Partida Rol por web

 
Narina le explicó a Cabeza de Caimán, y él respondió afirmativamente, señalando al que había sido su guía para que él les guiase a una cabaña apropiada. Luego se quedó unos segundos mirando su nuevo "juguete" y se fue para la cabaña.

Al grupo le ofrecieron una en la que cabían perfectamente. Por desgracia no había ninguna distribución, pero aún así era bastante más de lo que se esperaban para aquella noche, que hubiera sido al raso o bajo un techo de helechos. El suelo era de tierra compactada y los tablones de madera dejaban en algunos sitios rendijas por donde se colaba la luz de Selûne, pero el techo estaba mucho mejor impermeabilizado

La iluminación era una única... 'antorcha' puesta en un hoyo en el suelo, tapado con una losa de piedra apoyada sobre otros soportes de piedra, para que saliese calor y luz, pero no la llama. En general parece muy consistente, aunque la puerta es una simple piel de algún animal de pelaje pardo que llega hasta el suelo. No hay demasiados bichos, para estar en mitad de la jungla y el olor es soportable.

La comida que os ofrecen, ya que desconocen vuestras costumbres es fruta tan solo. Ninguna de ellas la habéis visto jamás. Kiwis, mangos y piñas.

 
La tribu tiene reservas para unas cuantas bocas más por una noche, no es problema Dijo con un tono de humor Descansad, cuando se levante el sol será hora de aprovechar la luz.

A Narina se la ve relajada ahora, aunque es un cambio muy sutil, ya que antes, aunque tensa, no lo reflejaba. Eso es parte de sus dotes como diplomática. Suspira cuando se sienta cerca del "fuego".

-Bueno, no ha ido nada mal ¿No?. Al menos no tenemos que luchar contra "algunos" lagartos. Espero que todo vaya bien en la próxima negociación, ya con los jefes, o bien con permiso claro sobre lo que puedo prometer o no. Ya sabéis como son los mandos...si no les interesa, la palabra de los "inferiores", nosotros, o yo en este caso, no vale nada...-

Mira la fruta y coge un mango, curiosa.

-Propongo que comamos parte de nuestras raciones, y algo de esta fruta, al menos para no ofender. Sin embargo tengo entendido que los alimentos de una zona nueva no sientan siempre bien a los no acostumbrados a ellos...la otra opción es que puede que se ofendan, aunque no lo creo...-

Sacando un pequeó cuchillito apenas digno del nombre, comienza a pelarlo, para probarlo.

-Huele bastante bien.-

Mira a los demás, divertida de pronto, mientras sigue pelando.

-Ninguno se esperaba que hablase ese idioma como una natava ¿eh? Secretos de la profesión...- les guiña un ojo a los soldados.

Namesis entro en la cabaña con cansancio, todo el tiempo que habían estado de pie le agotaba, necesitaba moverse no le gustaba quedarse quieto, y aquel toqueteo de orejas tampoco le había gustado mucho, estaba un poco asqueado pero tampoco podía hacer nada.

¿que tal esta el... mango? Le pregunta a Narina con interés pues había visto su forma y era la que mas le llamaba la atención, la piña parecía ser muy dura. cogiendo una, la huele.

¿que opináis también de hacer unos turnos de vigilancia? no quiero que mientras durmamos, nos pillen desprevenidos. Comenta mientras juguetea con el mango entre sus manos.

Observo las frutas indicándole a la Llobeta que les examine también. Los sentidos de ella son mucho mejores para determinar si son buenas para comer.

De las que selecciona tomo tres pasándole una a Herman y me dispongo a estudiar como se comen para darle una como recompensa.

– Estoy de acuerdo con hacer guardias. Con los que somos podremos ser varios cada turno.

 
Pues sí. No va a estar de más, creo yo. Namesis, eres elfo así que duerme ahora y cuando despiertes haces la guardia con Isonia. Herman y yo haremos la primera No quiero que la parejita se me despiste poniéndolos en la misma guardia....

 Sí señor! Dijo con alegría antes de darle un mordisco a un kiwi Y al fin empieza la aventura... ¿Cómo es posible que sepa el idioma de esos hombres lagarto, por cierto?

-Conozco muchas lenguas, he viajado bastante, y solía mediar en disputas...por ello estoy aquí...y claro, aprendi muchos idionas. También, ser hechicera tiene sus ventajas.- sonríe

-El mango es bastante dulce, pero con un punto ácido...es agradable.-

Tras comerselo, va preparando un lugar para acomodarse y dormir, no cree que corran peligro.

-Si me necesitais en las guardias..despertadme...-

Está bien. Dormiré y luego me despertáis para la guardia a mi también. Comenta el explorador tras las palabras de Narina. Diciendo eso se va a su zona para descansar, se deshace de su mochila dejándola caer a un lado. con una señal de su mano, su mascota corretea por su brazo, salta a la mochila y se mete dentro dispuesto a dormir. Namesis se tumba, aun con la armadura puesta pues no quiere que le pillen desprevenido, aun que es incomodo, ya esta acostumbrado y se la acomoda lo mejor que puede para que no le moleste tanto. Espero poder pegar ojo un poco.

 
No sucedió nada por la noche, salvo que en cierto momento, un grupo de hombres lagarto se puso a hacer algún tipo de rito en la hoguera, tocando tambores y cantando en su extraña lengua durante cosa de una hora, y el lugar quedó tranquilo de nuevo. Al alba, los despertaron dando golpecitos en la pared de madera y tras despedirse los acompañaron al barco. 

Los soldados que habían estado esperando en las barcazas dijeron que habían visto pasar a la flota de los tres baros grandes que siguieron hacia el norte a todo trapo desde el norte hacia el sur, pero aún no sabían porqué.

Cogiendo una de las barcazas, llegaron al Zigzag, donde les informaron mejor: Al pasar, la flota les había informado que la Revivida, el barco que fue de exploración al sur, estaba siendo perseguido por una galera amniana e iban en su rescate. Tendrían que esperar a que regresasen para informar de su descubrimiento al gobernador, pero desde luego parecía que las cosas se habían precipitado.