Partida Rol por web

-Ven novicio, y siéntate. Hoy empezaremos con tu instrucción en los conocimientos, puesto que el conocimiento es el saber y el poder. Ya perdimos mucho durante la Era de los Conflictos y no podemos perder lo que ya conocemos.

El Maestro del Conocimiento te sienta en la máquina y comienza a conectarte una serie de cables en los diferentes implantes que tenéis de siempre, con lo que acabáis pareciendo una parte de esa máquina o como esos humanos que viven conectados a máquinas.

-Al conectarte a la máquina del conocimiento, comienza con lo que fue llamado por los Adeptus Mechanicum de Boltaris I "La Gran Pérdida". El relato del final y del principio y que os hará entender porqué estamos así. Todos conocéis esta historia desde que sois pequeños, pero ahora entenderéis todos los detalles, quitaréis los mitos y cosas que en realidad no pasaron y entenderéis todo lo que tenemos que hacer ahora.

Una sensación comienza a recorreros la espina dorsal y, entonces, un bombardeo de imágenes y datos comienza a invadiros el cerebro y, poco a poco, comienzan a coger coherencia. Algunas escenas parecen contadas por alguien, otras parecen que las vivís en primera persona. 

LA GRAN PÉRDIDA

Hace casi una generación, el capítulo de los Adeptus Astartes de los LLameantes fue destruido y casi extinguido por completo. Este capítulo era uno de los que surgió de la Legión de los Salamandras cuando se dictaminó que no podían superar los 1000 astartes para que no se repitiera las desgracia de la herejía.

El capítulo captó una señal de socorro proveniente del Sistema Boltaris, un sistema del Adeptus Mechanicum compuesto por un mundo forja y dos mundos salvajes.

++Notas sobre el sistema en otras secuencias de datos++

Este sistema estaba siendo arrasado por una Flota Enjambre, que apareció de la nada. El capítulo respondió al completo, pues sabían de la importancia de los Mundos Forja en esa parte del sector, y más de la importancia de un Mundo Forja que alberga dos Legios Titanicus y que es capaz de crear estos avatares del Dios-Máquina. El problema fue que al ir a defender y recuperar Boltaris I, se quedaron aislados y acorralados. La flota enjambre los acorraló, pues devoró rápidamente los otros dos planetas y los astartes se encontraron arrinconados entre la flota y el sol.

Durante el desembarco en Boltaris I, la Flota Enjambre destruyó en una batalla espacial muy dura y agresiva a toda la flota del capítulo. Muchos murieron y otros sobrevivieron; pero una escuadra de siete thunderhawks decidieron cambiar el rumbo. Eran thunderhawks de la 8ª Compañía, y pusieron rumbo hacia una de las bases de defensa orbitales, para entender porque no se activaron contra la Flota Enjambre y utilizarla para intentar diezmar parte de los Xenos.

Cuando estas Thunderhawks consiguieron entrar en en la Base de Defensa Orbital, desembarcaron el Capitán Arcturus, de la 8ª Compañía, su guardia de honor y un total de 2 escuadras tácticas, 1 de asalto y 1 de devastadores, pues dos de las Thunderhawks fueron derribadas y no llegaron a su objetivo.

Se habían autoimpuesto la misión de activar esa base para ver si así podían intentar contraatacar a la Flota Enjambre y, aunque sea, diezmarla. Se dieron cuenta una vez dentro, que habían sido invadidas por una horda de genestealers, que no sabían como habrían entrado; pero explicaría el que no se hubieran puesto en funcionamiento.

Purgaron todos los pasillos hasta llegar al centro de mando, donde se atrincheraron tres dias mientras Seanos, el Tecnomarine, ponía en marcha la base, los sistemas de seguridad propios de esta. Consiguieron mandar una solicitud de ayuda desde esa base, y tardaron dos días enteros en recibir una señal de respuesta, de la Guardia Imperial, que no podrían hacer frente a esta amenaza; pero sí podrían comunicar el estado del sistema.

Al tercer día, Seanos consiguió activar la artillería automática de la base, para empezar a hacer daño a la Flota Enjambre; pero esta era ridículamente escasa, por lo que, al estar se acabando también la munición, decidieron ponerla en movimiento, dirigirla hacia la Flota y ponerla en modo autodestrucción. Tardó casi un día completo en terminar de poner todo esto y los astartes emprendieron la huída, donde sufrieron muchas bajas, pues ahora los genestealers estaban esperándolos y emboscándolos.

Consiguieron llegar a las thunderhawks El Capitán Arcturus, El tecnomarine Seanos, el apotecario Zael, 7 marines tácticos, 6 de asalto y 3 devastadores. Se metieron en tres Thunderhawks y las otras cuatro las activaron en piloto automático para dirigirse hacia la flota y así tener más tiempo para sobrevivir.

Consiguieron llegar a la superficie de Boltaris I, una superficie desértica, de un tono rojizo y cuyo cielo era anaranjado y verdoso por culpa de la Flota Enjambre. Desde tierra consiguieron ver una pequeña explosión y supusieron que era la Base Orbital.

