Partida Rol por web

Estaba durmiendo en mi cama, soñando que encontraba la biblioteca de Rowena, cuando un estruendo me despertó.

-¿Qué fue eso?- me encontraba aún somnoliento, pero pude deducir que el ruido provenía del patio bajo la torre.

Como pude busque mis anteojos, que estaban sobre el buro al lado de mi cama, me levante de la cama y me dirigí a la ventana, para intentar ver algo desde de ahí.

Te acercas a la ventana y te parece distinguir una sombra enorme que parece haber derribado una de las puertas del castillo.

Lo único que logras distinguir desde tu ventana es una gran sombra irrumpiendo en el castillo. 

Lamentablemente, esta vez la vista te jugo una mala pasada.

Miró por la ventana, pero a esta distancia no logro ver más que una sombra.

Me ajustó los lentes y entre cierro los ojos, podría ser Hagrid, pero el no hubiese tenido que derribar la puerta, quizá alguien más se percató del ruido, voy a investigar

Me dirijo a la sala común de Ravenclaw, para ver si alguien más de mi casa noto el ruido y anda deambulando por ahí.

A todo esto ¿donde esta Alexander? Casi que es mejor no saberlo.

Me levanté con bastante pereza. Arregle mis cosas, me lavé los dientes, me vestí y preparé mis cosas para ir a clases, a la vez que dejaba mi cama hecha y todas las cosas ordenadas, hoy podría ser un gran día.

Me desperté y vi a Valentine aún costado de mi cama -No te he puesto mucha atención, ¿verdad?- decidí pasar un pequeño tiempo de calidad con Valentine antes de dirigírme al comedor para desayunar.

Me desperté con mucha hambre, después de qué el día anterior fracasará en mi intentó por resolver el acertijo de la puerta y me fuera a la cama sin cenar, mientras meditaba la respuesta. ¿Esa no era la respuesta? lo mejor será qué le pida algo de ayuda a Amy, pero primero voy a desayunar, me muero de hambre, tomé a Valentine y me dirigí al comedor.

Dormitorio, día jueves

Me desperté un poco más tarde de lo acostumbrado. Era un nuevo día, y ese día teníamos muchas cosas que hacer. Decidí esperar a estar a solas, para así levantarme, y después de arreglar todo, me preparé para practicar mis conjuros del día, debía fortalecerme, quedaba un día menos para capturar a esos malditos sacrificios humanos;

-¡Incendio! ¡Gladii Pluvia! ¡Gladii Elementum! -Con gran fuerza mis conjuros chocaron contra la pared, uno detrás de otro. Me aseguré de hacer desaparecer mi magia después de efectuarlos, pues debía hacer que no se notara lo que allí había pasado. Me aseguré de mirar que nadie me estuviera vigilando, y luego de eso me dirigí a desayunar.

Noche del miércoles

Mientras descansabas plácidamente, sientes un terrible dolor en el pecho, casi como si alguien hubiera puesto un hierro candente en tu pecho.

Bajo circunstancias normales te hubieras despertado gritando de dolor en mitad de la noche, pero debido a tu gruesa piel, eres capaz de soportar el inmenso dolor, ahogando un grito para no despertar a tus compañeros de habitación. Sin embargo, te vez forzado a levantarte en mitad de la noche para salir corriendo al baño de la misma mientras posas tu mano sobre el pecho.

Al mirarte al espejo, notas como el color regresa a tu rostro. Sin embargo, lo que más llam tu atención es la extraña cicatriz que ha aparecido de la nada en tu pecho, la misma que se ve así.

Luego de sentir el excitante dolor que embargaba mi cuerpo, note, un poco extrañado, como una parte de mi vitalidad volvía a mí-. Parece que he fallado… de nuevo-. Me dije a mi mismo con una enorme sonrisa, sabía que todo lo que se estaba gestando era un experimento de gran envergadura  y yo era el observador, el investigador y el testigo de lo que está por comenzar…

Me levanté ese día aburrido. Habría clase de historia de la magia, realmente no le gustaba la clase, pero tampoco iba malgastar su tiempo no yendo, ¿Por qué? Pues podía aprender cosas útiles. El día de hoy tenían que trabajar haciendo el inventario, pero también quería averiguar sobre runas, quería saber que runas estaban usando para proteger el colegio, y en lo posible, desactivarlas, por eso debía usar de buena manera su tiempo. Se levantó y fue a desayunar.

El sábado en la tarde mientras descansas en tu habitación, recibes una carta de Ekiria.

Eliphastus, sabes que em encuentro obligada a servirte mi niño hermoso, pero no voy a decirte como esclavizar a mi gente, llámalo ética profesional o simples celos, yo soy el único demonio que necesitas y lo sabes....

Pero si en realidad quieres pactar con mi gente, te recomiendo que realices el ritual que aparece en el dorso de la carta, con este ritual podrás contactar con cualquier demonio que quieras, libre de consecuencias mi niño, pero para conseguir sus servicios deberás llegar a un acuerdo con ellos, pero te lo advierto Eliphastus, algunos demonios son más demandantes que otros, no todos se conforman con una gota de sangre o con que los alimentes, hay algunos que son mucho más exigentes, como yo por ejemplo.

En cuanto a arreglar la fortaleza, pues me pondré a trabajar en ello, ya le tengo echado el ojo a unos cuantos tontos que pueden serme útiles para ello.

En cuanto a tu última duda, pues bien, recuerda que se cazan más moscas con miel que con hiel, estudia a tus víctimas y en cuanto sepas cuales son sus deseos, tiéntalas con eso para atreaerlos hacia tu telaraña y luego somételas.

Besos

Ekiria.

Domingo

Me desperté bastante perezoso. La carta de Erika me había dejado feliz pues me había dado bastante información, la cuál estaba seguro que usaría la próxima semana me serviría para ver si podía atar a un demonio con los cadáveres de todos esos sacrificios humanos.