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Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Prólogo 0.3] No me falles - Eadwig du Josselin - FINALIZADA

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29/12/2017, 20:09
Narrador

Castillo de Suscino, País de Vannes, Primeros de Octubre de 1264

Los alaridos demenciales del desgraciado campesino que había tenido el error de pedir tiempo para pagar su tributo rasgaban los arcos abovedados del salón principal, justo después las risas diabólicas de la chiquilla del Príncipe que se afanaba en dar a entender al mortal la elaborada negativa de su señor a base de hierro y cortes. Por encima de aquella cacofonía de los horrible, tan propia del castillo cuando no habían visitas, te dirigías raudo a presencia de tu señor que te llamaba incesante por encima de cualquier sonido de tortura presente.

¡EAAADWIG! 

Eran los gritos, casi de urgencia, de Owyn du Poher que, con toda probabilidad permanecería arrullado en su vetusto trono de piedra en las catacumbas del castillo frente al sarcófago de su Sire Conomerus, la sala personal en la que recibía a sus siervos de confianza. Volvió a aullar tu nombre, con la voz rota por un llanto que no acababa de formarse, las velas tenues hacían danzar sombras grotescas en las paredes del pasillo de descenso al salón del trono de Ventrue.

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30/12/2017, 02:04
z/Eadwig du Josselin

Hacia solo un instante Eadwig había estado meditando en los aposentos que le habían sido cedidos por el Príncipe. Como de costumbre, habría estado un largo tiempo trazando mapas mentales, nombres propios, de personas y de lugares. Moviendo piezas sobre un tablero imaginario, removiendo cada ficha, pasándola por diferentes casilleros hasta ubicarla en uno, para luego mover la siguiente y la siguiente, volver a mover las que ya había movido y, por último, al darse cuenta que se estaba olvidando de este o aquel detalle, descartar todo lo dibujado en aquel esquema mental sobre el que había estado trabajando. La misma rutina la venía repitiendo día tras día quién sabría hace ya cuanto tiempo. Cuando no estaba ocupado haciendo la corte al Príncipe, se encontraba en aquella recamara repasando el tablero en su cabeza una y otra vez.

- ¡EAAADWIG! 

El segundo grito había sido aún más desgarrador que el primero. Aquella pesarosa voz viajaba a toda velocidad desde las catacumbas y se esparcía por todo el castillo, tapando el ruido previo de los alaridos del campesino.

Aquellos alaridos eran tan comunes en el castillo que no se había percatado de ellos hasta que el grito de Owyn du Poher los tapó. Debía responder al llamado con prestancia, sin duda aquel desolador llamado no auguraba nada bueno.

Salió a toda prisa de la habitación y recorrió el camino que separaba la oscura recamara de las frías y húmedas catacumbas. Llegó por fin donde se encontraba Owyn, y mientras llevaba la rodilla izquierda al suelo, a la vez que inclinaba su peso sobre su pierna derecha, e inclinaba su cabeza levemente mirando hacia el suelo, se dirigió hacia el Príncipe.

- Mi señor Príncipe. Me llamaba – En otro caso hubiese dicho algo más, habría buscado algún cumplido o alguna forma de halagarlo, pero dada la situación Eadwig se limitó a hacer notar su presencia y dejar que el Principe se tome su tiempo en hablar.

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30/12/2017, 03:12
Owyn du Poher

El Príncipe de Vannes era un hombre paranoico, excéntrico, próximo a la locura, aunque demostraba una frialdad y temple envidiables ante las visitas. No, aquella faceta de grotesca melacolía y refinada locura estaba reservada para las profundidades de la corte, las entrañas de su entramado de confianza. Hallaste a Owyn sentado en el trono de piedra, con la mano en el rostro, sollozando ante el sarcófago de su sire. Una estampa ya típica para ti.

