Partida Rol por web

AMHERST 6 DE SEPTIEMBRE DE 1930

Por la mañana, temprano.

La hora del desayuno es bulliciosa, pero cuando bajáis hoy, a las 7:30, más o menos, hay un extraño silencio. Los que ya han llegado están apiñados en torno a un par de periódicos que, poco a poco, van rulando de mano en mano... Cuando os toca la vez, leéis vosotros mismos el artículo que todo el mundo comenta asombrado:

Desayunáis en silencio, roto por comentarios sobre el suceso. Se ha pinchado el globo del entusiasmo que había el día anterior.

Poco a poco, se alzan algunas voces. Gilmore, de entre ellos destaca por sus comentarios positivos, en tono tranquilo.

No nos dejemos llevar por el desánimo, se le escucha responder a un comentario bastante cenizo de Laroche. Terminando el café con bollos, al estilo francés, se levanta antes que ninguno.

Hay bastante jaleo en el Hall ¿No? Y, en efecto, se escuchan pasos de bastantes personas. Se levanta a ver y vuelve al rato. Han entrado los periodistas.

Gunnar está comiendo con apetito, al lado de su hermano gemelo, Nils, que responde apenas con gestos o gruñidos. Habla del tiempo que va a hacer para el sábado, el día en que se saldrá. Si, al principio se ha mostrado apesadumbrado, pero al parecer, ha sido más por respeto al fallecido, y por consternación ante la desgracia. Pero luego se deja ver, con toda claridad, que no prevee retraso alguno en la partida.

Creo que hará bueno. Fíjense en esas nubes cuando salgan. El frente tendrá que pasar rápidamente ¿eh, señor Albermale?

Albermale se sujeta el monóculo mientras mira al montañero noruego. Puede ser, querido, pero a tres días vista, y en esta época del año, es difícil saber con claridad. Sin embargo, creo que tienes razón.

Está sirviendose la segunda taza del te que siempre trae consigo. Un mejunje muy aromático. Se hace servir siempre una tetera grande con agua caliente, y sin la "zizaña" como dice él, que se toma en el hotel. También se hace traer pastelería selecta de un establecimiento cercano, pagando las demasías de su bolsillo.

El ayudante del meteorólogo, un joven tímido y vestido a la moda de diez años antes, se llena la boca de pastel de carne, obviamente angustiado por las circunstancias y sin hablar.

Cuando dan las 8:00 os levantáis para ir al salón rosa, a celebrar la reunión del día, ansiosos por saber más cosas de Moore.

Pero, al entrar en el salón, todo está oscuro. Ni siquiera han prendido las luces. Alguien las enciende, y veis todo tal y como quedó el día antes, sin nuevos papeles en la mesa de Moore... sin Moore, de hecho. No ha venido. Algunos periodistas que están al final del pasillo, en el Hall, ven a la multitud de expedicionarios pasar a dicho salón, y se acercan preguntando sin parar, como si sus preguntas fueran disparos de ametralladora.

Se arma cierta confusión en la entrada y hay alguna respuesta airada.

Algo ocurre, es sumamente impropio de Moore... - digo dirigiéndome a la gente que tengo alrededor, pero especialmente a mis compañeros, intentando no levantar la voz para que los periodistas noten nada - Creo que sería mejor que pasáramos dentro, con disimulo, y cerremos la puerta, como si todo fuera normal; iré a buscarle...

Tratando de transmitir tranquilidad, dejo a los demás que se transmitan el mensaje en la puerta del salón, confiando en que mis compañeros puedan organizar al grupo, y recorro el camino de vuelta excusándome en voz un poco más alta - He olvidado mis papeles, qué cabeza... - mientras me encamino  hacia la habitación de Moore con pensamientos cada vez más negros.

Acompañeme, con discrección... - susurro a uno de los botones del hotel, un muchacho joven con rostro pecoso que parece contemplar ocioso todo el jaleo - puedo necesitar su ayuda, quizá se trate de algo grave... - y caminando con la energía de alguien a quien se espera desde hace rato, echando un vistazo atrás de vez en cuando para asegurarme de que tan solo el chico me sigue, llego a la puerta de Moore.

Sr. Moore... - llamo, tocando al principio con suavidad y luego un poco más fuerte la puerta - ¿Sr. William, está usted ahí?

Pero cuando Peabodie intenta salir por el pasillo hacia la zona de recepción y de ahí a las habitaciones de Moore, se encuentra con una barrera de periodistas que, sin querer, ya que los que hay detrás empujan sin ver qué pasa, y sin dejar apartarse a los primeros, obstaculizan su paso. No contentos con estar confusos, lo asaetean con flashes y preguntas hechas a toda prisa, completamente imposibles de descifrar en el maremagnum. En esas se eleva por sobre todas una voz colérica:

Qué derecho tienen de acosarnos de este modo, diablos. Váyanse al infierno, jodidos cabrones. Rubricado con un puñetazo, acompañado del cuerpo de un periodista que cae y un grito de sorpresa y dolor, lo que dice "Colt" Huston puede que sea lo que todos piensan, pero los suspiros de conmiseración avanzan que a todo el mundo le ha parecido, además, un error. Todos se apresuran a sujetar al mecánico.

El periodista golpeado se levanta furioso, recogiendo su libreta ensangrentada del suelo. La sangre es de su nariz, que puede que esté rota. Varios compañeros le ayudan.

