Partida Rol por web

- Si no eres uno de mis empleados, ¡Lárgate!

Llego al Departamento de Misterios temprano, como siempre. Me gustaba llegar antes que los demás porque todo estaba en silencio, tranquilo. Y también porque me encantaba ver a Madison antes de que estuviese tremendamente ajetreada.

Era la personificación de la belleza y la eficacia. Le había costado llegar a donde estaba y demostraba cada día que merecía el puesto. Era una mujer sorprendente e inteligente. Nunca había mantenido largas conversaciones con ella. Ambos nos dedicábamos en cuerpo y alma a nuestro trabajo y, además, yo no iba sobrado de palabras precisamente.

Buenos días Señorita Graves. Espero que haya pasado un agradable fin de semana.
Le presento el requerimiento Z223 para solicitar el tomo “Manuscritos de las Profundidades” durante el día de hoy. Hay unos textos que podrían ayudarme con un experimento en curso.

Requerimiento Z223

Por la presente, John Draven solicita acceso al tomo restringido nº 332-11-D con titulo Manuscritos de las Profundidades durante un plazo de 8 horas

Firma del Solicitante                                    Firma del Supervisor

John D.

Madison te sonríe, es una de esas sonrisas de medio lado que lanza cuando algo le agrada, y a ella siempre le agrada ir directa al grano. - Draven, mi fin de samana se torció cuando me dijeron que vendrían aspirantes a becarios, de Hogwarts, tocando MIS cosas, bueno, las cosas del departamento... - Puede notar como el bello se le pone de punta debajo de la fina camisa de seda blanca que lleva puesta.

- Dame el requerimiento para que te lo firme. Ya sabes donde está todo, sírvete. - Dice mientras coge el requerimiento para firmarlo y devolvértelo. Depués de eso, está de nuevo tremendamente sumergida en una especie de pergamino enrollado incapaz de abrir. Lo has visto antes, lleve años en el departamento de misterios y nunca habéis conseguido abrirlo y leer su contenido. Pero Graves era una jodida maníatica muy constante.

Directa y eficiente. Una de las cosas que me ponían nervioso eran los rodeos, la diplomacia, el exceso de palabras sin contenido. Me sentía afortunado por tener a Madison como jefa. Era uno de los pocos jefes a los que no tenias que lamerle el culo. Uno de los pocos departamentos donde si se recompensaban los méritos y no los halagos.

El Departamento de Misterios no debería estar abierto a visitas.

El pergamino era interesante. Todo aquello que estaba por descubrir lo era. Podría no contener nada valioso en absoluto, eso no importaba, lo importante era que no lo sabíamos. Hay muchas cosas que no sabemos, pero no muchas se resisten a alguien como Madison durante tanto tiempo.

Señorita Graves. Si quiere puedo ayudarla con ese pergamino. A veces una persona nueva puede aportar nuevos enfoques.

Me guardo el documento en mi carpeta. Mas tarde iré a por el tomo. Esperaba encontrar alguna asociación entre el diseño de ciertos conjuros respecto a los actos necesarios para realizarlos. Tenia muchas preguntas y, cada vez que conseguía una respuesta, se planteaban un montón de preguntas nuevas.

Y finalmente tras pasar unos pórticos, subir por ascensor y quizás un par de escaleras, donde varias personas saludaban a Beckia con cordialidad, y es que al haber sido su esposo un auror era normal, como también después de que entrara a Howgarts a dar clases, ¿quien no conocía a los profesores de la vieja escuela? o simplemente por que algunos de ellos fueron sus compañeros en los años de estudio.

Tras varios pasos ambos habían llegado a la puerta del despacho de Mrs. Graves... -¿Listo muchacho?...- pregunto antes de entrar al despacho.

Imaginaba que Madison tendría algún asistenta que atendiera previamente y coordinara sus citas, así que quizás tendrían que esperar un momento

Linus había ido pocas veces al ministerio y en ninguna de ellas había puesto un pie en la sección de misterios, por ello se dedico a seguir a su profesora y a hacerse un mapa mental del camino hasta la seccion. Sin embargo, no estaba nervioso, mas bien sentía curiosidad por si podía hayar alguna respuesta en ese sitio.

-Si profesora, ya tengo ganas de conoces a la señora Graves- ¿o era señorita? A Linus tampoco le importaban tanto esos formalismos, esperaba que a ella tampoco.

