Carismático que era de naturaleza pacífica se empezó a mosquear y más especialmente cuando se fue dando cuenta de que aquel podría ser el último día que podría estar con su amada y más ¡AHORA QUE LE CORRESPONDÍA!
- ¿Que me vais a meter en un saco? ¿De qué?- dijo con respecto al comentario de que estaba en el mismo saco que otros cuantos- A ver, si es que da igual lo que yo haga o lo que yo siga... a nadie le importa. Os canto canciones, os hago indicaciones y pasáis de mí porque tenéis envidia a mi gallardura. ¿Para que molestarse en decir algo cuando vais a seguir sordos y cegatos?
Comentó indignado raspando el arpa con sus dedos, para después ante la declaración de que se iba su princesa se acercó a ella, lastimero y compungido.
- El amarte ha sido mi destino
y la luz de tu mirar sobre mis ojos
han sido y serán siempre, mi consuelo
Tras el recital a punto estuvo de echarse a llorar pero guardó el tipo, ese tipo tenía que estar siempre perfecto.
- Muy bien, maja. Me has pillado: el Hada, la cual me acusa de ser uno de los traidores, es a su vez uno de los traidores. Por eso, en vez de hacer piña, nos acusamos mutuamente. Pero, ¡ah!, no contábamos con tu singular inteligencia. A la salida te darán tu insignia, y un vale descuento para una cena: puedes ir con Carismático.
- Vil, haces honor a tu nombre- se enfadó- Deja en paz a la princesa- se puso en modo agresivo. -Te digo que el Hada es inocente y mi princesa ha de serlo también- ¿A que le daba?
El Consejero acompañó el recital de Carismático con gestos elocuentes de llevarse los dedos a la garganta, con la cara más desagradable que pudo poner.
- ¡Eh! No te quejes, que hasta te he conseguido una cena. Ya es más de lo que has conseguido tú llenando la copa de la Princesa con empalagosas pócimas carbonatados con sabor artificial a limón o naranja*. Además, muertos los dos, iréis a un lugar más íntimo en el que estar juntos, acompañados tan solo de suspiros de amor y chirriar de muelles, ¿a qué tanto drama? ¡Amáos hasta daros asco, y dejadnos en paz a los demás! Y, si tanto te gusta el Hada, que se vaya con vosotros a sujetar las velas. Por cierto, hablando del Hada: tu novieta dice que miente.
* O sea: Fantas.
Ha llegado la hora.
Y en parte, era cierto, cada vez el tiempo jugaba más en contra de nuestros personajes.