Partida Rol por web

 
El trayecto fue breve y se disfrutó, después de tanto tiempo anclado en tierra... si bien había sido muy interesante. Aunque habían unas cuantas nubes, quizá estaban demasiado altas para captar demasiados detalles oculto entre ellas, pero a cambio la gran altura sería una defensa excelente y verle sería muy muy difícil.

Desde donde estaba, en una nubecita que se movía lentamente, a vistó la parte deforestada y el asentamiento Txakopel, que estaban comenzando a rodear con una empalizada (casi completa a esas alturas) y tenía ya varias construcciones terminadas, todas en madera

Aunque desde una gran altura, Nidhur podía ver la actividad incesante en el asentamiento/avanzada de los Txacopel... sin embargo, seguro de que Abisairia querría más detalles, se debatía en la duda... arriesgarse a descender y que le vieran, pero a cambio poder tener más detalles del asentamiento, o quedarse alejado y con vagos detalles nada más.

Nidhur era un dragón plateado, aunque fuera joven, su metálico color se apreciaba sin mayor problema y todos los pueblos sabían que un Dragón Plateado no atacaría porque sí... así que aún tenía la esperanza de que aunque se percatasen de su presencia, no pensarían en atacarlo... tampoco era extraño en esas tierras ver pasar a un dragón volando a lo suyo, aunque con estos pueblos humanos nunca se sabía... Nidhur lo había decidido, trataría de recopilar más detalles, más información, siempre volando lo más alto posible y escapando ante la más mínima amenaza. Tampoco merecía la pena arriesgarse en exceso...

 
Nidhur descendió de las nubes para poder echar un vistazo más cercano al lugar, desde una altura segura (y convenía estar a salvo, pues los Txakopel eran conocidos por haber matado no pocos dragones).

Los edificios eran grandes y achaparrados, parecidos a barracones o a salones comunales, pero uno de ellos, aún en construcción, iba a ser una torre, y estaban utilizando piedra. Desde luego habían llegado con intención de quedarse. Unos ciento cincuenta o quizá doscientos soldados estaban a la vista en el campamento, más otros tantos obreros. Seguramente hubieran más en las cabañas y en el bosque, cazando.

     Dado el marcado caracter expansionista de Txakopel, a Nidhur no le sorprendió ver que estaban incluyendo piedra además de otros materiales en sus construcciones. Tampoco el hecho de que fueran tantos los guerreros y obreros... evidentemente, para aprovisionar a tanta población en ese campamento debían tener también cazadores en el bosque, aunque dudaba que sólo con la caza pudieran mantener a tanta gente, debían tener líneas de abastecimiento por detrás, casi seguro... pero por el momento tenía suficiente información, así que lo mejor sería regresar con Abisairia, poner a sus compañeros al día y decidir cómo procederían a respecto...

     Ya se había arriesgado suficiente y había logrado lo que pretendía, así que lo mejor sería tomar altura, lejos de ojos inapropiados y volver a casa. La mejor parte de este viaje era que volvía a sentir el viento bajo sus alas, a caminar sobre las nubes... aunque sólo fuera durante un corto período de tiempo, a modo de pausa entre sus deberes, pero siempre vigilando porque nunca se sabía quién o qué podría aparecer. Abisairia estaría esperando escuchar su informe, así que seguiría disfrutando de su paseo aéreo antes de volver a tomar su forma humana y ver cómo evolucionaban las cosas y el frágil tratado de paz entre los pueblos humanos...