A Paul no le había pasado desapercibido el esfuerzo de Lord Balon durante la ceremonia para permanecer en pie con la ayuda de un bastón, ni los intentos de su hija porque tomara asiento en la silla con ruedas que utilizaba para moverse. Valoró el esfuerzo del Lord por mostrar respeto durante la ceremonia, tanto que en cuanto pudo se acercó a mostrarle sus respetos y a ofrecerle cualquier tipo de ayuda que pudiera ofrecerle como maestre, aunque no quería menospreciar la labor del maestre o los médicos de Lord Balon, quizás con los conocimientos que tenía podía ayudar a complementar los remedios y consejos que le hubieran dado.
-Es un honor tenerle de nuevo en Riverside Lord Balon, quiero transmitirle el agradecimiento de la familia Stronghorse por su presencia, y también la de su hija, Lady Joanna, tiene una voz extraordinaria y hoy creo que nos ha emocionado a todos.
Saludó cortesmente al noble e hizo una pausa por si Lord Balon quería replicar algo. No quiso añadir ningún comentario más sobre la hija del Lord pues había escuchado rumores sobre su carácter rebelde y no quería decir algo que pudiera incomodar a su padre, aunque a decir verdad la señorita se había comportado ejemplarmente durante toda la ceremonia. En cuanto lo vio oportuno introdujo el tema que le había llevado hasta Lord Balon, le agradaría poder hacer algo por ese hombre que apreciaba tanto a los Stronghorse y quizás así afianzar aún más su amistad con la casa.
-No he podido evitar fijarme que ha permanecido en pie durante toda la ceremonia. ¿Su pierna está mejor? -Intuía la respuesta, pero quería indicar al Lord que su gesto no había pasado desapercibido y que los que le apreciaban agradecían su esfuerzo.- Durante su estancia en Riverside me gustaría ofrecerle mis servicios como médico, gracias a la cercanía con Antigua y la generosidad de Lord Everam puedo ponerme al día de los tratamientos más eficaces, para mi sería un honor ofrecer mis conocimientos, quizás podamos hacer algo que ayude a mejorar su estado Lord Balon.
Esperó a la respuesta del Lord, esperando que su propuesta fuera bien recibida, pues lo había dicho con la mejor de las intenciones.
—Siempre tan amable. No las merecen Archimaestre, no las merecen.— Agradeció primeramente.
—Sí, no voy a negar que mi hija ha sido bendecida por la Doncella con el don del canto. Os confieso que cuando se digna a cantarnos algo, siempre logra emocionarme.— Sonrió con orgullo.
—Que menos que eso. Ha sido un duro golpe para todos los que la conocíamos y apreciábamos. No quiero imaginar lo que habrá supuesto para Lord Everan y sobre todo para sus hijas. Una madre lo es todo...— Alegó en cuanto Paul hizo referencia a su esfuerzo.
—En realidad la pierna no está tan mal. Sigo las instrucciones de mi maestre , más que nada por no tener que aguantar luego los reproches de mis hijos.— Rió. —Pero sí es cierto que hay noches que me despierto con un tremendo dolor, como si me ardiese el dedo.— Reconoció. —Y es muy doloroso, no voy a negarlo. Pero el resto del tiempo es llevadero.— Explicó.
Cuando explicó que estaba al día de los tratamientos y descubrimientos de la Ciudadela, no se sorprendió, dado el cargo que ocupaba en ella. Y se mostró interesado.
—Pues si me hicieseis ese favor os estaría eternamente agradecido. Realmente hay pocas cosas que deteste más que las sangrías con sanguijuelas a las que me somenten un día sí y otro también.— Agradeció. —Pero no quisiera robaros tiempo y menos en un momento tan complicado. Supongo que estaréis especialmente atareado estos días...—
Hizo un gesto de afirmación ante la modestia de Lord Balon apreciando su humildad sincera, después le devolvió la sonrisa cuando habló con orgullo de su hija, como buen padre que era.
-No es para menos, espero que siga cultivando ese don que la Doncella le ha concedido, no es fácil poder transmitir sentimientos de esa manera. -Y tras ese momento de felicidad y orgullo al hablar de su hija el maestre se puso serio cuando pasaron al funeral.- Ha sido un duro golpe para Lord Everam y sus hijas, por eso agradecemos las muestras de cariño y apoyo de todos los que han decidido acudir a consolarlas y acompañarlas.
