Pero ¡Se les puede noquear a...!
Trató de replicar a su compañera. A puñetazos, iba a decir. Sin embargo su enemigo le lanzó un golpe traicionero por la espalda a Juan y el impulso de Burnell fue más rápido que su sentido común: se abalanzó corriendo a apartarlo de la trayectoria letal, sin pensar en las posibles consecuencias.
Motivo: Ya que me dejan el salto heróico, pifiaré y moriré :D
Tirada: 1d20
Dificultad: 18+
Resultado: 17 (Fracaso) [17]
No fue una pifia! O.O!
Intento lanzarme contra ella, pero me caigo de bruces. Joder, las heridas aún me pesan...
Motivo: matarla
Tirada: 1d20
Resultado: 1 [1]
La risa de la moira llama su atención tarde, el ataque ya fue lanzado y al moreno solo le quedaba intentar girarse a protegerse como pudiera pero sería inútil, por alguna razón se giró de cuerpo completo y bajó la guardia para un ataque abierto, asumiendo que la criatura temería las represarías que vendrían tras un ataque como el que estaba lanzando.
Nota mental, aclarar que solo gira la cabeza xD
El ataque sorpresa de Láquesis provoca una ola de calor que alcanza a todo el grupo en el pequeño segundo de reacción que tarda Burnell en lanzarse a salvar a Juan. Gracias a los instintos entrenados del chico, ambos caen al suelo llevandose tan solo el golpe y unos pocos pelos socarrados.
El fuego del ataque se desvanece en el aire instantes antes de que ambos chicos terminen de girar sobre el hielo que forma el suelo y parece que el tiempo se haya detenido. Láquesis os mira, uno a uno, buscando objetivo, o quizás una debilidad... o quién sabe qué. Pero, antes de decidirse, su mirada cambia y se dirige al fondo de la sala. La diversión que había en ella desaparece y se torna en agresividad mientras escucháis ruido de agua, chapoteos y respiración agitada.
-Traidor -Murmura con una voz que destila odio, con la mirada fija en su hermano, que sale del agujero del hielo arrastrando a la otra moira, totalmente inconsciente. Para cuando los ojos de todos vuelven a girarse a Láquesis, este ha desaparecido.
Bien hecho, Burnell.
Teneis vía libre para continuar. Aisha vuelve a unirse al grupo (aunque sigue como Npc)
Con un movimiento impecable Burnell ha salvado a Juan mientras mi ataque no parece haber servido para nada.
Tensa espero el siguiente movimiento de la Moira, que ahora parezca tomarnos mas en serio no es una buena señal y sigo sin estar muy confiada en que podamos vencer, pese que se ha demostrado que si tenemos alguna posibilidad.
Pero todo acaba cuando Atropos vuelve, vencedor sobre la Moira del ácido. Indecisa si girarme a ver llegar a nuestro aliado pero sin querer dar la espalda al del fuego me sorprendo por la rápida desaparición del segundo, momento en que me abandona la adrenalina y medejo caer de rodillas en el suelo para examinar mejor mi quemadura. El muslo parece palpitar y la herida se ve fea y desagradable, pero no grave, parece ser superficial aunque duela como mil demonios
-¿La has matado?- digo señalando a Clotho
Tras rodar por el suelo, al incorporarse, el muchacho lanzó una mirada sostenida unos segundos al rescatado, sin decir nada. En realidad estaba evaluando si se encontraba bien y no es hasta que escucha a Krysta que se incorpora regresando al entorno por completo. Un enemigo desaparecido, otro derrotado, pero él les había dado una oportunidad hasta el último segundo. No iba a ser tan amable si volvían a encontrarse, eso lo tenían claro. Extendió su mano para ayudar a Juan y despegó sus labios para hablar, le dolían las quemaduras y aún así se encontraba tan estimulado por haber podido salvar a un compañero.
-Creo que... nos vendría bien algo de ese agua restauradora.
Alcanzó a mascullar. Buscó con la mirada Láquesis y asintió.
-¿Ahora?
La respiración agitada de la moira restante deja claro que algo más que solo un paseo ha ocurrido bajo el agua. Tras desaparecer su hermano, estira la mano dentro del agujero y saca a Aisha, que estaba esperando en el agua a que fuera seguro para asomarse. La pregunta de Krysta hace que se gire a ella, tanteando la respuesta o quizás la posible reacción del grupo.
-No estoy seguro, la he sacado rápido pero igual se ha ahogado -Dice en una aparente calma, aunque se agacha a a comprobar el estado de su hermana no de la forma habitual, sino zarandeandola bruscamente y golpeandole la cara para que despierte.
Totalmente inmóvil, ese podría ser el resumen de todo lo que hice mientras los demás arriesgaban sus vidas. Así de inútil fui una vez mas por culpa del terror, que a diferencia de los demás, ellos lo atacaron sin pensárselo dos veces y esto me hizo plantearme si realmente debía seguir allí o irme para evitar ser una carga futura, después de todo incluso cuando las llamas lamieron mi piel, como al resto, ni siquiera fui capaz de moverme para esquivarlas.
