Partida Rol por web

Pues subimos a expresión dos, que el muchacho expresarse, se ha expresado un rato.

Añadido pues ;)

Ser un buen chico. Esa era, con toda probabilidad, la mejor definición de lo que había hecho Artur esos meses. Ser un buen chico, un buen lasombra. Y eso implicaba, en primer lugar, hablar con la líder del clan en este lugar, sin guardar ninguna pieza de información de todo lo que había descubierto. Debilidades, anhelos, motivaciones, todas las conversaciones y conclusiones que había ido atesorando en cada encuentro, en cada intercambio, fueron mostradas a su señora, a la ilustre Mayra de Urueta. Le habló del gangrel, de su doblez, y de su conocimiento idiomático, así como de sus ínfulas y deseo de predominio, y de su cierta torpeza, que probablemente le facilitaría ser peón de alguien, si no lo era ya. Le habló de Sybilla, de su puesto como consejera, de su inteligencia y habilidad, de su indiscutible capacidad para la política y de la alta posibilidad que fuera sincera en su lealtad a la duquesa. Le habló de la impulsividad de la assamita Selin, y de su honor. Y también de la impulsividad de la toreador Leyre, así como de su torpe lengua demasiado afilada. Aunque probablemente una gran aliada si era manejada con prudencia. Habló del capadocio encontrado, del Ankou, y de todo lo que le había contado, sin excepcionar nada.

Habló, sin embargo, y por supuesto, de lo descubierto respecto a la duquesa y a su "hermana" Morgaine. Habló de la debibilidad y los errores de Gevrog  y como la torpeza del mismo (y la impetuosidad de la assamita y la brujah) había cerrado la trampa.

No guardó nada. No era el momento. Y Artur era un hombre leal. ¿Qué más hizo? Vivir. O algo así. Se acercaban malos tiempos y previó las dificultades para sus contactos. Malos tiempos eran especialmente malos para los judios, con lo que dispuso vias de escape por si tenían que salir de la zona durante algún tiempo.

Mantuvo una cordial correspondencia con la Baronesa Elaine Menguy, tratando de afianzar ese incipiente lazo, y dando a la misma la información, de primera mano, de lo ocurrido.

¿A quién apoyar en la inevitable guerra? Artur no da opinión alguna, pero se pone al servicio del clan para lo que decida. Eso sí, avisa de algo que le resulta evidente. Morgaine no quiere solo reinar. Quiere quemar el mundo y, tal vez luego, rehacerlo. Si eso es lo que conviene o no al clan, no es quien para decidirlo.

Artur acaba de llegar. Lo sabe. Y sabe que es tiempo de la lealtad.
 

Recibes 3 puntos de experiencia.

Lo gasto para ponerme enigmas 1. Demasiado pensar, y demasiadas hadas. Al final hasta alguien tan pragmático va pensando en como se responde a las adivinanzas.

Duda: las palabras dirigidas por Ingvar a ¿su sire? parecen implicar que el mismo fue cobarde en algún momento. ¿Intentar provocarlo (por supuesto siempre con sutileza, sin una palabra más alta que otra, con manipulación y ágil verbo) para tratar que le afecte el frenesí y nos ataque sería infringir nosotros las normas de la hospitalidad... o él sería quien las infringiera?

Sobre el papel, el que infringe la etiqueta es él por atacar, claro. Luego viene las interpretaciones de los PNJs acerca de lo que ha pasado o dejado de pasar.

Perdona, que se me pasó responderte.