Partida Rol por web

"E-entiendo..." asentí, con gesto triste, agarrándome un brazo con impotencia. Quería ayudar a Neku, porque sabía que lo necesitaba, porque eramos amigos, y los amigos se ayudan entre ellos. Algo tan sencillo, estúpidamente obvio, pero que seguía pareciéndome una montaña a escalar. No sabía qué decirle, no sabía qué hacer, cómo reconfortarlo. Yo me había sentido igual que él, a veces aún lo sentía, pero también desde el primer juicio algo en mí cambió, como si mi corazón supiera que podía abrirse, que debía abrirse. Que no podría ya soportar todo aquello sola... y que no tenía por qué hacerlo. Que podía confiar en Natsuki Mei... y también en Tafuna-tan... ...¿qué fue lo que ellas hicieron? ¿Cómo lograron reconfortarme, cómo lograron abrir las barreras que el miedo, el odio y la desconfianza habían cerrado mi alma?

Encontré la respuesta en un gesto que me encantaba, pero que también de alguna manera me aterraba de vergüenza, que nunca me atrevía a iniciar yo misma, pero que siempre acogía... Tragué saliva, y tiré del cuello de la camisa sin mangas de Casquitos para que se girara a mí y...  y le abracé.

Pero que demonios un abrazo a mi, es lo que menos esperaba al menos no  la había pensado pero de verdad que bien se sentía, no podía quejarme, por un instante pensé que tal vez había una esperanza, muy ligera pero pequeña, de salir con vida, aún así mis preocupaciones aun persistían, aun así conteste el abrazo con algo de miedo, el corazón me latía a mil por hora y no sabía que decir.

Con una sonrisa boba y lagrimas en los ojos las únicas palabras que pude balbucear fueron - Gracias, de verdad lo agradezco mucho- la verdad  es que apreciaba eso, al menos me hacía sentir que a alguien le importaba y eso me bastaba para querer protegerla, no debía permitir que nadie le hiciera daño, al menos esa era le decisión que había tomado.

-Jajajajaja, quien lo hubiera pensado  que tu me animarías- la verdad que empezaba a sonrojarme  por estar en esa posición -Oye, si algo me llegará a pasar, cuento con que quedarás viva, así que si muero te pido por favor que le digas a mi hermana la verdad, y si me llego a convertir en algo como Nagory por favor no se lo digas, solo que murió haciendo algo tonto, no me gustaría pensar la decepción que se llevaría de su hermano mayor- la solté del abrazo y me rasque el cuello, era una posibilidad que me aterraba pero cuanta desesperación debería soportar para considerar en matar a alguien, después de todo quería salir vivo como los demás.

El sentimiento me hizo un nudo en el estomago, no quería pensar en convertirme en un asesino, ni dañar a nadie aun así ¿Cuánto tiempo aguantaría mi cordura?, me separé de la chica con suavidad, su abrazo era reconfortante pero a la vez me llenaba de una sensación de melancolía, pero bueno por el momento no había marcha atrás era necesario buscar pistas, aun así tan despistado estaba que no me fije que había algo en el camino tropezando con el y golpeando mi cabeza contra el piso.

-Estupido Neku- dije mientras me frotaba por el dolor ocasionado por el  golpe-

Fue una sensación extraña, contradictoria... Estaba nerviosa pero en calma, cómoda y al mismo tiempo incómoda, quería que el abrazo durase un poco más y al mismo tiempo quería soltarle ya... Era extraño. Pero... relajante. ...Agradable. Como si el calor de aquel abrazo fuese capaz de combatir, aunque fuera por unos instantes, nuestras inseguridades, angustias, temores... Creo que Neku... debía estar sintiendo lo mismo que yo. Con la misma timidez con la que yo reaccionaba a los abrazos él aceptó el mío y lo devolvió. Sonreí un poquito, ligeramente, contenta de poder aliviarle aunque fuera un poquito. No sabía qué decir, no tenía palabras bonitas, no podía prometerle que las cosas irían a mejor, que no habría más muertes, porque ambos sabíamos que si seguían sin rescatarnos, la cosa seguiría y seguiría.

