Suspiro, no va a funcionar, a menos que...
- Tu idea no ha funcionado, Burnell. Espera, ¿Y si... y si es una cuenta atrás? Van perdiendo calor, luego imagino que sus efectos podrían verse cuando todo termine. la cuestión es quien va a arriesgarse a quedarse en ese caso.
Lo que pasaba con el libro era confuso "¿Cómo es posible?" Se preguntaba por la magia en este, si no le servía para escribir se lo podría dejar a Burnell sin problema si aún lo quería; de momento habría que centrarse en las vasijas.
El chico hizo caso, acercando a Kira a Jenny. Escuchó el poema y le costó relacionar aquel triste poema a un juego por el cual tuvo que pasar para completar la serie. Igual se mantuvo sosteniendo la mano de ella y apretando suavemente con sus dedos de alguna manera generando un patrón reconocible. Luego Jenny saco un cuchillo a lo que Juan se pone algo tenso hasta que ve y escucha lo que hace, parecía que habían llegado a una encrucijada; las musas no aceptarían cualquier arte pues los poemas y la sangre no eran lo que buscaban.
Juan lo medita entonces y luego llama la atención de los demás alzando la mano. Señala a la vasija de Erato y luego a su corazón y al de Kira, recordándole al grupo de que Erato era la musa de la poesía romántica; intentando de que piensen que es posible que no les baste cualquier expresión artística, sino que deberían intentar darles algo acorde a su identidad.
Pero antes de perder la atención del grupo alza un dedo y señala a Terpiscore; esta era otra aproximación que se le ocurrió. Señalando la figura en la vasija dibuja (con el dedo en el aire) una estómago voluminoso en su abdomen, simbolizando maternidad; luego hace ondas con su mano simbolizando el agua y un aleteo de las piernas para ver si alguien recuerda que era conocida como la madre de las sirenas. Si es que alguien atinaba con ello entonces Juan dibujaría una forma ovalada en el aire "un huevo", el huevo de las sirenas. De aquello podrían inferir (si es cierto) que en cada sala que pasaron habrían tributos para poner en las vasijas, o al menos eso pensaba y asentiría señalando cualquier comentario que fuera apuntando en esa dirección.
-Te comprendo.
Empatizó Burnell con Jenny sobre Simon, aunque cuando dijo aquello de "y si eres un convertido" no pudo evitar encogerse de hombros.
-¿Y si no lo soy?
Sabía que lo único que tenía a su favor eran sus actos. En cualquier caso al menos la chica parecía razonar con sentido común, lo cual era poco común en aquella jaula de grillos. Prestó después su atención a lo que todos decían y cómo intentaban ver si aquello se podía activar de algún modo. Aunque las palabras de Jenny le vinieron de nuevo a la mente.
-¿Y si están para volcarlas en vez de para introducir algo? En cualquier caso... -miró a Juan, extendió su libro hacia él- Algunas hojas están garabateadas, con lo que puedes escribir en él. El resto están en un lenguaje ininteligible y... bueno, quizá puedas usarlo para comunicarte. Perdón por no ser más insistente con lo de la trampa, no me esperaba estos efectos. En la casa de los espejos podíamos huir de las pesadillas.
Dicho todo eso, le daba igual desprenderse del libro, incluso estaba en su mente ofrecerlo como sacrificio.
-Es que, lo siento, no te entiendo Juan.
Se encogió de hombros y puso las manos hacia arriba. Si el muchacho tomaba su libro, él tomaría el libro que borraba cualquier contenido inmediatamente. Había algo que a él le gustaba, y lo hizo poniendo la mano sobre la última que señaló Juan, de Terpiscore.
-Entre luces, farsa,
anfitrión traiciona,
noche sin perdón.
Era un Haiku.
-Soy Burnell, necesitamos vuestra ayuda. ¿Me podríais inspirar?
Ni siquiera estaba seguro de si era eso lo que quería, al fin y al cabo los griegos eran muy dados a los dramas, a liarla por cualquier tontería, al sexo y a la violencia. Vamos, eran como adolescentes hormonados.
Un Haiku son Cinco , siete cinco - mentaria Amaranto sin prestar mucha atención al resto de cosas - sería más ...
Luces y Farsas...
anfitrión amoral...
