Dos meses habían pasado desde que la flota de siete barcos, tres galeras particularmente grandes y cuatro navíos más pequeños, privados todos ellos, zarparon desde Aguas Profundas con vítores y los mejores deseos de todos los presentes.
Dos mil cien almas que cruzaron el océano durante lo que parecían días sin fin para la mayoría. Muchos estaban acostumbrados a largas temporadas en el mar, por supuesto, pero no sin escalas y nunca durante tanto tiempo. Los ánimos en la flota estaban algo revueltos, la gente nerviosa, y unos cuantos ya comenzaban a murmurar si habían pasado Maztica por alto. Nervios, en general.
Por fortuna disponían de unos ciento cincuenta sacerdotes de varias confesiones, quienes solían calmar los ánimos, además de su incalculable valor creando comida y bebida con sus sortilegios para aguantar más tiempo los suministros.
En el Glotón, uno de los Galeones, donde habitualmente vivían unos cuatrocientos marineros más carga, tenían ahora pasaje, sumando quinientos y la carga, pues la carga la llevaban dos de las galeras principales, mientras que la galera insignia, el Emperador, llevaba más gente, entre ellos todo lo que iba a ser la flor y la nata de Aguas Nuevas.
Y al fin, el vigía del palo más alto del Emperador gritó con todas sus fuerzas, con una emoción que ponía los pelos de punta, el esperado anuncio:
¡¡TIERRA A LA VISTAAAAAAAAA!!
La gente se agolpó a intentar ver lo que el vigía habia visto, y pronto vieron la línea en el horizonte. A medida que se acercaban, a cinco kilómetros de la costa, la cosa no parecía demasiado esperanzadora: La espesura alcanzaba hasta la mismísima playa en casi toda la línea del horizonte.
Algunos comenzaron a murmurar decepcionados. ¿Acaso esperaban una playa soleada y sirenas pechugonas saltando por doquier en el agua...?
¡¡Al fin!! Gritó el capitán, alzando los brazos ¡¡Al fin tierra!! ¡¡Jaja!!
Entró a su camarote a toda prisa por el catalejo para poder echar un vistazo a lo que se ojeaba, pero salvo unos islotes que se veían al norte, y que comunicó a los demás, el resultado de la primera impresión de la costa no era demasiado halagüeño.
Hmf... Como digan de desembarcar ahi, vamos a tener que hacer hueco a Aguas Nuevas a golpe de hacha... Y después refunfuñó algo que no se le llegó a entender
Sentios libres de rolear unos con otros, o con otros marineros, soldados, o allegados, los que los tengáis así iré creando algunos PNJ ya que estamos. ;P
Namesis estaba apoyado de brazos cruzados en la baranda de proa, miraba hacia abajo, el surco de ondas que dejaba el barco por el mar le parecía hipnotizarle. El grito del vigía le devolvió a la realidad y solo alcanzo a ver una marabunta de gente que corría en su dirección con la intención de ver la tierra que habían avistado.
Se sintió acorralado y aprisionado, con costo logro escapar de los brazos, piernas y cabezas que lo rodeaban, al lograr salir respiro aliviado, ya lograría ver la tierra de cerca mas adelante.
Espero que no tardemos mucho en desembarcar, tanta agua me estaba dando mareo...susurrando, se volvió a cruzar de brazos en la baranda y espero al momento del desembarco.
El grito de tierra a la vista saca a Narina de sus pensamientos con inclinaciones suicidas, la pobre lleva dos meses de mareo casi contínuo. -Nunca más...Maztica es mi nuevo hogar si o si...yo no vuelvo a pasar por un viaje así...- medio lloriquea mientras se pone en pie, moviendose de "su" sitio en el barco, un pequeño hueco en la barandilla del castillo de popa.
Avanza, cada vez más segura de si debido a la linea de tierra que se va dibujando en el horizonte, que le da ánimos, hasta llegar al palo mayor, dónde levita hasta llegar a la cofia del vigía, para ver mejor. -Hola, vigía. ¿Te importa que me quede aquí?- la respuesta realmente no es importante, pero el hecho de preguntar, de pedir permiso, suele provocar buenas reacciones. Muchas más que hacerlo sin más.
-Mm el viento aquí es refrescante.- murmura mientras se hace visera con una mano para tratar de ver lo mejor posible. -Vaya, está todo verde...¿Pararemos o seguiremos en este maldito trasto bamboleante más días buscando playa? ¿Tú que crees Twig?- parece hablar consigo misma, pero en realidad lo hace con el pájaro que hay en su hombro, un cuervo parlanchín, con un humor bastante hiriente.
