Llegas a la farmacia, todo parece tranquilo y normal... Demasiado tranquilo de hecho... Al echar un vistazo más al rededor te fijas que no hay absolutamente nadie ¿estaría cerrado el local? No, imposible, si habías pasado tu es que estaba abierto. ¿Entonces por qué no había ninguna dependienta?
Cruzo el mostrador y me asomo al almacén a ver si la dependienta está ordenando algún pedido.
-¿Hola, hay alguien aquí?
Al acercarte a ver el recibidor, pudiste observar unas manitas puestas encima del mostrador, junto con unos quejidos de esfuerzo. - Ñeeeee. - Tras el mostrador había una pequeña chica intentando llegar hasta allí, pero por mucho que se esforzara era demasiado bajita para llegar. Finalmente su mirada se cruzó con la tuya. - Hey grandullón, no encuentro mis escaleritas ¡ayúdame, por favor!
Pienso para mí mismo: "Wow, qué linda; pero... ¿es legal?" Se me cae la baba cómicamente; pero la cara de enfado de la chica por no ayudarla me hace despertar de mi embabia.
-¿Unas escaleritas no encuentras? no importa, déjame ver si en el almacén tienes algo que pueda servirte de taburete...
Me meto en la trastienda sin invitación para buscar una caja robusta, una silla, la escalerita o cualquier cosa que pueda improvisar.
Al entrar en la trastienda ves que en lo alto de un armario hay una pequeña escalera. Si te pones de puntillas puedes llegar, pero ves que es imposible que la pequeñaja llegara solo o pudiera verla dada su estatura.
Me pongo de puntillas y le traigo las escaleras a la enfermera
¡Mi escalerita! - gritó emocionada, pero acto seguido carraspeó y puso un tono neutral. - Eh... Esto... Gracias.
Una vez colocó la escalera detrás del mostrador, se subió encima de ella y ya podía atenderte con normalidad. - Si la has sacado del almacén... Supongo que la habían escondido los "graciosillos" de mis compañeros por ahí. - suspiró. - Pero bueno, da igual. ¿Buscabas algo chico?
Bueno, se ha hecho tarde, toma, por las molestias de haberme ayudado, invita la casa. - te dio unas tiritas, menos daba una piedra. - Ahora voy a cerrar, vuelve cuando quieras.