Partida Rol por web

Me llevo una mano a la frente. ¡Pero si claro! Tras tanto hablar con Cameron y escuchar las historias de papà sobre como tenìa que hacerse entender sobre referencias muggle con sus compañeros, no me acordè de que Artemis es tambièn mitad muggle.

- Error mìo... - me rìo nerviosamente. Entonces me acuerdo de nuevo de mi papà - ¡Sabes, mi papà estudia para ser reportero!

Me abrocho el sueter, para luego buscar el libro y todo lo necesario para las runas.

- No en vano me quedè en navidad...

Entonces me congelè en seco. Contraseña, creo que usa contraseña. Oh, rayos. Vamos a necesitar una contraseña para entrar, o algo que...

Una mala idea, muy, muy mala idea, pero la ùnica que se me ocurre me llega a la cabeza.

- Sabes, creo que puedo tener una idea de como entrar.

No me gustò lo que pensè, pero creo que valdrìa la pena. Ay, dios...

- Planeaba una broma a Slytherin. Si hiciera algo lo suficientemente... malo - espectacular - para hacer que me arrastren con el director - ¡algo que no me vaya a expulsar! - Ya les he hecho algunas - confieso, jugando con los dedos.

Al día siguiente, me despierto temprano y bajo a la sala común buscando a Daphne.

Hola Daphne. Anoche no tuve tiempo de hablar contigo. Dime qué paso en la mesa de Slytherin. 

¿Por qué Hellen armó aquella escena? - pregunto dubitativo.

Bajé las escaleras de uno en uno, no de dos en tres escalones como anoche. Tras lo del Gran Comedor se desvaneció gran parte de mi entusiasmo. ¿Pero por qué? Ella y yo no somos mejores amigas como para que una pelea me afecte tanto. ¿Y de verdad fue una pelea?

Pensaré en eso otro día. Me dije. Siempre me funcionó. Si mamá se ponía de mal humor y me regañaba por algo injusto, lo pensaba otro día y al final se me olvidaba que tenía que acordarme de que no le iba a hablar para risa de papá. Cuando quiero algo que no puedo comprar lo dejo para otro día. Cuando algo no me gusta, lo dejo para otro día. Pero después de todo lo del año pasado, cuando me repito mi mantra mágico no es... igual.

Suspiro. Estoy a punto de decir que lo pensaré otro día en voz alta cuando Artemis me detiene para preguntarme.

- Fui a la mesa de Slytherin. - eso es obvio. - Vi a Hellen molesta por algo y creí que sus compañeritos la estaban molestando o algo.

Dejo los libros en la mesa. Trato de pensar bien, aunque termino frotándome la nuca. Rayos...

- Quería invitarla a nuestra mesa, y luego cuando vi que no se iba a levantar no quise dejarla sola. No la conozco mucho, pero... creo que... creí que...

¿Que no iba a estar agusto entre sus compañeros más odiosos? ¿Que sería más como nosotros? ¿Que mágicamente iba a ser una niña más relajada? ¿Que éramos... amigas?

¿Lo somos o lo imaginé?

- No sé exactamente qué hice mal - acabo por confesar. - Ok, llegué a su mesa sin invitación, metí la mano a su cena queriendo hacerme la graciosa, me senté aunque me advirtió que iba a molestar... pero un slytherin... - torcí la boca. No iba a hacer sentir mal a Artemis por algo que no fue su culpa - ...se pasó de la línea. Se lo hizo saber ella, yo hice lo mismo pero entonces explotó.

Genial, ¿esa es la mejor explicación que puedo dar?

¿Quién fue? ¿Jhonson quizá o uno de los nuevos? - pregunto cruzando los brazos.

- ¡Bingo! - exclamo, alzando ambas manos.

Entonces, para que adivinara, es que tuvo que haberse metido de intrigoso antes. Miro a Artemis, sorprendida.

- No me digas que no es la primera vez...

He oído rumores, pero ya no importa, llegado el momento lo pondré en su lugar.

Freddy escuchó atentamente mientras sus compañeros hablaban de la discusión del día anterior. No tenía nada que añadir, pero decidió que era mejor que los ánimos se templaran.

- Estaría nerviosa por que su hermano empezaba esté año y no quería estar con él en la misma casa. - Dijo pensativo. - Mejor no darle demasiada importancia, ya tenemos bastantes alumnos con los que lidiar como para añadir más. - termino conciliador.

Oh, un año en la enfermería ahora le parecerá Disney...

Freddy nos habla y no puedo menos que escuchar. Creo que pudo haber sido también eso. Hellen no es exactamente Little Miss Sunshine, pero hasta para sus estándares se veía molesta.

- Dos es coincidencia, tres es patrón - lo dice mi papá siempre.

Lo que no quería decir era que aun me sentía impotente por no haber impedido que los demonios los lastimaran. Que la sola idea de no poder defenderlos de nuevo era insoportable.

Puede que tengas razón amigo, lo mismo te diré cuando se trate de tu novia. - respondo con calma y sin ninguna clase de reproche en mi voz.

Bueno vamos a desayunar, antes de que se acabe la comida. - digo ya más relajado.

- Creo que tienes razón, Freddy. - acabo por admitir.

Tomé mis libros, sin levantar la cabeza, para ir al desayuno y después a la clase.

- Si la ves... dile que lo siento.- le dije a Artemis, con la voz bastante más baja.

Freddy llegó cansado por la noche. Tenía que escribir una carta importante, así que mientras todos se iban a sus dormitorios él se sentó en el escritorio y comenzó a escribir.

Lunes por la mañana.

Me desperté con los ojos aún pegados,-Huaaaaaaa- bostecé abriendo la boca bien grande y estirando los brazos. cogí mis cosas de aseo y me dirigí a los baños,Espero que no esté Myrtle merodeando por aquí.

Cuando ya estuve vestida, bajé al salón y de ahí salí fuera de la sala común no sin antes dar los buenos días a la señora gorda.

Cuando salgo a la sala común, alli me encuentro con una de las alumnas de Warren así que decido abordarla.

¡Eh buenos días Eileen! ¿Qué tal tus primeros días en el castillo? ¿Todo  bien? ¿Hay algo que pueda hacer por ti? - pregunto de forma amable, al tiempo que intento peinarme.

Antes de salir de la sala común me paró la voz de uno de los compañeros de Gryffindor, Artemis.

-Ahh hola Artemis, buenos días- le dije con una sonrisa en la boca, -La verdad es que me encuentro genial aquí, Hogwarts es impresionante y la verdad es que me gusta bastante mas que el instituto Warren- Me arreglo el pelo y le digo -¿Bajas a desayunar?, hoy tenemos clase de encantamientos y al profesor Flitwick le gusta que llegemos a tiempo. 

Pensé que iba a dictarlo la profesora Pendragón, aunque Flitwick también dicta bien. - concedo con calma.

Me alegra ver que tu y la mayoría de tus amigos se han adaptado con facilidad al castillo, pero aún así, si en algún momento necesitas algo, no dudes en decírmelo.