Partida Rol por web

Y así fue.

Luchamos contra los demonios. Purificamos Hogwarts, y nos encargamos de que Bucón y los suyos desaparecieran del mundo para siempre.

¿Y yo? Pues... igual que todos. Me licencié. Pasaron dos años, y junto al resto, me licencié.

Aunque lo mio fue algo peculiar

"Y batiendo el record, lo nunca visto" dijo en la ceremonia el profesor Longbottom "Nunca antes hemos tenido a alguien igual. Nuestra anterior mejor alumna y buena amiga mia, la señora Granger, y Ministra de Magia, viene a entregar el diploma a la única persona que ha conseguido los 24 EXTASIS. Cada uno de ellos con la máxima calificación en todas, una "E". Se entrega la mención especial a... JACKIE T. VOORHEES"

Lo cierto es que he hecho trampas. Y nadie más lo sabe.
Desde una noche fatídica (27/01/2019, 14:18) he tenido este don. El don de la Omnisciencia. Y es muy facil aprobar los examenes en tanto que sabes que es lo que va a caer.
Que tramposa soy.
 

Pero Neville continua

"Sin embargo, esta alumna es una persona especial. Su historia es semejante a la mia. Y a ella al igual que a mi, la maldad de los magos tenebrosos afectó a un ser querido. Hoy, mi querida madre ha podido recuperarse por completo, tras 43 años de padecimientos, gracias asu trabajo con runas... Y al igual que la mia, su madre hoy puede caminar, y hablar y ser la persona que siempre pudo ser"
"Por alguien tan abnegado que..."

Tras mi máscara, bostezo.
No soy tan importante. Sólo soy una chica normal. Una pobre chica maldita, como todas las personas del mundo, cargando cada uno con nuestras propias maldiciones.
Algunos cargan con la maldición de tener miedo, otros de tener odio, otros ignorancia y otros demasiada sabiduría. Mi maldición está a flor de piel. No soy ni mejor ni peor que el resto. Y viviré cada dia con esta máscara.

"Freddie ¿Vamos luego todos al lago, una vez más?"
"No se si nos volveremos a ver todos tras este dia. Merece la pena que nos contemos todo ¿Verdad?"

Ranas de chocolate. Que nostalgia.
Cuando eres niño, puedes comer todas las chocolatinas del mundo. Cuando se acaba la adolescencia, de pronto empiezas a notar la celulitis. Y sinceramente, me gusta mucho llevar vestidos entallados

"¿Sabes Freddy? Bucón me engañó a poco de venir aquí"
"Una chica solitaria. Tímida y sin amigos. Era presa fácil para un demonio de las mentiras. Se disfrazó de un chico simpático, Nocub. Y me hizo creer que podía ayudarme"

"¿Te puedes creer que llegó a reparar mi rostro? Si, durante una semana, podría haber ido sin máscara. No me la quité por... no se. Creo que por pudor. Supongo que quitarmela es como ir sin otra prenda más de ropa"

"Y lo que es peor. Bucón intentó que envenenase a Artemis. Quería que te diera una poción, el "Beso del Demonio", que te corrompería" le digo mirandole muy seria "Has dicho que 'aburrido es bueno', pero cuando eres le mejor, nunca tienes ese lujo"
"Por suerte, Magnus Bane se dió cuenta, y empezamos a librar nuestra propia guerra. Hasta que me invitarseis a la vuestra"

"Y si , Bucón no tardó en darse cuenta de mi traición, y me maldijo dos veces. Una maldición es que mi rostro ahora portaría la lujuria de una súcubo. Si alguien me mira, perdería el juicio y querría... en fin..." bastante avergonzada, miro al suelo. Con voz bajita digo "... querrían cohabitarme, hasta perder el sentido"
"¡Phew! Al fin lo he dicho ¡Menudo peso me he quitado de encima!"
"La otra maldición era darme el conocimiento de como una poción que curase a mi madre de su demencia, pero que ni pudiera hacerla, ni que la pudiera enseñar"

"Ah, si... la maldición se quitaría si me diera un beso mi amor verdadero. Pero claro, yo no creo en esas cosas"
"Quizá encuentre alguien que me guste, y que yo le guste a él. Y no le importen mis fallos. Pero las hadas no existen -sólo las Doxys, y son muy petardas-  y el amor verdadero... meh"

"Esas fueron algunas de mis aventuras más sonadas ¿Y que os llevais vosotros para el eterno recuerdo?"

Pasamos un sinfin de horas de diversión, todos juntos.
Como si fuera el primer dia. Como si no fuese el último dia de estudiantes.

Pero cuando me quedo sola, siento algo en mi cabeza. Algo enajenador. Algo ajeno que trata de controlarme. Tengo una última deuda, y no se si la puedo o debo de pagar...

