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CLASE DE HERBOLOGÍA, INVERNADERO

Dana entró en el invernadero cuando prácticamente todo el mundo había llegado ya, por lo que se sentó en el primer asiento libre que encontró. Atendiendo a las palabras de Beck, y después del profesor Boronov, la Gryffindor encontró la clase más que interesante, pero comenzó a sentirse insegura, puesto que Herbología, a pesar de sus esfuerzos, no era su mejor asignatura, y sentía que, si fallaba en la tarea, el pequeño Kneazle podría verse perjudicado. Sin embargo, en su vocabulario no existía la palabra "Rendirse", así que, de la forma más segura que pudo, se acercó a su compañera de actividad con una sonrisa.

- Bueno, siento darte la mala noticia, pero te tocó conmigo. - Le dijo a Suki, bromeando. - ¿Qué te parece si nos apartamos un poco para concentrarnos mejor, y hacemos memoria de lo visto en la última clase? - Comentó mientras señalaba a una zona algo más solitaria del invernadero. La joven pensó que un poco de tranquilidad, alejándose de las voces de sus compañeros, les facilitaría la tarea

Clase de Herbología - Invernaderos de Hogwarts

Con el inicio del semestre tras las vacaciones, llegaba el momento de la primera clase de herbología con la profesora Weiss, lo cuál para Daphne siempre era bien recibido, al ser una asignatura estrechamente relacionada con el campo de la Medimagia. Los alumnos entraron al invernadero como siempre y empezaron a tomar asiento en las bancadas dispuestas para ello, pero en esta ocasión había algunas salvedades que extrañaron a muchos, la joven Rowle incluida. Al parecer estaba presente en el lugar el profesor Boronov, quién sujetaba a un Kneazle malherido, y al escuchar las explicaciones dadas por ambos docentes de lo ocurrido y lo que debían hacer, entendió que aprovecharían aquella clase para aprender, a la vez que ayudaban a la criatura.

La distribución de los alumnos de la clase por Beckia sorprendió a la Slytherin, que no esperaba que la juntasen con Linus Avery para trabajar en equipo por parejas, pero aunque no fuesen muy cercanos ni se llevasen especialmente bien, tampoco se llevaban mal y era consciente de que el chico era un talentoso mago. Si juntos lograban sacar el máximo de puntos para su casa, no había problema alguno en particular que debiese preocuparles.

- Ey, hola... Buenos días Linus. - respondió casi al instante y le regresó la sonrisa, tras ver que el joven la saludaba con amabilidad e inquiría acerca de sus dotes de curación. - No se, supongo. No puedes decir que algo se te da bien si no lo demuestras en casos como este... Hagamos el mejor esfuerzo y ya se verá. - y sacó la lengua en plan cómplice.

Ver aquel aluvión de alumnos acercándose y estresando al animal innecesariamente, interviniendo incesantemente y proponiendo más y más alternativas como si fuesen expertos en la materia, sin si quiera haberse dignado a abrir un libro para ver cuál era la mejor forma de proceder en esos casos, exasperó a Daphne, pero se mantuvo en su lugar al lado de Linus sin hacer mención de lo que sucedía. Ya serían los profesores quiénes les amonestarían si lo consideraban oportuno. 

Daphne sacó del morral el libro de CCM y buscó en él las características de la criatura, y la forma de abordar con mejor eficiencia casos como el que enfrentaban, haciéndole participe a su compañero de lo que encontró.

- Aguarda un poco a que despejen el lugar y no estresemos a la criatura mágica, ahora después nos acercamos con calma y revisamos sus heridas sin generar tumulto. - le susurró abriendo el tomó por la página en la que venían descritas las características del Kneazle. - Fijate aquí, página 261. Viene un apartado de cuidados básicos y de cómo tratar a un Kneazle malherido... Mmm, a ver... Quemaduras, Intoxicaciones, Envenenamientos,... ¡Aquí! Tratamiento de Heridas sangrantes y/o heridas superficiales... Se recomienda primero calmar el animal con alguna poción calmante o hierbas medicinales que cumplan tal fin, que mitigue el dolor y tenga efectos sedantes. En segundo lugar, limpiar la superficie afectada de cualquier resto o sustancia adherida para ver las dimensiones reales de la herida, el hechizo Tergeo es útil en estos casos, al igual que el empleo de diluciones yodadas y algunas hierbas desinfectantes (lavanda, laurel,...). Si la herida es muy profunda y sangrante, se recomienda usar la esencia de díctamo para cerrarla y evitar el profuso sangrado, y si es solamente superficial, en algunos casos podría valer la esencia de Murlap para calmar el dolor y regenerar las heridas, aunque también se pueden tratar con ungüentos y la "poción curativa". A partir de ahí se recomienda usar compresas antisépticas con ungüentos antibióticos y que favorezcan la cicatrización, solo aplicar y retirar, las heridas sanan mejor al aire libre...