-Al menos mi pantalón esta seco. -Ese fue el primer pensamiento que recorrió mi mente después de que la Moira se fuera y el aparente peligro desapareciera.
-¿A-a-Ahoghado? -Ni siquiera era capaz de hablar todavia. Quise caminar y ver la situación, pero las piernas seguían ancladas al suelo.
No entendía como podría llegar al extremo de ahogarse por buscar a su presa o que es lo que realmente sucedió dentro del agua, pero igual, si podíamos despertarlo, se daría cuenta de que no queríamos la muerte de nadie más, si no que, solamente buscábamos respuestas más halla de ser enemigos.
Burnell se fue sobre Juan para que ambos salvaran de las quemaduras, el impacto contra el suelo no fue nada en comparación a lo que hubieran resultado las quemaduras. Un instante los ojos café del moreno se perdieron en los de Burnell, tan impresionado por la velocidad en que pasaron las cosas que no pudo decir o reaccionar pero la voz de Krysta rompe ese prolongado instante.
Juan se sienta y ve su entorno, mezclando sus emociones más pero serenándose de alguna manera al ver la mano de Burnell para ayudarle y a las Moiras enemigas derrotadas. Toma la mano del chico y se pone de pie, tomando su martillo con la otra mano al alzarse. -Gra-gracias.- Culmina con la interacción.
-Debemos atar a Láquesis o incapacitarla de alguna manera para poder seguir.- Eso si querían seguir -O convencerla de que está del bando equivocado antes de que nos vuelva a atacar a traición.-
Como es evidente, la falta de tacto de Átropos no ayuda a que su hermana despierte y simplemente la deja tirada, volviendo a ponerse de pie tras resignarse.
-Creo que sí está muerta -Decide por si mismo y mira a Aisha, revisandola con la mirada, y vuelve a girarse al grupo -No podéis atar a mi hermano, quemará las cuerdas o las fundirá, esta era la única sala donde podíamos contenerlo, ¿o pensais que le habeis ganado y por eso se ha esfumado? -Tomando la mano de Aisha, avanza sin preocuparse por el cuerpo de su hermana en el suelo, yendo al agujero en la pared que han dejado las dos moiras al entrar -Si quereis ir tras él, perfecto, pero nosotros vamos a salir de aquí -Las palabras de Átropos lo siguen mientras tira de la chica hacia la salida sin detenerse y sale por el hueco sin esperar a nadie.
Alucinada miro a Juan cuando aun habla de razonar con las Moiras, no comprendo como aun piensa que eso es posible.
En cualquier caso escuchar que la Moira del ácido a muerto me provoca una mezcla de emociones, por un lado alivio, por otro miedo, no se que hará a continuación su Padre, o su hermano ya puestos, sigue por aquí.
-Yo voy con vosotros- digo a Atropos mientras me pongo en pie con cuidado, comprobando que mi pierna herida me sostiene
-he de encontrar la sala de trofeos-
Tras esto salgo apresuradamente tras Atropos y Aisha
No había más que hacer en ese momento, Juan camina detrás del grupo que se retira, sin embargo se mueve lento y espera al resto del grupo, sin decir nada espera a ser el último en salir ya que no quería que nadie más salga lastimado, no por bajar la guardia.
Tampoco pretendía detener a alguien si pensaba ayudar a la moira inconsciente.
-Nada
Fue la corta respuesta a Juan. Estaban volviendo a ponerse en movimiento, así que no iba a cortar esa dinámica, en su lugar se sacudió un poco el polvo y se cuadró.
-Si eso era su poder contenido, mejor no imaginarlo sin contener. Vamos.
No tenía mucho sentido alagar nada, fue tras Átropos ayudando a Krysta, si ésta se lo permitía, sin decir nada.
Salió del agua y apenas echó un vistazo a su alrededor. Parecía que todos seguían vivos... o al menos había alcanzado a ver suficientes personas en un solo golpe de vista.
Aisha acompañaba los movimientos de la moira casi como un muñeco de trapo, sin oponer resistencia. Ni siquiera se había parado a ver si alguno de los presentes tenía en su poder su tridente. ¿Lo habrían recogido? ¿Lo llevaba en la mano que le quedaba libre sin ser del todo consciente de su presencia?
Intentó tirar un poco de Átropos cuando vio que comenzaba a caminar, dejando el cuerpo de su hermana tras de sí, pero apenas ejerció fuerza, quizás ni siquiera notó su movimiento. - ¿Vas a dejarla ahí? Pero... es tu hermana- apenas le salió un hilo de voz dubitativo. Sí, las hermanas no eran lo mejor del mundo, muchas veces entraban ganas de lanzarle una sartén a la cabeza, ser hija única... pero era familia. Aunque... ¿Quién era ella para discutir qué hacer con su hermana si estaba empujándolo a acabar con su Padre?
- ¿Estarás bien... si la dejamos?- en este momento se obligó más a pensar en cómo podría sentirse Átropos con su decisión que en lo que era moralmente correcto.
¿Lo habrían recogido? ¿Lo llevaba en la mano que le quedaba libre sin ser del todo consciente de su presencia?
