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Historias del Dominio

Funeral: Lady Aquilegia/ Lady Alerie

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04/09/2019, 06:43
Aquilegia Stronghorse

Una vez pasado el funeral, la parte más difícil para ella en términos emocionales, y tras un momento de calma y reflexión recogiendo uvas en los viñedos, fue a cumplir con sus obligaciones de anfitriona. Se preocupó por supuesto de estar impecable para ello, revisando hasta el último detalle de su atuendo, pues aunque nadie fuera a juzgarla por un descuido no quería tener que apelar a la flexibilidad o consideración de nadie. Quería ser una imagen de fortaleza, no una de fragilidad, y era por eso que salvo la canción de Joanna, se había mantenido estoica en postura y expresión durante toda la ceremonia. Quizás había sido devastador para ella tener que rogar interiormente a Los Siete y el Desconocido por el alma de su madre, pero tenía que ser fuerte. Por Helaena, por Carellyn, por Riverside, por la Casa Stronghorse. Ya tendría tiempo para refugiarse bajo las sábanas cuando llegara la noche y se escondiera en su cuarto. 

Primero, como era natural, fue a buscar a su familia más cercana. Lady Alerie Tyrell, señora de Altojardín. Su inquietud por el asesino libre de su madre le golpeaba la cabeza con más preguntas que respuestas, insinuando que quizás una familia tan acaudalada como los Tyrell podría haberse costeado con facilidad las Lágrimas de Lys, pero lo cierto era que cualquier invitado del funeral podría y ahora mismo necesitaba encontrarse con su familia. 

Al llegar a la mujer, que se encontraba en uno de los salones aledaños a los jardines, Aquilegia ejecutó una perfecta pero medida reverencia ante ella - Lady Alerie Tyrell - la saludó con voz suave y el más profundo respeto, esperando a su respuesta antes de volver a hablar. 

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04/09/2019, 12:32
Lady Alerie Tyrell

La dama dedicó una sonrisa amable a la joven e hizo un gesto con la mano hacia la silla próxima a ella. 

Toma asiento, por favor. Esta es tu casa y yo la invitada.— Se encontraba en ese momento degustando precisamente uvas de los viñedos de los Stronghorse y un poco de vino, actividad que cesó, cuando secó sus labios con una fina servilleta de algodón blanco.

Levantó un par de dedos sin llegar a perder la atención en Aquilegia. Sus dos ayudantes de cámara entendieron enseguida el gesto y sin llegar a abandonar la sala, se retiraron suficientemente como para dejar cierta intimidad.

En qué puedo ayudarte, querida.— Preguntó posando la mano sobre la de Aquilegia en señal de afecto.

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12/09/2019, 15:44
Aquilegia Stronghorse

Aquilegia agradeció la cortés invitación de su tía con una amable sonrisa acercándose a su lado. Inicialmente había pensado en dar un paseo por los jardines junto a ella, pues jamás querría contaminar el viñedo con protocolo y política cuando aquel era su refugio de desconexión total, pero tenía sentido que la mujer quisiera pasar tiempo dentro cuando los jardines de Riverside no le llegaban ni a los talones a los de Altojardín. 

Muchas gracias - dijo justo antes de tomar asiento, pues aunque fuera su casa ella no tenía intención de exigirle conversaciones a nadie en su tiempo libre, especialmente en un momento tan triste como era este para todos. Sus ojos se posaron un momento en los ayudantes de cámara, quien vio con agrado pronto se retiraron bajo la orden de Lady Alerie. No del todo, pero suficiente para no sentirse acosadas aunque escucharan cada palabra. 

Su mirada bajó a la mano que se posaba sobre la propia y sonrió un poco más por el cálido gesto antes de volver a posar sus ojos sobre los de su familiar. 