Era un buen comienzo para saber cómo abordar la situación, y que elementos usar una vez viesen con detenimiento la herida o heridas del animal. Intuía que Linus sería perceptivo y analítico, y que si se le había pasado algún detalle de importancia, se lo haría constar. 

Clase de Herbología - Invernaderos de Hogwarts

Escuchó las palabras de Beckia y Rusev, tomando notas de qué debían hacer, se llevó la pluma a los labios, pensativa, ¿cómo sería mejor proceder? La herbología no era su fuerte, pero habían hablado de eso en la clase anterior, debía tenerlo tono anotado… rebuscó entre los pergaminos que llevaba entre sus cosas.

-¡Ajá! Aquí estás… - hablaba sola o más bien con sus cosas, cuando Dana llamó su atención, serían compañeras de equipo. Giró su cabeza y miró a su alrededor, sus compañeros charlaban y debatían sobre las mejores formas de curar al animal y por un momento sintió que aquello se estaba descontrolando, todo el mundo sin duda se estaba esforzando por conseguir realizar la tarea, de eso no cabía duda, pero ella así no podía trabajar y no quería volver a perder puntos para su casa. – Em.. claro, si.

Suki cogió sus cosas y fue con Dana a una de las mesas más alejadas del invernadero, donde soltó todo y volvió a ojear sus apuntes del día anterior, comenzando a comentar con Dana la tarea.

Después de proponer ver de cerca las heridas del Kneazle para saber cómo tratarlo, se fijó en como Lauren y Anne se acercaban hablando entre ellas sin casi mirarse y atosigando a la criatura y al profesor con sus atenciones. Quizás fue paranoia de él, pero vio una tremenda tensión entre ambas a punto de estallar entre todos esos comentarios aparente destinados a tratar al Kneazle.

Por eso estuvo completamente de acuerdo con Daphne en esperar a que se calmase la situación, dándolo a entender con un asentimiento de cabeza.

-Hmm- Murmuró mientras ojeaba lo que su compañera le enseñaba y escuchaba atentamente, no tenía ni idea del proceso de curación, pero si conocía las plantas, así que le dejó el libro a ella, demasiado denso para su gusto y él simplemente iría dando soluciones mencionando plantas- La planta “Kava” tiene propiedades anestésicas y sedantes, y se consume oralmente, sería fácil calmarlo con eso- La había mencionado su compañero Randall en la clase anterior, y él había tomado buena nota de ella- La profesora tiene un buen surtido de plantas, no nos costará mucho encontrarla- Terció mesándose la barbilla y siguió escuchando a su compañera, ella le daba las indicaciones y él aportaba ideas.

-El hechizo Tergeo… creo que mejor utilizar algún remedio natural para la limpieza- Pensó que a la profesora le gustaría más, dado que estaban en clase de herbología. Además, no podía confesar que lo había intentado aprender y había fallado.

-Si quieres limpiar la herida de infecciones quizás… la caléndula vendría bien, antes de ponernos con la curación al uso- Le parecía mejor que las que había propuesto ella, pero todas servían igual, así que en realidad le daba igual. Se alegró de que le tocase Daphne como compañera, él no podría haber hecho un razonamiento mejor y sin duda sabía de procesos de curación. Podría decirse que él hubiese tenido menos cuidado, pues habría echado alcohol en la herida y luego esencia de díctamo. Por eso sonrió ante la mención del díctamo- Si, es lo que tenía en mente, si la herida se la hizo en una pelea la esencia de díctamo creo que sería lo más útil y rápido. ¿Nos ponemos a ello? Yo puedo ir a por las plantas y prepararlas y tu… ¿la esencia?- Le dedicó una sonrisa ladeada esperando su respuesta, por si quería cambiar algo.

-Bueno Dana espero que tú tengas más idea de esto que yo porque no me gustaría perder más puntos para Slytherin, ya la cagué bien en encantamientos…No es que esa competición me importe una mierda, pero tampoco quiero sufrir la ira de mis compañeros – sonrió, - se que a muchos les importa…. Demasiado diría yo… Además, quiero aprobar la asignatura sobre todo. Bien, veamos, debemos buscar una forma de que el Kneazle deje de sentir dolor, así es como dejará de tocarse la herida y no se retirará el ungüento que apliquemos en ella, y podrá ir cicatrizando más fácilmente. Creo que sería buena idea investigar sobre el Kneazle, no quisiera aplicar sobre el pobre bichito algo que le perjudicase o le hiciese daño, no sabemos si son débiles a algunas plantas en concreto, ¿tienes el libro de Cuidado de Criaturas Mágicas? Sino pues… preguntemos a Rusev… ¿qué opinas? ¿Cuál es tu idea?

