Partida Rol por web

Permanezco atento a las conversaciones aunque algo distraído en mis propios pensamientos, dejando de tomar la palabra por unos minutos y permaneciendo entre los demás mientras hablan. Me percaté de que entonces llegaba por el ascensor el señor Jaggerjaques, por lo que volvíamos a ser cuatro en el grupo, al menos entre los que nos conocíamos, más o menos.

- Señor Grend, veo que es usted nuevo en este lugar ¿Qué le trajo aquí? ¿Cómo iban las cosas fuera? ¿Y a qué se dedica usted? si me permite la pregunta - Finalmente había tomado la palabra, tratando de obtener algo de información del mundo exterior de parte de alguien que acababa de verlo para llegar hasta aquí.

Al pasar, Amadeus saluda con la mano y una inclinación de cabeza a los presentes sin parar, ya que el tiempo apremia.

Una vez más el ser el nuevo del lugar atrae a la gente hacia Grend. Lo cual no es que le moleste ya sabe que es lo normal, y seguramente será así un tiempo.

Hola. sí, soy Cristopher Grend, y sí. Soy el nuevo.
No sé cuanto lleva usted aquí dentro, así que no sé qué decirle sobre las novedades. Aunque lo cierto es que no ha cambiado mucho la cosa durante bastante tiempo.
Y aquí llegué caminando, en busca de un refugio donde poder sobrevivir. Supongo que me entiende.

Con dos horas largas sin nada que poder hacer y en vistas de que el señor George no parecía recordar nuestro acuerdo, decidí levantarme, devolver el cabeceo a Amadeus y sentarme cerca de George y la niña.

-Disculpe George, parece ocupado así que seré breve. ¿Sabe donde puedo encontrar hoy a alguno de los miembros del consejo? Supongo que cada uno esta ocupado en sus quehaceres, pero esperaba que al menos pudiera encontrar uno de ellos con algo de tiempo para dedicarme, ¿Sabe de alguien que a esta hora, pueda entablar conversación? Esperaba encontrarme a alguno, como a usted, en la hora de comer, pero al parecer me equivocaba.-Elegí un lenguaje un poco mas experimentado para dirigirme a él y de paso que la niña no llegara a entender todo lo que mencionaba, aunque seguramente ni me hubiera hecho caso, de no mirarla.

La agente hace un gesto vago como despedida y se encamina a ocupar su puesto, junto a los pasillos. Entre tanto, Amadeus cruza la estancia y desaparece por el mismo pasillo por el que lo hizo un rato antes Phileas.

- Cierto, cierto, muchacho. Perdona mi memoria. Como puedes ver, otros asuntos me requirieron y perdí el hilo de mis pensamientos. 

Déjame pensar... - Apoya una mano en su barbilla, mientras eleva los ojos tratando de hacer memoria. La niña bajo la mesa permanece callada mientras los adultos hablan - Mm... puedo suponer que estarán en plena reunión para organizar el simulacro, aunque es raro que les lleve tanto tiempo. Al fin y al cabo, no es la primera vez. 

Hace un rato me pareció ver a Lord Thomas hablando con el Dr Arthur, pero se fue sin detenerse a comer...

Mm... ya lo tengo - Sonríe triunfal y mira a Alex Maloy, quien aun no se decidía a salir, a pesar de las palabras del doctor - Alex, muchacho ¿Has dicho que pensabas bajar a la sección médica? - el nombrado asiente desde su mesa - ¿La regente sigue recibiendo sus sesiones diarias de ozonoterapia?

- Si, caro... - responde el celador dubitativo - diariamente. - Mira a ambos hombres, como si no hubiera estado prestando atención al 100% a la conversación y ahora tratase de hacer repaso a toda prisa - ¿Quieren acompañarme para verla a la salida de su sesión? Si es eso... supongo que no pasa nada por que me acompañen hasta la recepción, pero no puedo prometerles que la seguridad les deje entrar más allá de un perímetro.

Mientras vas regresando al comedor, puedes comprobar que varias cosas han cambiado.

Para empezar, hay dos miembros de la guardia recorriéndolo con la velocidad de quien sabe que va a tener que hacer eso cientos de veces este día y no va a llegar a ninguna parte. 

Pasas a su lado sin interrupciones, aunque uno de ellos comprueba la hora en la terminal más cercana.

En el comedor propiamente dicho están el Dr Arthur, Utolsó, Cristopher, además de Alex, George y Jade. Alcanzas a esccuchar fragmentos de la conversación. Parece que están pensando ir al nivel médico para hablar con alguien.

Frederick llega de regreso, dando un repaso a la estancia, hasta decidir acercarse con su tranquilidad habitual, hasta el grupo de gente conocida.

A pesar de que estaba conversando con Blackwood, que todavía no se había presentado, Grend trataba de estar atento a la conversación de George. El tema que habían sacado de ver a los miembros del consejo le interesaba mucho.

¿Y usted? Lleva mucho tiempo en el Bunker señor...

