Aquel mismo día por la tarde. De nuevo los cuatro se habían reunido ante la llamada de Meredith. Lo que había ocurrido aquella mañana en el hospital no era del todo raro... pero la nota...
Os dejo hablar de nuevo del siguiente curso de acción.
Respecto a la dirección del tipo. No tendréis problemas en conseguirla dada la actual posición sobretodo de Hogwart. Michael tampoco tendría problemas e incluso puede que Norman le conociera de refilón; así que asumid que ya la sabéis.
Meredith no les dejó siquiera que la contaran como había sido su experiencia en la ceremonia de acceso al club de señoritos al que ahora pertenecían. Apenas se habían sentado todos alrededor de la mesa y Bedows les hubo llenado unas copas, la enfermera les asaltó a explicaciones de lo que había vivido en el hospital.
Excitada, les habló del herido al que había tenido que atender hoy, de cómo iba vestido y el arma que portaba, motivo éste, sumado al policía que guardaba la puerta de la sala de operaciones, por el que ella pensaba que tenía que tratarse de algún matón de una familia mafiosa conocida. También les habló de su ruego de acabar ella lo que él no había podido terminar y que lo hiciera por su hijo -detalle que preocupaba a Meredith, pues ella veía en él una conexión con la muerte de Jerome.
– Se llamaba Michael Rourke. Al menos siempre y cuando su documento de identificación no fuera una falsificación, claro. Y esta es su familia. –Sacó la foto que había tomado del difunto y la dejó en la mesa para que pudieran echarla un vistazo. Buscó entonces en su bolso el papel que la había pasado con tanto secretismo y la puso al lado de la fotografía, de forma que pudieran ver la dirección que estaba escrita en ella –. Y esta es la nota que me dio. ¿Conoce la zona, señor Burton?
Apenas hubo hecho la pregunta a Norman, se mordió los labios, dándose cuenta de que estaba dejándose llevar por prejuicios hacia el hombre.
– ¿Creéis que podréis encontrar la dirección del domicilio del señor Rourke? Me gustaría hablar con su mujer. –Se dirigió rápidamente a todos, tratando de disimular algo su desliz –. Querría visitar a su mujer y ver si ella sabe algo de lo que se traía su marido entre manos. –Con voz algo dubitativa, habló entonces con su marido–. Estoy segura de que las sabré arreglar sola, pero, si quieres acompañarme, tu don de la palabra tal vez podría ser de gran ayuda.
Aunque había disfrutado del whisky del club Blackstone, Norman no podía negar que se sentía más cómodo reunido con sus amigos, en lugar de estar rodeado de esa gente importante.
Cuando Meredith les relató lo descubierto, tomó la foto y la miró detenidamente.
-Mmmm. Sí que me suena un poco. Quizá podría hacer algunas preguntas por ahí, si deseamos indagar más sobre el tipo. Aunque como bien dices, quizá hablando con su mujer sea suficiente.
Luego observó la dirección escrita en ese papel. Norman se rascó el mentón, el cual empezaba a necesitar un afeitado.
Como no sé si Norman conocerá algo sobre esa dirección o la zona, lo he dejado en el aire.
—¿Tatuajes dices? —Michael escuchó como Meredith le describía los tatuajes de aquel hombre y trató de relacionarlos con los tipos con los que se cruzó en el parque1. Echó un vistazo a la fotografía fijándose especialmente en la cara de aquel hombre que acababa de morir.
Lo cierto es que la oleada que Meredith describía preocupaba a Michael. Parecía que la actividad de los bajos fondos de Bloomfield estaba creciendo y, o bien no querían taparla o la cosa era tan gorda que no estaban pudiendo contenerla.
—Me gustaría echar un vistazo en esa zona —dijo refiriéndose a la dirección de la nota—, puede que por ahí se empiecen a desenredar las madejas. Mientras habláis con la viuda, trataré de obtener información sobre lo que hay en esa zona. Establecimientos, fábricas, negocios... todo lo relevante. ¿Qué os parece?
[1] ¿Algún parecido?
—Claro que te acompañaré.— dijo Howard asintiendo a su mujer. Luego se volvió hacia Thomas —Sí. Creo que el tema del licor ilegal tiene algo que ver con lo que está sucediendo en esta ciudad. No me quito de la cabeza la botella con aquella substancia que encontramos en la licorería ilegal de la mina de McEnzie. ¿Y si estuvieran destilando el líquido negro para infectar a la gente? Empiezo a pensar que ese hombre tiene mucho que ocultar. ¿No les parece raro que ni siquiera se dignase a pasar por el club? Como si nos quisiera esquivar.
Rourke vive en Barton Cove, en uno de los mejores edificios de la zona, reservado para algunos de los hombres de los McAllister.
Respecto a la dirección de la nota el propio Norman y quizá Michael sepan que se trata de una zona también de Barton Cove, aunque en las afueras. Una zona de almacenes y algo de industria, nada de viviendas.
Entiendo que Howard y Meredith van a ver a la viuda. ¿Correcto?
Michael a la dirección de la nota.
¿Norman?
-Yo iré contigo-dijo respondiendo a Michael-. Más vale ir acompañado por esos territorios.
Yo iré con Michael a la dirección de la nota.