Suki había hablado demasiado rápido casi sin dejar intervenir a Dana que seguramente estaría pensando que aquella no era la Suki que conocía, pero con forme iba avanzando el curso, veía más cerca su fin y eso le había hecho plantearse todo aquello más seriamente.

Clase de Herbología

Randall estaba bastante satisfecho con las clases que había impartido la profesora Weiss. La última había resultado muy entretenida, y ahora además Beckia les estaba mostrando cómo aplicar el uso de las plantas curativas en un caso práctico. Le sorprendió en un primer momento que estuviera presente el profesor Boronov, aunque la presencia del ex-mortífago y duelista siempre era de agradecer.

El joven mago se mostró sorprendido de que Weiss les hubiera distribuido por parejas y, no sólo eso, sino que además indicó que castigaría con veinte puntos menos a cada alumno que no consiguiera obtener resultados. Weiss no le había parecido por el momento una profesora estricta, por lo que probablemente lo hacía para tratar de sacar lo mejor de ellos en esa clase. No pasó por alto que algunas de las elecciones de parejas eran un tanto peculiares, como las de Annelie y Lauren o Linus y Daphne.

Él, en cambio, no podía quejarse con respecto a su pareja. Le agradaba Cliodna, la consideraba una compañera agradable, y sabía que era una muchacha trabajadora que hacía todo lo posible por dar lo mejor de sí en las clases. También sabía que le encantaban los animales pequeños, por lo que supo que pondría todo su empeño en buscar la mejor solución para sanar la herida del kneazle. Lestrange observó a la criatura con una mirada de tristeza, observando la herida de su costado. Tenía suerte de que Boronov y Weiss fueran a atenderle, le daba lástima ver al pequeño felino en ese estado.

-Hola... -saludó Randall a Cliodna, cuando vio a la chica acercarse a su sitio y sentarse para trabajar juntos. Esbozó una sonrisa un tanto nerviosa y escuchó a la joven Hufflepuff exponer cuáles eran las hierbas que consideraba más oportunas para la curación del kneazle. Y lo que dijo le convenció. Llantén menor, caléndula, consuelda... Abrió su libro de Herbología y lo ojeó rápidamente hasta dar con una hierba que consideró apropiada para esa ocasión-. ¿Y qué me dices del díctamo? Es una planta cuyas propiedades, si se aplican sobre la herida, hacen crecer piel fresca y ayuda sobre todo en la curación de heridas poco profundas. Sirve sobre todo para regenerar el tejido dañado, e incluso la planta cruda puede tomarse para curar heridas leves o moderadas. -Su dedo comenzó a descender por la hoja del libro, leyendo con detenimiento-. Es muy potente... Aquí dice que incluso puede utilizarse para curar heridas de hombres lobo y evitar que la víctima muera desangrada. También se utiliza para cicatrizar heridas del hechizo Sectumsempra.

Randall permaneció pensativo durante unos instantes, pensando en las posibles opciones que se les presentaban. Tras unos segundos en silencio, posó una mano sobre el brazo izquierdo de Cliodna, como si la idea se le hubiera venido en ese mismo momento.

-¡Ya sé! Usamos la llantén menor como calmante y antihistamínico, la combinamos con la consuelda, y una vez que se le haya suministrado el calmante al kneazle, utilizar el díctamo para aumentar el proceso de cicatrización -explicó, pensando en la que se trataba de la mejor solución para una más rápida mejoría del kneazle. Miró a Cliodna a los ojos, un tanto inquieto, preguntándose qué pensaría la chica. Herbología no era precisamente su fuerte, pero no quería decepcionarla ni hacer que Hufflepuff perdiera puntos por su culpa, por lo que quería consultarlo con ella antes de tomar una decisión conjunta-. ¿Cómo lo ves? ¿Puede funcionar?

El Kneazle se mantenía calmado en los brazos del Profesor, quien con caricias en su cabeza y parte del lomo lo tranquilizaba cada vez que los alumnos se acercaban a observarle, pero sin llegar a tocarlo, el pobre felino tenia unos arañazos medianamente profundos en una pata y una oreja con un herida que comenzaba a cicatrizar.

