Partida Rol por web

Pasé la mañana sin hablar demasiado con nadie, inmersa en mis pensamientos y en mis apuntes. Estaba pensando en la redacción de literatura, recogiendo algunos libros de la taquilla que necesitaba cuando aparece una chica y habla del evento.

Sonrío a Madison y a las chicas cuando se acercan, cierro mi taquilla y me acerco a Samuel y a su prima.

- Yo me apunto, me gustaría contribuir.

Me vuelvo hacia las chicas, supongo que Madison tendrá gente suficiente para montar la fiesta, más aún con el morbo añadido, luego  le preguntaré como va y si hago falta me pasaré.

Me despedí de Eleanor y la vi irse con Tessa, frunciendo el ceño. Luego de haber visto lo muy cercana que se estaba mostrando la pelirroja con Madison, no estaba muy segura de que tuviera sus lealtades del lado correcto. Hice una mueca y saqué el móvil, escribiendo un mensaje rápido, y aproveché para mirar la notificación de Instagram. Rodé los ojos. ¿Ir yo a una fiesta de Montgomery en una cabaña? Ja. Seguro.

Miré de reojo hacia donde Nixon, su prima, y Clarke conversaban, antes de ajustarme el bolso, esperando aún unos minutos más con los brazos cruzados, mirando a los estudiantes pasar.

Por su parte Morat ya había sacado su pequeña libreta de color morada y estaba re-leyendo lo que este había escrito en el día anterior, repasando mentalmente las cosas que este tenía que hacer para este día si es que este quería tener lo que más ansiaba en su vida, ganar algo de protagonismo.

-Ya veo... -Comentó para sus adentros e ignorando a todos se marcó del lugar- interesante...

Por los pasillos me encontré a Odette. Con ella me paré un poco, pues fue la única que mostró anoche una cierta empatía por mí. Pero la pobre estaba un tanto afectada, ¿serían cosas de la marca blanca del tinte? -¿Vas a ir al evento benéfico?- puse cara agria –pero si allí lo que van a hacer es sacarte el alma, comiéndote el cerebro y haciéndote creer que te han purificado con cuentos y patrañas de solidaridad o bondad- dije con el tono tan habitual –te sacarán el dinero y nadie lo sabrá. Es ridículo…si se hace algo así es para que los demás te alaben. ¿O por qué si no se lleva cámaras a África la mismísima Angelina Jolie?

Seguidamente volví a recibir una respuesta en el teléfono, pero no fijé mucho la vista ahí, ya que tenía que comentarle algo más a Dett -¿has visto la publicación?- pregunté –tienes que comentárselo a todas tus grupis o rumis o roomies o lo que sean –me crucé de brazos brevemente- cuento contigo, no me falles. Y ponte guapa -solté mientras me descruzaba de brazos y continuaba andando.

-Tengo que preparar muchas cosas, si necesitas algo me avisas o te pasas por mi casa- expresé en voz alta dirigiéndome hacia la puerta de salida del campus, donde esperaba que Seth no tardara en llegar para hablar, pues las horas en aquel edificio ya se hacían más pesadas que las quejas de mi sirvienta.

Volví a escribir.

A medida que Madi habla yo voy sonriendo por momentos, después de tantos años en el grupo, sudando, bailando, riendo, la verdad es que así como es, la quiero igual, nadie sería como ella.

- Comerme el cerebro... bueno, al menos me comerán algo. - Me río de mi propia (y pésima) gracia -me apetece ir, Samuel me cae bien, siempre tiene buen rollo – le sonrío - y quiero ayudar en lo que pueda. ¿La publi de insta? Ya sabes que hace meses que no publico nada, mis seguidores no creo que se acuerden de mí pero la compartiré en mis historias para que algún rezagado se entere.

Enarco una ceja cuando habla de ponerse guapa, haré lo que pueda, hace eones que no me maquillo, no recuerdo ya casi como iba ¿Dónde tendré la cajita de las pinturas?

- Luego te mando un wass a ver como vas y me paso a ayudar. 

Tras mensajear durante un rato me dirijo hacia donde me dijo Madison que estaría, tenemos poco tiempo así que tocaría ser directo esta vez, aunque no me gustase serlo en temas que quería hablar con cierta calma. Cuando la veo en la lejanía aprieto el paso con una sonrisa en mis labios. La verdad es que Madison es una idiota, muy diferente a mí, pero quizás conocerla un poco no sería tan malo. Además, de seguro a más de uno le perturba que estemos juntos hablando. Sería divertido

- Hola Madison. - digo al llegar a su altura. - ¿Te gustó entonces lo que digo en Instagram? - digo a medio risa, aunque en realidad de eso quería precisamente hablar. - Madison, ambos hemos sido unos capullos el uno con el otro, que se yo... Pero ¿de verdad piensas hacer esa fiesta con ese colgado suelto? - mi cara se torna serie, si hay que ser directo lo sería. - Coño Madison, ayer lo de Emily fue algo serio. - me acerco a ella para tomarla por un hombro, guardando las distancias claro. - No puede pasar nada o puede pasar de todo, mira no sé porqué me preocupo por ti a estas alturas, pero coño nos conocemos hace tiempo y ya ha muerto alguien. - vale, seguí el juego pero ahora no era cosa de seguirlo. - Te pido disculpas por lo del Instagram, no lo haré más. Pero, medita lo de la fiesta... - resoplo y me alejo un poco dándole la espalda.

