Partida Rol por web

Quizás Lilie no destacara en el examen por sus puntos, pero lo que sí hizo fue dibujar varios pentagramas escondidos por todo el el examen, y al lado de su nombre una nota que decía "A ver si encuentras los 5 Pentagramas", aunque ella en realidad lo que hizo fue dibujar tan solo 4 de ellos. ¡Su maldad no conoce límites!.

-¡Sí! -Exclamó la pequeña alzando la mano con la cartera aún pegada- ¡Escribir con esto pegado es muy molesto!.

La pequeña infló sus mofletes molesta porque se había priorizado muchas cosas insulsas como despertar al comatoso, los exámenes que podrían suponer la expulsión de los alumnos o broncas en casa, y la repentina marcha de una compañera y hermanastra de uno de ellos, la adopción por parte de Momoka, la fiesta del té, la visita al hospital por tomar té en vasos suicios y cucharillas con restos de "caballo"... ¡ANTES DE SACARLE LA CARTERA DE SU MANO!.

De hecho, si alguien intentaba quitarle la cartera a Lilie por la fuerza, esta se volvía a pegar a ella como si de un imán se tratase... Aunque no solo se limitaba a su mano, pues también podía acabar en la frente de esta.

- Y que lo digas, Tetsu-kun, yo también dormí un montón de horas y me siento con muchas energías - casi dando saltos me acerqué a mis amigos. Estaba de muy buen humor - en breve tendremos una viaje, será increíble, y ya tengo algunos pla-a-a-a-anes - Ayame me comenzó a agitar entrando en pánico - A-a-a-ayame-e-e-e-cha-a-an, de-e-ja-de-e-e agi-i-i-tar-me-e-e-e.

Agarré sus manos para que se tranquilizara y la miré con aire misterioso - Ayame-chan, mañana iré a tu casa para hablar y algunas cosillas más, tenemos que preparar lo que tu ya sabes antes del viaje - le guiñé el ojo con complicidad.

Miré entonces a la pequeña y me agaché a su lado - Lilie-chan, ¿quieres que vayamos a quitarte esa cartera de la mano? Creo que ya es hora de que te deshagas de ella.

"¿Lo que yo sé?" preguntó inclinando la cabeza hacia un lado, mientras con suavidad Momoka se soltaba y se agachaba hacia Lilie. "¿El qué sé yo?" se preguntó a si misma llevándose el dedo índice al mentón y mirando al cielo, mientras pensaba y requetepensaba. Al final, acabó cayendo en la cuenta de que tenía un mensaje nuevo sin leer en el móvil de Momoka. "¡Ah! ¡Ya sé lo que sé! ¡Creo!" exclamó al recordarlo. Luego empezó a leerlo, y su cara cada vez se puso más roja. "E-e-es buena idea, sí... v-v-vale..."

Le sonreí asintiendo y, viendo que la pequeña no parecía muy atenta, decidí aprovechar lo que quedaba del día para ir a visitar a Blosson.

- Voy a ir a visitar a una amiga para ver qué tal está, hace tiempo que no la veo - les dije despidiéndome - Lilie-chan, pasaré luego a recogerte. Pórtate bien.

Al terminar hoy las clases desaparecí rápido dejando atrás a todo el mundo, sabía lo que quería hacer hoy y es que aunque fuera una bruta y ya no me fueran tan necesarias las clases de katana ya había creado cierto vínculo con el club así que me encamine hacia la sala del club de kendo para entrenar un poco antes de que fuera el viaje.

¡¿Cómo llegas tan tarde?! - preguntó señalando a Saito con la espada, a pesar de que había llegado a buena hora. Aún así no parecía enfadada. - Venga, a entrenar con los demás.

En cuanto llegué ya estaba Sunada gritando como siempre y sin siquiera pararme a pensar en sus palabras me puse a hacer reverencias mientras me disculpaba como un loco hasta que me dijo de ir a entrenar lo cual obedecí sin rechistar y corriendo a toda prisa. De paso saludaba a toda prisa a los demás miembros del club con miedo de recibir una paliza por parte de nuestra líder si por hacer eso me retrasaba en los entrenamientos.

