Rubia, con los ojos claros. Guarda las distinciones propias de las clases más pudientes de su época. Su bello rostro, que en ningún momento puede llegar a considerarse extremadamente hermoso, es la contraposición a su áspera personalidad. Mujer independiente y decidida, no está nada de acuerdo con la idea que se tiene en su época sobre lo que debe ser la feminidad. A la hora de expresarse es directa y concisa en sus palabras, desechando cualquier gasto de tiempo en formulismos. Su hábito de mirar fijamente los ojos de la persona a la que está hablando resulta especialmente incómodo a los hombres de su tiempo.
Hermano de Raymond Priestley, y animado por este a filmar los tremendos paisajes de la Antártida. Embelesado con el viaje. Profundamente religioso, pero no fanático. Fue de los primeros en unirse a la expedición, con la que está completamente entusiasmado. Tiene una inquebrantable seguridad en si mismo. Es un prestigioso periodista gráfico con algunos conocimientos en química. Al contrario de lo que ocurre con otros expedicionarios, Albert sostiene que él no es más que un simple fotógrafo, y por esta razón son otros, los que tienen más experiencia, los que deben tomar las decisiones importantes.
Durante muchos años operario de carpa en un circo, Anthony puede que no sea el expedicionario más inteligente de todo el campo, pero es un hombre de gran valía, ofreciendo siempre una respuesta rápida y adecuada ante cualquier emergencia que pueda surgir. Es muy precavido y cauteloso con los desconocidos, probablemente un vestigio originario de los días en que iba de feria en feria con su circo ambulante. sin duda alguna, a Johnson le gusta viajar. Se sintió muy tentado por esta expedición ya que a lo largo de su vida uno de sus mayores deseos fue ir allí donde nadie antes había estado. Es un trabajador duro e incansable, y pone siempre especial cuidado en defender a Acacia Lexington, que para él es como la hermana mayor que nunca tuvo.
Aunque nacido en Texas, su hablar áspero y ronco delata rápidamente el cansino acento que tienen todos los alemanes del norte. alto y delgado, se siente especialmente desprotegido ante el penetrante frío del Polo, pero está contento de poder vivir la experiencia de viajar hasta el fin del mundo. De hecho, ha traído consigo su propio equipo fotográfico para la ocasión. Cuando no está ocupado con la radio, aunque no duda en ningún momento en echar una mano allí donde sea necesaria, normalmente se le puede encontrar tomando fotos por todo el campo.
Sachs tiene acento de New Hampshire del Norte. Es un hombre gigantesco, asombrosamente velludo, y con un aspecto general que recuerda a un Yeti cuando se levanta por la mañana. A pesar de tener manos gruesas y curtidas, probablemente debido a un duro pasado como trabajador en alguna granja, es capaz de llevar a cabo, con total precisión, los más increíbles reglajes y ajustes en una máquina. Debido a su aprendizaje autodidacto, Shachs ha rebautizado por la mayoría de las piezas de las máquinas con nombres inventados por él mismo. Sachs tiene una gran capacidad de concentración: cuando está trabajando en alguna reparación importante se olvida de la nieve, del frío, de los perros e incluso de la gente. También le ocurre lo mismo cuando juega a las cartas, cuando está retirando nieve con las palas o cuando está en medio de una charla. Con esa habilidad tan asombrosa de aislarse del mundo entero, mantener una conversación con él puede llegar a resultar una experiencia un tanto perturbadora.
Ahora lejos de su lucrativo negocio de reparación de aeronaves en Boston, Charles Wright es el mecánico ideal que necesitaba la expedición. Obedece con extrema lealtad todas las órdenes de Acacia, incluso podría pensarse que está secretamente enamorado. cuando no está ocupado con alguna otra tarea, Charles disfruta realizando hermosas esculturas de hielo. Los motivos de las esculturas varían enormemente.
Graduado en Pricetown, Nueva York, Hooper se enamoró perdidamente de las películas de cine durante su infancia, para desgracia de sus padres. Terminó sus estudios en un abrir y cerrar de ojos y después marchó a Hollywood justo cuando la depresión anegaba las calles de las ciudades americanas, con centenares de miles de parados en busca de algún empleo. El boyante optimismo de Hooper le llevó de un sitio para otro en la industria del cine hasta que un cambio en la forma de hacer las películas, la llegada del sonoro, hizo que sus conocimientos sobre grabación de sonidos hiciera subir vertiginosamente su reputación dentro del negocio del séptimo arte.