La señal de que habían llegado visitantes sonaron dentro de la sala donde Madison y John estaban trabajando. Un fuerte resoplido por parte de Graves hizo que su compañero la mirara fijamente. - Creo que si voy dejarte con éste maldito pergamino durante un rato. Si descubres algo, avísame.

Luego se levantó y abrió la puerta del despacho, quedando de frente a una mujer y un muchacho. Seguramente ella es una acompañante, así que ¿Solo uno? Mejor, menos pequeñas manos tocando todas estas cosas. Pinesa mientras les observa en silencio. - Buenos días, aquí Madison Graves, Jefa del Departamento. Debo suponer que vienen por la oferta de becarios, ¿Correcto? - Dice mientras se aparta de la puerta y os deja entrar al interior.

Aquel despacho parece el de Indiana Jones, lleno de todo tipo de objetos y pergaminos con anotaciones, parece que ambos estuvieran jugando a una búsqueda del tesoro. A un lado hay unos silloncitos con una mesa baja, que seguramente usan los empeados para comer y, es allí donde ella os está llevando e invitando a tomar asiento.

Se acerca al joven y le entrega un pergamino. - Esa es la solicitud, echale un vistazo y la rellenas. Cuando la tengas lista ya me encargo yo del resto. Una vez que la envíe será cosa de poco tiempo que reibas una lechuza con la respuesta del Ministerio. Mientras tanto seguiré con mi trabajo.

Solicitud de puesto de Becario

Nombre del solicitante:

Departamento del Ministerio:

Curso Escolar:

Notas de los TIMOS:

Motivación (La razón por la que está interesado en el puesto):

Regresa a la mesa donde Draven se afanaba con el pergamino y le habla en susurros, evitando que las visitas le ecuchen. - ¿Te apetece un pupilo Draven? - Le pregunta con una sonrisa malvada mientras señala al jovencito con el pergamino del sofá.

Apenas vio aparecer a Madison y presentarse, ella hace lo propio.

-Así es Beckia Weiss, Profesora de Howgarts...- era claro que interrumpíamos algo, e incomodar a gente tan estirada no esa su interés, miro a Linus y dejo que el continuara, finalmente era el interesado y no iba a actuar de intermediaria de nadie y el chico tenia como defenderse.

-Bien si me permiten os dejo para que reciba instrucciones...- me retiro en el intertando que ella le entrega la solicitud y desames, esperare al alumno afuera del despacho, por si necesita algo mas.

Cojo el pergamino de las manos de Madison, rozando voluntariamente su mano al hacerlo, y lo guardo en mi maletín para explorarlo más tarde. Puesto que nadie me espera en casa siempre trabajo hasta las tantas, de modo que los días son muy largos y da tiempo a todo.

Que suave. Espero que no se haya dado cuenta de mi descaro.

Esperaba haberme largado de allí antes de que llegaran las visitas, pero aparentemente a la señora Weiss también le gustaba madrugar. Solo venia un joven, lo cual no era de extrañar, este departamento no tiene el glamour de los Aurores. La mayoría de jóvenes cabeza de chorlito solo pensaban en la fama y la gloria, derrochaban prepotencia y ego, y terminaban como Aurores.

Miro al joven de arriba abajo con reproche, como si me molestara su mera presencia.

No obstante, el chico está aquí, lo cual demuestra que posee mucha más inteligencia que sus compañeros. Misterios puede ser uno de los lugares mas peligrosos del mundo… si tocas lo que no debes.

Por nada del mundo me apetece la compañía de un estúpido jovencito, pero la aceptaré para librarte de él.

Vaya, es mas joven de lo que esperaba. Pienso de la que le hecho un rápido vistazo a la jefa del departamento de misterios cuando nos abre la puerta, antes de responder:

-Así es señorita Graves, es un placer conocerla- Es muy joven para llamarla señora, vamos a asegurar. Pienso divertido para mis adentros- Esperaba poder conseguir un puesto en este departamento...

Dejo la frase en el aire al contemplar el panorama que ofrece el despacho. A otro podría haberle disgustado ese estado tan caótico que demostraba una búsqueda incesante y a todas luces sin recompensa. Pero a Linus se le ilumino el rostro con una sonrisa sincera y mirando a la señorita Graves continúa: En el departamento de misterios.

