Todo parecía retornar... todo tenía su camino y su dirección. Un destino, un final... pero todo final se asemeja a un principio, como el principio que nacía en los labios de Priya, que soltó la mano de su padre, y tras coger aquel tomo lo abrió frente a ella por el centro y esgrimió una corriente de aire desde sus labios, que abrasaba como el desierto...
Aquel tomo rescatado y guardado durante tanto tiempo, que volvía a guardar, las historias y conocimientos de las primeras guardianas, empezaba a calcinarse bajo aquel aliento abrasador, las cenizas se dispersaban por la tierra maldita, volando sin rumbo, dejando un rastro de cenizas y humo, un hedor a destrucción...
Priya se contoneó hasta su padre y le dijo se mesaba el pelo otra vez.- Despliega tu lluvia.... otra vez... - Nimay no movió ni un ápice mientras miraba a su hija, a la vez que el sonido del agua empezó a aparecer.... la lluvia cubría la extensión de Oldland y las cenizas que volaban caían con la fuerza del agua, agarrandose al suelo, y formando junto con los charcos, tonalidades de agua negra y gris...
Esa misma lluvia oscura que empezó a cubrir los pasos de Yaiza, Smel y Olenna... que seguían sus pasos con esfuerzos, hasta que por una extraña razón, su control se paró, y se giraron para ver como en el centro de aquel sitio, donde aún descansaban los cuerpos de los muertos, y la llama de Fiona ardía, a pesar de la lluvia... de alguna manera, aquel agua acariciaba a Nimay de forma especial...
Su torso resbalaba y lucía con fuerza tras el rastro de las gotas, mientras su pecho bamboleaba, con seducción... su mirada se hizo penetrante, y de alguna manera, miró a cada una de las tres mujeres, que sin poder esquivar el mandato de su mirada comenzaron a desandar sus pasos para volver al centro.
La rabia e ira se encendía en la mirada de Olenna que se acercaba con los dientes prietos al igual que animal.... Smel desplegó su látigo de lodo, con frialdad.... y Yaiza cruzó sus brazos mientras el viento golpeaba el ambiente con ferocidad...
Aquel no era su destino, aquel no era su final... Como salido de un trance que otorgó poder y comprensión de lo que estaba por pasar, Nimay sonrió y dijo, mientras adecuaba su ropa mojada y acariciaba a Haathee.- Nuestra alianza sigue en pie... no podéis ignorar lo que Oldland os hizo ser...
Miró al pequeño Mika, a Aisha dentro de Orell y a la masa de arena que formaba el espíritu de Dyehuty. Una sonrisa nacía en sus labios y dijo mientras se acercaba de nuevo a su hija y agarraba su mano otra vez.- Esa puerta permanecerá cerrada... Oldland en nuestra.... no necesito demonios que me hagan callar... es nuestro tiempo.... esta tierra necesita de nuestra mano para crecer... Oldland ya no será temida por su tierra maldita, sino por la corte que la regenta... una corte llena de Plagas, Odio, Rencor, Deseos,, Pecados, Torturas, Sangre y Destrucción... Es hora de que comience la Era de las 7 Llagas... ¿Os interesa una porción que reinar...?
Las miradas por un momento se dispusieron turbias, airadas, pero poco a poco, cada uno aceptó la parte del destino que Oldland le había reservado, y así poco a poco se alzaba el nuevo régimen del terror... Mientras que los pasos de todos se aunaban e uno... dando pasos sobre arena mojada, ensuciada por aguas oscuras... que bañarían nuevas tierras y pesadillas, que ya tenían nombre...