Eadwig, Eadwig du Josselin.. has venido como te llamé, tú no me fallas nunca, ¿verdad? —aquellas palabras febriles poseían un inquietante fondo, una mirada más pulcra de la escena te descubrió la fuente de los suspiros de esa noche. En la oscuridad estaban los restos cenicientos de alguien, por sus ropas lo reconociste como uno de los caballeros al servicio de Owyn, Gaston —. Gaston no supo admirar tu fortaleza cuando llegaste, se preocupaba demasiado por ti y poco por él, ¿y qué hizo? Fallar. Dejarme en evidencia.. ¡traicionarme! ¿A mi? 

Owyn era una figura paranoica, quizá fruto de su propia traición a su antiguo señor.

Pretendía los favores de mi hermosa Gwynnever, lacayo desagracido —miró con desdén los restos de lo que fue Gaston, luego te miró a ti con una sonrisa complacida, se levantó acercándose a ti —. ¿Y tú? ¿Mi querido y apreciado Eadwig? Lamento profundamente molestar tus preocupaciones, por favor.. álzate.. álzate, muchacho.

La mano del Príncipe acarició detenidamente la losa de piedra que escondía el cuerpo de Conomerus, pudiste ver una mirada lánguida de tristeza y odio por igual de Owyn al sarcófago de su sire.

Pero tú no, ¿verdad? Tu jamás pretenderías a mi hermosa Gwynnever, ni follartela, aunque se te abriera de piernas, ¿verdad? —te miró expectante.

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30/12/2017, 22:29
z/Eadwig du Josselin

Cuando decidió abandonar la Orden para ganarse un puesto en la corte del “Gran Príncipe Ventrue”, Eadwig nunca se imaginó ver aquella humillante escena. Tenía fe en que por muy traicionero y cobarde que haya sido Owyn, aun corra en su sangre la naturaleza del Clan. Se llevó una desilusión enorme al ver por primera vez aquella escena y desde entonces, cada vez que se repetía, no hacía más que ahondar el rencor que le tenía al excéntrico vástago.

¿Será que el poder fue lo que lo condujo a la locura y a la paranoia? Se preguntó el, en apariencia, joven caballero. Se preguntaba si aquel poder tendría el mismo efecto en él.

Su alteza sabe que siempre puede contar conmigo. -  Le dijo mientras se alzaba. -Por fortuna, no me veo tentado por la debilidad de la carne. Ese es un defecto que solo los mortales y algunos desafortunados vástagos tienen, lo cual no es mi caso. –

Llevó su mirada a la losa de piedra, allí se encontraba en estado de letargo el verdadero Gran Príncipe. Owyn tenía razón en no despertarlo, claro que Owyn no lo hacía únicamente porque le temía. Conomerus había sido un monstruoso vampiro, había repartido caos y destrucción, su fama le precedía como un dictador sin escrúpulos que además tenía una sed insaciable que debía calmar con la sangre de su sangre. A pesar de ello, era lo único que quedaba de la grandeza Ventrue, por lo menos en aquella región de Europa, y aun así Owyn tenía razón, no habría que despertarlo por nada del mundo.

Mi señor, le ruego mi diga en que lo puedo ayudar. 

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31/12/2017, 13:36
Owyn du Poher

El Príncipe te miró con atención, reconocías esa mirada, a pesar de las densas capas de locura y paranoia, había una astucia maquiavélica en sus ojos. No había duda que uno no llegaba adónde llegaba sin sus buenas dosis de habilidad. Tras haberte medido con tu respuesta, temiste por un instante que jugara con las palabras para retorcer la situación, pero no dijo nada y asintió. Se arrastró hacia su trono tras acariciar el sarcófago murmurando palabras que solo tenían sentido para él.

Sí, sí, estimado Eadwig.. me alegra escucharte, de contar con tu abnegada lealtad —celebró mientras se acomodaba con señorío en su asiento —. Tengo una misión muy especial para ti. Un cometido que solo alguien como tú podría realizar.