Cuando me da el pergamino le hago una ligera inclinación de cabeza a modo de agradecimiento y sentado en el sillón me dedico a rellenarlo, sin apenas darme cuenta de que la profesora Weiss me ha dejado solo.

Solicitud de puesto de Becario

Nombre del solicitante: Avery, Linus

Departamento del Ministerio: Departamento de Misterios

Curso Escolar: 6º curso

Notas de los TIMOS: 

Astronomía=(A); Cuidado de criaturas mágicas=(S); Encantamientos=(E); Defensa contra las artes oscuras=(E); Adivinación=(S); Herbología=(E); Historia de la magia=(E); Pociones=(S); Transformaciones=(S)

Motivación (La razón por la que está interesado en el puesto): Incluso en un mundo mágico creo que todo puede ser comprendido y explicado. Hay muchas cosas que no comprendo y que desconozco y quiero poder darles significado. Creo que el departamento de misterios es el lugar mas adecuado para buscar, ya que su labor al igual que mi ambición es explicar aquello que aún se desconoce.

Al terminar de escribir, Linus lo releyó para si. No mentía, aunque tampoco estaba contando toda la verdad. Tampoco les voy a escribir un testamento, espero que con esto valga. Alisó la hoja y se acercó al escritorio de Madison con paso firme, cuando vio por primera vez al único empleado presente lo analiza de arriba a abajo; Supongo que es la clase de persona que te imaginas que puede trabajar en misterios; cuando analizaba a alguien Linus fruncía el entrecejo, pero a decir verdad, tampoco le molestaba el aspecto de ese hombre, mas dedicado a los libros y las oficinas que a las correrías por el bosque. Cuando llego ante Madison:

-Aquí tiene- dice entregándole la hoja de pergamino- Esperare entonces la lechuza con la respuesta-Ella parecía no tener mucho tiempo y Linus era un joven de pocas palabras cuando no se forzaba a lo contrario- Hasta el próximo día, si se acepta mi solicitud.

Acto seguido me giro a no ser que ella me obligue a contarle algo mas, y salgo por la puerta para reunirme con la profesora Weiss, a la que le digo sin si quiera mencionar la "entrevista":

-Profesora, si no le importa, antes de volver al colegio querría pasar por el Callejón Diagon, tengo que devolverle un favor a una amiga. Si no le supone un problema.

Madison sonríe de medio lado y te hace un gesto para que bajes la voz, tampoco es cuestión de que reciban una queja. - Creo que podremos hacerlo entre ambos, ya que solo es un chico y parece tranquilo. ¿Sabes qué? Igual puede venirnos bien, tendrá una perspectiva completamente diferente, mas inocente, su mente joven e ingenua quizás vea cosas que nosotros no, ya que vamos a enseñarle cosas, igual podemos sacar algo positivo de todo este lío. Estoy deseando ver que pone en su solicitud...Terminantemente prohibido que entre a la Sala de la Muerte, no quiero accidentes.

Graves ve como la profesora abandona la sala, al parecer no se ha sentido muy bienvenida y eso saca otra sonrisa de Graves, le parece trementamente increíble que la gente se moleste por pequeños detalles como es la cortesía que, para ella, solo es una pérdida de un valioso tiempo.

Sin embargo el muchacho parecía sereno. Eso era bueno, ahora estaba a punto de salir de la sala, pero Madison lo agarra de la muñeca y lo acerca a ella, mirando fijamente en sus ojos. Solía hacer ese tipo de cosas indiscretas para evaluar el caracter de las personas. - Puedo leer mas en tus ojos que en tu solicitud, pero la buracracia es... exigida. Te veré pronto muchacho... - Entonces le suelta y le deja salir de la sala para reunirse con su profesor.

-¿Todo bien?...- pregunto con cierta curiosidad, al mirar al chico salir del despacho, lo cierto que es a Beckia no le gusta venir al ministerio, le traía demasiados recuerdos pese a que conocía a varias personas, incluso ella misma en algún momento en su época escolar pidió se becaria pero termino desistiendo por que sus intereses cambiaron.

Escucha la solicitud del ir a Callejon Diagon y le parece un buena idea, ahora que lo pensaba podría aprovechar de ver algunas cosas que necesitaría.

-Claro, tenemos libertad luego de esto y podemos ir donde quieras, pero también me tendrás que acompañar a algún sitio...¿ok?...- la mujer sonaba muy amena, como si le hablase a un amigo, rompiendo esa estructura de profesor-alumno.

