Al llegar los cuatro chicos por el pasillo de la derecha (el de la izquierda pra Momoka y Yuuta), vieron al chico peliblanco y a otro chico a punto de darse de hostias. Por otra parte Ayame y Tetsuya estaban allí en la sala, bastante echos polvo (aunque en pie y bien) y con cara de circustancia.
Los otros cuatro jovenes (Lilie y demás) llegaron al lugar donde estaban los otros dos chicos discutiendo.
Los chicos parecían tan enzarzados en la discusión que ignoraban todo lo de los demás, incluso lo que había dicho Ayame. Entonces, del techo en el centro de la habitación, aparecieron unas escaleras de caracol que llevaban hasta la superficie y por ellas bajó la mujer que os había invitado a entrar... Por fin la reconocisteis, después de todo vuestra esencia vital estaba en ella. - Calma chicos, calma. - comentaba mientras bajaba.
Ya lo hemos hablado, quien venciera a Reaper, entrenaría a estos jóvenes. - sentenció seria, detrás del abanico. Con un gesto con la mano, curó por completo a Ayame y Tetsuya.
¡No es justo! ¡Ahora yo tengo que quedarme comiéndome los mocos mientras este tipo puede seguir cargándose demonios! - comentaba molesto, mientras señalaba al chico en bermudas. - Joder, en mal momento esos tíos de mierda se han llevado a todos los demonios a la habitación de tela.
De terciopelo, imbécil. - gruñía Naoki. - Si no te entretuvieras con a saber que y te centraras, habrías llegado antes que yo. - miró de arriba a abajo a los chicos. Suspiró. - Además, tampoco es como si yo me fuera a divertir demasiado entrenando a esta gente...
El camino estaba siendo entretenido intentando entender las palabras de Yuuta y descubriendo el camino, estaba muy enfocada en conseguir llegar al final cuando en uno de los caminos nos encontramos con un tipo que trató de echarme los tejos. Quité la mano cuando trató de besarlo y le lancé una mirada divertida pero peligrosa, en plan "como te sobrepases te enteras". Por suerte, Yuuta intervino y el chico se marchó rápidamente.
- Supongo que chicos como esos los hay en todas partes - dije mirando desinteresada el lugar por el que había desaparecido.
Justo entonces Saito llegó con Lilie sobre él.
- Hola, chicos, ¿qué tal va el laberinto? - dije sacando rápidamente el móvil y sacando una foto de los dos - Saito, serás un gran padre cuando crezcas - dije riendo al ver a Lilie-chan tan feliz.
Seguí a los dos con gesto divertido hasta que llegamos al siguiente lugar. Miré a Tetsuya y Ayame y luego a los dos que discutían. Me acerqué a los dos primeros y les susurré.
- ¿Estáis bien? - pregunté preocupada por su aspecto.
No estaba muy segura de lo que estaba pasando, pero entendía que aquellos tipos estaban al tanto de nuestra situación o tenían algo que ver con nuestra misión.
- ¿Puedo preguntar lo que está pasando? - pregunté a la mujer con una amable sonrisa.
Por su parte Lilie decidió saludar a su hermanita mayor echándole la lengua... ¿Iba a ser una de "esas hermanas pequeñas"? La respuesta parecía ser que sí... Pero lo que más le había llamado la atención era la mujer con el abanico que había aparecido; por lo que hizo lo que toda niña haría en una situación con desconocidos... ¡Hablar alto mientras la señalaba!.
-¿Esa no es la chica guapa que engordó chupando a Yuuta? -Preguntó la pequeña rascándose la cabeza con la cartera que aún tenía pegada en su mano- No sé su nombre, pero sus adivinanzas eran muy sencillas... ¿Va a haber más adivinanzas?.
Entonces se quedó en silencio por un segundo...
-Espera un momento... -Indicó mientras se miraba la mano, miraba a la mujer, a su mano, a la mujer, a su mano, a la mujer- ¡POR TU CULPA TENGO UNA CARTERA PEGADA EN LA MANO!.
Fufufu... - rió al escuchar a la pequeña Lilie. - Tú misma decidiste cogerla, pequeña, podrías haberla dejado en su sitio. - fue entonces cuando dirigió su mirada hacia la pelirrosa. - Lo que pasa es que sois débiles y estos chicos muy fuertes, sin embargo ellos son solo unos cazademonios que no pueden acceder a la sala de terciopelo, por lo que no pueden hacer el trabajo sucio... De hecho ni pueden trabajar ya, pues no quedan demonios que cazar.
Es por eso que les he pedido que entren aquí a cazar un Reaper y quien se lo lleve os podrá entrenar, os presentará un desafío que si lo superáis, desbloquearéis vuestro verdadero potencial. - torció un poco la cabeza. - Aunque no va a ser fácil, ni todos podréis participar a la vez, ya que hay un entrenamiento pensado para cada uno de vosotros. Sin embargo os permitimos ir en grupos de dos.
A la pregunta "¿qué hacéis aquí?" La respuesta es sencilla, os vi por la feria y pensé que sería divertido encerraros aquí con estos dos. - rió otra vez, un poco por lo bajo.
Tan solo respondí con una sonrisa y poniéndome algo rojo ante el comentario de Momoka, tan solo quería ser como mi padre, con eso me bastaba.
- No hemos hecho mucho, caímos a poca distancia de aquí.
Pero dejando un poco de lado el tema para el que aún faltaban bastantes años continuamos el camino en busca de los demás siguiendo al peliblanco que se había largado justo antes que nosotros. No tardamos en dar con él nuevamente además tenía pinta de estar discutiendo por algo con otro tipo, también estaba ahí la tía de las adivinanzas y por otro lado Tetsu y Ayame, al verlos deje a Lillie en el suelo y corrí hacia ellos.
- ¿Que ha pasado? ¿Débiles? No paramos de fortalecernos de forma constante en todas nuestras batallas para superar todos los obstáculos que se nos ponen delante. Dentro de poco seremos tan o mas fuertes que estos dos. Y por eso mismo estoy mas que listo para enfrentar esa prueba... -tomé la mano de Ayame- Y si lo hago será con ella a mi lado. La protegeré durante todo el camino...
Je... Ya veremos cuanto os dura la bravura. - comentaba riéndose. Entonces chasqueó los dedos y transportó a los chicos a la entrada de la atracción. Habían pasado bastantes horas, la feria estaba vacía, era hora de volver a casa.
A partir de ahora podéis acudir aquí para realizar la prueba.