Noche 8: El Cementerio

Miradas cruzadas entre vosotros, asintiendo. Ya habíais tomado una decisión y no era necesario hablar mucho más, sólo dejar que las palabras del narrador guiasen vuestros pasos para hacer algo que, hasta ahora, los cuentos ocultaban. Sería su voz la que os quitase el peso de la conciencia, pero vuestras las manos manchadas de sangre.

Es el Niño Travieso quien inicia, esta vez, la mano de la justicia popular. Con su tirachinas golpea una y otra vez al Buen Ladrón, quien retrocede y prepara su arco para defenderse. Una cosa era ser un Buen Ladrón, y otra aguantar un ataque constante. El Mercader Misterioso toma su mano, reteniéndolo y mirándole a los ojos, antes de negar. Para cuando quiso darse cuenta el Mercader Misterioso ya había puesto unos extraños grilletes de cristal que hacían que sus manos estuviesen medio congeladas y, con una sonrisa socarrona, se apartó a un segundo plano. La risa del Espantapájaros sólo le hace retroceder, mientras su vista se oscurece, como quedando a ciegas en un momento delicado. El Carismático y el Tabernero cruzan diversos gestos que dejan bastante claro que era el turno de los mayores, con un Buen Ladrón sin uso de la vista ni de sus manos, la tarea sería bastante sencilla. La paliza que recibió el Buen Ladrón no tenía nombre, pero fue suficiente para entregarle un billete de ida al otro lado.

Y, casualidades de la vida...

Un chasquido y el entorno cambia. Un cementerio. Qué... casual. O Causal. Maldito Narrador.

Tras el ajusticiamiento el niño miró a la Princesa y a Carismático y dijo.- Hacedme cantar, o estornudar o como sea que se desarrolle vuestra habilidad, pero no encontraréis mucho más... Os digo la verdad, y varios lo saben, otros lo saben aunque no quieren verlo.

Las palabras del Hechicero me parecen turbias, pero si mis deducciones no fallan, creo que el Ladrón era uno de los últimos caídos. 

Cómo muchos habéis dicho, no era lógico que matara al Dragón, y es más... si obtuvo su poder del Lobo, y todos creíamos que el Lobo era un traidor, es lógico que recupere no sólo su poder sino su traición.ç

Suspiré cuando el niño trataba de defenderse - Está bien. Lo sabré yo si nadie más tiene objeciones. Usaré mi poder para averiguar quien eres y que tienes. Pero ahora que somos pocos, deberiamos poner las cartas sobre la mesa... Llevo un rato pensando que Carismatico no está haciendo nada destacable salvo adular a la Princesa Enapuros, y eso me hace pensar que pueda ser un traidor. Solo puedo identificar a uno por noche, así que miraré esta noche al niño para desmentir o afirmar lo que el Hechicero ha dicho. El resto os tendreis que encargar de los demás - Dije seriamente por una vez

Genial... no me habéis hecho caso. Pero a ver ¿para quién hablo yo? Somos cuatro gatos y una mascota con cuatro orejas (salimos a oreja por gato) y ahora les toca mover ficha a ellos... hada, agradezco tu gesto pero... ¿en serio? ¿ahora? ¿no podías haberlo hecho ayer antes de votar? De todos modos: tenéis mi palabra, mi falta de reacción a los polvos de Princesa, la habilidad de Hada... ¿nadie más quiere hacer un cuádruple check?... ¿Hola? ¿Hay alguien más vivo?...

El hechicero niega con la cabeza.

No es serio este cementerio

Yo necesitaba comprobar lo de Buen ladron, ademas admito que confiaba en las palabas de la abuelita es por eso que no lo vote -comento hablandole a Hechicero. Estaba bastante rayado sobre los secretos que nos ocultaba hechicero y sobre los poderes que quedaban entre los presentes.

- Me parece correcto que investigues al Niño, Hada. Yo por mi parte miraré de averiguar si nos hemos equivocado con el Buen Ladrón

No puedo estar segura de nada, pero lo cierto es que Hechicero no estornudó. Si Hada puede confirmar mis palabras para estar más seguro, mucho mejor.

Dicen que cuando alguien llega al fin de su vida, tarde o temprano termina en la tierra. Ahora nuestros personajes se encontraban en el Cementerio y, sin embargo, parece que aún tenían que caminar un poco más...