Partida Rol por web

-Si, absolutamente y para lo que necesites cuenta conmigo, sabes que el dinero no lo es todo en esta vida... hay cosas mucho mas importantes...- respondió convencida de su sedición.

-Preparare el postres, veré su puedo sorprender-_te...- dijo cortando la ultima estrofa y mirándolo a los ojos ...- a Lucy, tengo tiempo de averiguar que le gusta a tu pequeña- se puso de pie.

-Me encantaría quedarme a charlar contigo todo el resto del día, estoy segura que me lo pasaría genial, pero de bo atender a mis chicos, así que si el Sr. Blumer, Jefe de Defensa Mágica, el apuesto Auror, no necesita mas...de mi, deberé marcharme- dijo mientras se cuadraba haciendo sonar sus tacones como si fuese una de sus aprendices.

Blumer se ríe escandalosamente - Ojala mis aurores fueran la mitad de obedientes y eficientes que tu. Por cierto... - Dice acercándose a tu oído para susurrarte mientras te abre la puerta. - A Lucy, si lleva chocolate, la tienes en el bote...

Despues de eso hizo una reverencia exagerada para invitarte a salir, con una amplia sonrisa. - Nos veremos pronto Beck.

Blumer sale de su despacho despidiendo a Beckia Weiss, ambos parece animados, con sonrisas en las caras.

- Chicos, si no estáis ocupados, me gustaría hablar en el despacho con vosotros sobre la misión que os comentaba antes.

Os espera ahí, inmovil en su puerta, en una clara invitación a que dejéis lo que estáis haciendo y paséis a reuniros con él.

La despedida parecía queda de cierta forma inconclusa, la osadía de Keith con ese gesto tan próximo solo provoco en Beck una mirada complice que al salir de la oficina, se despidiera con un beso en la mejilla que duro un par de segundos mas.

Miro a Bredan con algo de desilusión al escuchar que Keith no le daría ni un segundo para saludarse apropiadamente, a lo que agrego - Y ahí vamos de nuevo con la rigurosidad del Sr. Blomer, pero lamento aprovecharme de mi amistad y de que soy una cordial invitada para raptar a Bredan y pedirle que me acompañe hasta el ascensor- parecía que no iba a ceder en su petición, por lo que espero a que Bredan respondiera.

Keith salió de su despacho, con la profesora Weiss, por lo que esté le miro, pero también pasó por la imagen de Beckia, se sintió un poco molesto, por que no podría despedirse de ella, pero ella abrió una oportunidad.

-Claro, por que no, después de todo es deber de un caballero acompañar a una dama, aún qué sea solo al ascensor, además ni siquiera notarás que me fui, volveré en un momento Keith-

Se colocó al lado de la mujer, esperando que esta se ponga en movimiento para avanzar al pasillo. 

Con un ademán flojo de su mano, Alex permitió a los alumnos que hicieran lo que quisieran. Le traía sin cuidado lo que tuviesen que hacer en el Ministerio y le importaba menos aún si se hacían o no. Les había dado una orden y le daba igual si la cumplían o no mientras se le respetase como era debido. Tras lo cual, el resto de adultos se abalanzaron a los críos como una camada de gatos recién nacidos. Algo que proteger a toda costa sin pensar en las consecuencias.

Rió para sí mismo ocultándolo vagamente con una media sonrisa. Su trabajo consistía en tutelar cuando no estuviese dando clases así que a eso andaba. Aún tenía que elegir a quien iba a tener guardándole las espaldas en caso de que la situación que le hubiesen encomendado se fuese de madre. Justo cuando estaba revisando la solicitud de Suky Selwyn, el jefe les llamó a él y a su compañero a presentarse para una nueva misión. No esperaba que hubiera algún mortífago suelto por Londres puesto que también había llamado a su compañero. Pero cualquier cosa que no fuera estar con los “mocosos” que el mismo Blumer mencionaba, le vendría bien. 

Sin ningún ápice de burla sardónica, ni tono desenfadado, se presentó en su despacho y se cuadró delante de él de forma firme y seria. - Bien ¿Qué es lo que sucede, jefe? - Tras presentarse en el despacho del jefe de aurores, se tomó la libertad de dirigirse a la señorita que se encontraba a su lado y con la que había compartido mesa la noche anterior - Profesora. - Saludó escuetamente.

Cuando los dos aurores estuvieron al fin disponibles, entró con ellos a su despacho, cerró, insonorizó y protegió con magia todo el lugar. - Veamos, tengo información de primera mano, se avecinan cambios, tengo entendido que pronto tendremos otro Ministro de Magia, el actual Ministro, Lawler dice que es un buen hombre o no le cedería su puesto pero, al menos al principio, me gustaría tener un ojo puesto sobre él una vez que tome el cargo.