Espero a que el muchacho no olvidara nada, para emprender camino hacia el Callejón.

Exprimiré esa cabecita como una naranja madura. Veremos que tiene dentro. Ciertamente nos hace falta sangre nueva. Me retiro a mi laboratorio, estoy ansioso por investigar el pergamino.

Lo cierto es que la probabilidad de abrir un pergamino que Madison no había podido abrir en tanto tiempo era muy escasa. Pero, aunque fuesen escasas, eran mayores que cero. Y ella estaba, con frecuencia, interrumpida y ocupada con las tareas de organización del departamento. Burocracia, papeleo, peticiones y otras perdidas de tiempo varias. Yo podía dedicarle todo el día sin que nadie me interrumpiese.

Entro en mi laboratorio y cierro la puerta. Preparo las defensas mágicas más comunes y los sellos habituales del departamento de misterios. Saco el pergamino y empiezo a examinarlo.

Veamos… ¿Por qué eres tan especial? ¿Por qué alguien invertiría tanto esfuerzo en proteger tu contenido? ¿Qué secretos escondes?

-La verdad que bastante bien. Me ha generado una buena impresión el lugar, no se si es lo que busco, pero lo descubriré. En cuanto a la señorita Madison... Me ha caído muy bien- digo sinceramente mirando hacia la puerta cerrada a mis espaldas-  tiene cierta desgana por el protocolo y una forma de ser directa y asertiva, nos llevaremos bien. Si me aceptan.

me doy algo de cuenta de que Weiss quizás no se haya sentido cómoda con Madison y por eso me haya dejado solo, por lo que me apresuro a responder:

-Por supuesto profesora, gracias. La acompañare encantado. Le digo con una alegría que aflora en mi en escasas ocasiones, podría matar dos pájaros de un tiro si iba al Callejón.

Cuando ambos se prestaban para retirarse hacia el Callejón Diagon, una lechuza con una carta le llegaba en medio del lobby principal del ministerio de magia a la profesora Weiss, ella algo sorprendida toma la carta y la lee, para mirar a Linus.

-Creo que tendremos que desviarnos un momento, me requieren en el Departamento de Aurores...- comento sorprendida pero frunciendo el ceño no de muy buena gana, era conocido entre los alumnos que el esposo de la profesora había sido un reconocido Auror y que desafortunadamente había muerto en los eventos relacionados con Voldemort.

Miro a su alumno con la esperanza de que comprendiera la situación y le esperara para continuar con lo prometido. -¿Me acompañas o prefieres adelantarte y reunirnos en algún sitio en el Callejón?...-

Comprendiendo lq situación, Linus prefirió no ser indiscreto, pues sabia de sobra lo que relacionaba a la profesora con el departamento de aurores. Y sabia también que los asuntos vinculados a la guerra mágica y las muertes acaecidas en ella eran difíciles de tratar, lo sabia de primera mano:

-Descuide profesora, resuelva sus asuntos. No quiero interferir, prefiero adelantarme y comprar las cosas que necesito, así no la molestare mas de la cuenta- le digo con una sonrisa- Nos vemos delante del banco de Gringotts en unas horas?

-Perfecto y ve con cuidado, en un par de horas frente a Gringotts...- sonrió y dejo en libertad al chico.

Ella por su parte volvió a adentrarse camino a la oficina de Keith Blumer, un viejo amigo.

El pergamino resultó ser mas complejo de lo que había imaginado. Obviamente no iba a conseguir en un día lo que ella no había podido hacer en tanto tiempo, pero tenia mucha confianza en mis habilidades, confianza que había resultado infructuosa.

Había pasado muchas horas intentando descifrarlo o abrirlo con conjuros y nada había funcionado. Me había saltado la hora de la comida sin darme cuenta, tampoco era la primera vez que me pasaba, habitualmente me olvidaba de comer cuando me concentraba mucho en algo. No estaba delgado por hacer ejercicio, es que tenia una dieta muy pobre.

Necesitaba tomar el aire para buscar un nuevo enfoque. Obviamente el creador del pergamino no quería que lo abriesen, de modo que intentaría ponerse en el lugar de quien quería hacerlo para diseñar las defensas del mismo. Estaba claro que había sido alguien muy sabio y con muchos conocimientos mágicos. Desde luego había cubierto cualquier opción que se me pudiese ocurrir.

