Karla se encogió de hombros.
--La maldición pasa a aquellos que estén más ligados al barco ¿no es así? Me cuesta imaginar a alguien menos interesado en el barco que mi sobrino. Quizá eso le permita burlar la maldición --razonó--. Por el contrario, si yo tengo un hijo es posible que sí quiera estar a bordo y la maldición tendrá más dónde elegir.
Zangoloteó la cabeza.
--Quiero mucho a mi sobrino. Pero engendrar un hijo con la idea de protegerlo me parece saltar de la sartén para caer en las brasas.
Alguien no preparado ni interesado acabaría como Lénad. Ése sí es un alma en pena. Los que fuimos preparados desde que nacimos, o durante la vida adulta, como Airoa, lo llevamos bien.
Si quieres hablamos de puntos de vista al respecto, pero no quiero que pienses que deseo que tomes una decisión ahora. La vida da muchas vueltas.
Karla frunció los labios en un gesto contrariado.
--Eso es lo que hizo mi padre conmigo ¿no? Prepararme desde que nací --le espetó a Laure. Se sentía furiosa, traicionada por el padre que siempre había admirado--. Aunque no tuviera el detalle de contármelo.
Laure sonrió. ¿Te gustaria no haber nacido entonces?
Yo no. Merece la pena.
Karla iba a replicar algo pero se lo pensó un poco más y cerró la boca, meditando sobre lo que Laure acababa de decir.
--Nadie elige nacer --replicó al fin--. Pero mi padre eligió dejar que lo descubriera yo por mi cuenta. Hubiera preferido oírlo de sus labios en vez de encontrarme con Wilson.
Aún recordaba el miedo que había pasado, y se preguntaba de dónde había sacado el coraje para defender a su sobrino.
--Pero no me sirve de nada lamentarme de eso ahora. Lo único que puedo hacer es intentar mejorar nuestra situación. Buscaré una solución. Romperé la maldición o al menos buscaré la manera de que no afecte a nadie más.
Levantó el mentón con decisión.
Laure asintió con una sonrisita satisfecha.
Cada descendiente que lo intenta tiene más ejemplos de cómo fallar al conseguirlo que el anterior. Quizá contigo tengamos más suerte.
Tomó algo de aire.
Si quieres, hablaré con tu padre al respecto cuando se encuentre mejor.
Negó con la cabeza.
--Eso es algo entre él y yo --contestó y esgrimió el libro--. En fin, tengo que estudiar esto con detalle, por si pudiera encontrar algo que me ayude a sacar a Ardell del puesto.