Lady Aquilegia y Lady Helaena ya eran casi adultas, pero una madre siempre era una madre y uno siempre sentía que se iba algo importante cuando fallecían. Estaba seguro que ambas pasarían una época difícil pero poco a poco se sobrepondrían a la situación, eran muchachas inteligentes y con caracteres ya formados. En aquellos momentos ya estaban afrontando una primera prueba organizando aquel funeral en ausencia de su padre y se habían mostrado muy enteras dadas las circunstancias, hecho que enorgullecía al maestre. Paul escuchó las explicaciones de Lord Balon y sonrió.
-Hace bien en seguir las instrucciones de su maestre, a veces los remedios pueden ser difíciles o tediosos, pero siempre buscan un mayor bienestar. -Pensó por un segundo en los síntomas, era pronto para hacer un diagnóstico sin haber visto la pierna del Lord. Por supuesto el maestre tenía muchas ocupaciones, pero su prioridad ahora estaba en atender bien a los invitados en la medida que fuera posible.- Tendré tiempo para vos Lord Balon y le prometo que nada de sangrías mientras esté en Riverside.
Sonrío en un gesto de confianza hacia el Lord y pensó que quizás podían intentar algún remedio a base de hierbas para esos días y si funcionaba mandaría la receta a su maestre o quizás tras una inspección física encontrara otro remedio más eficaz.
Yo no tengo ni idea de medicina, pero si hay que operar, se opera XD. Y si con alguna cataplama, ungüento, o hierbas se soluciona... Supongo que habrá que hacer un diagnóstico antes.
—Qué menos que eso, Archimaestre. El mismo apoyo que me brindaron cuando falleció mi esposa.— Dijo con agradecimiento.—
—Aaaahhh, no sabéis lo que os agradezco vuestra atención. No me puedo quejar de las atenciones que recibo. Pero vos estáis a otro nivel.— Manifestó igualmente agradecido.
—No quisiera pecar de curioso, Archimaestre, aunque sé que lo hago. Pero si me permite la pregunta, ¿cómo es que un Archimaestre como vos, continúa al servicio de un señor, en lugar de permanecer en la Ciudadela? Preguntó entrecerrando los ojos como si tras haberlo pensado, no encontrase explicación
Respecto a la enfermedad: Es una dolencia relativamente común. Per ya sabes que las curaciones y creencias de la época son un poco mierder. En realidad se trata de "gota", ni más ni menos. Los tratamientos contra esta afección en esta ambientación suelen ser una puta mierda, pero como Paul sabe más que los ratones coloraos. Sabe que si aumenta el consumo de agua, reduce la ingestión de carnes y pescados, vinos y licores (sobre todo los dulces) y también de frutas dulces (tales como manzanas, melocotones, etc) y de paso anda todos los días un rato (un par de paseos de 2 a 3 millas), mejoraría un huevo y parte del otro.
Respecto a la pregunta de por qué está ahí, si no lo recuerdas, Paul más o menos puso como condición poder seguir sirviendo a la casa y se lo concedieron. Por supuesto puede contestar lo que le salga del nabo, of course.
-Siempre está bien honrar las buenas amistades y apoyarlas cuando más lo necesitan, por desgracia no siempre es así.
El maestre examinó de manera concienzuda al Lord, tenía sus sospechas pero no quería aventurarse a dar un diagnóstico y sus consejos antes de tener una opinión de primera mano. Como había sospechado se trataba de una enfermedad bastante común, así que sonrió al saber que el tratamiento sería sencillo y podría tener grandes resultados si el paciente seguía las prescripciones.
-Me alegra comunicarle que con unas sencillas pautas su pierna mejorará mucho, seguramente algunas de ellas ya le han sido recomendadas por su maestre -Tampoco quería hacer de menos al maestre de Lord Dragnos, al fin y al cabo no todos se especializaban en las mismas ramas del saber o profundizaban lo mismo en una en concreto.- pero pruebe todas juntas y estoy seguro que en breve alcanzará la mejoría. Beba toda el agua que pueda, unos dos litros sería lo ideal, aunque no todos de una vez -Bromeó.- repártalos como le venga mejor a lo largo del día. Procure reducir al mínimo las carnes y los pescados pues son alimentos que no ayudan a que la enfermedad remita y lo mismo con vinos y licores, de estos últimos sobre todo los dulces, así como las frutas más dulces también como las manzanas, melocotones, etc. Es una dieta algo estricta pero si hace el esfuerzo estoy seguro que notará la mejoría. Y por último, aunque no menos importante, camine a diario unas dos o tres millas, eso ayudará a la circulación de la sangre en su pierna. Si quiere prescindir de los sangrados, le aseguro que así se olvidará de ellos. -Paul, consciente que podía haber dicho muchas cosas en poco tiempo y dada la importancia del tratamiento tranquilizó al Lord.- No se preocupe, mandaré un cuervo a su maestre con mis recomendaciones detalladas, espero que la próxima vez que lo vea se haya olvidado ya de esa silla.