Owyn se quedó callado, sumergido en un trance melancólico que a veces lo asaltaba, cuando pasaba eso odiaba con todas sus fuerzas que lo interrumpieran. Tan pronto como se ausentó, regresó como si no hubiera pasado nada.

Dime, ¿qué sabes de los Menguy? ¿Qué sabes de lo que ha pasado en el norte entre ellos y los Guillou? —preguntó con talante aleccionador.

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31/12/2017, 23:30
z/Eadwig du Josselin

De pronto la actitud del Príncipe cambió, de un momento a otro había transformado la expresión melancólica en la más escrutadora de las miradas. Comenzó a interrogar a Eadwig sobre lo que sabía de lo acontecido entre los Menguy y los Guillou. Eadwig, que habría leído sobre esas historias durante su larga estancia en Josselin estaba bastante familiarizado sobre lo sucedido, aunque era consciente de que lo escrito en los libros podría estar incompleto, o no ser del todo cierto.

Su alteza, me honra muchísimo con vuestra confianza. – Dijo mientras hacía una reverencia, en señal de agradecimiento. Luego agregó: - tengo entendido que ellos fueron los impulsores de La Rebelión. Y que al caer el Castillo de Châteaulin, los Guillou le cedieron el poder de Bretaña a los Menguy. Pero desde entonces desconozco si ha habido intrigas entre ellos. – Dijo repitiendo muy por arriba lo que era sabido por la mayoría de los vástagos de aquella región.

- En cuanto a la misión, Su alteza pude contar con mis servicios. Estoy a vuestras órdenes. - dijó repitiendo una media reverencia. No mentía, de momento los servicios de Eadwig estaban a total disposición de Owyn du Poher.

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02/01/2018, 02:07
Owyn du Poher

Hablar de aquellos turbulentos asuntos, los de la rebelión, ante Owyn era una tarea delicada. Todo el mundo que supiera la historia, sabía que Owyn había sido uno de los principales actores con su traición de Riothamus, que ayudó al misterioso Medrawt para dar muerte a este y a sus chiquillos. Pero en esta ocasión se contuvo, aunque su mirada se volvió algo torva.

Te remontas demasiado en el tiempo, muchacho —amonestó moviendo la mano con desdén —. Me refiero al mercadeo por ese castillo del norte, Brest, en el que la zorra de Margawse colocó a su crío al frente de ese lugar.. remugó algo en voz baja, maldiciones incomprensibles que a veces vociferaba fuera del alcance de todos.

En cualquier caso, algo está sucediendo ahí. Una niebla misteriosa, dicen, una maldición —aseguró Owyn con abierta incredulidad, aunque esto se tornó a algo más lóbrego —. Lo que importa.. lo que importa.. es que el niño Príncipe ha proclamado que cualquier que le ayude con esa.. niebla.. será recompensado. Un puesto en su corte.. jugoso, ¿eh?

Una sonrisa maquiavélica se esbozó entonces en el rostro del Príncipe, una mirada que cobró sentido al contemplarte de un modo ambiguo.

¿Será verdad que mi estimado Eadwig será capaz de impresionar a los Toreador? —una risa leve, maliciosa, brotó de sus labios alzándose señorial y acercándose al sarcófago de su aletargado Sire, posó la mano sobre la losa —. Basta decir.. que será un acontecimiento peculiar.

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02/01/2018, 03:08
z/Eadwig du Josselin

Eadwig se había permitido herir al Príncipe con sus contestaciones en dos ocasiones ya en esa reunión. Pero sabía hasta que limites se podría permitir hacerlo. Siempre tácitamente, decía las cosas y a la vez no las decía. Primero sugiriendo que Owyn era débil al placer de la carne y la segunda recordándole su traición.  Eadwig era un poco arrogante en ese sentido, pero era consciente de que por ahora había sido suficiente.