- Iré, si la llevas a cabo iré. Pero que sea algo controlado, Madison. Prefiero que no la hagas, espera a que pase esto, pero si la llevas a cabo, controla la fiesta... - pienso en Emily y me recorre un escalofrío. - Coño Madison, aun tengo el susto con Emily.

Ví llegar a Seth y no parecía el estúpido “miradme tengo un Ferrari que no sé usar” de Seth. Y ante sus palabras…bueno, parecía que había ido al acto de Samuel y los sam buenos benéficos. De hecho, casi que por unos breves momentos parecía que mi gesto era serio.

Pero pronto reaccioné. Básicamente cuando su mano (sí, la misma mano que me había estado echando un pulso imaginario) ahora se dedicaba a rozar mi hombro.

-¿Tienes miedo ahora por mí?- medio reí –si me pasara algo podrías respirar tranquilo, de hecho, al principio hasta dudé de ti- ¿para qué esconderlo? Me resultaba igual de patético que el idiota del "ghostface y escuchadme, hasta tengo una cuenta en las redes sociales".

-Ahora sólo espero que vayas y lleves a todos los que conozcas. No pienso morir. Y eso deberías saberlo- comenté hablando como solía hacerlo, con mi “delicado” y “sutil” vocabulario –el rastrero extirpa tripas que me haya amenazado pagará por esto. Esta noche lo encontraremos- concluí.

Y elevando la mano hacia la altura de la cabeza, proseguí –pero no necesito tus disculpas, la verdad es que ni siquiera me molesta que me propusieras. La mayoría en general me dan igual. Además, yo soy Madison Montgomery - sonreí de medio lado ahora – y soy la reina de aquí.

Cuando ya estaba a punto de largarme, ya sin esperar a nadie, un mensaje llegó a mi móvil. Revisé, me mordí el interior del labio sinndarme cuenta, y volví a guardar el móvil. Mordiéndome la uña del pulgar, salí del instituto. Meh, igual el eventito no resulta tan malo...

Niego con la cabeza ante tanta tontería, joder parece que tiene todo bajo control pero si supiese todas las variantes que se le pueden escapar no estaría tan segura de sí misma.

- Joder, Madison. Pues sí, me preocupo hasta de una imbécil como tú. - digo con total sinceridad y de forma directa. - Sinceramente no me gustaría que fueses la siguiente en uno de esos vídeos. - no se hasta que punto es todo real y si todo es como se pinta en los vídeos pero pese a todo, Madison es alguien que conozco, alguien que se de ella hace muchos años por nuestras familias. - ¿Dudar de mí? ¿Estás mal de la cabeza? - luego recuerdo que ayer fui demasiado misterioso al querer ir con ella de pronto. - Ayer solo quería decirte esto y lo que ayer te dije, bueno y que estaré pendiente de ti en la fiesta si se celebra. No la piensas cancelar... Pues habrá que ir. Aunque primero tengo una cena. Iré tarde, que remedio.

Me dispongo a darme la vuelta hasta que escucho eso último. La miro con ojos de incredulidad y niego con la cabeza, visiblemente decepcionado, aunque no espero menos de ella.

- No se que pretendes y me gustaría saberlo, pero... No piensas hacerlo así que. - me encojo de hombros. - Recuerda que eres la reina, Madison, pero no tienes que ser siempre una gilipollas por eso. - me doy ya la vuelta camino al coche. - Yo podría serlo, pero decidí otro camino.

-Es que ahora mismo lo eres- confesé pese a que se estaba dando la vuelta, yéndose hacia el rojo coche, el cual, tampoco consideraba que fuera el mejor del mercado  –crees que decirme esto e irte seguidamente con uno de los posibles ayudantes del psicopatilla, es una manera de resguardar tu endeble y estúpida cabeza. Consideras que si esta noche muero ,tú tendrás la conciencia tranquila porque: “hiciste lo que debías”, avisarme- me puse con los brazos en “jarras” –qué irónico.

-Quizás está bien que te vayas y que pienses en múltiples formas de reinventarte en un “mejor amigo”, porque es muy triste que interiorices tus mentiras, dejándome como ayer, sola- concluí ofendida de no obtener por su parte toda la información que seguramente sabía; pese a que yo tenía que obtener todo lo que merecía y, merecía todo lo que obtenía.