Beckia comenzaba a caminar entre los pupitres observando como sus alumnos investigaban en sus libros y comentaban las posibles opciones para ayudar a la criatura lastimada, aquello la alegraba bastante, todos iban por buen camino y con ideas bastante asertivas.

Amenizo con mas frescura el lugar abriendo las ventanas superiores con el toque de su varita y una suave briza refresco el invernadero, efectivamente ahí podrían encontrar de todo tipo de materiales para preparar sus infusiones, ungüentos o lo que quisieran para la clase.

Conforme la clase se desarrollaba escuché a muchos de mis compañeros sugerir muchos posibles tratamientos, algunos me parecían más eficientes que otros y pensé porqué no mezclarlo todo en algo nuevo y eficinte.

Verás Ylka, si estuviera en casa, yo haría un ungüento con semillas de adormidera y caléndula, confiando en que la morfina que contienen las semillas de adormidera bastaría para calmar el dolor de Zeus, mientras la caléndula trabajaría como antiséptico.

Luego añadiría algo de díctamo para que lo ayude a cicatrizar, pero,  ante todo,  mezclaría unas pocas semillas de adormidera en su comida para que lo relaje, sólo si el señorito se pone protestón. - comento con una sonrisa bastante sincera.

Por lo regular suele ser bastante tranquilo, al menos conmigo a papá si lo muerde de cuando en cuando, jejeje,  al igual que... - mi rostro se ensombrece levemente. - También  solía morder a Tyler,  nunca co fuerza, sólo es su forma de decir: ¡Hey, eso no me gusta!

En fin, centrémonos, lo que en definitiva no haría es usar compresas,  los kneazles, como todo felino detestan tener encima cualquier cosa que restrinja su movilidad y lo morderán hasta arrancarlo.

Con eso trataría la herida,  es más, ya creo tener lista la pasta de caléndula con adormidera, ahora sólo hace falta la escensia de díctamo y ya tendríamos el ungüento, luego a aplicarlo tres veces al día durante unas tres semanas, tal vez cuatro y listo,  ya puede volver a su vida normal. - añado con expresión  un tanto más serena,  pero sin llegar a ser alegre.

¿Tendrás crema de manos? Quiero mezclarla con polvo de adormidera para que cuando me muerda lo trague y se relaje, pues mi plan es ese, dejar que me muerda. Sí, sé que suena loco Kali, perdón Ylka, es la costumbre, ella suele intentar impedir que haga esta clase de locuras,  pero bueno, una mordida o dos y el pequeño se irá a dormir como un cachorro. - anuncio  con una sonrisa.

Al escuchar la pregunta de su compañero de trabajo asintió.

Soy Ralph Ward, es un placer colaborar para este trabajo, pero antes dame un segundito, por favor.

Le pidió, alzando el índice y girándose hacia la criatura. Al comprobar su estado su primer impulso fue llevarse la mano a la varita para hacer algo, sin embargo un raudo chico nuevo decía que no les gustaba, a lo que Ralph alzó una ceja ¿qué tenía de malo que supiesen que podíamos hacer magia? Quería ayudar a la criatura, no tenerla sufriendo durante toda la clase.

Pero al parecer no podía elegir. Con un gesto de frustración no pudo evitar mascullar.

¿Pero no sería más fácil que uno le distraiga y otro lo cure en un movimiento rápido?

Hablaba más su compasión que su sentido común. No le importaba preparar el ungüento, es más, le gustaba la idea, pero era un sufrimiento innecesario. En cualquier caso debía ayudar a su compañero.

El otro día hablamos de muchas hierbas con diversos efectos:

- El Cardo que, a pesar de escocer, ayuda con las hemorragias y el dolor muscular.

- La Kava que tiene efectos anestésicos y sedantes, de consumo oral, antiestrés.

- El Diente de León que ayuda al hígado y a la digestión, además de proteger y cuidar la piel.

- La Lavanda que además de sus efectos analgésicos también tiene propiedades sobre las vías respiratorias.

- La Verbena, que sirve contra las migrañas, el insomnio por estrés y las infecciones agudas.

- El Aloe Vera, antiinflamatorio y regenerador celular excelente.

- La Menta que principalmente tiene usos respiratorios y digestivos.

- La Amapola, un opiáceo con propiedades analgésicas con morfina y codeína. Probablemente sea una gran opción en este caso, se puede preparar como una especie de leche para que la beba de modo amigable.

- La Corteza de Sauce, cuyo principal activo es el mismo que el de las aspirinas.

- Cimicifuga que se usa como regulador hormonal de estrógenos.