Después de esa información que ninguno se esperaba, creíais que eso era todo, pero Blumer empieza a hablar de nuevo. - Sin embargo, hay algo de mayor importancia. La directora de Hogwarts muchas veces me pide que "investigue" a sus profesores, antes de contratarlos, es una de las razones por las que tú, Abbott, estás dentro de Hogwarts. Siento en mis huesos que se avecina una partida de ajedrez y he empezado a colocar las fichas.

Blumer incova 3 cervezas de mantequilla y os pasa una a cada uno, están bien fresquitas. No es lo mismo que un buen whisky escocés, pero estáis de servicio. - Tengo entendido que un nuevo miembro va a unirse al claustro, un "independiente" que va a gestionar los clubes del colegio. Mostró mucho interés en el puesto y descubrí que pertenece a una gran familia de... dudosa reputación. - Os deja unos segundo para que asimileis la información y le da un buen trago a su cerveza. - Nunca nadie ha conseguido demostrar nada turbio en esa familia, pero todos "saben" que no son trigo limpio. ¡Quiero cogerlos por los huevos! - El inisperado levantamiento de voz os hace respingar en vuestros asientos. - La unica forma de conseguir algo, es pillarlos con las manos en la masa. Abbott, necesito que te pegues a ese tipo como una sanguijuela. Hazte su mejor amigo o lo que sea necesario, pero quiero que estés atento a todos sus movimientos. - Luego mira hacia Bredan - Cuando sus pasos le lleven fuera de Hogwarts, tú tomarás el relevo y le seguiras a todas partes, debemos evitar que sospeche que está siendo investigado, así que usaremos también a Diggory, el no tiene placa y no está en el registro de aurores aún, si conseguimos que se saque la escoba del culo, podría echar una mano.

Vuelve a beber cerveza, varios tragos largos y os mira esperando preguntas o algún otro tipo de reacción.

Sin perder mucho el tiempo, tome a Bredan del brazo y lo saque de esa oficina antes de que Keith dijera lo contrario, no es que quisiera abusar de la confianza que teníamos pero hace días que no veía a Bredan y quería saber como estaba, entre otras cosas.

-Últimamente concretar una cita contigo se ha vuelto toda una hazaña... ¿como has estado?...- pregunto con cierto encanto e ilusión al sentirse medianamente a solas con Bred... -Por cierto, iremos a cenar a casa de Keith para navidad, me invito y no pude negarme, pero tampoco dejarte pasar una navidad sin mi dulce compañía...- comento mas sonriente aun, Bred provocaba que su rostro se iluminara de cierta forma.

Cuándo ella le tomó del brazo, el se sorprendió un poco, no esperaba que fuera tan audaz de hacerlo, pero le había quitado un peso de encima al menos de momento.

Mucho tiempo hacía que no veía a Beck, siempre que se alejaban lo ponía un poco tenso, queriendo preguntar cómo pasó esos días que no se vieron. 

-Lamento que no pudieras dar conmigo antes, e estado ocupado, Keith me a tenido de un lado a otro, a veces pasaba de sus ordenes para no lidiar con el, arreglando pequeños problemas en el callejón Diagón, era estresante-

Después se fijó completamente en ella, y quedó cautivado, cómo si fuera la primera vez que la veía. 

-Hasta que te vi, si los demás no hubieran estado, te hubiera robado beso tras beso, realmente alegraste mi día-

Bred se quedó mirando mientras ella le hablaba sobre la proposición qué le había hecho Keith. 

-Para mí será un gran honor acompañar a mi bella dama a una cena tan elegante-

Sonrió con cariño, ante sus ojos, Richter perdía toda su dureza, y se convertía en un osito de felpa. 

-Bredan...- le decía con cierta seriedad -no pierdas la compostura, este lugar tiene demasiados oídos y ojos por todos lados- le dijo sonriente.

No le incomodaban las demostraciones de afecto, pero desde que la distancia entre ellos se había estrechado, prefería mantenerla en secreto, no por el que dirán o por otra cosa, si no para proteger a Bredan de las decisiones de las misiones que le asignaba, ademas de que había aprendido a guardar las intimidades solo para ellos, el mundo no tenia por que saber lo mucho que Bredan le había ayudado en todo su proceso de luto, es mas, sin él jamas habría tomado la decisión de ir a Howgarts y quizás seguiría sumida en ese profundo hoyo de la tristeza, su mejor amigo se había convertido en algo mas y disfrutaba del secreto de su no oficial nuevo grado de amistad.