Partiré de inmediato si así lo dispone su Alteza. – se limitó a decir, sin exagerar en exclamaciones como “Su alteza, sabe que haría cualquier cosa por usted” o “Vuestros deseos son órdenes” o “ordéneme que me tire a un pozo y…”. – Puede dar por contado ese puesto en la corte.

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02/01/2018, 21:23
Gwynnever du Suscino

Al parecer Owyn no tenía más que decirte, volcó su atención de nuevo en el sarcófago de su Sire con esa mirada ensimismada de melancolía y odio parejas. Sus murmuraciones se propagaron en la oscuridad del salón de piedra, aun te acompañaron mientras ascendías por las escaleras de vuelta a la planta principal del castillo. En esa ruta fuiste abordado por otro de los inquilinos habituales, la intrigante y manipuladora chiquilla de tu señor.

¡Eadwig! ¿Adónde vas con tanta premura? —se acercó a ti, más de lo que el protocolo permitía, llevaba un vestido ceñido que no dejaba nada a la imaginación y, a la par, la alimentaba —. Owyn te ha mandado a investigar esa niebla, ¿verdad?

Las provocaciones de Gwynnever eran habituales, le gustaba tensar la cuerda, mostrarse provocativa hasta el desmayo. Cuando hablaba de su Sire no estando él presente lo tuteaba, incluso se permitía ese trato con él presente y no hubiera desconocidos delante. A veces podías tener la sospecha que quien manejaba realmente los asuntos de la Corte de la Sangre era ella y no Owyn du Poher.

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03/01/2018, 03:01
z/Eadwig du Josselin

La suave figura de Gwynnever saltaba a la vista fácilmente, y más aún cuando se vestía de esas formas sugerentes, lo cual era prácticamente todo el tiempo.

- Milady! – le dijo mientras le hacia una pequeña reverencia que era solo una excusa para alejarse un paso de ella, no porque le intimidara, sino porque quería evitar que algún par de ojos indiscretos lo vean tan cerca de ella. – ¡Así es! Veo que estas muy en tema. – dijo tuteándola sin miedo. - Pero debo decir que me sorprendería de que no fuese así. Al parecer hay un puesto en la corte de los Menguy en juego y Owyn quiere que yo me lo gane. – la seductora cortesana se dio cuenta de que se había referido al Príncipe por su nombre. – Pero creo que tu sabrías mas de eso que yo. Dime, ha llegado a tus oídos información que nos pueda ser útil en esta situación? – “Nos”, Eadwig tuvo mucho cuidado en incluirla. 

Sabía que Gwynnever tenía intereses propios en casi cualquier cosa que sucediese en las cortes de Bretaña, tal vez ella pudiera darle algún consejo que pueda usar en la corte de Rennes. Aunque daba casi por seguro que ese encuentro no fuera mera casualidad y que la hermosa criatura quisiera encomendarle algo. Solo esperaba que no sea algo que le comprometiera en sus propios objetivos.

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03/01/2018, 15:00
Gwynnever du Suscino

Con una gracia natural, la chiquilla del Príncipe te condujo hasta el salón principal, te conminó a acompañarla a una de las mesas auxiliares.

Un avance sumamente interesante para ti entonces, Eadwig —sonrió burlona, hizo un gesto con la cabeza —. Por favor, estarás un tiempo fuera y no quiero perder la oportunidad de disfrutar unos minutos contigo antes de la partida. Te contaré lo que pueda ayudarte en tu cometido.

Con un delicado gesto, rozó tu mano antes de llevarte a la mesa. En ella presidía una jarra, y dos copas de cristal bellamente enjoyadas.

¿Beberás conmigo? —sonrió encantadora mientras servía para si misma la vitae y luego a ti.

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03/01/2018, 16:07
z/Eadwig du Josselin

Eadwig miró la copa con desconfianza. Confiaba en que Gwynnever conociera que tipo vitae era de su gusto. Gwynnever llenó las dos copas de la misma jarra. O la chiquilla tendría gustos parecidos a los de él o uno de ellos terminaría vomitando el contenido de la copa en algunos instantes.

