Partida Rol por web

PANEL DE INFORMACIÓN

Robert fue enviado fuera del ministerio pues cerraban la oficina y parecía que por ahora como ayudante no podía quedarse allí por las tardes. Decidiendo qué hacer consideró una opción, había practicado el hechizo así que decidió intentar enseñarlo a su conocido y persona encargada de revisarle para así pedirle ayuda si tenía alguna duda. Encaminándose a San Mungo decidió visitar al señor Patrick Pomfrey. Acercándose a la recepción preguntó por el. - Disculpe, desearía concertar una cita con el señor Patrick Pomfrey, director del hospital para realizar una prueba de un hechizo para el ministerio de magia.  Muchas gracias. 

Mientras esperaba volvió a repasar los pasos del hechizo, quería tenerlo bien hecho a la primera y así no hacer perder más tiempo al hombre, dejando una buena impresión. 

Un hombre que te suena bastante se acerca al mostrador de información cuando estabas pidiendo la cita. Se te queda mirando muy serio, pero se le nota algo sorprendido de encontrarse nuevamente contigo. Primero se dirige a la enfermera. - Rose, ponte en contacto con la familia del paciente de la 305, ya pueden llevarle a casa. - Luego se gira para mirarte directamente a los ojos.

- Parece que no dejamos de encontrarnos. Sigueme, te haré la prueba para el curso en mi despacho. - Sin darte mucho tiempo a reaccionar, camina con paso ligero hasta una gran puerta doble que resulta ser su despacho, abriendo para dejarte pasar. - Adelante.

Robert no acaba de pedir ver al doctor cuando este aparece realizando tu tarea. - Buenas - Saludo, parece que le tuteaba así que robert decidió aprovechar y ser más cercano a aquel hombre - Si, me sorprendió ver que la prueba final la realizaría en su presencia, la verdad es que me pareció de lo más útil aprender hechizos de curar heridas en una profesión tan dura como en la que me estoy embarcando. - Entrando a su despacho a Robert le comienzan a asaltar un poco los nervios, aquel hombre era el director del hospital y una eminencia, pocos tenían tanto prestigio en la comunidad mágica del país. Aún así recordó su entrenamiento para retirar su nerviosismo, qué era aquella prueba frente a lo que iba a tener que pasar para detener magos oscuros. Comenzó a recordar los pasos que había que realizar para el hechizo y sacó su varita estando frente al doctor. Comenzó a mover la varita con algo de habilidad pues había tenido que realizar hechizos en condiciones más adversas pero nunca uno tan complicado. Aún no había recibido las clases de magia más avanzada como las maldiciones imperdonables.  La varita surcó el aire y al comento comenzó a pronunciar el hechizo - Braquiam emendo - Surgió de su varita una luz plateada y esperó al veredicto de su interlocutor. 

Martin llegó al hospital. No era la primera vez que iba ni sería la última. Fue directo a la morge donde guardan los cadáveres para hablar con el medimago encargado de aquellos menesteres.

Ya había hablado varias veces con él. Martin siempre trataba las noticias de una forma poco sensacionalista, correcta, exacta y precisa. Por eso siempre preferían que fuera él quien se encargara de las noticias de asesinatos que cualquier otro que pudiera enfocarlo de una forma... poco deontológica.

Patrick te observa con atención para no perder detalle y asiente satisfecho. - Una ejecución perfecta, no parece la primera vez que lo intenta. Felicitaciones, ha superado la prueba del curso, ahora podrá usar ese hechizo con seguridad, una muy buena elección.

Hizo una breve pausa de indecisión antes de continuar. - Si crees que te podrían ser útiles algunos hechizos médicos más, no dudes en venir a verme. - Dice con una débil mueca que pretende ser una sonrisa.

Al llegar allí no encontraste al encargado de la morgue, si no al mismo director de San Mungo, Patrick Pomfrey.

- ¿Puedo saber quien es es usted y que diablos hace en mi morgue?

Desde donde estás no puedes ver muy bien y no te atreves a acercarte, pero es evidente que está examinando 2 cuerpos.

Robert hace una inclinación de cabeza, se sentía muy contento con su actuación y más ahora que el doctor le había dado su aprovación.- Muchas gracias, sin duda puede que tenga que volver a aprender pues aún me queda mucho que estudiar en cuanto a magia. - Que es lo único que se me da bien, porque estudiar nunca fue mi fuerte. - Siento no poder quedarme pero tengo que volver al ministerio cuanto antes. Un placer como siempre señor Pomfrey, que tenga un buen dia. - Dicho esto se despidió y se encaminó al ministerio. 