- La Hierba de San Juan, un gran antidepresivo.

- El Acebo que, con la preparación correcta, es diurético y laxante, ideal para limpiezas internas.

Y ya está.

Dicho lo cual asintió con una media sonrisa calmada a su compañero antes de recorrer con la mirada al resto de estudiantes, eran todos bastante capaces la verdad. Él, por el contrario, sólo quería ayudar. Esperó a escuchar la opinión de su compañero antes de comenzar a moverse pero, por lo que estaba escuchando, se había tranquilizado bastante pues el animal estaba en buenas manos.

A mí me suelen gustas las soluciones sencillas.

Se encogió de hombros, no hacía falta hacer algo muy complicado a medias, con algo sencillo pero bien hecho debería ser suficiente. Además, en caso de no conseguir dormirlo al menos lo drogarían lo bastante como para poder sanarlo con un hechizo. Era un win-win en cualquier caso, según su parecer.

CLASE DE HERBOLOGÍA, INVERNADERO

Había llegado a la clase con el resto de mis compañeros, la profesora dictó desde un comienzo cuales serían nuestras parejas para la actividad de ese día, pero para mi pareja, resultó que íbamos a ser un trío con el chico nuevo. No era una de mis mejores asignaturas pero sabía que era algo básico sobretodo para la elaboración de pociones.

- Es un placer conocerte Altair, espero que nos llevemos bien.- dije con una sonrisa y a la espera de que comenzara la clase. Durante la explicación de la profesora había dicho que nos teníamos que encargar de un pequeño animal del profesor Boronov que estaba gravemente herido por lo que varios alumnos comenzaron a dar sus ideas con respecto al pobre animal que sentía que se sentiría agobiado antes la mirada de tanto alumnos por el deseo de intentar curarle.

Al parecer ya habían varias personas al tanto del animal, por lo que decidí revisar mi libro de herbología a la espera de poder encontrar cualquier información útil que pudiera ayudar a la criatura.

Clase de herbología, invernadero

Díctamo, me repetí tras escucharle y, acto seguido desvié la mirada hacia el libro, pensativa. Realmente me había gustado su aportación.

¡Ya sé!

Reboté en la silla por el entusiasmo tan inesperado de Randall. Rápidamente le miré (tanto a él como a su mano) y sonreí parpadeando con premura por el susto que me había dado. Aspiré delicadamente el aire aumentando el gesto de alegría a la par –todo sería más fácil con una poción para heridas, o con el hechizo episkey. Haría puf y arreglado- acompañé la última frase con un sutil gesto de mano. Qué manía de decir en voz alta cosas innecesarias. Me frené en seco.

-Pe…pero bueno, que creo que sí- continué con el tema ciertamente sonrojada por mi propia acción previa- puede funcionar lo que has dicho- observé sus ojos pero no mantuve durante mucho tiempo la mirada fija, pues la rezagué hacia los apuntes, otra vez –aunque fíjate, el azúcar o la miel son buenos cicatrizantes. Es curioso, la miel, junto con la cebolla, el laurel e incluso el orégano son también antisépticos –pasé la hoja –estamos rodeados de remedios y no lo sabemos- la vida misma aplicándola a varios ámbitos.

Dí dos toques con el dedo índice en la hoja en la que me encontraba posada –pone que aparte  podemos dormir al animal con valeriana o pasiflora…O que la manzanilla es una loción limpiadora y calmante de la piel inflamada. O… –terminé apoyando toda la palma de la mano sobre el tomo. Me estaba dando cuenta que debía parar, deambulaba  ya mucho por las ramas- le estoy dando demasiadas vueltas, ¿verdad?- sonreí con preocupación. Investigaba ya en exceso, quizás era efecto de la duda sobre mí misma la que me ponía nerviosa, pues, aquello me gustaba y quería intentar plasmarlo, demostrar que podía hacerlo bien, pese a que ningún marinero nació siéndolo.

Cerré el libro, quise tranquilizarme, la tarea no aparentaba ser muy complicada, pues siendo literales, sólo buscaban una planta que ayudara a sanar; ni pociones, ni hechizos, ni nada extraño: sólo un ungüento que lo curara, nada más. De manera que, con dos o tres nombres (como mucho) podríamos ir bien. Y ya lo teníamos desde antes.

-Yo creo que definitivamente me quedo con tu respuesta- expresé sonriendo nuevamente –si te apetece podemos ir a coger lo que necesitamos para hacer la mezcla.

