Partida Rol por web

Nilsa bajó el rifle y se acercó al que reptaba. - No, no vas a escapar tan fácilmente, cabrón de mierda. ¡QUIETO! - le dijo, cuando llegó a su altura, apuntándole con el rifle. 

- Silje, átale manos y piernas. - le dijo a su binomio. La joven muchacha se dispuso a realizar lo que le habían ordenado.

El hecho de que le quitaran la presa cuando estaba a punto de cogerlo molestó al hombre bastante y enseguida descargó su ira contra el cadaver de aquel tipo. Quería gritarles algo, pero negó con la cabeza para si mismo y se agachó a investigar a aquel cuerpo para ver lo gorda que había sido su cagada y si debía informar al mando o no.

Con Nilsa y Kristoff estudiando a los caídos, Viggo y Bjorn volvieron a desvanecerse entre la niebla y las sombras. En silencio, mirando a todas direcciones, y dispuestos a hacer fuego contra cualquiera que pudiera atacar a sus compañeros.

El que huía se giró con una expresión de puro terror cuando lo alcanzaron y le gritaron. No opuso resistencia alguna mientras Silje le arrebataba las cordoneras de sus botas para poder atarlo, ella carecía de lo necesario así que improvisó con lo que tenía. Lo que si compartieron todos los que vieron tanto cadáveres como el herido, es que estaban ante seres que habían dejado atrás su humanidad. Sus rasgos no eran tan abominables como los que vieron cuando se enfrentaron a los infiltradores días antes, pero compartían algunas deformidades físicas. Ojos amarillos, piel ligeramente violácea y algunas protuberancias. El primero que fue abatido si que era más grotesco, poseía cola y un tercer brazo.

La entrada estaba justo al lado de Nilsa, les tocaría aguantar la posición mientras los demoledores llegaban, cuanto antes los llamaran, mejor. 

Aquí Falkenberg, de la 7º compañía de Comandos jægerkorpset.- Dijo Viggo por el comunicador.- Localizado y abatido contacto enemigo, uno aún con vida. Solicitamos apoyo de soldados del Khard Mayer para sellar la entrada.

El rifle seguía en posición, apuntando a la brecha, dispuesto a recibir con una lluvia de fuego si algo más se le ocurría salir del mismo sitio que estos últimos tres.

Con el prisionero atado, Silje se dedicó a vigilar alrededor mientras sus compañeros se centraban en el caído y en la brecha. Escuchó como Viggo informaba a los mandos, por lo que en breve llegaría respuesta. 

- Bien hecho chicos. Terminemos con esto y sigamos nuestro trabajo. - dijo mientras vigilaba que nadie les pillara por sorpresa, alejándose de la brecha. 

Aquél prisionera estaba claramente afectado por mutaciones, eso era un signo inequívoco de su alejamiento del Emperador y de su herejía. - Se parece a esos xenos...aquellos que vimos. Qué asco. - 

Kristoff estuvo meditando si cerrar la brecha el mismo, pero estaban relativamente cerca del cuartel general, por lo que decidió mantener el silencio mientras sus compañeros llamaban. Decidió esconderse y escuchar por si algo de aquello podía llegar a escapar.

Viggo, informa de las mutaciones de este traidor de la humanidad.