- Martin Tresde .- dice automáticamente y saca su acreditación como periodista. - he sido informado de que ha habido un nuevo asesinato del malnacido de Ferreira, venía con la intención de recabar información para sacar la noticia mañana.

Martin sabía que no le iba a hacer mucha gracia al Director, por eso prefería trabajar con sus informantes. Pero no se iba a echar atrás.

- Si no doy yo la noticia la dará cualquier otro, no es un secreto, si yo lo sé lo sabrá más gente - comenta .- Conmigo tiene la garantía de no espectáculo y no manipulación. En el Profeta tenemos muchas ganas de capturar a Ferreria, mató a una de las nuestras. 

Martin suspiró.

- Tengo varias preguntas... - le dijo y miró al segundo cadaver.- Imagino que será Jaden Floyd. - señaló.- Mientras venía para aquí a investigar sobre Ferreira he sido informado de que ha sido hayado muerto. 

El director parece contrariado y te mira receloso hasta comprobar la acreditación. - He oído sobre usted y he leído sus artículos, pero entenderá que no es correcto que entre aquí sin permiso ni supervisión. Acompáñene a mi despacho, ahí le daré la información que necesite sobre los casos, siempre y cuando no sean secreto de sumario, ambas son investigaciones abiertas.

Cubre con las mantas los cuerpos y los guarda en sus compartimentos correspondientes, aplicando un fuerte hechizo de seguridad. - Me temo que no puedo dejarle hacer fotos sin el consetimiento de la familia, así que tendrá que usar una foto de archivo.

Con las mismas empezó a caminar con paso ligero, invitandote a salir de la morgue y seguirle fuera. Una vez que ambos estuvisteis en la tranquiladad de su despacho, se sentó se puso serio y sacó los expedientes de las autopsias de ambos casos. - Soy un hombre ocupado, así que podrá hacerme solo tres preguntas por cada caso, aprovechelas bien.

- Señor Pomfrey, no tenía intención de sacar fotografías de los cadáveres .- le dijo con cierta indignación.- Ese tipo de amarillisimo lo dejo para otros periodistas. Las fotografías serán de archivo, no tiene que preocuparse. No me hubiera gustado encontrarme en portada una foto de mi mujer asesinada .- le explicó.- Respeto el luto y el sentimiento de los familiares señor, no se confunda conmigo .- le dijo sin echarse atrás, con un tono duro. 

Esperó hasta llegar al despacho del director. Una vez los dos solos ahí dentro suspiró. Había oído demasiadas veces lo del secreto de sumario, eso era una patraña que no sería ni a los Muggles. Todo se filtraba, Martin tenía informantes en los tribunales y no tardaría en llegarle la información.

- Sabe tan bien como yo que eso del secreto de sumario es para los creyentes .- le dijo y se llevó una mano a la barbilla. - Jaden Floyd, Porfesor de Hogwarts, ha sido hallado muerto y medio mutilado en el Parque Forestal de Galloway .- dijo recitando lo que su informante le había dicho. Martin estaba seguro que la mutilación formaba parte del secreto de sumario. - Hoy se ha encontrado el cuerpo sin vida un muggle, pero no uno cualquiera, estaba casado con una bruja y su hija estudia en Hogwarts. Según he averiguado, fue envenenado por el fugitivo y mortífago Yago Ferreira. - le dijo.- Se sospecha que Yago Ferreira está oculto en Londres con ayuda de alguien. El mutilador, capaz de engañar a los mejores hospitales.- le dijo. 

Esperó a la reacción del director.

- Como ve tengo bastante información. ¿con qué y cómo fue envenenado ese muggle? ¿cómo supistéis que era obra de Ferreira? ¿Un patrón, un modus operandi? ¿lo trajo a San mugo su mujer? 

Martin sabía de sobra que había preguntado más de lo que le había dicho. - Entiendo que su tiempo es valioso señor, las vidas de la gente también y si yo escribo un buen artículo informativo, dando indicaciones adecuadas puedo ayudar a salvar vidas y a capturar a ese carnicero, como comprenderá, es importante y de vital importancia. Además tengo el encargo del ministro de magia para hacer el artículo a conciencia. Están muy preocupados. - le contó con cierta complicidad. 

Martin aguardó la respuesta antes de asaltarle con preguntas de Floyd. 

Patrick se soba la frente, parece un poco desquiciado. - Se que todo se filtra, pero no seré yo al que culpen de ello, ya tuve un encuentro desagradable una vez por un tema similar y no deseo repetir la excursión. Espero que deje muy clara la información que yo voy a aportar, para que nadie pueda reprochar al hospital su falta de prudencia.