Estábamos los tres en la cubierta como siempre. No acabábamos de entender como la mayoría prefería pasar las horas en lo que los marineros llamaban la sentina. El hedor se notaba incluso aquí arriba.
De pronto los gritos del vigía nos sacaron de la modorra y casi somos aplastados por la cantidad de gente que salio corriendo a la cubierta.
– Dejemos que recuperen la calma un poco – les digo en tono alto a Herman y la Llobeta – de aquí un rato volverán a la sentina y podremos contemplar la costa tranquilamente.
Presenciando que pronto llegaran a la costa y desembarcaran, Namesis se dirije a su lugar de reposo, donde se encuentra su mochila y varias prendas que ha ido utilizando a lo largo de los 2 meses de travesía.
Tuve suerte de subir a este barco
Pensó para si mismo mientras empaquetaba todo, aseguraba los cierres de su mochila y cargándola hasta la cubierta, la dejaba caer a su lado, apoyándose de nuevo en la cubierta, observaba como la tierra que poco antes habían avistado ya estaba mas cerca...o no...
El vigía no podía negar un huequecito a aquella belleza en un hueco estrecho, habría sido un crimen, así que sonrió y cedió espacio.
Claro que no, sube sube, echa un vistazo...!
Cuando Narina habló sobre el viento, él sonrió, pero cuando vio que se dirigía a su cuervo, se sobresaltó y se sintió un rato idiota, pues estaba a punto de responderle algo.
Yo espeeero que bajemos pronto.... ¡O me voy a los árrrboles yo solo!
Uno de los marineros miró a Isonia y rió un poco.
Vaya, ¡Que no olemos todos tan mal! Al parecer le habia escuchado el comentario. O en tal caso, he perdido el olfato...!
Vaya aunque no lo he dicho esta vez ha reconocido mi gesto de taparme la nariz.
– Todos no pero no me negaras que hay gente que desde que subió en Aguas Profundas todavía no ha cubierta. Y mucho menos se ha bañado.
– Ahora que lo nombras. ¿Por qué os bañáis con parte de la ropa puesta? ¿Para lavarla al mismo tiempo?
Dos meses... son dos meses.- Comento Namesis que estaba cerca del marinero cuando habló. -No te preocupes todos tenemos el aroma de la sal pegado a la piel.-Intentando darle poca importancia al olor, sonríe volviendo a mirar al mar, ardía en deseos de bajar del barco.
El sobresalto del vigía le hace ver a la bella hechicera que ha sido un tanto descortés, sonríe al escuchar a Twig.
-Pues mira, no es mala idea. ¿Por que no hechas un ojo volando a ver si hay alguna zona con menos árboles o una playa que se vea?- lo levantó con una mano para que fuese a cumplir la tarea que le acababa de encomendar.
-Disculpeme vigía, ese cuervo es mi familiar, Twig. Cosas de hechiceros. Pero me interesa su opinión, ¿Qué opina? ¿Desembarcaremos pronto?- le preguntó al hombre, acomodándose el largo pelo tras la oreja, una empresa algo desesperanzada, por culpa del viento a esa altura. Le dedica una sonrrisa amable.
En ocasiones es seductora sin proponerselo.
¡Pues claro que sí! Hasta el almirante tiene que estar hasta el sombrero de ver agua! A la primera cala que cojamos seguro que empezamos a desembarcar gente y trastos!
La charla se cortó un poco cuando sonó un cuerno desde el Emperador. Con un sonido de interrogación, el vigía se puso el catalejo en el ojo y miró hacia allí.
Vaya... pues están ordenando que se reagrupe la flota, creo, espera.... Sí, si. Es lo que están ordenando, para trasladar carga.
Miró hacia abajo.
Mi Capitán!! Gritó a Phineas El Emperador quiere reunir a la flota a su alrededor para trasladar cargaaaaa!!!
Oído!! Respondió desde abajo, y luego hizo un gesto circular con la mano en alto. Y todos vosotros también, vamos, a moverseee! Ordenó a la tripulación.
Qué raro. Normalmente hubieran dicho "Sur" o "Norte" y viento en popa hasta la siguiente playa apropiada... Se rascó una patilla extrañado
Namesis mira hacia el vigía en el momento que empieza a gritarle a su capitán, tras oír el cuerno.
-Espero que en esa maniobra marinera no tardemos mucho tiempo.-Musita para los que están a su al rededor.
Namesis confía en que cada movimiento de los navío les acerque un poco mas a la costa, pues esta un tanto aburrido ya de ver tanta agua allá donde mire.-¿a que se refiere con agrupar la flota, Capitán?-