Piensa: -¿Que dice el cazador?... Los cuentos son mitologicos, epicos y memorables gracias a nuestra impoluta precencia... Que absurdo... Brrrrr...
...Sigue "durmiendo"...
Piensa: -... Un Principe "matando" dragones, no seria un principe "matando" dragones... Si no ubiera dragones ... En fin... Brrrr....-
...Sigue durmiendo.
- Muy señora mía - comenzó el Consejero a dirigirse así a la Madrastra Malvada, recalcando, al decir "señora", que aquella dama, pese al atractivo morboso que destilaba su maldad, ya no volvería a cumplir los veinte años - Estáis cayendo vos sola en una contradicción; si vuestra merced sostiene que el Reino, sin un Rey, no necesita un Consejero (un mal consejero, como dice vuestra merced), ¿cómo puede a la vez acusarme de haber matado al Rey?
- Sincerémonos, señora: vos podéis seguir siendo Madrastra, y también Malvada, pero, sin un Rey que se beneficie de mis consejos, mejores o peores, yo no soy nada.
- Nunca me gustó vuestra merced, y creo que yo tampoco a vos, y, en ausencia de pruebas, prefiero que se os elimine a vos que a otro; ahora bien: vuestra merced acusa, y puede que con buen criterio, al Mercader. ¿Qué más argumentos tiene en su contra? Quizá un malvado sea capaz, mejor que nadie, de reconocer a otro.
Consejero, la Madrastra no tiene mas argumentos en mi contra salvo la pataleta por haber dicho que yo la votaria a ella.
Yo explique mis motivos, no és que tenga la certeza que es uno de los asesinos, pero por alguien tenia que decidirme
La hora se acerca... ~
Canturrea el Bardo, como si poco a poco fuese recobrando un poco la compostura, mientras uno y otros discuten.
~ más importen unas u otras cosas... ~
~ ejecutaremos a quien lo merezca.... y le enviaremos rosas ~
Se desliza entre unos y otros, comenzando a atormentaros.
Ha llegado la hora.
Sentencia el narrador, pues ya habían tomado una decisión.
Esta vez haremos sentencia.
Su voz deja claro que desea que la voz del pueblo sea escuchada.