Aburrido es bueno... Jajajaja, ni yo mismo me lo creo, pero ya habrá tiempo para nuevas aventuras. - pienso mientras el sol se esconde detrás del castillo.

Los siguientes dos años fueron bastante tranquilos, salvo un par de incidentes con el idiota de Ian que trato de derribarme de la escoba con una bludger que terminó clavada en toda su cara, todo resultó bastante tranquilo.

Durante mis últimos años me centre en el estudio de aquellos cursos que me abrirían las puertas de la academia de aurores del Ministerio, mientras Allison se especializó en pociones y herbología.

Gracias a Mérida quien luego de la escuela se centró en el arte de la varitología y herbología, Allison y yo pudimos dejar atrás ese tremendo bache que atravesó nuestra relación.

Una vez egresado de la academia de aurores, Allison y yo finalmente nos casamos y nos mudamos a una casa en las afueras de Londres, gracias a mi dedicación y al estudio de textos antiguos, ascendí rápidamente en el escalafón del Departamento de Seguridad Mágica logrando incluso eliminar a un reencarbado Tom Riddle cuya alma había sido atrapada en el cuerpo de Crabe por Bucón.

Sin embargo, este Riddle no era más que una copia barata cuyo poder no era ni siquiera la sombra de su antiguo yo de todos modos, durante esa redada tomé la precaución de beber las lágrimas de ángel y bastante bien me hizo, pues cuado Delphi Riddle usó el Avada Kedabra contra mi, la nefasta maldición no hizo efecto alguno, lo que me permitió tomar por sorpresa a los autoproclamados señores tenebrosos, reduciéndolos a cenizas con un fiendfyre.

Durante los siguientes años, me asignaron a la unidad de inteligencia del Ministerio, alcanzando múltiples éxitos sobre muchos puristas extremistas y magos tenebrosos.

Allison y yo tuvimos dos hermosos hijos, el primero de ellos ahijado de Freddy con quien jamás perdí contacto, llegando incluso a celebrar algunas barbacoas con él los fines de semana.

En verdad no podía quejarme, mi vida había sido bastante buena y agradable. 

-Todos fuimos engañados en algún momento -dijo el joven Townsend ante la confesión de su amiga -. Yo mismo me enfrenté a Artemis por una sucubo disfrazada que intentó separarnos. Lo importante no son los engaños, sino que conseguimos sobrellevarlos... superarlos.

"Al final la amistad prevaleció" recordaba Freddy haber pensado cuando el demonio, que tantos años les había martirizado, sucumbió. No había venganza, ni odio... sólo fraternidad.

Sus últimos años en la escuela ya no tuvieron los altibajos que las criaturas demoníacas les habían puesto en el camino. Siguió practicando sus hechizos defensivos ayudado por sus amigos y, por recuperar algo de su perdida niñez, se metió en algunos líos de los que escapo transformándose en zorro. No creía que nadie, excepto sus amigos, supiera de que era capaz de hacerlo, pero ya le daba igual.

Tras la escuela desoyó lo que sus padres le aconsejaban sobre meterse en un equipo de Quiddich. "Y creían que me mataría al despistarme sobre alguna poción", pensaba con sorna mientras le abroncaban por que había decidido dedicar su vida a la recuperación de artefactos perdidos.

-No es una profesión... Es un Hobby -decía su madre cada vez que llegaba a casa de alguna de sus cacerías. "Si ella supiera se preocuparía demasiado", pensaba Freddy mientras le sonreía y le daba un abrazo. De la tranquilidad de los últimos años había pasado a luchar de nuevo buscando todo aquello que podía ser peligroso y, si tenía la oportunidad, a destruirlo. Había aprendido lo que podían hacer los magos si tenían demasiado poder y quería evitar que volviera a suceder. Disfrazado de arqueólogo mágico el ministerio le pagaba por recuperar la historia de la magia y él lo hacía, aunque pensaran que al no recuperar ni la mitad de lo que iba a buscar no era más que un perdedor... "Un trabajo en las sombras... Como los muggles James Bond y Matahari" pensaba al recibir las quejas de sus superiores al entregar lo mínimo, "siempre lo mínimo", para mantener su sueldo, su trabajo y su acceso a los documentos secretos del ministerio.

A pesar del duro trabajo con investigaciones a veces eternas siempre podía sacar tiempo para sus amigos. Mantenía una buena relación con todos ellos, pero especialmente con Artemis, incluso había ahijado a uno de sus hijos, y con Jackie, la cual le había ayudado tanto durante las luchas en la escuela que había decidido encontrar algún artefacto que la ayudara, a ella, con su maldición. La escuela le había enseñado el trabajo que debía hacer y sus amigos le habían enseñado hasta que punto podían llegar. Un recuerdo durante sus misiones le martilleaba dándole fuerzas: "Al final la amistad prevaleció"