Sólo podía ofrecerle un abrazo... el calor de un abrazo, uno de los gestos que más feliz me había hecho estos días. El calor de un abrazo sincero, y lo que significaba ello. Que no quería que estuviera triste ni que tuviera miedo... que compartía lo que sentía, que estaba ahí para él. Quizás es porque ambos éramos artistas... o quizás por aquel vínculo que nos unía... o quizás porque deseo y deseé que así fuera... que creo que Sakuraba-kun entendió todo esto y más. Que el gesto sirvió para darle, no, devolverle, aunque fuera un poquito, de la esperanza que él y los demás me habían dado...

Cuando me soltó del abrazo asentí, en una sonrisa triste. Si se daba el caso, lo haría. Aún así... "No pienses esas cosas, bobo..." murmuré con voz suave. "Tú nunca harías lo que hizo Nagory Zinc. Tú tienes un gran corazón. Escucha, s-si... necesitas... c-cuando necesites un abrazo, t-tan sólo pídelo, ¿vale? O-o mejor dalo directamente..." casi que repetí su gesto tímido y miré a otro lado avergonzada, llevándome una mano al caballo detrás de la nuca. Mis mejillas sonrojadas delataban lo difícil que se me hacía decir esto, a-al menos así sabría que lo decía en serio.

"Sí, s-será mejor que empecemos a investigar, o no habrá un mañana en serio para nosotros..." justo entonces Sakuraba-kun tropezó, así que le ofrecí una mano para levantarse. "Vamos, arriba." oh, qué buena frase. Sonreí con mi cara burlona y bromista de siempre. "Heh, ya podrías haberte tropezado antes, y así te decía eso directamente. Es una buena frase, muy de película... '¡Vamos, arriba, Casquitos!'"

La caída me había dejado un moretón en la cabeza, nada grave  pero notorio aún así debía andar con cuidado o la Tsu pensaría que soy  torpe, espera Tsu, le estaba cogiendo demasiado cariño, una sensación extraña   me paso por la cabeza y en el estomago como si tuviera un centenar de mariposas volando, bastante extraño, hacía tiempo que no las sentía.

- Jajajaja ahora yo soy la damisela torpe de la película- sonreí divertido mientras tomaba su mano, sentir su mano logro que volviera sonrojarme, pero esta vez no me molesté en intentar ocultarlo.

- supongo que podremos empezar en el incinerador, si alguien intento destruir alguna evidencia aquí es probable que este dentro- mencioné - revisa los medidores y las papeleras, yo observaré en el interior del incinerador, si no encontramos nada en  el,será mejor inspeccionar el techo- de verdad quería encontrar algo que nos fuera útil, pero no quería que Tsu corriera peligro o se quemará en todo caso prefería correr ese riesgo yo.

-

El pobre se había tropezado y todo. Menos mal que mi pequeño chascarrillo barato le sacó una sonrisa, y su sonrisa me sacó una a mí. Decidimos que ya era hora de ponernos a investigar, y él se ofreció a entrar dentro de la incineradora así que le aupé poniendo las manos como punto de apoyo para sus pies al subirse. "Princesa Sakura_ba, por favor, tened cuidado ahí abajo..." le susurré con voz muy preocupada, mientras sonreía pícaramente a la vez.

Yo revisé las papeleras. Era como la segunda vez en el día en que me tocaba toquetear la mierda... Pero bueno, al menos esto solo eran cenizas ¿eh? ¿Y qué era esto de aquí? "Uuuuuh... ¡mira esto, Casquitos!" esperé a que se asomara desde dentro del incinerador. "Hilo de pescar. Parece que a alguien le gustó el truquito de tirar del hilo de Nagory Zinc, y ha querido montarse el suyo propio..."

-Caballero Tsumiko, seré mas cuidadosa- conteste al chascarrillo, - Yo también he encontrado algo, dentro del incinerador, el asesino fue tonto o no sabía que debía encenderlo, pero mira esta es una PDA dañada el problema será averiguar de quien- me sentía útil en especial por que las dos pistas a mi opinión era algo esclarecedor para el caso.

-supongo que con esto y la ayuda de los demás resolveremos el caso- conteste con una sonrisa amigable, aunque algo apagada, pero si el asesino ganaba era el fin para los demás, algo complicado, teníamos que resolver esto juntos.