-Ha sido un inicio de clases bastante animado, estoy preparando todo para mi primera clase y han llegado varios alumnos nuevos este año, los de primer año parecen pequeñas lechuzas asustadas pero con ese espíritu aventurero al igual que el nuestro en su época... ¿y a ti como te ha ido?, este año tenéis bastantes postulantes, hasta yo me siento tentada de apuntarme...- se rió, pero ella era mas de cosas tranquilas.

-A veces olvido, que este es un antro de serpientes dónde las paredes oyen-

Refunfuñó un poco por la poca intimidad que tenían en ese lugar, había vuelto a Inglaterra no sólo por que Blumer se lo había pedido, si no también por que necesitaba ver a Beck, ser su soporte, su bálsamo, su contención. 

Había sufrido mucho, y al menos un poco de felicidad a su vida quería dar,

-Eso es bueno Beck, no todos los inicios de clases son buenos, aún recuerdo cuando llegaste, siendo de primer año, estabas muy nerviosa, no sabias a dónde te mandaría el sombrero seleccionador jeje... Pero me alegra que te enviara a Gryffindor, en cuanto a mi día, estuvo bien, los chicos se veían esperanzados, y eso es un alivio, por que tienen motivación, aún qué carecen de experiencia-

Le sonrió con cierto encanto, manteniendo esa postura estoica. 

Si te postularas, yo sería tu tutor, y te puedo asegurar, que te impartirá clases particulares de muchas cosas - 

La miró seductoramente, mientras se acercaban al ascensor. 

-Bueno... para eso esta el programa de becarios, para formarlos y preparar su carácter y mente al servicio de la seguridad mágica, se que mis chicos aplicaran y serán buenos aurores, pero creo que desconocen del todo las consecuencias y sacrificios que eso conlleva- respondió con cierto tono de melancolía.

-Intenta escaparte uno de estos días y cenemos juntos, hay tanto de lo que me gustaría charlar, en navidades hagamos algo diferente, haber que se te ocurre- llegaron al ascensor y ella presiono el botón para llamarlo.

-Cuídate mucho y no te expongas demasiado...- le pidió con cierta preocupación, si bien comprendía los riesgos de su trabajo, el fantasma de saber que la muerte le asechaba siempre era algo que la preocupaba... pero también se sentía segura por su promesa.

El ascensor llego y ella parecía que no quería marcharse, se acerco mas y le abrazo apoyando en su pecho la cabeza, pues la diferencia de estatura le impedía alcanzar su rostro con facilidad.

-No te olvides de cuidar a mis plantas en casa y regarlas como te enseñe, si les pasa algo, lo pagaras...- bromeo para mirarlo y despedirse de su querido Bredan.

Bred asintió a sus palabras, sonriendo de forma sutil a las palabras de Beck, y en cierta forma, también noto el tono triste en su voz tras hablar de los sacrificios a llevar a cabo, y por eso no dijo nada. 

-De acuerdo, no será difícil escaparme de Blumer jejeje-

Asintió a la propuesta para cenar de ella, para reunirse en privado, y compartir un lindo momento juntos. 

-No te preocupes, atenderé tus plantas y tendré cuidado, puedes estar segura de ello-

Justo en ese momento, después del tierno abrazo que ella le da, mientras se separan, Bred la detiene por un segundo, posó sus dedos índice y pulgar sobre la barbilla de ella, volteando la hasta quedar frente a frente, posó sus labios sobre los de ella, en un beso corto, suave y, por que no, cariñoso, se separó de ella, volviendo a su estoicismo. 

-Avisame si me necesitas ¿Vale? - 

Sonriente tras ese dulce beso, entro al ascensor y se despidió, con un gesto de su mano, mientras le decía... -Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas...- y las puertas del ascensor se cerraron.

Ahora que entendía su puesto en Hogwarts, todo encajaba a la perfección. Sabía que había hecho bien en confiar en el nuevo gobierno de la misma forma que hicieron con el joven cuando entró directamente en el departamento de seguridad mágica con sus notas. Su trabajo como profesor también servía de tapadera para su verdadera misión: espiar al profesorado. Justo cuando se prometió a sí mismo no volver a desconfiar del Ministerio, su jefe le daba la noticia de que volverían a cambiar de Ministro. No sabía exactamente qué significaba eso pero no tendría tiempo de averiguarlo puesto que la misión que le habían encomendado era más importante que cualquier lío político.

Claro está, iba a ser difícil puesto que su labia no era la mejor. Jamás delataría a nadie, pero que se delatase él solo era algo que podía ocurrir puesto que su trabajo de campo consistía en conjurar primero y preguntar después. - ¿Se puede saber qué familia es y de que se le acusa? - Aún no había empezado a planear cuál sería su modus operandi y las ideas que tenían eran vagas, por eso decidió empezar a preguntar más información.