El entrenamiento continuaba con normalidad, parecía que estaba a punto de llegar el fin de la clase, en ese momento Sunada se cruzó de brazos y miró a los demás. - A partir de la vuelta del viaje, no voy a poder continuar siendo vuestra capitana. Por asuntos personales no voy a poder seguir acudiendo tan regularmente y menos aún continuar ejerciendo como vuestra capitana. - se arrodilló ante todos. - Pido disculpas ante todos y nombro un nuevo capitán.

Se levantó poco a poco, sonrió levemente y señaló a Saito. - Lleva poco con nosotros, pero es más duro de roer que un hueso, además de que parece mejorar exponencialmente. ¿Aceptas el cargo?

Aún con el cansancio de los ejercicios vi junto a todos los demás como nuestra capi nos daba una noticia que estoy seguro ni uno solo de nosotros esperaba en lo mas mínimo. ¿Iba a ceder su puesto como capitana? ¿Así de golpe? ¿Que iba a ser de nosotros sin nuestra capitana temida como un demonio en todo el instituto? ¿Y quien iba a susti...tuir...

- ¡¿Qué?! -vale, eso no me lo veía venir debía haber muchos mas experimentados que yo- Solo soy... un novato... -iba a decir mas pero las palabras de Sunada hablando sobre mi potencial me dejaron sin saber que decir- Sin todos están de acuerdo haré lo posible por dirigir tan bien el club como usted lo hacía Masago-senpai -creía saber que le pasaba pero no quería decir ni una sola palabra al respecto frente a todos los demás- Pero querría hablar a solas conti... con usted.

Sunada apartó a Saito del resto del grupo. - ¿Qué sucede Kitagawa-kun? ¿Por qué deseas hablar a solas conmigo? Si lo que te preocupa es lo que viste en el hospital... En parte mi abandono es por ello, para tener más tiempo para estar allí e ir con más calma, además no quiero realizar malos entrenamientos por tener la cabeza en otra parte. - entonces sonrió, con una mirada determinada. - Pero además el año que viene empezaré la universidad y tengo que realizar un gran examen de acceso ¡ya sabes lo duros que son!

Puso una mano en el hombro de Saito. - Sé que no soy tan buena como para vivir de esto y a pesar de que es una gran pasión para mi practicar Kendo, debo centrarme más en los estudios y asegurarme tener un buen futuro. Ya habrá tiempo para continuar con el Kendo.

Lilie más sola que la una, decidió hacer lo que una niña de su edad haría, ir en busca de armas filosas para apuñalar a la cartera del demonio. Pero porque no quería ir sola, decidió hablar con Yuuta Akuhi, para que la acompañara a solucionar esto por la vía rápida, no... por la buena vía, tampoco... por la vía de Lilie.

-¿Me ayudas a conseguir un cuchillo y sacarme esto de una vez?.

Los dias hasta la incursión los planeaba pasar lo mas tranquilamente posible, digo... a quien se le ocurriría solicitar un nuevo empleo para luego al dia siguiente decirle al jefe que te ibas de vacaciones... lo mismo ir con Kinsho~sensei... aparecerme solo para irle a ratear un par de monedas no seria lo mas honorable de mi parte, por lo que firme en mi opción esperaba a que la tarde terminara de caer en los patios de nuestra escuela para poder irme a casa sin llamar la atención de nadie ni de mi mamá o padre.. 

O eso era el plan, hasta que bueno...

  Ehhhhh...- quedando con la palabra a medio camino mientras miraba a la pequeña ... la veo capaz... - S...sabes... c..creo que me sobra un poco de dinero con todo el asunto de la otra vez - para buscar a la otra alma incauta que estuviera por la zona... en este caso Arashi -  Arashi...mi amigo... hermano... compañero... - llegando con los brazos bien abiertos intentado llamar su atención de la manera mas sutil que se me ocurría en aquel momento ... cualquier cosa suena a sutil luego de lo dicho por Lilie... - se me da un poco mal esto de las localizaciones de tiendas que apenas visito... y como el viaje esta por caer... bueno... quizás... ¿ podrías ayudarme a llevar a la pequeña a que se quite eso... ?, se ve bastante incomodo como para pasar el detector de metales sin llamar la atención.