Como me he perdido varias cosas por el camino (siento mi ausencia, intentaré estar algo más activa dentro de lo que cabe), me gustaría saber qué ha sido del arma de Aisha, si es posible.
Cuando Burnell se ofrece a ayudarme estoy tentada a aceptar, pero niego con la cabeza
-Si Matias sigue vivo mejor ayúdale a el, yo me las arreglaré-
Cada paso es un tormento, pero el caso es que puedo caminar, solo espero no tener que correr
Voy por el camino indicado por Atropos sin mirar a Aisha, sigo sin creer que sigan preocupándose por las otras Moiras
El tirón de Aisha no pasa desapercibido para Átropos, que se gira a atender su pregunta, mirando a su hermana un instante, quizás pensando que hacer, quizás no.
-No sé qué hacer con ella, está muerta, creo -Dice sin mucho problema y mantiene la mirada fija de la chica cuando le pregunta si estará bien dejandola ahí -¿No debería estarlo? Cuando se levante será un problema que estemos aquí -La confusión brilla un momento en sus ojos antes de volver a mirar a su juguete -¿Qué haceis vosotros con los muertos? -Pregunta, decidiendose a cargarla en su brazo hasta decidir qué hacer con ella, caminando igualmente hacia la salida, saliendo detrás de Krysta mientras Burnell carga a Matías como puede para sacarlo de allí. La mirada de la moira morada lo vigila durante un momento, interesado en algo.
-¿También está muerto? -Pregunta con una total falta de empatía hacia esa posibilidad -¿Qué haceis con los muertos? -Pregunta al chico, mirando al que, por culpa suya, esta fuera de combate. Un gesto pequeño, apenas un tic en el brazo, hace que Átropos lo mire más de cerca y lo zarandeé -Eh, ¿sigues vivo? -Dice, intentando despertarlo y, para sorpresa de todos, Matías empieza a reaccionar, claramente confundido. Átropos se mira la mano y a su hermana pero no lo intenta con ella.
-La sala del tesoro está por la otra salida -Explica, señalando dentro de la sala, pero mira el pasillo a un lado y a otro, quedandose callado -Por aquí -Dije, tras examinar la pared y camina decidido hasta una puerta que marca el número 17. Al abrirla, un aire húmedo y cargado os da la bienvenida a un suelo de hormigón en una casi habitación. Allí, Átropos suelta a su hermana, sin preocuparse del golpe que esta se da contra el cemento de la sala del hormiguero.
-Menos mal que la hemos traido, puede ser el cebo -Murmura, caminando hacia la apertura que da a las alcantarillas.
Aisha, puedes llevar todavía el tridente en la mano o encontrarlo tirado por el camino, no es relevante por que no has ido jugando y creo que Burnell te lo devolvió al terminar la exploración.
Matías está despierto pero es un NPC hasta que su jugador vuelva a dar señales de vida... vais todos juntos salvo que diga lo contrario (o me digais lo contrario).
Era claro que las moiras no eran como las personas, su falta de aflicción ante una muerta era algo extraño de ver en una figura antropomórfica, al menos a ojos de Juan pero estaba lejos de enojarle pues ya estaba conociendo como de perversas podían ser algunas.
-Muchas culturas humanas entierran a sus muertos, otros los incineran y muy pocas se los dejan a los animales de rapiña... Supongo que ustedes no han generado alguna costumbre así.-
Matias estaba despierto ya, eso era un alivio. Luego quedaba ir a la puerta y tras esta era casi como viajar a otro mundo el que explorar.
-Hmm...- El piso le hacía pensar en una ciudad -Alcantarillas...?- mira con curiosidad.
Ante las palabras de Krysta, Burnell cargó a Matías, quien al poco resultó despertado por la Moria a golpe de guantazo y se reincorporó para caminar por su propio pie. El muchacho movilizó sus hombros intentando que la sangre volviese a correr como debía. Sentía que las extremidades aún le ardían un poco, pero suspiró y se animó a seguir al grupo. No pareció darle mucha importancia a la conversación hasta las últimas palabras de Juan, lo que le hizo poner los ojos en blanco.
- Es una cuestión de supervivencia, algo egoísta: los muertos y los carroñeros atraen a la enfermedad y a plagas varias.
Así funcionaban los entierros, aunque la costumbre y la religión lo disfrazaban de respeto y rituales. Asintió a las palabras de Átropos al entrar en la nueva sala.
- Podría ser útil, sí.
Apretó los labios.
- Las hormigas... fueron jugadores ¿verdad?
-Ellos no tienen cultura, no tienen padres y nunca se han enfrentado a la muerte de los suyos. Solo tienen a su Padre, su creador. No los confundáis con seres humanos porque no lo son y nunca lo han sido- digo ya algo cansada de que los traten como personas y esperen que reaccionen como personas, eso acabará matandonos. Ya es increible que no hayamos muerto ninguno.
Una vez en la nueva sala me dejo caer agotada y cierro los ojos. La pierna me palpita pèro mi cansancio es sobretodo nervioso
-¿Cebo para quien?- pregunto sin abrir los ojos