Lo que no sabían es que habían acabado con una Nave Enjambre, dejando desorientados a cientos de miles de los tiranidos... pero ¿serían de ese planeta o los que están invadiendo otro del sistema?

Durante una semana vagaron por el planeta de escaramuza en escaramuza, hasta que dieron con un foco de resistencia en un edificio de una forja secundaria, una de las de armamento de las unidades de Skitarii¹ del planeta. Esta resistencia la formaban dos pelotones de Skitariis y cuatro exploradores de la 10ª Compañía del capitulo.

Estos les informaron a los restos de la 8ª que a un par de días de allí se encontraba una de las forjas principales, una de las que podían tener algún titán o armamento mayor, si es que no habían sido destruidas. Viendo como estaba resultando la invasión que parecía imparable, decidieron probar suerte ya que no tenían nada que perder. Dejaron a los Skitarii para que defendieran esa forja menor y mantuvieran en funcionamiento al forja automática para que se creara munición y no perdieran ese pequeño depósito de suministros.

Tardaron cuatro días en llegar, pues debieron desviarse para no caer de lleno en enjambres o zonas ya contaminadas. El Enjambre se extendía con mucha rapidez y ya empezaban a surgir algunas de esas plantas mutantes que son capaces de arraigar en cualquier sitio. No podían quemarlas o destruirlas por la necesidad de ahorrar munición. Los Exploradores hacían un cerco alrededor de los astartes para que no se vieran sorprendidos y, tras algunas escaramuzas inevitables llegaron a una de la forja principal. Esta Forja es la capital hoy en día, y es la Forja de Mons-Karanos.

Escaramuza tras escaramuza, los astartes consiguieron ir entrando en la Forja, donde encontraron a muchos refugiados y supervivientes en uno de los almacenes. Al verlos, tantos los habitantes de Boltaris I y Boltaris II comenzaron a lanzar vítores y gritos de júbilo, en cambio los habitantes de Boltaris III se asustaron y atemorizaron, hasta que les explicaron que ellos eran aliados, soldados humanos que les venían a salvar.

-Ningún humano puede ser tan grande y fuerte, debe de ser un trol o quizás un ogro -decían. Les tenían miedo, pero poco a poco ese miedo se fue convirtiendo en un temeroso respeto. 

Entre los supervivientes había algunos "magos" de alto rango de todas las ramas y un par de señores de la Legio Cybernetica reparando sus súbditos. Cuando llegaron los Astartes se enteraron que entre ellos había la tripulación de un Titán Warhound que estaba en reparaciones cuando comenzó todo, y se enteraron también de que allí aun podía haber un Titán Warlord que acababa de ser reaprovisionado.

Con esto en mente comenzaron, se armaron a todos los pobladores, solo había dos objetivos: Llegar al Titán y que los Princeps llegaran vivos.

Hubo bajas, muchas bajas entre los refugiados; pero se consiguió el objetivo. Se consiguió retomar la Forja y activar el Titan, con el que limpiaron una zona de varios miles de kilómetros a la redonda. Incursiones, escaramuzas, retomar el terreno, reparar el equipo... esa fue la rutina durante todo un mes. Un mes largo, sudoroso en el que los habitantes de Boltaris III demostraron su valía al enfrentarse en cuerpo a cuerpo con los tiránidos. Un mes en el que los habitantes de Boltaris II demostraron una eficiencia brutal al hacer las tareas más tediosas de cargas y transportes de municiones y provisiones a lo largo de la forja. Un mes en el que los habitantes de Boltaris I intentaban explicar como funcionaban todos y cada uno de los artefactos. Había que mantener la Forja activa y todas las manos eran necesarias.

Tras ese mes llegaron unos cuantos refuerzos que les ayudaron a retomar parte del planeta, los focos importantes, lo que sería una zona de unos 5000 km² en el polo norte del planeta, desde donde podrían volver a reconquistar su tierra. No eran Guardias Imperiales ni Astartes. Eran miembros del Mechanicum que se escindieron de la flota en la que iban para poder ayudar a recuperar este sistema. Sus naves mole provocaron eclipses al entrar en orbita. Las legiones de Skitarii y de Cyborgs de la Legio Cybernetica comenzaron a repoblar Mons-Karanos. Todos los tecnosacerdotes volvieron a hacer funcionar como debía la Forja, no si agradecer a los refugiados su esfuerzo, su constancia y su labor para mantenerla en funcionamiento.

++++++++++FIN DEL ARCHIVO++++++++++

-Y así es como un capítulo que fue casi diezmado, mantuvo a salvo a los habitantes de un planeta, mantuvieron una forja en funcionamiento y, con ello, una cabeza de playa que permitió que los refuerzos del Mechanicum llegaran y aseguraran la zona. 

Los cables comienzan a separarse de tú cuerpo en lo que la máquina se va apagando.

-Ésta es la historia de la Gran Pérdida, vete a descansar y mañana continuaremos con la historia De Como nos Convertimos en Cenizas y nos forjaron y resurgimos de ellas.