- Tranquila, lo tengo. - Dijo mientras sacaba su libro de CCM y buscaba la página en la que aparecía la información sobre el Kneazle. Tras leerla, se volvió a dirigir a su compañera, de una forma más calmada, para tranquilizar a su amiga. - En principio no pone nada especialmente perjudicial, pero es cierto que el pobre animal puede tener alergias, sin embargo, creo que vamos cortas de tiempo, y, si el profesor lo acaba de encontrar, no sabrá aún si alguna planta le resulta perjudicial. - Hizo una pequeña pausa, e intentó recordar las plantas nombradas en la clase anterior mientras pasaba las hojas de su manual de Herbología. - Si no recuerdo mal, tú hablaste sobre el Aloe Vera. Aquí pone que tiene efectos antiinflamatorios, y ayuda a la regeneración cutánea, por lo que, para tratar heridas, viene muy bien. Yo hablé de la ortiga, que se puede usar para detener hemorragias, aunque escuece un poco. Si usásemos... Hmm... - Dijo mientras seguía mirando el libro, intentando recordar otras plantas de las que sus compañeros hubiesen hablado. - Aquí está. - Dijo mientras miraba la página que hablaba sobre los usos de la amapola. - Si usásemos amapola y lavanda, que tienen efecto analgésico, podríamos contrarrestar el efecto incómodo de la ortiga. ¿Qué te parece, lo intentamos? - Preguntó con una sonrisa. Se mostraba tranquila ante el ejercicio, aunque era más una fachada para que su amiga no estuviese nerviosa, Dana sabía que, si perdiese puntos, la Slytherin se sentiría especialmente mal, sobre todo, después de la clase de encantamientos. Cuando ésta asintió con la cabeza, la joven empezó a repartir las tareas que cada estudiante tendría que hacer. - De acuerdo, yo iré a por la amapola, la lavanda, y la ortiga. Tú ve a por un trozo de hoja de Aloe Vera, y a por dos recipientes, uno donde irá el ungüento, y otro con agua. Una vez me escapé de casa, transformada, y una señora que me recogió de la calle, totalmente contra mi voluntad, quiso curar mis heridas aplicándome un potingue denso y pringoso. - Dijo con cara de asco, aunque en aquellos momentos la Gryffindor lo pasó verdaderamente mal, ahora se encontraba intentando hacer reír a su compañera para que ésta se relajase, a la par que explicar el porqué de su razonamiento. - Si ese Kneazle es salvaje, no querrá nada que sea así, e intentará quitárselo, por eso deberíamos ir rebajando la consistencia con agua. Además, tendremos que usarla para-Ah, necesitamos algo para machacar las plantas... yo iré también a por algo para dar vueltas al ungüento. 

Tras pronunciar sus últimas palabras, se movió rápidamente por el invernadero, consiguiendo cada uno de los ingredientes necesarios para preparar el remedio, y, de paso, llevándose una bonita urticaria. Cuando los tuvo todos, regresó al sitio apartado en el que Suki y ella habían estado trazando su plan. Ya sólo faltaba machacar y juntar todos los ingredientes, y el ejercicio estaría hecho. Lo cierto era que las dos jóvenes se estaban esforzando, no sólo por ganar puntos para su casa, sino porque, verdaderamente, la salud de aquel Kneazle les importaba, por ello, Dana esperaba que no fuese alérgico a ninguna de las plantas que iban a usar.

Al pasar por el puesto de Ralph y Aiden, Beckia se detuvo y te toco el hombro… -Creo que los reflejos del Kneazle serian más rápidos, además si siente dolor no te dejara acercarte mucho, sin embargo, la idea que propone Altair es mucho más viable, usar algo para calmar y tranquilizar a la criatura es una muy buena estrategia…- continuo y se acerco al puesto de Daphne quien miraba el libro de Criaturas Mágicas.

-Sin duda la mejor, siempre tan astuta…- le sonrió con un gesto amable y le careció la mejilla, Linus pudo ver como Beck se sentía orgullosa de la Srta. Rowle.

-Excelente memoria Sr. Ward…5 puntos para Ravenclaw…- le guiño un ojo al alumno.

Continúo avanzando entre los alumnos hasta que sus oídos escucharon a Cliodna, se acerco y se paro frente a los chicos… -Veamos Srta. Black, claramente un conjuro y una poción serian la solución, con el movimiento de nuestras varitas podríamos facilitar muchas cosas, pero Querida ¿y si no puedes usar magia, si estas en una situación complicada?... -le dirigió una mirada a Randall… -debemos siempre tener los conocimientos adecuados para actuar de la mejor forma, el conocimiento que les entrego en esta clase algún día lo van a usar y espero que cuando lo hagan, lo hagan bien y ayuden a alguien o a ustedes mismo…- siempre sonreía amable con sus alumnos, su voz era tranquila, pero hablaba sin titubear.