"Caballero Tsumiko, de la Oscuridad ¡ja ja!" reí divertida, me imaginé así con una armadura negra en plan antihéroe, y miré lo que Sakuraba había encontrado. "¿Una PDA rota? Me recuerda a la de Tafuna... Pero la suya estaba ya reparada..." asentí con interés. "Oye, Casquitos. ¿Qué fue de aquellos rastreadores que mencionaste querías poner? Creo que fue en los baños... ¿Se lo llegaste a pedir a River-chan? Lo mismo podemos saber de quién era esta PDA... vamos a probar si enciende, y si no, puedo intentar desmontarla y ver si nos las podemos apañar para que encienda... Con suerte no es de Miyazono-san sino de su asesino..."

"También está el hilo de pescar, ¿crees que... lo habrán usado para tirar el cuerpo de Miyazono al agua? Lo mismo así podrían haber retrasado la hora de la muerte con algún truco... como hizo Zinc."

-Ainam me dio un rastreador si la PDA esta funcional sería bueno probarlo- mencione entregando el aparato a Komachi - mmmm tengo una idea si esta PDA es de la violinista  no sera útil, pero si es la del asesino entonces el asesino debe poseer la PDA de la violinista, es una posibilidad pero podríamos intentar usar en eso en el juicio- mencione ante las palabras de Tsumiko.

-Es posible pero eso quiere decir que el asesino es muy bueno con hilos y cuerdas, para saber el tiempo para retrasarlo- medite la situación esto parecía complicarse y aclararse un poco - supongo que el hilo tuvo utilidad pero dudo que sea al igual que el caso de Zinc, esto fue diferente ella no se veía con una expresión de sufrimiento incluso parecía dormida si me lo preguntas- respondí.

Incinerador de Basura

A medida que se acercaban al Incinerador de Basura, ambos estudiantes pudieron sentir el aroma distintivo de carne quemada; un olor que se intensificó cuando finalmente entraron en el Incinerador de Basura; lo que pudieron ver a simple vista era una mancha de sangre en el suelo, unas marcas en la parte baja del incinerador y dicho incinerador apagado con las puertas abiertas.

Yoshida llega junto a Kazuhiko al incinerador de basura.

YoYo:

Bueno niño, ¿qué quie...

Pero el gigantón para a mitad de frase y su rostro llega a realización de una desesperación todavía mayor.

YoYo:

Este olor... ¡no puede ser!

Corre hacia el incinerador y comprueba que en el incinerador ya no haya fuego antes de acercarse y revisar lo que hay dentro.

Yoshida Tadayo puede ver algo en el interior del Incinerador de Basuras; usando su largo brazo lo agarra y lo saca fuera de aquel lugar; no sin dificultad, pues se deshacía entre sus manos. Con un poco de suerte a los pocos minutos ya tenía aquello fuera y a la vista de Kazuhiko Yamada.

Una pantalla se encendió mostrando a Monokuma con sendas baquetas golpeando un pequeño tambor.

¡Pim Pom Pam Pum!

¡Un cadáver ha sido descubierto!

¡Después de un tiempo de investigación, el juicio escolar comenzará!

Al ver el cadáver calcinado que salió del incinerador, Yoshida se aparta a un lado para vomitar el desayuno que acaba de ingerir lo más lejos que pudo de la escena para no mancillarla.

Se sujeta la boca con la palma de las manos para no dejar salir más bilis.

YoYo:

Dios, esto es asqueroso, no puedo mirar...

La faceta de tipo duro del gorila se había resquebrajado por completo, estaba expuesto al horror de la academia Hope's Peak. 

YoYo:

¿Qué coño haces ahí parado? ¡Ve a buscar a los demás!

Dice dirigiéndose al pelirrojo. 

Una pantalla se encendió mostrando a Monokuma con sendas baquetas golpeando un pequeño tambor.

¡Pim Pom Pam Pum!

¡Un cadáver ha sido descubierto!

¡Después de un tiempo de investigación, el juicio escolar comenzará!

En un momento me encontraba sentado en el Comedor junto a la mitad de mis compañeros, cuando escuché el ¡Pim Pom Pam Pum! del Director, anunciando la aparición de un cadáver. 

En un abrir y cerrar de ojos estaba caminando por los pasillos del Primer Piso de la Academia, junto al tipo de los YoYos, sin saber qué ocurría. En mi desconcierto comencé a caminar un poco más lento, pero procuré que no fuese evidente mi confusión.

Al caminar tras mi compañero, el débil aroma a cigarrillo de que desprendía su chaqueta llegó a mi nariz y me hizo recordar la habitación en donde me desperté esta mañana. Un estremecimiento subió por mis piernas hasta mis hombros, pero ese no fue el único olor que pude percibir. 