Paul sonrió satisfecho y esperó que Lord Dragnos recibiera con alegría su nuevo tratamiento, era cierto que debía prescindir de cosas que seguramente le gustaban pero así era el cuerpo humano, muchas veces la salud y el placer no estaban en sintonía. Tras eso escuchó la pregunta de su paciente y asintió, en realidad tenía mucho sentido y no era la primera vez que alguien se la hacía.
-Al contrario Lord Dragnos, una pregunta del todo pertinente. Como vos mismo habéis notado no es lo habitual que un Archimaestre ejerza fuera de la Ciudadela, así que mi situación podríamos decir que es algo inusual. Cuando me nombraron Archimaestre fue toda una sorpresa para mi, algo inesperado si le soy sincero pues muchos otros compañeros podrían estar en posesión de ese título sin problema. Tuve que sopesar muchas cosas antes de aceptar o declinar la proposición y una de ellas era terminar la formación de las hijas de Lord Everam y el resto de sus protegidos, en aquel tiempo no faltaba mucho para que dejaran de necesitar asistir a las lecciones de un maestre y siendo algo egoísta confesaré que quería terminar algo a lo que había dedicado tantos años, además como sabrá este también es mi primer destino como maestre así que Riverside siempre será algo especial. Por supuesto como maestre estoy dispuesto a servir donde se me necesite, pero dada la cercanía a Antigua y que Lord Everam siempre se ha mostrado dispuesto a dejarme viajar hasta allí cuando lo necesito propuse aceptar siempre que me fuera posible permanecer en Riverside y acercarme a los Concilios en los que mi presencia fuera necesaria. El Consejo estudió mi propuesta y le pareció beneficiosa para todos, por eso se ha dado esta singular situación.
—¿Mi maestre?.— Rió con un bufido. —Mi maestre está todo el día sanguijuela arriba, sanguijuela abajo.— Continuó riendo. —Que tienes una jaqueca...sanguijuela. Que te sientes un poco revuelto...sanguijuela. Que sientes molestias en la espalda...sanguijuela. ¡Por los Siete! Debe ser el animal más valioso de todo Poniente.—
Luego escuchó con atención las indicaciones del maestre sobre cómo mejorar su afección. Sin duda todo aquello le sorprendió.
—¿Y decís que eso mejorará mi condición?. Bueno, os haré caso. Aunque pocas opciones me dejáis. Hierba y grano como las vacas. Pero sí, seguiré vuestras indicaciones, por descontado. — Dijo balanceando la cabeza como si casi fuese a cumplir penitencia más que recibir un tratamiento curativo.
Escuchó con atención la historia del maestre sobre su nombramiento y las condiciones. Realmente se sorprendió.
—Pecáis de humilde, Archimaestre Paul, si me permitís la observación. Estoy seguro que si os han concedido dicha petición es porque no hay muchos que puedan ocupar vuestra maestría.— Aseguró.—Y loable vuestro apego a la familia de nuestro señor Lord Everan, siendo ahora uno de los hombres más importantes y respetados de los Siete Reinos como sois.— Afirmó.
—Por fortuna para nosotros, es un privilegio teneros cerca.—Asintió. —Y no ha habido otras casas, grandes casas que hayan puesto el grito al cielo, por no disponer de vuestros servicios o el de otros Archimaestres?—
Paul sonrió ante el comentario de Lord Balon, sabía que la utilización de sanguijuelas era una práctica bastante extendida entre muchos maestres, una que quizás no solucionaba todos los problemas pero que usada con prudencia tampoco hacía mal al paciente.
-¡No le quepa la menor duda sobre eso Lord Balon! Jajajaja. Pero en algunos casos podemos recurrir a otros métodos mejores. Seguro que hay caballeros que piensan que con la utilización de un solo arma es suficiente para ganar una batalla, por ejemplo una espada, pero en ocasiones un arco, un hacha o una lanza podrían resultar más beneficiosas. Todas cumplen su propósito, pero no todos le hemos dedicado tiempo a aprender las mismas disciplinas, se avergonzaría de verme manejar una espada, se lo aseguro.
Le gustaba esa conversación amena y sencilla con Lord Balon, un hombre con el que se podía tener cierta confianza, algo que no siempre sucedía entre la nobleza. En cualquier caso aunque todos los maestres solían tener una formación básica de medicina muchos desarrollaban más otras disciplinas y no se podía exigir al que no sabía más. Asintió al escuchar a Lord Balon cuando recibió su prescripción.