Ya con una idea mas clara, la profesora los alentó a que prepararan sus ungüentos o infusiones, con el movimiento de su varita alzara por sobre su cabeza, con elegante y sutil vaivén un mortero y diversos cuencos aparecieron sobre las mesas de trabajo, un aroma a hierba y flores mezclado con la humedad de la tierra se intensifico.

-Bien queridos alumnos, es hora de comenzar con las preparaciones…- dijo animándolos a extraer lo necesario de los almácigos y maceteros que estaban dispersos por todo el invernadero, todas las especies mencionadas estaban presentes, pero identificarlas y preparar la mezcla adecuada era lo complicado.

Dana comenzó a buscar todos los ingredientes que necesitaba para la elaboración del ungüento, pero, por mucho que buscase, se veía incapaz de encontrar nada. Rápidamente, se acercó a su compañera, y le comunicó el problema.

- Creo que voy a necesitar que me ayudes a buscar también mis ingredientes... - Dijo con gesto avergonzado. - Si no... Supongo que podríamos pedirle algo de ayuda a Beck, al menos para encontrar lo que necesitamos...

Tenía más que claro lo que necesitaba, de hecho ya estaba moliendo lo que tenía a mano, pero necesitaba un ingrediente par poder integrar mi mezcla, el díctamo, un poco de su sabia bastaría para amalgamar la pasta de caléndula con el polvo de adormidera.

Sin embargo, por más que busqué y busqué, no encontré díctamo por ningún lado del condenado díctamo y tuve que improvisar.

Tocaba buscar alguna otra planta con la cual completar el ungüento, uno de mis compañeros habia mencionado el aloe, no creía que fuera tan efectivo como el díctamo, pero al menos era fácil de encontrar y su sabia gomosa mezclada con su carne, podrían generar un buen ungüento.

Moler, diluir, mezclar, combinar e integrar. - Espero que quede bien, no me convence del todo trabajar sin díctamo, pero no lo encuentro por ninguna parte y ese kneazle necesita ayuda inmedira para que mejore.

Anastasia, Ylka, por favor si encuentran díctamo me avisan, pues necesito complementar este ungüento. - les pido a mis compañeras mientras continuo trabajando.

Tal como había previsto, no había tenido que cruzar muchas más palabras con su compañera y cuando la profesora hizo las acotaciones, ni siquiera reparó en el hecho de no haber sido mencionada puesto que reconocía que lo dicho por Daphne había sido brillante, se notaba hacia donde iba a ir la chica y lamentaba todo lo que había tenido que pasar, pero por lo que decían, no recordaba nada, y en verdad estaba pensando en eso y en la preparación que molestándose por no haber sido escuchada. 

Ahora con el libro en la mano de herbología comenzó a recolectar las plantas y flores que iban a usar, de tanto en tanto le hacia algunas consultas a Annelie sobre las plantas pero era difícil distinguirlas, aunque luego de bastante ensayo y error y tiempo que debió usar para poder comprar las flores con las que aparecían en el libro, comenzó a hacer la infusión, afortunadamente la lavanda era inconfundible respecto a su aroma pero aún así se debía saber qué sacar y cómo sacarlo, así como las demás plantas que usarían. 

Luego, con todo reunido y claramente con errores porque el hecho de no poder distinguir del todo las plantas les jugaría en contra, comenzaron  hacer la infusión y la pomada y de hecho lo hicieron bastante bien, aunque claro, cruzando el mínimo de palabras. Lauren estaba en su mundo la verdad porque a pesar del ataque desproporcionado de su compañera, la ravenclaw pasaba completamente de sus provocaciones y comprendía que quizás se sentía incómoda o algo similar y que sobre reaccionaba, pero eso no quería decir que buscaría enmendar la relación o algo similar. Habían pasado siete años sin relacionarse y no vendría a ser el momento de hacerlo así que era mejor darle la importancia que correspondía a todo ese asunto, después de todo tenía muchas más cosas con las que lidiar día a día.

Al terminar y luego de mucho batallar con las plantas, habían logrado mezclar y hacer la infusión y la pomada, Lauren se sentó en su ubicación y siguió con algunos apuntes, cosas que sacaba en limpio sobre el trabajo, esperando que la profesora revisara el trabajo. Como nota tomó en consideración lo que le costó buscar las plantas y que aún así no estaba segura si lo había hecho correctamente.  

