Me permito fijarme en el lugar, los edificios, las piedras, los musgos que las cubren y luego vuelvo a observar a los asustados nativos intentando que los acontecimientos pasados se muestren ante mi como cuando al amanecer aparece el sol.
Tirada: 1d20(+8)
Motivo: Conocimiento dracónico
Resultado: 15(+8)=23
Lo poco que queda en los frescos de las paredes del templo cuenta la historia de la creación de un reino, cómo un ejército derrotó a unas criaturas grandes que podrían ser ogros o trolls, luego unas imágenes representando prosperidad y crecimiento al lado de hombres enfundados completamente en metal, hasta más que los amnianos, y después el agujero del techo no permite ver mucho más, pero en el final del fresco aparece dibujado un barco llegando a un acantilado acribillado de ventanas y balcones, con el sol naciente al fondo.
Probablemente se trate de ruinas del reino de Amran, que estuvo en la zona hasta hace unos cuatrocientos años, lo que cuadraría con el estado de deterioro de la ciudad. Amran tenia una gran fortaleza costera, pero fue destruida de un día para otro por una serie de guerras contra sus vecinos. Según se dice fueron muy avanzados.
- Si descendeis de quienes levantaron estos muros, será mejor que olvideis el pasado.
Les dejo caer a modo de advertencia, aunque quizás sea por culpa de los extranjeros el que hayan regresado a estas ruinas. Entretanto mantengo mi posición relajada, ya que es la primera conversación que tengo en bastante tiempo, y no es algo que se deba echar por la borda.