Todos los que se topan con el Doctor Anthony rápidamente se quedan sorprendidos ante la seguridad y la confianza en sí mismo que se desprende de él. Su refinado acento inglés reconforta y consuela a todo aquel que le oye expresarse. Ante el doctor Greene se muestra frío y algo seco.
Originario de Finlandia, Haakon es uno de los mejores exploradores y guías árticos del mundo. Con suma paciencia se presta siempre gustoso a compartir sus vastos conocimientos de supervivencia en el Polo. Con extremo celo y firmeza, cuida y vigila, aunque en ocasiones con demasiada dedicación, a toda la expedición como si fueran sus propios hijos. Es un hombre frío, inteligente y muy valioso, y además tiene el actual record de participaciones en expediciones al Polo.
Henk Beentje es un danés duro de pelar que ya se las ha visto en otras ocasiones con muchos insensatos y estúpidos exploradores, aunque en esta ocasión cree que todo es diferente. Está dotado de una potente y áspera llamada capaz de recorrer cientos de metros a lo largo de las vastas llanuras de la Antártida, y que normalmente usa para llamar a alguien o para avisar de algún peligro. Henk siempre lleva consigo una barra de acero que utiliza como palanca, señalizador, o, en caso de necesidad, para defensa personal.
Donovan ha trabajado con Priestley durante cuatro años, siguiéndole siempre a todas partes. Hace ya años, Kelly perdió a algunos miembros de su familia en uno de los muchos fríos y húmedos inviernos que azotan la ciudad de Boston, y debido a ello tiene un especial pánico a la nieve. Caminando sobre el hielo, procede con la mayor de las cautelas, ya que la posibilidad de morir de frío para él es más que una realidad. Su lealtad hacia Prestley le hace tener que apretar los dientes cada vez que se ve en la obligación de salir a trabajar en el exterior. Las interminables horas de luz que se suceden tanto de día como de noche en el polo han sobrepasado todas las expectativas y siente algo de miedo ante este extraño fenómeno. Cada vez que alguien comenta la posibilidad de dejar el continente para regresar a casa, el rostro de Kelly se ilumina esperanzado.
Alemán. Muy receloso y desconfiado de aquellos que no sean miembros de su expedición. Hace su trabajo de manera ejemplar y meticulosa, pero no da ni un poco más de lo que se espera de él. Cuando se comenta cualquier suceso que tenga que ver con Alemania, desaparece o se queda completamente callado. No se trata mucho, o nada, con los restantes miembros de su expedición o de cualquier otra que tengan que ver con Alemania.
Kyle es un joven afable y tranquilo. No hace muchas proezas durante sus numerosos vuelos, ni alardea de sus habilidades en modo alguno, pero es sociable, sin llegar a sobrepasar las normas de la discreción más elemental. Parece saber mucho de supervivencia en el Polo, aunque no parece amigo de hablar de si mismo (suele ser modesto en grado sumo). Tiene un lenguaje que, sin ser ampuloso, es sumamente rico y correcto. Ha traído una buena cantidad de libros de gran calidad literaria, además de los preceptivos manuales de mecánica y de vuelo, y los presta sin problemas a quien se los pida.
Marklin es el típico muchacho de Oklahoma, tranquilo, serio y meditabundo. Ha sido seleccionado para formar parte de este grupo debido a sus pasadas experiencias en el Polo y a su gran destreza como mecánico. Ya sobre la fría nieve de la Antártida, todos le elogian por su gran aguante y tenacidad, por su simpatía y por su capacidad para tener todo siempre listo y a punto. Ha participado en una de las expediciones de Byrd y también colaboró en su momento con los equipos de rescate enviados al Polo Norte en busca del Italia.
Si todo le va bien, una persona amistosa y distendida, aunque parece disimular un carácter sensible e inestable. No duerme demasiado bien. Se le puede ver durante su turno de descanso trasteando con las piezas de la radio. Tiene pesadillas. Tras haber logrado dormir, curiosamente, es cuando se muestra más seco y poco comunicativo. Es, de hecho, muy difícil profundizar en alguna conversación, más allá de lo inmediato.