Entré con decisión al comedor sin mucho tiempo de margen. Allí vi a seis personas, más de lo que supuse, pero menos de cuando me marché cansado de conversaciones estúpidas. No sé de qué hablaban, tampoco me interesaba demasiado. - Falta poco para que empiece el simulacro, ya hay seguridad por los pasillos. Si no habéis elegido grupo será mejor que lo hagáis pronto. – Comenté a los presentes con leve urgencia. Puede que incluso interrumpiera alguna conversación. No es que tuviera prisa, pero sí que el tiempo pasaba.

Había pensado en formar un grupo con vosotros. – Señalé con la mirada a Utolsó y al nuevo. – Puede que con alguien más. ¿Qué os parece? – Después caí que al segundo hombre no le conocía, y supuse que él a mí tampoco.  Frederick Ahston. Encargado de extracción y refinería. Con Fred o Rick es suficiente. – Me presenté con mi etiqueta característica, o mejor dicho, la carencia de ella. Así era yo. Y salvo que el hombre hiciera amago de estrechar la mano yo no tenía intención de ello. Cuanta más distancia exista mejor. Para mí por supuesto.

Escuche con atención, mas de lo acostumbrado a decir verdad, lo que esa pareja tenia que decir al respecto.
-Por mi perfecto, estoy obligado a tomarme un descanso después de todo.-Enfatizaba mis palabras con las manos y la cabeza.

Poco después entro a la carrera Fred, los nombres largos nunca me han gustado, parecía nervioso o con miedo a que le emparejaran con alguien, no lose, no siempre se me daba bien la expresión corporal.
-Lo siento amigo.-Pura formalidad al negar con la cabeza.

-Cuando quieran, caballeros.-Les incitaba a moverse con otra palabra que me resultaba un tanto comica teniendo en cuanta que ya no existe tal titulo.

El celador asiente  - Está bien. Quien quiera pude acompañarme. Solo cuiden que nadie se quede solo.

Es por aquí.

Alex se encamina hacia el ascensor que da acceso a las áreas médicas y mantiene la puerta abierta para que entren quienes quieran hacerlo.

El viejo profesor, por su parte, se inclina  toma de la mano a la niña, atrayéndola hacia sí.

- Muy bien pequeña, nosotros también nos tenemos que poner en movimiento. No importa que te fugaras de as clases esta mañana ya que ahora tenemos una oportunidad para que te pongas al día. Vayamos. Le enviaremos un mensaje a tu actual cuidadora para que sepa dónde pasar a buscarte...

Por su parte la niña parece desarmada. Sus ojos son los de un animalillo que busca una escapatoria por cualquier rincón y al no encontrarlo, su instinto la mantiene paralizada. Acaba por ceder a la presión de su profesor, aún con evidentes muestras de incomodidad, y ambos se encaminan por uno de los pasillos. 

Poco a poco, el salón comedor ha ido quedando vacío a excepción de los grupos de guardias que custodian todas las entradas y salidas, y del variopinto grupo de conocidos que ahora se están poniendo en movimiento.

-Perfecto.-Fue mi peculiar manera de despedirme de todos lo presentes, antes de levantarme y dirigir mis pasos hacia Alex.

-¿Quiere decir que nos deja George? ¿O le dará un tour a la niña?-No quería sonar sarcastico o de alguno otra mala manera, simplemente intentaba tener claro quien nos acompañaría, pero tenia claro que una vez mas las palabras expresadas en ese idioma no eran las mas correctas.

Escuché a Grend con atención, aunque esperaba que supiera algo más del mundo exterior, al menos confirmaba que todo seguía como antes. - Pues yo llegué al Bunker de niño, con mis padres, de modo que conozco del mundo exterior a penas lo poco que recuerdo y sobre todo lo que he leído y estudiado de él. Después de entrar aquí, no he vuelto a salir por motivos de seguridad. Por cierto, mi nombre es Arthur Blackwood, creo que no había hablado aún con usted. Aunque suelen llamarme más doctor que señor. - Contesté al señor Grend, con el cual ciertamente no había llegado a cruzar palabras anteriormente.

Blackwood por fin se presentó, y también lo hizo uno de los que habían salido hace unos instantes, Ashton.

Encantado señor Blackwood. Es normal que no hubisemos hablado todavía, acabo de llegar como quien dice.
En cuanto a lo de haberse criado aquí. Llevo poco, pero desde luego comparado con la vida que hay fuera es un buen lugar.
Si me disculpa.

Jade habia salido y se iba a ir con el profesor, y Utolsó parecia que iba a ir a ver a uno de los miembros del consejo junto con Maloy.

Perdonen, pero me ha parecido entender que van a ver a un miembro del consejo. ¿Podría ir con ustedes? Uno no siempre puede ver y presentarse ante los altos dirigentes de un lugar.

Mis palabras fueron ignoradas, o al menos eso me pareció entender ya que no se mencionó nada. La presentación con el nuevo tampoco fue lo esperado. No pude evitar sentirme como que sobraba un poco, así que no dije nada más. Dudé de si seguir al grupo o regresar por donde había venido. Finalmente me decanté por lo primero, acompañando al celador, Utolsó y al resto que quisieran apuntarse en la excursión con destino a la enfermería.

Te acompaño.  - Escuetamente le dije al más joven de los presentes mientras entraba al ascensor.