Males nocturnos...
Sigue sin suceder nada y las vasijas están frías en la oscuridad de la noche.
- Porque no echáis el libro dentro..? porque tenemos un libro, no? - si había entendido bien, a parte del que tenía Burnell había entendido que había otro libro más. Más sacrificio que eso... Para los amantes de los libros, claro
Tras decir aquello su cuerpo buscó el sostén del de Juan. Podría funcionar como que no. Había sentido que el muchacho había estado haciendo gestos y la pena de no escuchar su voz ni de verlo la quemaba por dentro.
- Juan muevenos un poquito para no incomodar mucho. No se cuanto tiempo tenemos y... Quiero besarte - seguramente estaría roja como un tomate pero quería un buen beso. De esos que encendían la sangre y erizaban la piel. Con lengua y saliva. Con un poco de manoseo también.
-Lo pensé, echar el libro. Pero en mi libro Juan sí puede escribir, así que decida él.
Respondió a la propuesta de Kira tras asentir curioso a Amaranto, él no tenía tanta idea de haikus, pero le resultó agradable ver que la muchacha sí sabía.
-También podría ser que tengamos que encender una hoguera. ¿No era habitual en algunos templos?
Eso sí, la última petición de Kira hizo que el muchacho se echase a un lado para dejarles cierta intimidad, algo imposible en aquel sitio abierto pero claro, ella no veía nada así que le daría igual. Si alguien prestaba bastante atención, posiblemente podría notar cierto rubor subiendo en sus orejas y si alguien fuese lo bastante empático podría detectar una suerte de celos por sacar algo bueno de aquella situación.
Tomó el libro de Burnell (donde se podía escribir) y le entregó en el que no. Agradeciendo el gesto del chico, luego de negar con la cabeza y la mano cuando este se intenta disculpar por no insistir; ellos tomaron su decisión y su riesgo.
Cuan Apoyaría el libro en un pilar para escribir sin soltar a Kira, entonces les mostró a los demás una hoja, mientras otra en la que escribió y arrancó la doblaba para meterla en la vasija de Erato; el resto pudo notar que veía cada tanto a Kira mientras escribía y siendo en la vasija de Erato pues ya se podrían imaginar. El moreno la convertía en musa de su inspiración, la voz que podía llamar a su mente los recuerdos de un poema de amor a los cuales alguien no tan preparado no dedicaba mayor tiempo que el natural en su ser para deleitarse con bellas prosas.
Erato era la musa del romance, estoy dejando caer algo a ver si tiene efecto.
Sino recuerdo mal, una de las musas se decía que era madre de sirenas. Quizá el huevo deba ir ahí... no sé, es solo que recordé el primer salón.
Si no lanzamos el libro en el que no puedo escribir, lanzaríamos este (Si Burnell está de acuerdo).
¿Alguien puede decirle a Kira que: Yo Juan, estaré a su lado siempre.?
Juan habría escrito en español, una lengua latina. Plasmando un poema de Garcilaso de la Vega:
Spoiler (marca el texto para leerlo):
Antes de soltar la carta que escribió en la vasija siente la llamada de Kira y al escuchar su petición se sonroja también pero no por que le apenara que tuviera que decirlo en vez de poder usar gestos, sino por que por su mente pasaba la idea de llegar hasta donde se pudieran permitir y más, en parte algo de miedo por saber de lo que fuera capaz y es que el sentimiento por Kira era real y ahora cuando dejaba caer el papel, bastante intenso y presente.
Juan sonríe y vuelve a acariciar el dorso de la mano de la chica, se lo lleva a la boca y besa su piel aceptando su petición. Mirando al resto se despide con una sonrisa algo divertida y también algo apenada. Entonces con Kira de la mano busca interponer uno de los pilares entre sus compañeros y ellos dos.
Spoiler (marca el texto para leerlo):
El primer Spoiler es el poema que escribió y el segundo es algo para Kira que imagino que no todos le van a prestar mucha atención a esos párrafos.
No sucede nada, ninguna de las vasijas reacciona a las palabras escritas, a la hoja ni a los sentimientos cercanos.
Escriba en el idioma que escriba, el resto lo leerá en su idioma automáticamente, así que poco importa el detalle xD