Abre el primer expediente y empieza a responder. Lo hace con un tono más afectado de lo que esperabas. Te das cuenta de que no es un mal tipo, simplemente está a la defensiva, aunque no puedes estar seguro de la causa de su actitud. - El hombre era viudo. El veneno es el mismo que usaba Ferreira cuando tuvieron lugar las muertes en San Mungo, es por ello que es el principal sospechoso, mismo veneno, mismo tipo de víctimas. No se sabe como le administraron el veneno.

Te mira directamente a los ojos, esperando la siguente tanda de preguntas.

¿Mismo tipo de víctimas? - preguntó Martin algo extrañado.- Desarrolle eso por favor.- le dijo con mucho interés.

Martin aguardó la explicación del director con paciencia. No quería pasar a Floyd antes de completar los datos sobre Ferreira.

- Escuche, señor Pomfrey, no quiero que piense nada extraño. No tengo intención de cuestionar la profesionalidad de los medimagos. Si lo que le preocupa es la imagen del Hospital, estese tranquilo. Se que Ferreira les está dando muchos dolores de cabeza, trae de cabeza a todo el ministerio. También asesinó a una buena compañera de trabajo. Quiero acabar con él antes de que siga haciendo daño. Quiero ayudar. Cualquier detalle, por mínimo que sea puede ser determinante.

Martin aguardó con paciencia.

Ves la expresión de Pomfrey y notas que algo no va bien. Sus ojos no son los de una persona preocupada por el hospital, sus ojos cargan un dolor más profundo. Entonces te das cuenta de que está haciendo un esfuerzo por contener las lágrimas.

No entiendes nada de lo que está pasando, pero ves como su mano tiembla y como sus labios se aprietan en un rictus de dolor. Cierra y aparta los expedientes de la autopsia y aprieta los puños sobre la mesa.

- Muggles, señor Tresde, muggles o hijos de muggles.- Dice tratando de mantener la compostura.

Se levanta y se va hacia la ventana, dándo la espalda al periodista.

Tras girar y desaparecerse del ministerio, Robert aparece en las puertas del hospital.  - Menos mal que había venido esta mañana, ahora puedo aparecerme directamente, es una gran ventaja. - Pensando ahora Robert comienza a considerar que debería hacer un viaje a cada uno de los lugares mágicos más probables para su trabajo. Aceleraría mucho su capacidad de movimiento y de respuesta ante avisos de emergencia. El señor Pomfrey debía estar muy solicitado, se sorprendía que aquel mismo día hubiera tenido tiempo de atenderle personalmente para verlo hacer su hechizo. - Cree que ha sido el fugitivo o habrá sido otro mago diferente? nunca había visto el símbolo vikingo en estas tierras, tal vez deberían preguntar al nuevo profesor de runas antiguas, quizás sepa algo del tema. 

Keith te mira sorprendido por la propuesta, debe estar haciendose mayor, eso se le debería haber ocurrido a él, así que te sonríe orgulloso - Buen punto Robert, ¿Puedo llamarte Robert, verdad? Preferiria usar nuestros nombres mientras estemos fuera de la oficina. Cuando terminemos aquí podríamos indagar sobre ese símbolo y preguntar a los expertos del tema.

Mientras entráis al hospital te das cuenta de que tienes una especie de insignia en la solapa de tu abrigo, un relfejo producido por el brillo del sol invernal, ha hecho que te fijes en él. Blumer se da cuenta y te lo explica.- Ser Jefe de aurores tiene algunos privilegios, como los de aparecerse desde la oficina. Ese pequeño broche es una muerta de confianza, hace que puedas aparecerte desde allí y también me deja saber donde estás. Si lo tocas tres veces, manda una señal de emergencia, así podría ir en tu ayuda. Se que eres un joven capaz, pero estás bajo mi protección mientras no tengas tu placa.

Accedéis al hispital mientras te explica y ves como camina directo al despacho del director, toca dos veces a la puerta y, sin esperar una señal, abre. Lo cierto es que te sorprende que la puerta ceda y le deje pasar. - Patrick, vengo por...

Blumer se queda en silencio. Al abrir la puerta podéis ver a director de espaldas a vosotros, mirando por la ventana, mientras un asombrado Martin Tresde está sentado en la silla de visitantes. Martin da un respingo, su expresión es preocupada, pero parece estar estudiando las posibilidades de que el jefe de aurores esté allí. Sin embargo Patrick no se mueve de la ventana.

Martin entendió la gravedad del asunto. 

Muggles o hijos de muggles... 