Tomó la copa. – Confío en que sabes cuales son mis gustos. – dijo y se llevó la copa a los labios. Luego volvió al tema principal.  – Desde luego, si logro mi cometido será un avance importante para mí, pero a la vez será beneficioso para todos aquí en el castillo. ¿No es así?

Eadwig la escrutaba con la mirada, sin dudas la bella mujer era muy difícil de descifrar. 

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03/01/2018, 16:14
Gwynnever du Suscino

La sangre fluyó por tu garganta sin ningún efecto nocivo, al contrario, pareció alimentarte sin problema. Gwynnever profirió una sonrisa satisfecha mientras te contemplaba con atención.

Lo sé, estimado Eadwig, y más de la forma en la que me miras a veces —apuntó sin perder su hermosa y seductora sonrisa —. ¡Que considerado! Pensando en el beneficio de esta corte. Pensaba con fervor que deseabas una oportunidad para marcharte de aquí, al fin y al cabo.. siendo chiquillo de quien eres..

Dejó estas palabras en el aire, alzó la copa proponiendo un brindis contigo.

Por el éxito de esta empresa —propuso mientras bebía de la vitae servida sin ascos, dejó la copa sobre la mesa y se acomodó mostrándote sin rubor su generoso escote —. En Brest habrá muchos interesados, pero deberías ganarte el favor del chiquillo del Príncipe, Convarch, es un hombre de armas como tú, os caeréis bien.

Notas de juego

Ten en cuenta que en VEO20, el defecto Ventrue no provoca vómitos ni rechazo si bebes sangre que no "es la adecuada". Simplemente no te alimenta ni aplaca a la Bestia.

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03/01/2018, 20:07
z/Eadwig du Josselin

¡Por el éxito de esta empresa! – Eadwig alzó su copa y dio otro trago aún más largo que el primero, ya seguro de lo que estaba bebiendo. - Pero no sé porque dices lo de Pierrik, él ha sido fiel siempre a la Orden, hasta donde sé.

En cuanto a Brest, buscaré a Convarch para ver si me puede ser de ayuda. – levantó de nuevo la copa e hizo una señal de asentimiento para darle las gracias por el dato. – Dime, ¿qué opinas de aquella supuesta niebla? ¿Es probable que los Guillou les estén jugando una mala pasada a los Menguy en represalia? Entre tanta fricción no me parecería raro. – Le echó una mirada, en este caso de carácter seductora, lo que quería era que bajara la guardia un poco la guardia y demostrara sus verdaderas intenciones. Se trataba de Gwynnever, sabía que algo se traía entre manos. – Lo que sin duda voy a extrañar es la comodidad del castillo, y la belleza que hay en él. Y en cuanto a mi lealtad, mi corazón le pertenece a Suscino, y déjame decirte que si hay algo en mi corazón, eso es honor.

Notas de juego

Perfecto, no sabía lo del cambio en la debilidad Ventrue entre V20 y VEO20. 

Por otro lado, asumo que todavía no hay noticias de la muerte de Convarch, por lo menos en el castillo.

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03/01/2018, 20:29
Gwynnever du Suscino

Habiendo bebido plenamente de la sangre ofrecida por tu anfitriona notaste como esta era dulce y cálida, pero ausente de la golosa euforia del alcohol. Otra euforia sustituyó a esta, una que hizo que contemplaras a la seductora Gwynnever con ojos preñados de deseo. Ella sonreía, satisfecha, por la reacción que veía en tus pupilas, pero siguió actuando con normalidad.

Nunca he escuchado nada acerca de una niebla asesina, ni remotamente —admitió la Ventrue, se acomodó mostrándote con algo más de descaro sus generosas formas —. Pero no veo a los Brujah actuando de ese modo, pero como bien dices, querido Eadwig, no me sorprendería. Bretaña es una tierra antigua, hay rincones en los que el cristianismo aun no se ha asentado del todo.