Suki asentía a las palabras de Dana con seriedad, se sintió más tranquila al comprobar que ninguna de aquellas plantas haría daño al animalito. 

-Bien bien, buenas elecciones Dana. 

Siguiendo lo acordado, Suki corrió a recoger los recipientes, llenando uno de ellos con agua y cogiendo un mortero para poder machacar las plantas que iban a usar. Cuando llegó a su sitio con todos los utensilios sonrio a su amiga cuando esta le pidió ayuda pues no lograba encontrar los ingredientes. 

-Vale vale, no te apures, iré yo ¿de acuerdo? Toma, -puso en la mano de su compañera un trozo de aloe vera, -ve tú preparando esto. 

Suki recorrió el invernadero, localizando el resto de plantas e ingredientes y cuando los tuvo todos volvió con Dana. 

-¿Cómo vas? Aquí traigo el resto de cosas, veamos... Las iré añadiendo poco a poco, tu ve mezclando. 

Escuche pacientemente la resumida explicación dada por parte de Ralph sobre la clase anterior, realmente varias de las cosas que nombraba podrían tener una clara utilidad a la hora de tratar con el animal. Sin lugar a dudas, además la profe nos lo dijo, habría que darle algo para calmarlo o sedarlo un poco antes de poder curarlo apropiadamente, durante un par de minutos estuve en una especie de trance ignorando todo a mi alrededor pensando solamente. Tras un rato me fui para volver con varias cosas en las manos.

- Vale, lo primero es el Kava para calmar y que resulte mas fácil para nosotros tratarlo y no sienta dolor el pequeñin. Te la dejo aquí... -puse la hierba sobre la mesa- Segundo algo de lavanda, ayudara a desinfectar la herida, la dejo... -también lo puse sobre la mesa aunque alejado del Kava- una vez este limpia y podamos ver como de grave es lo que se me ocurre dos cosas, en caso de ser profunda usar díctamo y aloe vera para tratarla si por el otro lado es tan solo superficial creo que debería bastar con el aloe vera a secas... creo... -termine de poner todo sobre la mesa y mire a mi compañero con dudas sobre si todo lo que había dicho estaría bien o sería de su agrado

Clase de herbología, invernadero

Randall escuchó con interés cómo Cliodna enumeraba numerosos ingredientes que podían servir como remedios caseros sin recurrir a la magia ni a plantas difíciles de encontrar. Le maravilló escuchar la facilidad con la que ella se desenvolvía en ese campo de la Herbología, proponiendo opciones en las que nunca hubiera pensado. Notaba que se trataba de una asignatura que le gustaba mucho a la chica. Asintió a sus palabras y se dispusieron a buscar los ingredientes para la mezcla que habían propuesto entre los dos inicialmente.

Posteriormente, escuchó las explicaciones de la profesora Weiss y enarcó una ceja cuando se dirigió a Cliodna, indicando que ella había mencionado pociones y hechizos episkey. Quizá se debiera a que se trataba de su compañera de trabajo en esa clase o que simplemente el muchacho quería aclarar que la chica no había hablado de utilizar conjuros y pociones durante la clase, pero decidió dirigirse a Beckia.

-Profesora Weiss -dijo Lestrange, alzando la mano para hablar. Habló en tono educado, aunque ligeramente nervioso-. Solo para aclararlo, Cliodna no sugirió que usáramos hechizos ni pociones como solución a nuestro problema con el kneazle. -Miró a su compañera un instante mientras hablaba-. Ella propuso utilizar llantén menor y consuelda, y luego yo le sugerí añadir díctamo a la mezcla para una cicatrización más rápida. Calmar a la criatura y, posteriormente, proceder con la curación. -Dirigió una mirada al otro estudiante Black de la clase, quien poco después de que él y Cliodna hablaran, también había mostrado una idéntica solución que incluía consuelda y díctamo, dándole su propio toque-. Es la misma idea que ha expuesto Altair después de nosotros y que usted ha valorado como viable.

Lestrange respiró hondo, esperando que su explicación no supusiera aún menos puntos para Slytherin. Con Miyazaki habían perdido demasiados puntos, y tanto Linus como él mismo también habían contribuido a que la casa perdiera algunos.

-Solo quería aclararlo, profesora. Mi compañera y yo hemos hablado sobre otro tipo de remedios, incluso caseros, porque como usted dice a veces podríamos no tener los ingredientes que necesitamos a mano, pero no los hemos propuesto para la mezcla. -Bajó la mirada, sintiendo que había hablado de más y que era posible que la mayoría hubieran puesto su atención en él-. Nada más.