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Aguas Nuevas: La Conquista de Maztica

15: Asuntos a cuatro bandas

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15/05/2011, 21:13
Auranmnus

Auranmnus lo meditó un poco. 

A los Féralar todo, Virstania es de confianza. Sé más reservado con los troll, confío en tu buen juicio, y sin duda tu fuego les disuadirá de más de un intento de traición o pelea, lo rehúyen porque no pueden regenerarlo.

Hay mil centauros, mil cien quizá, de ellos unos trescientos aún son potros, y de los adultos gran parte están en un oasis en medio de la estepa, mientras el resto caza. Si atacan a los troll, que son doscientos... no creo que envíen más de cuatrocientos guerreros, contaría entre trescientos y cuatrocientos, más sería dejar a la prole al descubierto o incluso enviar hembras a la guerra, cosa que no hacen salvo casos extremos.

Se puso de pie, listo para partir.

Por cierto... Virstania es una buena amiga. De vida breve, pero buena amiga. Procura que no le pase nada, si es posible. 

Asintió a modo de despedida, y cuando Phynoleidon levantase el vuelo

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16/05/2011, 12:30
Phynoleidon

Escucho al dorado con atención, al parecer el número de centauros era menor que los hombre con armaduras de acero a pesar de que éstos no mandarían todas su tropas a la batalla. Parecía una batalla fácil en principio a pesar de que se sufrirían muchas bajas por parte de ambos.

- Bien. Mantendré un ojo en ella.

Me despido de Auranmnus para luego volver a despegar en dirección contraria a la suya.

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17/05/2011, 09:33
Director

 
Virstania llevaba un tiempo acampada en una cueva prestada por los troll, cerca de la cueva que actualmente ocupaban, la única en esos momentos. Un buen número de féralar de distintas razas merodeaban la zona, cerca de los troll pero sin juntarse con ellos.

Phynoleidon llegó volando por la tarde, supuestamente los refuerzos de Jaina llegarían a lo largo del siguiente día.

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18/05/2011, 11:55
Phynoleidon

La peste de los trolls podía olerse desde hacía varios millas y estaba seguro que cuando descendiera sería incluso más insoportable de lo que era en pleno vuelo. Era por ello que me sentí tentado de dar media vuelta y dejarles a su suerte, pero tras asegurarle a Auranmnus que cuidaría de Virstania no me quedaba más remedio que descender y vigilarla.

Decidí bajar cerca de los féralar, al serme de más confianza que los otros habitantes del extraño campamento, además de suponer que la leorak se encontraría entre sus semejantes.

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19/05/2011, 00:07
Virstania

 

Virstania se había subido a lo alto de un pequeño risco rocoso encima de la cueva, la mujer parecía tener cierta ascendencia felina y a los felinos les gustaban los lugares altos... aunque puede que el olor insufrible de los troll al interactuar con su fino olfato también tuviera algo que ver.

Estaba sentada con las piernas cruzadas, inclinada ligeramente hacia atrás y apoyando las manos atrás sobre la superficie de piedra mientras observaba el cielo en busca de algo que desde luego no eran centauros. En cuanto la silueta de Phynoleidon se recortó contra el firmamento azul, la léorak se espigó como quien acaba de localizar una presa (aunque evidentemente, el dragón de presa no tenía nada. Para empezar, er aun aliado)

Sus ojos de color turquesa sigueron al reptil mientras descendía, por lo visto iba a posarse en su zona de modo que se puso en pié y con dos brincos rápidos y sorprendentemente ágiles bajó de de su improvisada atalaya para dirigirse a donde el Cobrizo aterrizase.

Huelga decirlo pero cayó de pie.

Dichosos los ojos—dijo levantando ligeramente los brazos como si Phynoleidon fuese la Piedra Filosofal y acabase de hallarla, había una sonrisa de lado en el rostro de la féralar así que no parecía una exclamación de enfado—Bienvenido de nuevo, amigo... dime, ¿cómo ha ido? ¿traes alguna novedad?

 

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19/05/2011, 01:17
Phynoleidon

- Si.

Afirmo a la última pregunta de la féralar en cuanto toco tierra. Definitivamente el hedor era mucho peor aquí, tanto que no podía contener la expresión de desagrado en mi rostro.