Eso era un patrón claro. El mortífago estaba cogiendo carrerilla. Martin anotó varias cosas en su libreta y cuando iba a levantarse de la silla para acercarse a Patrick la puerta se abrió y entró el jefe de los Aurores del ministerio acompañado de un hombre que le sonaba pero no terminaba de saber quien era. 

Guardó su libreta y se levantó. 

- Señor Blumer .- le saluda Martin con respeto.- Estoy seguro de que venía por el señor Floyd o por el señor Lawrence. Estoy recabando información por lo mismo .- le dijo.- El ministro está muy interesado en que se informe a la población con rigor y prudencia.

Cayó en la cuenta de que no se había identificado.

- Martin Tresde señor, redactor jefe del Profeta .- dijo mientras enseñaba su acreditación. 

Robert estaba maravillado, los aurores veteranos tenían más artilugios para ayudarlos en sus tareas de las que esperaba. Sólo llevar aquella túnica le hacía sentirse un poco más seguro y listo para enfrentarse a la situación. - Robert está bien señor, Keith entonces - Le parecía raro llamar así a su superior, desde los campamentos los aurores encargados les habían obligado a responder cual ejercito y aún no se hacía a la idea de que había salido de aquel ambiente hacía bien poco. Rozando con las manos el broche acompaña al jefe hasta donde hacía pocas horas había realizado aquel hechizo frente al jefe del hospital.

Al entrar había un señor que no conocía allí sentado. - Señor pomfrey - Saluda Robert pues ya se han encontrado demasiadas veces en poco tiempo - Esta vez vengo por motivos más tristes que los anteriores encuentros. - Mirando al otro hombre que se identifica como periodista Robert no sabe qué decir ante el profeta. - Robert Diggory señor Tesde, encantado, de la oficina de aurores también.- Dicho esto esperaba que su jefe marcara las pautas de qué añadir ante el periodista, pues tal vez no querría airear todo lo que sabían a la opinión pública. Aquellas muertes no eran nada bueno para la gente, demasiadas se habían producido hacía pocos años como para que quisieran volver a tener magos asesinando por Inglaterra. - No se lo permitiremos, no podemos permitirnos el lujo que esa imagen del país vuelva a difundirse o seremos el hazmerreir del todo mundo mágico. La oficina de aurores no podía pasar esa  imagen por alto. 

Keith estaba estudiando la situación. Hizo aparecer dos sillas más y le indicó a Robert que se sentara. - Pueden terminar la entrevista, puede que las preguntas del señor Tresde coincidan con alguna de las nuestras. Cuando terminéis y el señor Tresde se marche a continuar su trabajo, nosotros realizaremos las preguntas que nos falten. Espero que no les importe, así ahorraremos tiempo, el señor Pomfrey es alguien con muchas responsabilidades.

En ese momento, Pomfrey se gira y se vuelve a sentar en su escritorio. Parece tener los ojos irritados y acuosos, pero trata de disimularlo.

Martin decide fingir que no nota nada extraño en el señor Pomfrey y mira al jefe de aurores. 

Respira dos veces y deshecha la idea de confrontar con él. 

- Está bien... - levanta la mirada hacia el director del hospital.- La mutilación, sé que fue post-mortem, ¿fue causada por una bestia o por magia? Los cortes que le mataron, misma pregunta ¿magia o elementos naturales? Ahora solo puedo conjeturar para hacer mi pregunta... Floyd estaba buscando a Ferreira, eso parece claro, había seguido su pista hasta el bosque forestal de Galloway... ¿alguien más sabía que estaba allí? ¿fue solo? ¿Cómo pidió auxilio? - miró al jefe de los aurores. Esas preguntas iban dirigidas a él. Martin aguanta la respiración, sabe que las posibilidades de que le respondan son mínimas, pero al menos está convencido de que así va a captar su atención. Vuelve la mirada al director del hospital .- El símbolo vikingo que formaron con sus extremidades... "El Mago, el trasformador de almas" ¿se había representado alguna vez antes en algún crimen en inglaterra? - preguntó y cogió aire.- No es el modus operandi de Ferreira, pero tampoco se puede descartar que fuera él o algún otro mortífago que quede por ahí... Voldemort tenía seguidores en todas partes.. - reflexiona en voz alta.

Martin eleva la mirada al techo y la vuelve a bajar. 

- Floyd era un buen amigo de la familia Ward, y yo estoy en deuda con esa familia. Me ayudaron mucho después.. después de todo lo que pasó.- carraspea. Martin está convencido de que los aurores conocen su historia. De hecho él compartió torturas con varios de ellos.