Primero que nada, quería agradecer sinceramente su asistencia al funeral y la prioridad que le ha dado a pesar de sus obligaciones en Altojardín. - respiró profundo - Sé que mi madre hubiese deseado verla aquí presente, y para mí es un enorme alivio saber que mientras el Desconocido la guía al otro mundo, ella no tendrá duda alguna de que su familia está unida y que jamás abandonará nuestros pensamientos, pues no hay quien no sienta un inmenso cariño por ella. - o al menos eso quería pensar que ocurría dentro de su familia, pues si ya la idea de que un asesino tomara su vida era dolorosa, la de que lo hiciera uno dentro de la familia sería devastadora.

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14/09/2019, 16:52
Lady Alerie Tyrell

—Sí, cariño. Tu madre era muy querida.— Reconoció con gesto amable. —Sabes...cuando teníamos menos días del nombre que tú y tu hermana, antes del sangrado lunar incluso, tu madre y yo pasábamos todo el tiempo juntas. — Contó con nostalgia. — A mi hermano Baelor, lo traíamos desquiciado, pues ya se creía un hombre y no aceptaba nuestros juegos.— Sonrió llevándose un instante los dedos a los labios. —Pero éramos tan cabezotas que un día lo convencimos a que volviese a jugar a princesas y caballeros con nosotras. Lo que no se imaginaba es que él sería la princesa, y nosotras los caballeros que la rescataríamos y luego nos batiríamos en duelo por su amor. — Dejó escapar una risa tras los dedos, elegante y comedida.

Lo que menos esperaba es que lo vistiésemos de mujer.— Continuó recordando divertida. —Pero el pobre lo hizo, sólo por divertirnos.—

Negó entonces un poco emocionada.

Era como una hermana para nosotros, Aquilegia...

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27/09/2019, 02:42
Aquilegia Stronghorse

La confirmación de la mujer, aunque no fuera requerida, fue inmensamente apreciada. Aquilegia ya sabía que mucha gente estimaba a su madre, pero en un momento así necesitaba escucharlo. Necesitaba oír que se iba rodeada de seres amados, que la extrañarían, que dejaba un vacío. Necesitaba oírlo porque quería que ella lo escuchara también y porque, aunque no fuera a admitirlo en voz alta, le urgía saber que no era solo ella, su hermana y su padre quienes sentían que un trozo de su alma se iba con la de su madre. 

Escuchó con atención aquella historia y si la cercanía y calidez de sus palabras ya le habían traído alivio suficiente para mantener una expresión calmada y sincera, incluso llegó a sonreír alegremente cuando la mujer explicó de qué se trataría el juego al que habían sometido a su tío hacía tantos años atrás. Es más, al escuchar que habían llegado a vestirlo de princesa, tuvo que llevarse la mano a los labios para no reírse demasiado alto. Se preguntó si de llegar Aldern antes a sus vidas, cuando ella seguía siendo una niña sin preocupación alguna, le habría ocurrido algo similar a él.

Lo sé, tía - sonrió con cariño, acariciando su mano dulcemente. El uso de aquel nombre familiar había sido deliberado, pues se sentía mucho más cómoda llamándola Lady Alerie, pero ahora mismo ambas necesitaban la calidez de una informalidad medida a causa del duelo - Y ella lo sabía también - intentó reconfortarla - La distancia temporal no puede hacer que el corazón olvide el verdadero amor, aquel que solo puede sentirse por la familia - añadió, bajando la mirada un segundo al pensar en su padre. No sabía como estaría él, y solo podía esperar que se mantuviera sano y salvo a pesar del duelo, que entre Aldern y Ser Tyros supieran protegerlo con especial cuidado. 

Esperaba que... pudieras aconsejarme. - subió la mirada a la de ella, aún con la mano de la mujer entre las suyas en un gesto de confianza - Eres la mujer más elegante, grácil y compuesta que conozco, una líder poderosa que todo Poniente sabe respetar. - respiró profundo - Yo no ambiciono más que servir al pueblo de Riverside, pero para hacerlo quiero ser la líder que merecen, aprender a serlo para cuando mi padre se ausente como en esta ocasión - pues no quería ni pensar en la obvia ausencia permanente y prolongada que algún día, más pronto que tarde, llegaría. - Me he esforzado desde una niña para ser una heredera digna de mi padre, alguien capaz de proteger a su familia y a su pueblo, de mantener la cabeza sobre los hombros sin endurecer el corazón. Mas me temo que, siendo mujer, pueda encontrarme con desafíos en los que el ejemplo de mi padre no pueda ayudarme. - sus ojos se fijaron en los de Lady Alerie - Nosotras no podemos ganar respeto en justas, no podemos mostrar poder en batalla, o de tantos otros modos en que lo hacen ellos... ¿Como puedo, como tú, conseguir que se me considere una gran dama en vez de una frágil doncella? 

