Aquí comienza tu historia...
 

Isar'i

La vida es diversión, es demasiado corta como para preocuparte.

Comenzaste tus andanzas como un joven pícaro en una gran ciudad, intentando aprender de los mejores cortabolsas. Con trece años ya tenías cierto renombre en el gremio y te hacías pasar por guía para los turistas despistados.

Cierto día un hombre grande, con una armadura con pinta de ser tremendamente cara buscaba un guía en la ciudad y tú aceptaste encantado, su bolsa era tan grande que podría hacer empalidecer a la mayoría de nobles. Un rápido corte y desapareciste. Ingenuo. Fuiste a tu casa y allí estaba, tu hermana menor, llena de heridas que no podían cerrarse, el tratamiento era realmente caro, una pieza de oro al día, y apenas mejoraba, no sabías si vería un nuevo día, pero con todo ese dinero que acababas de conseguir podrías ir al mayor de los templos a buscar una cura. Besaste su frente, le prometiste que pronto volverías y al salir, alguien te cogió por la espalda. ¡El hombre al que le habías robado! 'de ser otro motivo, ahora no estarías vivo' te dijo, entró en el interior de la sala. ¿Cómo había podido encontrarte? Eras el mejor. O eso creías. Colocando sus manos sobre tu hermana... Ella se sanó. Él le dio quinientas piezas de oro para que viviese hasta tu retorno. El precio por su salud era tu libertad por unos años, acompañarle, ver... otro camino.

Aceptaste, con esas quinientas piezas ella podría vivir por varias vidas sin tener que preocuparse. Aquel hombre se presentó como Cell, y pagaste tu deuda, aprendiste nuevos caminos: te convertiste en un seguidor del dios de la Tormenta, te convertiste en un Guerrero del Caos, pero siempre... siendo mínimamente legal.

Al fin fuiste libre, te despediste de aquel hombre que marcó tu vida y seguiste tu camino. Visitaste a tu hermana, que se había casado y era feliz. Y decidiste buscar tu felicidad entre varios mundos por la gracia de tu dios. Pero escuchaste de una batalla con tormentas de caos y corriste a ver, la batalla había terminado, pero comenzaba una nueva... ¡Y era tu oportunidad!

¡El mayor tesoro que se podría conseguir en la eternidad: una Amalgama Planar! ¿Volverías a tus caminos del pillaje? ¿Seguirás el camino del Caos? ¿O te volverás soso y aburrido como aquel que te salvó la vida?

Guerrero de la Tormenta: Incluso muerto puedes seguir votando, hasta tres veces.

Tormenta del guerrero: Si con tu habilidad liquidases a alguien, volverás inmediatamente a la vida pero sin la capacidad de votar. Cada día sin votar recarga en uno los votos que puedes usar estando muerto, hasta un máximo de tres. Puedes volver todas las veces que mates a alguien.

Esencia: si un Sacrificio vuelve a la vida, a partir de entonces morirá siempre durante el próximo amanecer o anochecer y volverá a la vida al concluir el próximo amanecer o anochecer. Sólamente si muriese por otros métodos durante el proceso moriría irremediablemente.

Piedad de Cell: Cada cuatro muertes, podrás escoger a una persona y ésta volverá a la vida al siguiente amanecer. Esta resurrección sucederá antes que cualquier otra. Mientras estás sanando a alguien, si muere la gente suficiente, podrás sanar a otro. Es más, incluso estando muerto, podrás utilizas este Don una única vez.

Encarnación: En cualquier momento puedes escoger un muerto y usar su don completamente recargado. No obstante, cada tres amaneceres desde entonces puedes escoger a otro muerto.

Visionario: Al caer la noche debes de escoger qué habilidad usar, y al amanecer sabrás el resultado. Tus habilidades son las siguientes: Pasado para ver la Capacidad del caído que escojas. Presente para ver a alguno de tus enemigos entre posibles aliados. Futuro para, si sufres algún ataque hasta que concluya el siguiente amanecer, lanzar 1d20 y si sacas 11 o más salvar tu vida.

Escudo de Cell: Al comenzar la partida, y cada día par, puedes escoger un personaje. Ese personaje no podrá morir mientras tú estés vivo. Además, si tus escogidos pudiesen ganar si tú no estuvieses, llegaréis a un pacto y todos os alzaréis con la victoria.

Encarnación Oscura: En cualquier momento puedes escoger un muerto y usar su don tal cual lo dejó, sin corromperlo ni nada, pero a cambio la persona a la que encarnes no podrá resucitar bajo ningún concepto, retrasándose todas ellas hasta que le liberes para tomar a otro, aplicándose sólo la primera que debiese de haberse aplicado y anulándose las demás (pero los usos se gastan). No obstante, cada tres amaneceres desde entonces puedes escoger a otro muerto.

Encarnación: En cualquier momento puedes escoger un muerto y usar su don completamente recargado. No obstante, cada tres amaneceres desde entonces puedes escoger a otro muerto.

Una luz invade tu ser.

Te sientes impresionado, rodeado. Varias siluetas se dibujan enfrente tuya, las identificas rápidamente como Cell, Rakedus y Zyba.

Una mano amistosa te hace girarte y entonces ves a Eir. Ella te sonríe y su sonrisa te calma.

Esto es el Juicio, tranquilo. Estaré aquí para guiarte. Ellos pueden ofrecerte su apoyo si lo deseas, pero la elección final dependerá en exclusiva de tí. No dudes en preguntarme a mí o a ellos si tienes alguna duda, pero recuerda que aquí se pondrá en juego tu Alma, el Don único que te identifica con el resto de la existencia.

