los sacerdotes, hizo lo propio con sus hombres, instándoles a calmarse y a que volvieran a sus quehaceres, como si no hubiera pasado nada. Desde luego estaba bastante más acostumbrado a la acción y a ser herido y sanado que muchos otros.
Taliesin (Karla) estará ausente unas semanas, y Vandar (Oropher) hasta aproximadamente el 27, procurad no interactuar con ellos hasta nuevo aviso.
Aunque tengo ganas de saber si esos dos fantasmas son frecuentes en el barco ya que no se parecen a las criaturas que hemos visto de este continente primero intentaré calmar a la Llobeta.
Voy a donde esta junto a Herman y me siento a su lado mientras la acaricio suavemente. – Tranquila ya los hemos expulsado. Ya se que te ponen muy nerviosa las criaturas contra las que te sientes completamente indefensa.
-Quiero volver a tierra de una vez...-
El humor de Narina ha empeorado, se siente ridicula por haberse asustado asi. Se levanta y se dedica a andar por cubierta, tratando de no estrorbar mientras estira las piernas.
-Además tengo que hablar con el gobernador...-
Habla con Twig, su pájaro, el cual parece ser el único animal del barco que no se ha asustado.
-Eres valiente Twig ¿Lo sabias?-