Con frecuencia la solución mas sencilla suele ser la más acertada…

Es posible que el creador se haya centrado tanto en protegerlo de las mentes mas astutas y los conjuros mas complejos que dejase abierta una puerta trasera mas sencilla. Algo que ningún mago que se precie intentaría porque era obvio que no iba a funcionar.

En ocasiones hay que dar un paso atrás para seguir avanzando…
Volver a los orígenes. Aprender de nuevo. Aprender más cosas.

Me levanto y salgo del despacho. Saludo a Madison con un gesto de cabeza y me dirijo al Atrio del Ministerio a solicitar formación adicional.

Nunca hay que dejar de aprender…

CAMBIO DE ESCENA: MINISTERIO DE MAGIA - ATRIO

Entro en el departamento con el ceño fruncido. Ofuscado por no encontrar una solución para el pergamino.

Abrirlo debe ser fácil. Abrirlo sin romperlo es lo complicado. Las trampas mágicas para proteger su contenido sin duda destruirían el pergamino si lo intentásemos por la fuerza. Deberíamos eliminar primero las trampas mágicas, eso nos abriría un abanico más amplio de posibilidades. Pero los conjuros existentes no son capaces de penetrar tantas capas de protección. El entramado parece muy complejo. Cuanto mas estudio el pergamino más me atrae. Supongo que eso es lo que ha mantenido a Madison tan interesada.

Saludo a Madison al entrar con un gesto de cabeza y entro en mi despacho.

Inmediatamente una lechuza me entrega la aceptación del curso y me proporciona los libros necesarios. No pierdo tiempo, abro los paquetes y empiezo a leer.

Debo comprender como funcionan las tramas de los conjuros anti trampas y de apertura. Podría crear un conjuro nuevo. Algo inteligente, quizás un conjuro que sea capaz de interactuar con los conjuros que intenta eliminar. Algo capaz de reaccionar y cancelar una trampa mágica cuando intenta activarse. Igual que los anticuerpos del cuerpo humano cuando luchan contra un virus. Un glóbulo blanco mágico que se coma los conjuros de trampas cuando intenten activarse, en lugar de buscar y borrar los conjuros mas típicos, de este modo podría incluso eliminar trampas ocultas o nuevos conjuros de trampa que aun no se hayan inventado.

Con esto en la mente y devorando libros a una velocidad vertiginosa pasan las horas. La noche me alcanza sin darme cuenta. Es tarde y la mayoría de personal del Ministerio se ha ido a casa con sus familias y amigos. Me quedo dormido en mi sillón. Hoy no he comido ni cenado, y mañana me despertare con dolor de cuello y espalda con toda seguridad.

Amanecía un nuevo día en el Ministerio. Mi pelo despeinado y la ropa arrugada denotaban que no había dormido en casa. Cuando estaba inmerso en una tarea no podía parar, y ese pergamino tan protegido resultaba excesivamente tentador.

Necesitaba un café, no obstante, para poder seguir concentrado después de dormir en un sillón de despacho. Había devorado casi todos los libros del curso y los que quedaban no contenían nada que no supiese.

Si tan solo tuviese mas horas al día para investigar… dormir me parece un desperdicio.

Empiezo a realizar anotaciones. Una estructura para un posible conjuro se va dibujando en mi cabeza. Al principio solo son ideas, bocetos, posibilidades, pero luego se va dibujando algo mas hermoso. La creación de un conjuro es un arte muy preciso. Unos lo comparan con las matemáticas, otros con la cocina o la pintura, yo considero que es ambas cosas, es el trazo de un artista con una precisión matemática. Una mezcla entre intuición y conocimiento.

El conjuro iba tomando forma, pero parecía demasiado difícil, demasiado complicado.

No voy a poder terminarlo yo solo. Necesito ayuda. Quizás Madison pueda echarme una mano, si no está muy ocupada. Después podría hacerme cargo de algo de su papeleo a cambio.

Salgo del despacho con el boceto en la mano y el pelo revuelto.

Buenos días Madison. Me gustaría enseñarte algo, es un desarrollo que podría permitirnos abrir el pergamino, pero resulta muy complicado solo para mí. ¿Podrías ayudarme unas horas?

Le enseño el desarrollo, estaba convencido de que podríamos abrir el pergamino con esto, pero no era capaz de resolverlo solo.

Por otro lado... sabemos algo del becario? Necesito un café urgentemente. No he pasado buena noche.