La Eclesiarquía no es la Inquisición, son cosas diferentes.
Eres un filósofo con ideas un tanto peculiares por lo que no te llevas bien con los miembros más radicales de la fe imperial (la eclesiarquía)
Para que Ëla no te ejecute, eres de las ultimas zonas conquistadas ^^
Implantes:
Armadura subcutánea "B" y Brazo Biónico. Nunca me he hecho pajillas con un brazo biónico. Dicen que se siente lo mismo, ya veremos... XD
Ahora me pongo con el trasfondo y te lo envío ^^
Cada vez que Galb se sentaba para que el titán entrara en contacto con él, las palabras de su padre acudían a su mente:
Para no perder la cordura, lo mejor es recordar...
Y, una vez más, dejó que su mente viajara a sui pasado, para que el titán no le volviera loco. Diferentes fragmentos de si vida iban tomando forma y color.
Recordaba ver a su padre sin un brazo. En una batalla contra el enjambre, su padre luchó hasta el final; consiguió repeler el ataque con unos pocos hombres más, pero le costó su miembro...
Recordaba cómo su madre lloraba cada vez que su padre se iba a dirigir a sus hombres al frente de la batalla y ella se tenía que quedar esperando que regresara.
Recordaba el día que Galb se unió a su padre, que le había enseñado todo lo que él sabía. Cómo su madre se había puesto histérica al verle partir, y cómo lloró de alegría cuando volvieron a casa sanos y salvos.
Recordaba esa batalla, cómo llegaron refuerzos como caídos del cielo y les salvaron a todos de una muerte segura.
Recordaba cómo la inquisidora miraba por encima del hombro a todo el mundo y cómo no quiso apartar la mirada cuando se fijó en Galb intensamente; cómo tuvo que callarse para que no acabasen con las vidas de su familia por las ideas que tenía en su mente.
Recordaba que se le consideró un héroe y se le ascendió de rango, cómo subió a un titán y cómo le ofrecieron estar allí, pilotarlo y disparar todas sus armas. Recordaba cómo el titán se unió a él la primera vez, y el grito que dio al sentirlo...