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01/10/2019, 19:31
Lady Alerie Tyrell

—¿Así que se me considera una gran dama?...Bueno saberlo.— Sonrió divertida pero hasta para eso tenía elegancia.

Pero hay que saber diferenciar, Aquilegia. Una cosa es ser una dama y otra no ser frágil.— Corrigió con gentileza a su joven sobrina.

Para ser una dama, debemos hacer lo que se espera de una dama. Nada más. Casarnos con quién debamos, cuidar y amar a nuestros esposos, darles hijos, prestarles apoyo...Nada que seguro no sepas o para lo que te hayan educado.— Aseguró sin nada nuevo que probablemente Aquilegia no supiese.

Pero no ser frágil es otro asunto. Para ello has de saber estar en tu sitio. Y cuando te corresponda tomar decisiones complicadas y difíciles, tomarlas con decisión, sin titubeos. Eso ya es más difícil.— Afirmó.

Tendrías que conocer a Lady Olenna. Cuando ella habla hasta tu tío Mace calla y escucha. Te digo yo que mi suegra nos entierra a todos.— Sonrió de nuevo.

Poco a poco, Aquilegia.— Trató de tranquilizarla con esa compostura que siempre parecía mantener. —Aún eres muy joven. Pero poco a poco, si pisas suelo firme, el respeto llegará.—

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10/10/2019, 01:38
Aquilegia Stronghorse

La primera pregunta de la mujer, claramente dirigida a hacerla recapacitar sobre sus palabras, hizo que Aquilegia adquiriera un sutil color rojo en sus mejillas. Bajó la mirada un segundo, sonriendo con la comisura de los labios, y luego volvió a posar sus ojos sobre la grácil mujer frente a sus ojos. Su tono de voz, sus movimientos, sus palabras... todo era perfecto. Como desearía poder ser ella, tener ese don, para jamás olvidar la etiqueta o romper el protocolo. Aunque la mayoría creyera lo contrario, Aquilegia no era tan delicada y protocolar por naturaleza propia, sino porque sabía que era lo que en su posición servía para llegar a más gente. De depender de ella, viviría sin preocuparse de títulos, costumbres o tonterías, y sus atuendos serían solo vestidos de lino blanco, descalza para sentir la tierra bajo sus pies al correr por los viñedos. 

Tu sabiduría me abruma - respondió con sincera admiración. - Solo puedo esperar que el tiempo te pruebe en lo correcto y poner todo de mi parte para que así sea. - le sonrió con cariño - Me será difícil dejar los titubeos si se trata de mis cercanos, pero sé que quiero para Riverside, para la gente. No voy a titubear para conseguir una vida digna y justa para el pueblo. - aseguró frunciendo ligeramente el ceño por su determinación. Restando intensidad a ese momento, añadió - Espero conocer pronto a Lady Olenna. Si he aprendido de ti y tu la admiras como lo haces, de seguro podría aprender algo de ella también. - sonrió un poco más. 

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14/10/2019, 17:00
Lady Alerie Tyrell

La mujer sonrió con dulzura ante las palabras de Aquilegia.

—Bueno, cuando acabe la guerra, pásate a visitarnos por Altojardín si puedes. Pasa unos días con nosotros y así conocerás a la legión de familiares que tenemos.— Aquello sí que le debió parecer divertido. —Aunque ni en dos vidas creo que pudiésemos llegar a conocerlos a todos. — Bromeó, aunque parecía cierto que ni ella misma debía conocerlos.