Dicho esto, Eir retrocede un paso.

Pequeño aprendiz... No tienes ni idea del verdadero poder que guardan las tormentas con las que combates... Si deseas conocer sus secretos sólo podrás hacerlo de mi lado. Al fin y al cabo, son tormentas de... Kaos.

Zyba sonríe mordaz.

Has crecido mucho, zagal.

Reconoce Cell mientras se adalanta. Te evalúa y sonríe, como satisfecho.

Ví tu potencial y lo alimenté. Salvé a tu hermana. Traiciona cuanto has aprendido del Kaos y sé la última fuerza del orden. Detesto ofrecértelo a tí, pero a su vez me enorgullece.

¿Pretendes ser un dios a título póstumo? ¿O prefieres enloquecer con los secretos que guarda el umbral entre la vida y la muerte?

La pregunta de Rakedus es clara, se te clava... Secretos. Pero está Cell... Y Zyba.

Asi que tengo que elegir entre los tres......

doy un paso al frente mientras me acaricio la barbilla

Cell.... hacia mucho que no nos veíamos, debo agradecerte lo que hiciste, aunque ya pague el precio por eso, curaste a mi hermana y me mostraste otro camino al que seguía, aunque... creo que no es el mio, pero si me ayudo a encontrar el mio.

Por cierto.... la muerte no te sienta bien, la verdad

Zyba tus palabras.... son tentadoras.....

entre vosotros dos me es difícil tomar una decisión, pero... del que si reniego, es de ti

rápidamente me giro hacia la sombra de Rakedus, mirándole directamente a los ojos

el umbral entre la vida y la muerte me importa poco, ya lo conozco

tras eso, me vuelvo a girar, mirando esta vez a los 2 hombres ante los cuales he de decidir

justo ahora no podría todavía elegir entre ambos. Cada uno me ofrece algo, pero me pide algo. Y la tormenta, es libre como los vientos que la mueven y la forman, es fuerte como los rayos que lanza, y tras eso, cuando todo termina, sus lluvias todo lo limpian, dejando solo la calma y al final, los rayos del sol

No conoces ni un ápice de sus verdaderos secretos.

Replica.

A pocos les sienta bien la muerte, excepto a nuestros enemigos. Te ofrezco y te pido que traiciones tu camino. Es mucho, sí, pero sé que tú podrías hacerlo como bien pocos. Posiblemente seas el mejor capacitado de cuantos conozco.

De mi lado aprenderás justamente lo contrario: a alimentar esa tormenta que eres. Haz como consideres.

Sus palabras terminan mientras él inhala de la varilla incandescente.

Je..... jejeje.... tiene gracia..... he visto todos los caminos, los he recorrido todos, empezando por el mal siendo un pequeño pícaro, un ladronzuelo, luego el bien y el orden siendo aprendiz de Cell, y luego el caos de la mano del dios de la tormenta.... todos los caminos los he recorrido.... creo... que ha llegado la hora de que el polluelo abandone el nido... ni bien ni mal, ni caos ni orden

mi rostro se torna serio

no recorreré caminos ya descubiertos por otros, nadie tiene porque guiarme. A partir de hoy, creare mi propio camino, no sere una hermanita de la caridad, pero tampoco seré un cabrón.... no voy a ser el caos en persona, pero tampoco

miro a Cell con una leve sonrisa

sere tan soso como lo eras tu, sin animo de ofender, pero eras bastante soso aveces

un termino intermedio? Tal vez, pero no sera un camino, sera MI camino

elevo un poco la voz cuando digo el “mi” para remarcarlo

ese es el camino que he elegido

Perfecto, sigue tu camino pues.

Cierra los ojos y se aparta de tu camino.

¡Pero debes de estar a mi lado! ¡Eres el único con el que puedo contar para que el Orden y el Bien se alcen sobre estos dos! ¡Recapacita!

Ríe. Te mira. Vuelve a reir.

Eres un poco... Necio. Será divertido ver cómo te arrepientes a última hora. Ale, huye de tu destino.

¿Ser independiente es tu decisión final? No habrá vuelta atrás.

Tranquilo Cell, aunque no vaya a ser orden y bien en su estado mas puro, tampoco dejare que el caos y el mal se alcen, la clabe, esta en que haya un equilibrio entre todo, todo bien o todo mal? Imposible, todo caos todos salvo uno o dos acabarían muertos, todo orden? Demasiado aburrido, tiene que haber un equilibrio entre todo, así que si

me giro hacia Eir

aunque.... podría ignorar a todos y elegir irme con la única chica, jajaja

ser independiente es mi decisión, creare mi propio camino y lo recorreré hasta el final, y si no me gusta como avanza, creo un desvió

me encojo de hombros

Extiende su mano y aparece un umbral.

Si lo cruzas, llegarás a tu destino. Suerte en tu empresa.

Aún estás a tiempo.

Dice mientras lleva el palo incandescente a sus labios.

De cambiar. Podrías escoger lo diferente, sí.

Me giro hacia Zyba

Lo diferente? Digo enarcando una ceja, sin saber a que se refiere

Zyba se encoge de hombros.

Sólo tienes que... Pensarlo.

Sonríe mordaz.

Abro la boca dispuesto a decir algo

y sin decir nada, me giro hacia Eir, y luego de nuevo hacia Zyba, otra vez a Eir, y luego otra vez a Zyba

tu..... tu.... eres un cabrón, jajajajajaja eso es trampa jajajaja

digo entre risas