- Entonces el profesor llegará esta tarde ¿No? ¿Cuánta información podemos dar a nuestros futuros becarios? -  Aún no había decidido nada pero le parecía prudente pensar en ellos como arma. El nombre de Suki Selwyn se le había marcado y no se lo podía quitar de la cabeza.

Keith sonríe ante la estoicidad de Abbott y sus prácticas preguntas. - La familia a la que quiero echarle el guante es la von Vianden. - Keith esperaba que reconocieran el nombre rápidamente. Era una familia de alta cuna reconocida en toda europa. Aunque sus miembros llevaban una máscara de filantropía, Blumer sospechaba de ellos debido a todas las cosas turbias que pasaban a su alrededor. - Sospecho que la mayor fuente de ingresos de esa familia, es el contrabando y, lo peor de todo, es que no tienen lealtad hacia ningún ideal concreto, hubo sospechas de que facilitaba mercancía a los mortífagos, su idoma es el dinero. Y tienen demasiado oro y demasido poder, ésto hay que hacerlo bien.

Se termina la cerveza de un largo trago antes de continuar. - No estoy seguro de cuando llegará, suele ser bastante imprevisible, pero según la directora, se reuniría con él ésta tarde, era una de las razones por las que quería a los chicos fuera de Hogwarts, aunque es posible que se presente tarde y los chicos estén de vuelta. - Luego os mira muy muy serio. - Cuanto menos gente sepa de ésto, mejor, pero es cierto que tener a algún alumno al tanto, puede ser ideal para mantenerle observado. Tendréis que elegir a uno, dos como mucho. Hacedles pasar varias pruebas a ver cual está más capacitado para el trabajo. Debe tener una personalidad fuerte y no dejarse arrastrar por los encantos de éste hombre, si nos traicionara, lo perderíamos todo.

Se acomoda en el sillón, inquieto por la idea de poner en peligro a un estudiante. - Este debe ser un trabajo discreto y en equipo, que alguno ponga al dia a Diggory cuando regrese para que os ayude si la cosa se os complica y...tened mucho cuidado, no quiero bajas. - Os dice con una sincera mirada de preocupación. - ¿Alguna pregunta más?

CARTA

Estimado Keith Blumer,

                                   Le envío la presente para solicitarle una cita dado que necesito información sobre un mago puntual y me han comentado que usted es la persona indicada para hablar sobre este tema.

También le escribo porque me encuentro realizando el curso a distancia del hechizo confringo, ya he leído todos los libros que me enviaron y necesito que usted evalúe mis conocimientos.

 

Sin mas, le agradezco por su tiempo y aguardo su respuesta.

Saludos.

 

                                                                                                                                 

                    John Carrow

CARTA

Estimado Keith Blumer,

                                   Dentro de lo posible me gustaría que nos podamos encontrar a la tarde, fuera de su horario laboral dado que necesito que evalúe mi crecimiento sobre el encantamiento Confringo para que pueda dar por finalizado mi curso a distancia.

Sin mas, me despido.

 

Atte. John Carrow

-Admito que tu plan es bastante estúpido ¿Planeas infiltrar a Abbott? No se si te diste cuenta pero todo el mundo sabe que es un auror, no un simple profesor de Defensa contra las artes oscuras, por eso está destinado a fracasar, y no podemos usar niños, en que diablos estás pensando Blumer-

Bebió un trago más profundo de cerveza, molesto por el plan de su amigo, colega y jefe, nunca tuvo problemas pero Alastor les había enseñado también a ser prudentes, y eso era todo menos prudente. 

--Ahora, lo que tenemos que hacer es elegir a alguien que sea ajeno a nosotros y al cuerpo de aurores, que esté en la escuela y que tenga la capacidad de ser encantador sin ser opresivo... Sin ofender, pero usar a los críos, hasta a mi se me hace cruel, reconociera, tengo a alguien perfecto en mente-

Keith miro con cierto recelo a Richter, no es que no tuviera su punto, pero es como si su amigo tampoco quisiera ver el suyo. - Puede que sepa de Abbott es un auror, pero si no sospecha que está siendo investigado, podría hacerse, si Abbott juega bien su papel, incluso podría hacerle entender que, en realidad, apoya las formas de la familia von Vianden, él puede verse tentado de usarle... ¿Entiendes? Hacer que Abbott me espie a mi...

Luego mira fijamente a su amigo Bredan, con los puños apretados. - ¿Crees que me gusta pensar en usar a los críos? De todas formas lo único que espero de su colaboración es que nos cuente lo que ve, nada más, hay que dejarle bien claro que no debe actuar. ¿Quién tienes que crees que pueda ser mejor para no levantar sospechas? - se detiene un segundo para continuar - Si dices Beckia, te despido.