- Auranmnus localizó a los centauros junto al oasis de la estepa. Más de un millar entre machos, hembras y potros, pero estima que no atacarán con más de cuatrocientos.

Anuncié en primer término para después sacudir la cabeza intentando hacer desaparecer ese repugnante olor, pero sin éxito.

- Jaina Owlsinger aseguró que sus guerreros ya están de camino. Y una cosa más. Llegaron más hombres con armaduras de acero y han creado un poblado en la desembocadura del río, parece que enviaran algún efectivo junto a los truill'aan.

Termino de darle las noticias que más podían interesarle, dejándo caer la bomba justo al final a la espera de más preguntas sobre los nuevos recién llegados.

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21/05/2011, 22:32
Virstania

 

Virstania entornó tanto los ojos que seconvirtieron en dos finas rendijas de color turquesa, la léorak cruzó los brazos sobre el pecho y dejó apoyado el peso del cuerpo en una sola pierna.

¿Más hombres de acero?—respondió—¿de los "buenos" o de los "malos"?

Si bien estaba claro que si Phynoleidon había mencionado que enviarían algún efectivo junto a los truill'aan debería esr de los que estaban de su bando... pero tal vez a Virstania empezaba a no hacerle mucha gracia que tanto "humano de acero" desconocido llegase tan cerca de su territorio.

"Por los Creadores.... ¿qué demonios del abismo está ocurriendo que no hacen más que llegar y llegar tribus extrañas a Maztica?".

Quiero creer en que lo que sea que haya hecho Jaina para que esos hombres de acero tengan motivo de meterse en una guerra que no es suya es sólido como la roca pero... cuesta—contestó—sobre todo porque, teniendo en cuenta lo que hicieron los otros humanos de Amn con su tribu, nada les impide a estos hacer lo mismo.

Levantó una ceja y se rascó la cabeza.

—Han llegado también por mar, a fin de cuentas... ¿no? No sé si es bueno que entreguéis vuestra confianza tan rápido.

No lo decía a modo de reproche, si no más bien tratando que alguien le explicara de qué iba todo aquello, parecía resultarle realmente desconcertante que de pronto no hicieran más que aparecer humanos extraños de más allá del mar, que unos fueran tremendamente crueles y que otros fueran tremendamente cooperativos.

O al menos en apariencia.

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24/05/2011, 21:44
Phynoleidon

A mis ojos, resultaba muy comprensible la reacción de Virstania. ¿Qué por qué debíamos confiar tan rápido alguién de más allá del mar? La respuesta era demasiado sencilla: no debíamos.

- Al parecer, éstos humanos son adversarios de los de Amn e imagino que querrán lo mismo.

Hablo sin rodeos, a fin de cuentas el tiempo y el lugar no invitan a extenderse demasiado.

- Pero hay algo en ellos, o más bien en su comandante, que delatan un corazón más sereno, el cual es consciente de que si viene a hacer la guerra, todo el continente se lanzará contra ellos y serán incapaces de superar a los de Amn. Es por ello que les conviene ayudarnos en éste tipo de problemas "menores", esperando que en el futuro les devolvamos el favor. Es por ello que debemos aprovecharnos de ellos tanto como esperan hacerlo de nosotros.

Expongo libremente mis pensamientos, confiando firmemente en la opinión de Auranmnus sobre que la féralar es alguien de confianza, al igual que lo es Jaina Owlsinger para mí.

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25/05/2011, 14:25
Virstania

Había algo en la cara de Virstania que parecía denotar un "y cuando deje de convenirles ayudarnos, ¿qué?" pero si realmente pensaba eso, no lo dijo. Es más, no dijo nada durante unos segundos durante los cuales pareció estar pensando detenidamente en el panorama que se les venía encima.

"Que bien, más gente que viene a conquistar Maztica" suspiró mirando de soslayo a otra parte mientras su cola se mecía ligeramente con irritación "por la fuerza o camelándonos pero todos esos condenados humanos de acero son conquistadores. Ya podrían haberse hundido en el maldito océano de camino aquí".