Mientras nos acercábamos al Incinerador de Basura, el olor del tabaco se enmascaraba con otra esencia mucho más fuerte, el olor a carne quemada. No era algo agradable por lo que cubrí mi nariz con la manga de mi chaqueta.

Ni siquiera tuve que notar la mancha de sangre en el suelo, cerca del Incinerador para imaginarme lo que encontraríamos dentro. Sólo guardé distancia y observé el actuar de mi compañero.

Al ver el cuerpo calcinado tendido a los pies de Yoshida Tadayo, me quedé parado estoico. No podía explicar muy bien lo que ocurría en mi cabeza, tal vez estaba preparado una situación así o simplemente mi mente estaba en blanco, pero de una forma u otra, me fue útil no haber reaccionado de mala manera. Debíamos investigar lo que habíamos encontrado.

Dí un paso en dirección al cuerpo cuando escucho el anuncio de Monokuma. Ya iban dos veces en menos de una hora que se escuchaba el ¡Pim Pom Pam Pum!, pero no dejé que ese anuncio me perturbara. 

Miré a mi compañero, lo notaba más alterado que de costumbre, gritándome que trajera a los demás. No lo culpaba en absoluto, estar aterrado frente a una escena así era lo normal, hasta el más pétreo entre nosotros tendría una reacción así. No sé por qué yo estaba tan calmado.

-No es tiempo de llamar a los demás.- Respondí, con un tono sereno, intentando calmar a mi compañero. -Debemos analizar el cadáver y ver a quién pertenece.- Me arrodillé junto al cadáver, en ese momento un nuevo aviso del Director se transmitía en la pantalla. 

Eso me dejó perplejo: -¿Acaso habían 3 víctimas? o ¿se habrá equivocado en algún anuncio el Director?... Tal vez la primera o la última transmisión fue un error.- No tenía tiempo de cuestionarme los golpes de tambores de Monokuma, así que intenté no prestar atención a aquello y centrarme en el cuerpo encontrado. 

Intentaba recordar cuáles de mis compañeras no estaban presentes en el Comedor, pero para mis ojos eran todas iguales. De las 6 ausentes, con suerte podía distinguirlas si las tenía frente a mí, y para ser sincero sólo conocía el nombre de una de ellas. Intentar discriminar por su apariencia física me era imposible, además el cuerpo estaba calcinado en su totalidad. Era una pérdida de tiempo.

-¡Hey!- Le grité a mi compañero para llamar su atención. -Si ya te calmaste, revisa dentro del incinerado por si encuentras algo.- Debíamos actuar rápido y si no encontrábamos alguna pista relevante terminaríamos muertos. 

Con el tiempo en contra, sumado a la condición del cuerpo encontrado había que recurrir a algo desesperado. El porcentaje de éxito del plan que ideé, de un momento a otro, era bajo por no decir otra cosa. Siendo optimista, estimaba la probabilidad de que funcionase en un 5%, debido a todos los factores externos que estaban involucrados, pero no tenía otra opción. 

Con cautela me acerqué a mi compañero y le arrebaté un Yo-Yo. -Te lo devolveré pronto, así que confía en mi.- Le dije, mientras corría hacia el charco de sangre. Sumergí el yoyo en el líquido, lo suficiente para que quedase algo de muestra sobre su superficie y salí corriendo en dirección a la Enfermería. -Veamos qué tal mi suerte el día de hoy.- Pensé para mi mientras no paraba de correr.

Al parecer Yoshida Tadayo estaba demasiado afectado por lo que tenía delante como para alcanzar con su brazo a Kazuhiko Yamada, o si quiera perseguirlo. Por lo que este logró hacer su escape con "Za Warudo".

Otro sonido inundó la estancia, unas campanadas hizo que los presentes se giraran hacia una de las pantallas de la estancia; en la imagen podéis ver el logo de la academia y tras este a aquel oso que ya habíais visto con anterioridad, al parecer quería dar un anuncio importante. Lo logras ver en la pantalla.

Diiiing - Dooong - Diiiing - Dooong

-El tiempo de investigación ha terminado...Ya sabéis lo que toca ahora... venid los que queráis... una vez baje el ascensor, no se admitirán tardones...

Incinerador de Basura