La velocidad a la que las hormigas caminan se hace evidente una vez salen del espacio designado para su reina y prole, evitando molestar a las pupas en crecimiento que hay a su alrededor, las enormes hormigas aceleran el paso, subiendo rápidamente a la salida de la colonia por donde el grupo ha entrado. Entran a los túneles semi oscuros sin ningún problema, caminando de igual forma por paredes suelo y techo, provocando que todos deban agarrarse con fuerza a sus cuerpos para no caer en uno de sus giros trepadores. En una bifurcación, las cuatro hormigas paran y mueven las antenas en el aire hacia las dos direcciones antes de lanzarse hacia la izquierda.
Cambiamos de escena para llegar a la sala.