A ella le hacía falta algo más que buenas intenciones para confiar en una tribu extraña que había llegado del otro lado del mundo cruzando kilómetros y kilómetros de agua... Aunque por suerte parecía tener en bastante estima a los Metálicos, ya no sólo por Phynoleidon sino porque conocía a Auramnus desde que tenía uso de razón y confiaba plenamente en el juicio del Dorado, si éste no parecía estar alarmado por la oportuna amabilidad de los humanos "buenos" de Jaina, para Virstania era suficiente. No recelaría... aunque no terminara de hacerle mucha gracia.

Bien... —dejó de mirar hacia un lado y de nuevo clavó los ojos en el dragón aunque parecía haberse relajado un poco—pero que conste que de mí no se "aprovecha" nadie. Más les vale estar siendo sinceros.

Descruzó un brazo haciendo un gesto en el aire y gritando algo en aquél extraño lenguaje reverberante para llamar la atención de un féralar. Éste tenía el cortísimo y aterciopelado pelaje del cuerpo de un color amarillo dorado y salpicado de rosetas negras, estampado que recordaba tremendamente al de un leopardo. Iba vestido también con cuero y con pieles pero le cubría el torso un peto de malla broncínea delatando su estatus de guerrero. Portaba un escudo en una mano y una espada, también de metal, en la otra. Además de que el tatuaje que Virstania llevaba en el hombro, éste lo llevaba en el pectoral izquierdo solo que de color blanco.

Es más, si el dragón se fijaba, todos los féralars que pululaban por la zona parecían llevar el mismo tatuaje de un "zarpazo" blanco en alguna parte; algunos en el antebrazo, otros en el dorso de la mano, otros en la mejilla, otros en el pecho... pero la única que cambiaba el color a dorado (al parecer porque el blanco se confundía con su propia piel clara) era Virstania. De hecho no era en lo único en lo que parecía ser distinta puesto que dentro de la raza féralar parecía haber alguan especie de "subrazas" o algo así con semejanza inequívocamente felina. Este que había venido recordaba por sus rasgos a un leopardo pero luego había otros cuyo cuerpo presentaba un color fuertemente anaranjado cubierto de rayas negras (hasta en el cabello era así) patrón idéntico al de un tigre, otros eran completamente negros como las panteras, otros, de un color amarronado, lucían sendos mechones de pelo bastante llamativos en la base de la mandíbula al igual que los linces... etc.

Y la única que parecía diferente, era Virstania.

Era la única con aquella imponente melena blanco platino, de hecho, era la única féralar de aquél color por completo. Cuando les había conocido a él y a Jaina, había dicho algo como "que no iban a ver muchos léoraks blancos", sólo a ella. Por lo visto no mentía.

Mandad al mensajero ya, supongo que es suficiente... —le dijo al guerrero que había llamado—siguen siendo mil pero según Auramnus atacarán con unos cuatrocientos. Cuatrocientos trolls, doscientos hombres de acero... "más algunos más" y cuatrocientos féralar vamos más que servidos para acabar esto pronto. Y aun si finalmente por alguna funesta razón se alineasen las estrellas y decidieran venir los mil, seguimos contando con el efecto sorpresa.

Al parecer había hablado en Mazticano Común por respeto al dragón ya que bien podría haber seguido en su lengua.

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29/05/2011, 17:31
Phynoleidon
- Tiradas (1)

Notas de juego

Según tengo entendido, con eso ya marchamos a la guerra ¿no?

Por cierto, te hago una tirada de Saber(Geografía) cuando lleguemos al lugar de la batalla, a ver si de verdad es tan bueno como parece en principio o si podemos sacarle mejor partido de alguna otra manera.

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01/06/2011, 09:58
Director

Notas de juego

 
El lugar parece muy bueno, si bien habría que buscarse algunos trucos para ayudarse, como esconder parte de las tropas en las cuevas, o en zonas de maleza alta. Los centauros no cuentan con que los troll tengan ayuda, y sin ayuda la mejor opción de los troll es defender su mismísima cueva por lo que flanquearlos será más bien fácil ya que los centauros no esperarán que los troll dividan los "cuatro gatos" que les quedan para intentar flanqueo alguno y mucho menos a campo abierto.

Con los féralar y los hombres de acero Trui'laan bloqueando dos flancos y los hombres del este la retaguardia, debería ser una paliza en toda regla en el mismo terreno.