¡Esto no quedará así! Acosando a la prensa libre... todo el mundo va a saber lo que ha pasado aquí, y a qué tipo de gente se está dando pábulo de héroes. Héroes: ¡ja!

Se va a arrepentir de esto, Fulano.

Es posible, incluso, que haya alguna buena foto del suceso. Algunos cámaras han hecho funcionar sus aparatos, llenando de flashes el instante del puñetazo. Si alguna foto ha quedado bien...

Como otro día más, me desperté dispuesta a seguir moviendo y buscando cajas y bultos a pesar de las agujetas que hacían que cada movimiento fuera un infierno.

Bajé con el resto a desayunar, más como un fantasma que como un ser humano. Al leer la noticia, levanté rápidamente la cabeza mirando hacia delante Si me tenía que reunir hoy con él. ¿Quién querría matar al capitán? miro al resto con una mirada de complicidad mientras niego con la cabeza, un tanto confusa.

Al igual que el resto, la noticia me había impactado, y junto con la charla del día anterior con el Sr. Roerich esto se hacía cada vez más complejo.

De repente, frunzo el ceño mientras leo de nuevo la esquela del periódico Qué poco sensibles e inútiles. ¿No han puesto que se oficiará un funeral el día 3 de septiembre? ¡¡y hoy es 6!!

Dejando pasar este hecho, seguí desayunando con el resto hasta la hora de nuestra reunión. Otra sorpresa y tantas sorpresas tan seguidas no podía ser casualidad.

Viendo que Alex se alejaba, hice gestos al resto para que nos fuéramos con él hasta que nos topamos con los periodistas.

Tras el altercado, todos parecían bastante alborotados, o más todavía. Poniendo una mano sobre el hombro de Nadine, la hice un gesto con la cabeza A ver si puedes apaciguar un poco esto, cariño.

Con un suspiro, asiento a Enma antes de adelantarme, con los brazos estirado al frente y las palmas hacia los periodistas

Disculpe los modales de mi amigo, pero ya debería de saber que los marineros no tienen demasiada paciencia. Además, deben de comprender la situación que estamos viviendo ahora, cuando acabamos de leer la noticia. Teníamos  muchas esperanzas puestas en el capitán Douglas y su asesinato ha generado bastante revuelo. 

Les rogaría que nos dejaran organizarnos y aclarar las ideas antes de atenderles, que como en el resto de ocasiones así hemos hecho, pero como digo, ahora mismo estamos en una situación complicado y será mejor que se vayan, pues no podemos decirles nada nuevo de momento.

Tim, siempre buscanbdo la ultima vuelta de tuerca a las cosas, observa atentamente el comentario de Enma y comenta.

Quizá quien escribio ese anuncio lo hizo pensando en haberlo matadao tres dias antes, simplemente ya estaba redactado o igual no es mas que una errata del colunmista, pero... ¿Y si esto estaba ya orquestado para que sucediera? Digo yo, es la mejor manera de hacer que esta mision no lleve el buen rumbo que nos podia aportar el capitan, igual "otra" expedicion se sienta mas comoda con el Capitan Muerto. O igual alguien se ha sentido desplazado por la llegada del nuevo, no se... Ademas, la nota que advertia y ahora esto, creo que quien ha hecho el puzzle, deja muchas piezas ya casadas, apuntandpo a un par de direcciones.

Pooster se muestra mas intranquilo de lo normal, ahora que sabe que no estará quien podia controlar todo.

En ese momento se siente un leve temblor de tierra. El suelo se estremece, los vellos se os ponen de punta a todos. Un soplo de aire frío entra por los pasillos, un soplo de aire helado, en realidad. Todo el griterío se interrumpe. Se hace el silencio. Gracias a dicho silencio, podéis escuchar unos horribles gritos que vienen de la calle.

Lo más terrible del temblor es que se siente en la psique más fuerte que en el cuerpo. Es como un susurro que comienza para no parar, innominado, pero presente hasta el más ínfimo nivel de pensamiento. Antes de que nadie acierte a decir esta boca es mía, comienza un segundo temblor. Crece. Crece. Crece. Los apliques caen de las paredes, el yeso se resquebraja, caen molduras. Alguien resulta atrapado. Fuera, aúlla el viento. El frío se hace insoportable.

La gente reacciona intentando salir, y haciendo un tapón en el pasillo. Alguien está siendo pisoteado, lucháis por vuestras vidas. Los tabiques se hacen migas a vuestro alrededor y atrapan a muchos. El temblor aumenta hasta un punto en el que vuestros sentidos quedan saturados y vuestras piernas no pueden sosteneros. El techo está en un ángulo extraño. ¿O es el suelo? ¿Pero hay suelo? ¿Hay techo?

Sangre, polvo, el aroma del terror. Incluso por encima de los ruidos propios de un terremoto cósmico, se escucha el viento helador, que recorre el mundo, trayendo consigo rumores de cánticos inhumanos e hipnóticos. Dichos cánticos tienen un efecto embriagador. La gente se calla. Podéis observar cómo muchos están siendo mutilados por diversos accidentes, y mueren sin queja, como si su alma hubiera sido extraída en un inimaginable proceso tan rápido como ignoto.

El edificio termina de derrumbarse sobre vuestras cabezas. Se hace la oscuridad.

¿FIN?