Las palabras de Sunada me tranquilizaron, desde luego me había temido mas problemas de los que en realidad había y eso en realidad me alegraba.

-Pensaba que la situación se había puesto mas grave, pero me alegra escuchar que no hay de que preocuparse. Y seguro que puedes lidiar perfectamente con tus exámenes, si has sido capaz de lidiar con esta panda que llamamos club de kendo, incluido yo, y ponernos en vereda unas simples pruebas de conocimientos no deberían ser nada para ti -le dije con una genuina sonrisa-Además siempre que quieras venir estaremos aquí, eres la persona con la que mas me gusta hacer duelos de práctica. No se si podre hacer las cosas tan bien como tu pero daré mi mejor esfuerzo, puedes contar conmigo.

No te preocupes, Kitagawa-kun, lo harás bien, parece que naciste para el Kendo. - comentaba poniéndole una mano en el hombro mientras le dedicaba una sonrisa. - Eso sí ¡espero que te pases por mi casa para hacerme un resumen de como están yendo las cosas!

Con eso dicho, el día continuó con normalidad y cada uno se fue a su casa... Aunque Saito acabó con un sabor agridulce en la boca, aún quedaba mucho curso y mucho tiempo para los exámenes... ¿Realmente estaba todo bien?

Tras aquél día en la piscina, los chicos, relajados y más felices, volvieron a Japón con las fuerzas renovadas y con la tranquilidad de haber derrotado a dos enemigas del tirón... ¿Aunque las podían considerar enemigas después de todo? Como fuere volvía la normalidad y tuvieron que ir a clase.

Lo curioso fue que al terminar las clases aquél día, Miyuki Akemi les estaba esperando a la salida...

¡Hola chicos! - comentaba animada. - Conseguí reunirme en la vida real con las dos chicas y... Bueno, físicamente están bastante mal, parece que están enfermando poco a poco por haber incumplido con su trato y habernos dejado escapar sin terminar la pelea.

También me han comentado que Ryland está preparando un ataque hacia nosotros. Piensa destruirlo todo y a todos en esta ciudad. ¡Así se asegura que vosotros palméis! - se la notaba mosqueada con todo aquello, pero entonces sonrió. - ¡Pero no os preocupéis! Lo tenemos todo pensado. Cuando venga, lo encerraremos en una habitación creada por Kaguya-chan, además de parar el tiempo gracias a Naoki-chan. Así podréis luchar contra él sin causar daños a nada ni a nadie.

Pero no podemos tardar demasiado, las chicas cada vez están más débiles y no creo que puedan usar sus poderes dentro de unos pocos días... - ladeó la cabeza. - Aún así, tenéis algo de tiempo para prepararos o zanjar los asusntos que tengáis pendientes.

- No te preocupes, Akemi-san, estaremos preparados para el momento - dije con gesto determinado - tendríamos que ir a aquel entrenamiento que nos dijeron hace algunos días - comenté al acordarme de la mujer del abanico.

Sin embargo, había algo que teníamos que hacer algo antes de todo aquello. Me llevé a Ayame a parte para hablar con ella en susurros.

- Hoy o nunca, Ayame-chan, hoy sí o sí tendremos nuestra doble cita - susurré mirando por encima del hombro espiando a los demás - ¿has traído todo lo necesario? ¿Tienes la ropa, verdad?

No había conseguido hacer nuestra doble cita en Italia por estar demasiado ocupados con el turismo o cansados por el combate.

Tetsuya se preocupó por lo que le comentó Akemi... Parecía que no tenían mucho tiempo para relajarse... ¡Pero eso no significaba que no pudieran hacerlo! Miró como Momoka corría hacia Ayame y susurraban cosas, por lo que decidió indagar en el tema.

¿Qué andáis tramando?