Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 1: Nueva York

Cargando editor
20/11/2013, 17:33
(Starkweather-Moore, líder) William Moore

Yo deduzco, Pickwell, que el autor de la nota escucha los sueños... no se si son los sueños de Aquel Quien Duerme o los de los muertos y moribundos... supongo que el primero, pero no se deduce necesariamente que haya estado en la Antártida... salvo durmiendo.

Señores, tengan en cuenta que cualquier investigación propia o policial nos retrasará, lo que tendrá como consecuencias problemas con nuestros espónsores, lo que tendrá consecuencias económicas. Un retraso demasiado grave y no tendremos con qué pagar el barco ¿entienden? Y no habrá viaje... o sea que su misión es impedir retrasos fundamentalmente. Tengan eso claro.

Lo que no queda muy claro es si Moore sigue tratando a todos formalmente porque ha decidido hacerlo así conscientemente o porque está tan cansado (a menudo, cuando vais al baño por la noche hay luz en su habitación, y ruido de máquina de escribir, o de trabajo) que ni se ha enterado de lo que ha dicho Dominique.

Planifiquen lo que sea necesario... resuelvan cualquier problema. Yo me retiro a lavarme para cenar. Nos vemos.

Cargando editor
21/11/2013, 21:53
Dr. Arthur Hirsch

Hirch también miró la nota.

Con su permiso, voy a guardarla. Podría ser útil. Esto tiene todo el aspecto de algo en lo que pudiera estar interesado profesionalmente. Si llega alguna más, señor Moore, por favor, entréguemela también. Seré muy discreto.

Notas de juego

(guardián) Penejotizando, ya que Hirch me avisó, por privi, que andaría out

Cargando editor
21/11/2013, 22:00
Guardián de los Arcanos

Esa noche todo el mundo siguió lo que se estaba convirtiendo en rutina: unos se fueron inmediatamente a la cama, otros se quedaron en el bar, donde a última hora consentían en servir (de manera muy discreta, para clientes del hotel y a puerta cerrada) licores y combinados. Otros hicieron su pequeña juerga en las habitaciones, esta vez en la habitación-consultorio del doctor Green. Pulaski, el jefe del equipo de trineos, se fue a la zona portuaria, con la idea de dormir cerca de los perros, como parte de un plan para ir acostumbrandoles a su presencia. Fuera, la ciudad de Nueva York no descansaba, como no lo hacía jamás. Coches, sirenas, luces, bocinas, gente pasando, perros... una cacofonía vital, de ricos aromas, monstruosamente grande y compleja.

Se hizo el silencio en las plantas cuarta y quinta del Amherst.

FIN DEL EPISODIO 1