Me giro ante las palabras de Madison. No entiendo que me afecte tanto lo que ella tenga que decir ahora pero de verdad lo hace. No intento ser políticamente correcto, de verdad estoy preocupado pese haber participado en el juego.

- Si hubiese querido hacerte algo o tuviese que ver, lo hubiese hecho ayer, nadie sabía que fui a tu casa. - digo con aparente calma pero sin mi característica sonrisa en la boca. - Mira Madison, haz lo que quieras y piensa lo que quieras. ¿Crees que tengo que ver? Me parece perfecto, denuncia y ya está. - me pego a ella de forma calmada, no quiero intimidarla pero que vea que no me amedrento. - Madison, no se que coño pasará hoy y espero que nada, pero pase lo que pase, si te sucede algo me sentiré culpable igual por no haberte podido detener. - vuelvo a posar mi mano sobre su hombro pero esta vez de una forma casi cariñosa.

- Siento no hacerte cambiar de opinión y siento todos estos años donde no he sido lo más correcto contigo, aunque tía te lo has merecido a pulso. - me concedo eso porque es verdad, es odiosa y choca con todo lo que yo soy. - Pero pese a todo, me importas. - mi mirada es sincera, no busco decir por decir aunque se que ella no lo va a tomar como tal. - No voy a decir que te aprecio, no es así. Pero... Lamento no haberte llevado anoche a casa... - la verdad fue un verdadero error pero... - ¿Hubieses accedido? Madison eres una caja de sorpresas para mí, muchas veces negativamente pero esta vez... - me pego un poco más e intento plantar un beso en su mejilla. - Yo he sido el capullo, lo siento. 

¿Habéis contemplado los documentales en los que salen esteroides, nebulosas y unas bolas de fuego por colisiones? Bien, pues podría haber dicho que en su acercamiento hacia mí, lo ví. Y si hubiéramos ido más lejos, incluso se podría oír a algún dinosaurio gritando.

Pero bueno, hasta los planetas chocan y, del caos, nacen las estrellas.

-¿Seth, qué haces?- pregunté al notar que estaba intentando darme un beso en la cara –me estás empezando a preocupar- dije ladeándome para mirarle de frente y a los ojos con un gesto de extrañeza bastante apreciable.

-Mira, no sé qué te pasa; aun así da igual. Ayer fue ayer, hoy es hoy- expresé de forma más normal (ante su "¿hubieses accedido?"), recordando que de un día para otro, las cosas cambian. Y si no que se lo dijeran a mi séquito. Estaba consiguiendo que algunas dejaran de ser gigantescos manatíes –no tienes que disculparte- hice un movimiento con la mano para que se diera cuenta de que había gente por los alrededores.

Y, tras echar un vistazo a ambos lados, decidí que tenía que irme ya –bueno, como te dije en el mensaje, tengo muchas cosas que hacer. No te atragantes con la comida y llega con la mejor ropa que tengas. Si es que aún tienes- solté con una media sonrisa; comenzando a salir de allí.

Para Tessa había sido un fastidio no poder desayunar con Eleanor, más teniendo en cuenta que ambas amigas querían hablar desde el día anterior, pero al menos podrían ir a almorzar juntas. Por ello, cuando Eleanor le pregunta sobre si van a tomar algo bueno y que no fuera light, la pelirroja esboza una ligera sonrisa.

-Claro. Vamos a comer, pero invito yo -asintió a lo dicho por Eleanor-. ¡De algo tendremos que mantener estos buenos cuerpos! -bromeó, divertida, palmeando a su amiga en el hombro.

A Tessa le caía bien Samuel. Era un buen chico que nunca tenía malas palabras para nadie, pero la verdad es que después de lo que había sucedido la pasada noche, no tenía muchas ganas de acudir a un evento benéfico.

- ¡Claro amiga! Que todo se nos va arriba. - bromeo divertida. 

Es que bueno, al parecer el desacuerdo que hemos tenido atrás ha quedado desde que nos encontramos, y eso adoro de Tess por algo somos tan amigas. Así que muy pegada a ella, salimos del Instituto con la intención de almorzar y compartir un momento único. La echaba de menos, y no hay mejor oportunidad que ahora para ponernos al día. 

Ahora mirando a los ojos, pienso y suelto.

- ¿Hamburguesa? ¿Pollo? Nada light, después caminamos un rato. - digo entre risas. - O que quede, total, la perfección no dura para siempre. ¿No crees?

Un evento benéfico...  no le apetecía mucho, la verdad. Pero no tenía nada que hacer aparte de la fiesta de Madison, a la que por una vez, y no precisamente por el glamuor, sí que se moría de ganas de ir. Aún así, antes de nada se pasaría por casa.

James recogió sus cosas y se fue con la idea de acudir al evento de la familia Nixon, le parecía un buen modo de ocupar la tarde.