Pudiste notar como tendía la pierna bajo la mesa, te acarició lentamente el muslo con picardía mientras su mirada no se veía alterada. Bajo el influjo de esa sangre, casi podías sentir cierto gozo por esa actitud.

Honor. Que palabra tan hermosa, capaz de inflamar el corazón de una dama como yo —sonrió gozosa, divertida, mientras se mordía el labio inferior —. Cuan afortunada soy de contar con un caballero tan leal como tú, Eadwig, porque puedo contar contigo para lo que necesite.. ¿verdad? —insufló una brizna tendenciosa en aquel tono de voz, como si supiera el efecto que iba a causarte.

Notas de juego

Gwynnever te ha vinculado con su sangre. Tienes un Nivel 1 de Vínculo con Gwynnever, lo cual te hará verla con admiración y cierto sentimiento de atracción por ella.

No, esas noticias aun no han trascendido sobre Convarch.

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04/01/2018, 01:49
z/Eadwig du Josselin

Eadwig cayó en la trampa de una manera infantil. Estaba esperando que Gwynnever tratara de entrar en su cabeza y estaba atento a cada gesto, y a cada palabra. Se sentía en total control de la situación, pero la chiquilla del Príncipe Owyn había sido más inteligente que él. Lo había distraído, lo había hecho creer que lo estaba seduciendo y lo que en realidad estaba haciendo era darle de beber su vitae para generar el vínculo de la sangre.

Eadwig se dio cuenta tarde de lo que había pasado. Una sensación de euforia inundó su cuerpo, no se creía capaz de caer en la tentación de amar a alguien, pero de repente un mundo de sensaciones nuevas despertó en él. Ya no podía evitar pasear sus ojos por el cuerpo de la hermosa vástago. La sugerente figura de Gwynnever le embriagaba más de lo que nunca le había embriagado el alcohol.

En lo que necesites. - le dijo repitiendo las ultimas palabras de la joven, estando aun hipnotizado.

Un segundo después de escucharse terminó por darse cuenta lo que había pasado, se rompió el trance y una sensación horrible se le instaló en el pecho. Sabía lo que significaba esto, se habría violado su propia voluntad.

Quería pararse, irrumpir en ira contra la Ventrue por lo que le había hecho. Pero no podía, ya estaba preso.

¿Qué es aquello que deseas? 

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04/01/2018, 15:07
Gwynnever du Suscino

Gwynnever sonrió al ver que su plan había surtido efecto, pero fue una sonrisa suave, con la naturalidad con la que podría haber sonreído por la conversación. Sin dar pábulo al recién creado vínculo de sangre, la chiquilla del Príncipe siguió hablando.

Estoy segura que podrás contarme las cosas que vayas descubriendo en Brest, querida Eadwig —dijo con tono anhelante —. Owyn es un hombre ocupado y melancólico, no debemos molestarle con minucias, yo me encargaré de transmitirle lo que descubras. No tendrás ningún problema con ello, ¿verdad? —sonrió encantadora.

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05/01/2018, 02:29
z/Eadwig du Josselin

Desde luego, el Príncipe no debe ser molestado por pequeñeces. – repitió Eadwig, mientras seguía posando sus ojos en los bellos ojos de la ruin mujer.

Tuvo la reacción de dejar la copa sobre la mesa. Luego pudo con un poco de esfuerzo pararse y ensayar unas disculpas.

Milady, se va a hacer tarde y es un largo viaje hasta Brest. Mejor será que vaya preparando todo, si me permite. – dijo asintiendo con la cabeza como para enfatizar el pedido.

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06/01/2018, 02:20
Narrador

Gwynnever te permitió marchar con un asentimiento regio, el camino iba a ser largo hacia el norte, pero con un objetivo claro en mente. Lo que te deparaba en Brest era un misterio, pero pronto se desvelaría.. 

Notas de juego

Fin del prólogo.

Ahora a esperar a empezar!