-Se que puede parecer una dieta estricta, aunque de vez en cuando podrá comer alguna carne y pescado, solo procure no abusar, creo que en cuanto comience a ver los beneficios que le reporta su nuevo estilo de vida le parecerá un sacrificio más agradable.
Los nobles solían llevar niveles de vida con pocas restricciones, sobre todo en cuanto a la comida, pero si quería notar una mejoría debía intentar seguir los consejos que le había dado. El nombramiento como Archimaestre y sus posteriores consecuencias parecían llamar más la atención de Lord Balon y a Paul no le importaba contestar sus dudas con la sencillez que lo caracterizaba.
-Os agradezco vuestras palabras, pero cada año salen de Antigua un buen número de maestres muy bien preparados, por no contar los que ya estamos en activo, seguro que la lista no era tan reducida como usted piensa Milord. Aunque me alegra estar aquí y poder ayudar a Lord Everam y recibir a su familia cuando nos visitan también.
Estoy intentando seleccionar texto desde la app y desde la página de chrome aquí en la tablet y no doy con la forma snif snif.
Tengo que buscar un editor que ya venga con negritas y eso... Disculpa por no darle el formato, la próxima vez espero tenerlo resuelto.
—Pues contadle, contadle. Contad eso a mi maestre, que ese se lanzaría a conquistar Poniente con sanguijuelas.— Rió junto a Paul.
—Seguiré vuestros consejos y os haré saber. Descuidad.— Aseguró. —Pero nada de vino entonces, ¿no?— Preguntó consciente de que no, pero como un niño que espera una excepción por ser niño.
Escuchó entonces atento las explicaciones de Paul sobre cómo no había existido ninguna queja de momento.
—Muy cierto, y nadie querría perder el servicio de la ciudadela y sus maestres presionando a la institución.—
Bueno, en términos de juego has cautivado a Lord Balon. Eso quiere decir que su actitud hacia ti, su opinión mejora en un grado. (Aunque no sabes realmente cual es, pero imaginas claramente que no es negativa). En el caso de Paul, dejo a tu elección si la mejoras, la mantienes o la bajas. Por qué? Porque yo lo valgo.
Si hay algo que quieras intentar hacer o sonsacar, me dices. Si no, digamos que tu objetivo de estrechar lazos se ha cumplido.
El maestre rió amistoso junto a Lord Balon, disfrutando de una agradable conversación y dándose cuenta que las cosas estaban saliendo bien, sin duda había conseguido reforzar el beneplácito del noble hacia él y por ende hacia los Stronghorse.
-Sin duda sería un temible enemigo para cualquier casa que se le cruzara en un campo de batalla. -Ambos hombres rieron juntos imaginando tan dantesca escena y después siguieron hablando de las recomendaciones.- No he querido mostrarme estricto y soy consciente que es difícil acabar con las costumbres de toda una vida de la noche a la mañana, por eso prefiero que vaya reduciendo la cantidad poco a poco y empezando a caminar para formar una rutina, después ni siquiera se dará cuenta de que está realizando un esfuerzo pues ya será parte de su día a día. En cualquier caso me alegrará saber de sus progresos Lord Balon, a mi y a sus amigos de Riverside.
Como era de esperar Lord Balon comprendió enseguida como eran las cosas y no hizo falta que Paul insistiera en el tema con mayores explicaciones.
-Creo que es un sistema que siempre ha funcionado bien y que nos beneficia a todos, para qué cambiar lo que no necesita arreglo, lo que no significa que podamos encontrar mejores soluciones ante situaciones puntuales.
Y eso precisamente era lo que había pasado con Paul al nombrarlo archimaestre, algo puntual que probablemente no se repitiera en el futuro si las circunstancias eran diferentes, pues cada situación era muy particular.
Creo que no hago nada más, quizás debería y no me entero XD.
La conversación entre ambos siguió por un camino ameno con la sensación en Paul de que Lord Balon tenía un especial aprecio por él. Los consejos y la intervención habían terminado y cada uno siguió cumpliendo con sus quehaceres.
No, no....Digo que puedes, convencer, negociar, provocar, etc. No tienes necesariamente que hacer nada. Tu objetivo era estrechar lazos, ser majo, caer bien y está conseguido. No tienes por qué hacer nada más.
Yo pregunto porque puede ser que me digas. Pues le quiero convencer para que me preste 200 dragones de oro...o yo que sé.
Pero si está bien por tu parte, cerrada queda.
Por cierto, me tienes que decir con quién más querías y hacerme las tiradas con estatus 6, jejejeje