Pero a Lady Olenna, seguro que sí, y a tus primos y a tu tío Mace, también.— Aseguró.

Hizo entonces un gesto a uno de sus ayudantes para que se acercase y sirviese más vino incluyendo una copa para Aquilegia. Tras aquello, se retiró de nuevo.

O tal vez podamos volver a coincidir en tu boda.— Auguró manteniendo la sonrisa gentilmente. —Porque imagino que una joven como tú, ya debe de estar a punto de ser desposada, ¿no es así?—

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16/10/2019, 01:57
Aquilegia Stronghorse

La broma de la mujer hizo que Aquilegia riera un poco y una sonrisa quedara grabada en sus labios. La idea de visitar Altojardín le encantaba, y decididamente tomaría la oferta en cuanto tuviese ocasión, cuando dejase la administración de Riverside en manos de su padre otra vez. Habían tantos lugares que ver, familiares que conocer, y más aún a aquella Lady Olenna, que parecía tener tanto que enseñarle. Podría pasarse una temporada aprendiendo todo lo que pudiera en aquel palacio, y regresaría con un arsenal diseñado para las mejores cortes que nadie más podría igualar. Nadie superaría jamás a los Tyrell en ese aspecto. 

Me encantaría visitar, tía, sin duda alguna. Tras un tiempo de que mi padre regrese, le hablaré de tu invitación y le pediré que me permita ir. - se comprometió, pues simplemente era una oferta que ni quería ni podía darse el lujo de rechazar. Tras agradecer con una inclinación de cabeza al ayudante de la mujer, se humedeció los labios con el vino y luego bajó la copa. Confiaba en ella a la hora de beber no por ser familia, sino porque ya la había visto tomar del mismo vino a ella. 

Entonces llegó la siguiente pregunta, y el corazón de la primogénita se aceleró en su pecho. 

Aún quedan algunas conversaciones pendientes con mi padre - contestó, sin dar paso a detalles ni pie a suposiciones elaboradas - Será un tema que retomemos cuando vuelva. 

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16/10/2019, 02:13
Lady Alerie Tyrell

Lady Alerie asintió gentilmente a las primeras palabras de la joven. Sin duda era lo correcto en una hija y dama como ella. Su siguiente explicación mantuvo su rostro sereno y comprensivo. Sin duda entendía que Lord Everan ya habría pensado en un matrimonio para su hija pero la guerra había sido un inconveniente para todos. Cuándo no lo era una guerra.

Como sea, querida, espero que sea de tu agrado y del de la Casa.— Expresó posando la mano sobre la de su sobrina segunda.

Después de algo tan trágico como una guerra, una boda siempre es motivo de alegría. También hay que recuperarse de las penas...— Dictó como necesario para que la vida continuase.

—Y por supuesto que no me perderé la boda de la hija de Minadriell bajo ningún concepto. Así que puedes considerar que me invito sola. — Rió ante su propio descaro.

Mantén informada a tu tía cuando ya se sepa el afortunado. Confío en tu padre, desde luego, pero una joya como tú no es plato para cualquier asno.— Negó convencida. 

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16/10/2019, 02:58
Aquilegia Stronghorse

Estoy segura de que lo será - pues si era de agrado de su padre, y por el bien de su Casa, sin duda sería del agrado de ella misma. Quizás no tendría la suerte que esperaba y sus planes se torcerían, o quizás nada de lo que había pretendido en un comienzo se cumpliría, pero mientras tuviera el consuelo de que sus acciones llevarían al bienestar de Riverside, no le importaba hacer lo que fuera necesario.

Aquilegia rió también, negando con la cabeza - Tía, por supuesto serás la primera invitada en cuanto estén hechos los arreglos - le confirmó, sinceramente divertida por el descaro de aquella mujer que parecía no romper el protocolo ni en pensamientos y que acababa de probar que sí lo hacía cuando estimaba prudente. 

Prometo que te mantendré informada. - sonrió halagada por su cumplido - Así, cuando sepa con quién me desposaré, podrás compartir mi felicidad.