- ¡La Bruja se pone de nuestro lado!
-Pues a ver si ella sabe como sacarnos de aquí...
- Si el Mago muere con nuestros tres votos, quizá salgamos de aquí.
-Eso espero, yo tan solo quiero respirar aire vivo ya
A pesar de la escapada del hada del mundo de los muertos, ambos siguen aquí.
Interesante. Sigo viva y a la vez aquí. Si puedo estar en diversos mundos puedo tener muchos oidos... Consejero, hasta que te saque de ahí tenemos que hacer tregua. Por mucho que los malos de relleno sean buenos, también quiero saber lo que dicen los demás por tu parte, así que avisame por aquí de cualquier cosa - Dije muy segura mientras respiraba para ver que ocurría en la vida
- ¡Hemos obrado el milagro! - exclama el Consejero - ¡Te hemos mandado de vuelta! Te informaré de cuanto acontezca bajo el manzano. Y tú, ¿podrías contarme qué sucede en el más acá?... para nosotros, realmente, es el más allá... bueno, para ti no, para mí es más allá, pero para ti es más acá, allá... bueno, ¡que me cuentes lo que pasa con los vivos!
-Por ahora, sé que el mago ha espiado nuestras conversaciones, es más puede que lo esté haciendo ahora mismo. No me fio para nada de el y estoy segura de que nos ha mandado aquí... aunque tengo que investigar más. Voy a ver si el buen ladrón es malo como dicen... a menos que alguien me de ideas de a quien mirar. Iba a hacerlo con el mago, pero es tan bocazas que parece delatarse el solo.
-Pi pi, mensaje del hadita. Eres un viejo verde gruñon, que no para de meterse con crias pequeñas y hacerle cosas malas a todo el mundo a parte de ser un cerdo traidor. - Sonreí y continué hablando - Además de ser un maldito canalla que no es capaz de defenderse solo y solo usa acusaciones sin fundamentos y sin pruebas. Primero ganate las pruebas y luego me dices lo que quieras. - Obviamente esto lo decía al aire no mirando al consejero, como haciendo ver que había alguien más ahí.
Dicho esto guiñé un ojo al consejero en plan juguetona - Y ahora me toca contigo. Oh, olvida el mensaje de antes, no era para ti querido consejero. Necesito que me digas cual es tu poder y si conoces la realidad de alguien. Me da igual que sean traidores o inocentes o algún perro con orejas de gato. Simplemente necesito toda la información que pueda recopilar para averiguar quien nos metió aquí y así poder matarlo. Si excluyo a los que yo ya sé, y además excluyo a los que tu me digas, el que sobra tiene que ser el que nos metió aquí. Así que dime todo lo que sepas de todos.
-Repito me da igual que sean traidores o inocentes. Tu y yo hasta el final ¿Verdad? - Dije sonriendo al consejero y levantando el pulgar arriba.
- Tú y yo hasta el final, Hada - dijo con una sincera sonrisa - ¡Pero no olvides nuestro trato! ¿Qué harás para sacarme de aquí?
- Traidor es una palabra horrible... al fin y al cabo, no traicionamos a nadie: servimos a Su Majestad el Rey Buencorazón incluso después de muerto, ¿qué traidor haría algo así? Yo prefiero denominarnos... "Verdaderos Leales", sí, eso suena bien. Entre los Verdaderos Leales, puedes contar al Borracho y al Príncipe Encantador. De los demás, nada más puedo decir, pues nada más sé.
- En cuanto a mi poder, era el de esparcir rumores entre los oídos que eligiera; mas nadie cree ya en los rumores, así que de poco me ha servido. ¡Cuánto echo de menos al Rey! Él siempre me creía...
-Humm - Me puse a pensar un momento - Está bien, con eso y con lo que yo sé, me faltan por saber si el buen ladrón, el campesino heroico, el carismatico, el cazador, el hechicero, el mago, el niñó travieso, el sabio o el tabernero, nos han traido aquí... - Miré con un poco de pena al consejero - ¿Podrás esperar hasta que lo encuentre? He quitado al mercader, porque según dicen los de arriba, morirá hoy, y en teoría dicen que el principe es el maestro quesero... pero aún no estoy muy segura. Hoy voy a investigar al buen ladrón y luego si no muere el principe quería verlo a el, pero si como dices es de los tuyos... bueno, ahora de los nuestros... ¿Eres capaz de conseguir información acerca de sus objetos? Si lo haces me ahorrarías un par de días de buscar al culpable de este mundo.
- Sé que el Hada Madrina era la poseedora de una varita mágica, y que el Borracho tenía algo que le permitía invitar a otros, pero desconozco los detalles. Y no sé más. Por mi parte, sólo tengo estas humildes botas.
- ¿Alguna novedad?
Tu poder se agota y pierdes tus ojos en este mundo.
Las paredes comienzan a resquebrajarse. Algo está a punto de pasar.
Una brecha se abre, arrojando una bocanada de aire limpio al interior.
Todo se transforma en luz y el mundo chiquitín se resquebraja.